Roberto Álvarez: «Como productor soy un conseguidor que quiere arreglar las cosas que van mal»

Como toda buena historia la de DESDE MI BUTACA echa el telón o al menos se pone en modo stand by tras nada menos que casi 18 años en la red para dar voz a los proyectos que comunicamos en Carlos Rivera Comunicación. Para este entreacto o despedida -nunca se sabe- queríamos contar con alguien muy especial. Se trata del actor y productor Roberto Álvarez, que encara las últimas semanas de Equus en el Teatro Infanta Isabel. Con él repasamos una carrera atípica que le ha llevado a experimentar la fama con cierta edad y a lanzarse al vacío como productor o más bien conseguidor que siempre ha luchado por causas como el Teatro Albéniz o por dar el lugar que se merecía al Teatro de la Danza. Desde Okapi sigue apostando por aquello en lo cree con producciones que hemos disfrutado y mucho DESDE MI BUTACA en los últimos años.

Carlos Rivera: Parece mentira, pero una obra que se estrenó en España en los 70 sigue removiendo al público por algo como un desnudo masculino…

Roberto Álvarez: Así es sí. No es solo el desnudo, es la propia obra. Mira que a mí no me parece dura, es una obra muy bella, llena de virtudes con un mensaje final de que la vida es dura pero te puedes ganar la plenitud día a día. Estamos teniendo sorpresas con programadores que le ha parecida dura para su público. No tanto el desnudo como la obra que se mete con muchas sensibilidades de alguna forma. En el Real se desnudan sin ningún sentido y no pasa nada. Aquí en cambio esta obra que habla sobre una persona cuya sexualidad está marcada por la sociedad y la religión ha tocado especialmente a ciertos sectores.

C.R: Afortunadamente, la reacción del público es de lo más catártica…

R.A: Hay una palabra que se repite: «Brutal», nos lo dicen los amigos y espectadores anónimos. Es un thriller que acaba teniendo un disparo final de reflexión para el espectador. Les cuesta aplaudir, se sienten conmocionados por el final. No deja de contar la historia de una frustración sexual de un niño con una terapia que le lleva a catarsis y luego a la regresión final. Todo ello hace que salga muy emocionado. Es una de las obras que más estoy disfrutando como actor la verdad.

C.R: Compartes escenas con un actor muy joven y talentoso como Álex Villazán, ¿Qué has encontrado de especial en su mirada como intérprete?

R.A: Para mí supone la perplejidad de ver que una persona tan joven es absolutamente tan brillante en su trabajo. A veces crees que el oficio es lo que te llevas a metas más altas. Por naturaleza, está hecho para esto. Bebo mucho de él como actor y personaje. Me recuerda a Ángela Molina. Parece que ha nacido para que le pongan la cámara delante y hacer vibrar al espectador. Es un prodigio de la naturaleza. Salta en el escenario, se contorsiona, disfruta, vibra por naturaleza…

C.R: No tenías vocación de actor, pero sin embargo los noes que tuviste en la infancia se quedaron marcados en tus recuerdos…

R.A: Nunca pensé que iba a ser actor. Iba para Ingeniero de Telecomunicaciones. Inconscientemente debió ser que lo tenía ahí guardado entre mis recuerdos. Tengo una memoria muy retentiva y a corto plazo, pero mis grilletes de recuerdos son cosas que han quedado selladas en mi cabeza. Miles de recuerdos ya no están, mi ser no lo has necesitado guardar. Si es curioso que los recuerdos artísticos negativos en la primera comunión, con el hermano Esteban y con la tuna se han quedado ahí. Esas tres vivencias las tengo grabadas y otras muchas no. Por tanto, algún significado inconsciente debe tener guardar esos recuerdos.

C.R: Háblanos un poco de tu faceta como productor o más bien de «conseguidor» como tú dices…

R.A: El primer gran éxito en ese sentido fue el Teatro de la Danza que tuvo un éxito económico para subsistir con una cierta calidad de vida. Venía de que había talento, pero no había reconocimiento económico. Busqué subvenciones, distribución… Mis principales logros no están en lo económico. Más bien están en conseguir cosas como ser la primera compañía residente en España, eso fue un mérito. Lo calqué de otro país. Una de las compañías más subvencionadas llegamos a ser. Hicimos la primera residencia en Valdemoro, teníamos un lugar donde ensayar y allí hacíamos una primera representación gratuita. Recuerdo la reunión con Carme Chacón y el director del Inaem actual, les propuse que los directores artísticos fueran elegidos por concurso público y no a dedo. También estuve en la lucha por el Albéniz y el Matadero, detrás de eso hay una persona que quiere arreglar las cosas que van mal, que quiere optimizar. Con esta experiencia cuando José Velasco se planteó hacer teatro le eché una mano junto a Natalio Grueso y aquí estamos con este Equus y otras producciones como Ser o no ser con Juan Echanove al frente de Okapi Producciones.

