El legado de Nino Bravo sigue vivo 50 años después

Una gran exposición que traslada el museo del cantante hasta el centro de Valencia hasta el 29 de octubre y un concierto homenaje con la participación de su hija, Eva Ferri, demuestran cómo un artista puede trascender generación tras generación 5 décadas después de su fallecimiento.

Son las 12 de la mañana de un domingo 24 de septiembre. A las puertas del Ateneo Mercantil de Valencia vemos un gran anuncio de la exposición que conmemora la vida artística y personal de un mito que lo fue con tan solo 28 años. Cuando abrimos las puertas de este viaje en el tiempo musical nos recibe un roll up con un simpático Nino Bravo guitarra eléctrica en mano en 1962. A lo largo del recorrido en la primera sala se sucederán imágenes del artista que nos muestran su evolución estética a través de su corta, pero intensa carrera con momentos tan curiosos como esa imagen en la que el intérprete de Noelia posa subido a un columpio, una de las instantáneas con la que más se fotografían sus fans junto a un gran ninot en el que es imposible destacar ante la grandeza del mito musical.

Nino y la prensa. Uno de los aspectos que más me interesaron del recorrido fue sin duda la relación que tuvo con los medios de comunicación. Con ellos mantuvo una relación cordial a pesar de su obsesión por dejar a un lado su vida personal en su exposición mediática. Uno de los momentos «cumbre» en este sentido es sin duda el día de su boda que intentó ocultar por todos los medios a la prensa. Entre los recortes de prensa presentes en la exposición podemos ver desde un reportaje entre caballos a una jocosa aparición con el titular «Nino Bravo a la conquista de Madrid» con un Nino chef paellera en mano. El artista valenciano no faltó en programas tan populares en la época como Galas del sábado o el mítico Estudio Abierto con José María Íñigo en el que se avanzó el comienzo de su éxito en México que junto a otros países de habla hispana aplaudieron el talento de Nino como reflejan unos paneles en el lateral de la pantalla del estupendo documental que se puede disfrutar en la exposición junto a los objetos que trajo de esos viajes. En él amigos de sus comienzos, cuando Nino aún tocaba en grupo, se mezclan con retazos del legado como el disco que relanzó la fama del intérprete de Tú cambiarás. Fue el cántabro Juan Carlos Calderón, compositor de la inolvidable Cartas Amarillas, quien puso en pie en 1995 el disco 50 Aniversario. El compositor, músico y arreglista remasterizó los originales y consiguió duetos como el que hizo con Francisco, que sigue cantando con entrega su repertorio actualmente como demostró recientemente en su concierto en la Gran Vía de Madrid. Y en esas que el que aquí les escribe escuchó unos acordes de Libre en un anuncio en televisión con tan solo 5 añitos y se enamoró de la voz inmortal de Nino. Quizás sin Calderón eso no hubiese ocurrido. Vaya un merecido aplauso para él también por su legado musical. Tal fue el éxito (puede verse el disco de Platino de este disco en la exposición) que hubo secuela con el nombre de Duetos 2 en el que se incluye una sorpresa muy especial que es el tema Dicen que Calderón dedicó a Nino en el que entre los intérpretes se encuentra Eva Ferri, la hija del cantante que nació unos meses después de su trágico accidente. También algunos de sus trajes, su tocadiscos, reconocimientos e incluso instantáneas personales forman parte de este recorrido en el que encontramos algunas rarezas como un precioso cuadro original promocional.

Al partir UN BESO Y UNA FLOR. El recorrido incluye muchos de los recortes que dedicó la prensa en el día de su fallecimiento. «Era el mejor», reza uno de los titulares, una impresionante doble página dice «Nino Bravo: Luto en la canción española» y en otra comparte espacio con todo un rey como era Elvis, ¿Casualidad? Es imposible imaginarse qué hubiese sucedido si Nino hubiese tenido una carrera más larga, pero lo que queda claro es que su legado sigue vivo 5 décadas después a tenor de lo que ocurrió en la tarde del domingo en Valencia.

Eva Ferri, la gran sorpresa musical en el concierto homenaje. Son las 7 de la tarde. El Ateneo Mercantil de Valencia ha colgado el cartel de NO HAY ENTRADAS desde hace semanas para una cita muy especial que tras el éxito se repetirá el 7 de octubre y de nuevo se volverá a llenar. El gran aliciente de este tributo musical sin duda está en ver en escena a la hija del cantante. En ese sentido hubo dos momentos cumbre el pasado domingo. Por un lado, Vivir, la única canción compuesta por Nino Bravo y que nunca pudo interpretar en directo. Eva Ferri estrenaba el tema que de alguna forma fue el testamento vital y musical de su padre. Por otro lado, se recreó el dueto virtual que juntó en 1997 a Ferri con su progenitor. Vuelve sonó más emocionante que nunca. Su Esa será mi casa sonó con especial fuerza en una velada protagonizada por Felipe Garpe que brilló en la ejecución de la siempre compleja Noelia dentro de un repertorio que también escondía temas menos famosos del cantante de Aielo de Malferit como Mi querida mama (regalo este dueto virtual con su admirado Tom Jones) o Amanecer. Inolvidable también el Te quiero, te quiero a dueto por lo simbólico del momento y es que Nino pidió matrimonio a su mujer con un disco al que ella respondió con un rotundo SÍ. Un concierto inolvidable para seguir recordando que a pesar de las 5 décadas transcurridas jamás habrá una VOZ como la de Nino Bravo al que seguiremos coreando en la eternidad. En fin, un verdadero MITO de la música que podemos seguir recordando también con el estupendo libro del que os hablamos recientemente y que precisamente ha escrito el comisario de la exposición, Diego Ledesma, y por la fuerza que tiene en la red su activo club de fans.