C.R: Te he oído recalcar la importancia de un plan de vida antes de enfrentarse a un oficio tan duro como el del actor…

R.A: Fue una cosa que escuché en una entrevista y es que hay dos opciones cuando te plantean que por ejemplo tu hijo quiere ser escritor. Puedes decirle que se va a morir de hambre o empujarlo hacia adelante. Esas dos opciones no funcionan, tiene que plantearse ¿Qué vas a hacer tú ahí? ¿Cuál es tu plan para vivir? Esa ansiedad juvenil de que no te llaman para trabajar en un hecho. Yo veía el Fotogramas con esa sección de El futuro del cine español. Son la leche esas actrices que salían ahí, pero al año siguiente eran otras, ¿Qué fue de las primeras? No las he vuelto a ver, algunas despuntan y otras no, esta profesión es así de terrible. Al final, quedan cuatro de esa foto que también es extensible a los hombres claro. No vale solo el talento, es mucho las oportunidades y hasta el físico. Fíjate yo soy calvo y todo lo que he trabajado. Muchas de esas chicas que eran monísimas y estupendas actrices seguramente ya no están en activo. Yo siempre pienso en un video de Robert De Niro que va a la Academia de Artes Escénicas de Estados Unidos a la entrega de diplomas y les increpa: ¿Cómo se os ha ocurrido meteros en esto? Si hubierais elegido ser médicos estaríais con trabajo… Luego le da una vuelta cuando dice que si tuviese un hijo actor pues bueno, le dejaría serlo.

C.R: Te llegó la popularidad con cierta edad, ¿Cómo crees que lo hubieses digerido si te hubiese pasado muy joven como les pasa a muchos actores?

R.A: Yo siempre he sido un bendito de Dios. Yo creo que lo hubiese digerido bien. Además, cuando yo era joven era muy distinto al no existir toda esta interacción con los seguidores a través de las redes sociales. Era la época de Almodóvar o Trueba, hubiese entrado en un grupo bueno de actores a los que se pagaba mucho a esa gente que se creía que durarían mucho en esta industria. Por mi caracter no creo que me hubiese vuelto muy loco con la fama de joven.

C.R: Como eres una persona muy activa en Instagram, te voy a pedir que cerremos con esa frase con la que ‘venderías’ Equus en tu cuenta…

R.A: Lo que dice todo el mundo al salir: ¡Brutal!

Anuncio publicitario

Juan Echanove: «De esta profesión no te retiras, te retiran»

Tras 17 años de entrevistas DESDE MI BUTACA siento que saldo una deuda. Por primera vez, nos ponemos delante de alguien que con su trabajo y pasión por las tablas nos lleva haciendo disfrutar desde hace décadas. Con el recuerdo lejano, pero presente al maestro Antonio Mercero se cuelan en la conversación Robert Mitchum, Juan Luis Galiardo o Gerardo Vera. Este intérprete admite que en su profesión «no te retiras, te retiran», pero se siente un privilegiado comparado con otras oficios como el de los bailarines «que tienen una pronta fecha de caducidad». La suya sin duda es un trayectoria impecable y variada, pero ahora se vuelve a sentir un ‘debutante’. Por primera vez, se enfrenta a la Zarzuela y a tenor por su entusiasmo con el género estamos seguros de que no será la última. Pan y toros se puede ver hasta el domingo 23 de octubre en el Teatro de la Zarzuela y solo podemos desear que este sea el primero de muchos encuentros con nuestro teatro musical y por extensión como entrevistado DESDE MI BUTACA. Siéntense y disfruten de sus palabras, ¡Arriba el telón!

“Tengo la sensación de que todo lo que he aprendido de mi oficio lo he podido volcar en Pan y toros. Juan Echanove se muestra feliz con su primera experiencia como director de una zarzuela. Ha tenido que ir amoldándose a un género que es diferente a dirigir montajes de texto como la reciente Ser o no ser. En esta producción del Teatro de la Zarzuela ha aprendido de los cantantes que “trabajan desde la verdad y desde luego no puedes pretender que asuman laberintos a los que no enfrentarías a un actor”. En ese doble reparto “que ya lo quisieran todos los que dirigen lírica” hay nombres como el de Alberto Frías, cuyas palabras se cuelan al comienzo de nuestra plácida entrevista. Para Echanove “es un cantante que se convierte en actor o un actor que se convierte en cantante con un nivel en ambas áreas verdaderamente importante”. Al final, la pregunta de Frías sobre si volvería a trabajar con cantantes concluye con el director de Pan y Toros lanzándole el órdago a Frías: “¿Estarías dispuesto a volver a trabajar conmigo cuando dirija otra zarzuela? Yo te querría en mi equipo”.

Juan Echanove dirigiendo a Alberto Frías

El gran consejo de Lluis Pascual. Acostumbrado al trabajo de dirección de escena de texto en el que siempre su trabajo acaba el último, se ha dejado llevar por lo que le dijo Lluis Pascual a este ‘novato’ en las lindes de la Zarzuela: “Cuando empiecen los conjuntos aprende a desaparecer”. Así se lanzó a “disfrutar con lo que está ocurriendo en el proceso y tomar muchas notas”. En definitiva, ha tenido que acostumbrarse a que “el director de escena se vaya diluyendo y el ensayo se seguirá haciendo con o sin él”. Estos consejos le han aportado “tranquilidad” en un proceso que admite con una sonrisa que “echaré de menos”. Uno de esos momentos ‘disfrutones’ ha sido cuando por primera vez entró la orquesta en acción: “Me ha elevado a momentos de sensibilidad que nunca había experimentado dirigiendo e interpretando”. Todo ello además con su equipo habitual al que se ha sumado el del Teatro de la Zarzuela.

Una de las escenas de Pan y toros

“En todos los duelos, los españoles acabamos riéndonos en un bar de lo estrambótica que es la vida”. Cuando uno ve una función como Ser o no ser en estos tiempos es inevitable preguntarse ¿Cómo hacer reír cuando ves que el mundo se desmorona a tu alrededor? Echanove necesitaba sumergirse en la comedia en estos tiempos. De hecho, pudo haber estado en Kingdom de Bieito, pero le dijo a Pou que prefería apostar por Ser o no ser. Entonces no sabía que al poco de empezar a ensayar esta obra la realidad terminaría superando a la ficción.

Juan Echanove estaba en una entrevista en La Sexta. De pronto conectaron con la actriz Anabell Sotelo que estaba refugiada en un teatro en Varsovia. Nunca la ficción y la realidad habían estado tan unidas. Cuando pudo venir a ver la función, Sotelo confesó a Echanove que en la escena de la guerra “casi le faltaba la respiración”. En este contexto difícil, el protagonista de Madregilda confiesa que si se puede hacer comedia ahora es por ese espíritu tan genuinamente español de optar por la risa como bálsamo en los momentos más difíciles. Todo ello en su caso como creador teniendo en cuenta que “si haces comedia debe haber momentos que conmuevan”. Sin duda, con Ser o no ser lo han conseguido gracias en parte a haber conseguido consolidar una compañía más o menos estable con nombres como los de Lucía Quintana con la que ha establecido una relación tan buena que “incluso le pedí ser el padrino de su hijo”.

Lucía Quintana y Juan Echanove, pura complicidad en escena en Ser o no ser

“Remember, you aren’t the best, you are only the winner”. Echanove se siente un afortunado por haber recibido muchos premios a lo largo de su carrera. Poco se podía imaginar que uno de los más especiales estuviera marcado por Robert Mitchum. Cuando estaba a punto de recibir la Concha de Plata de San Sebastián, observó que en el lateral del escenario un hombre de riguroso negro con un vaso lleno de vodka lo observaba. Justo antes de subir al escenario, la estrella de Hollywood le espetó una frase que Echanove recibió atónito y que de alguna forma le sirvió para a partir de entonces aprender a relativizar el éxito en este duro oficio.

María Galiana, su ‘otra madre’. Más allá de los rodajes de la longeva Cuéntame cómo pasó, la relación de Echanove con la eterna Herminia televisiva se fraguó aún más en la larga gira de Conversaciones con mamá, cuya parada en el Arriaga aprovechamos para charlar con Galiana. El actor nos admite que “no era el tipo de obra que quería hacer, pero compartir con ella esa gira era mi motor para aceptar el proyecto”. Tras la experiencia, el director de Pan y toros solo pudo sentirse agradecido por cómo se portó con él “cuando en plena gira perdí a mi hermano”. El vínculo es tal que Galiana siente a Echanove como uno más de sus hijos con los que “mantengo un trato excelente”. Además, la actriz de Solas cumple años el mismo día que la madre de Echanove.

“Pasó de ser el niño del balón a uno de mis mejores amigos”. Los rodajes de Cuéntame cómo pasó suponían un auténtico esfuerzo para Echanove que siempre los combinó con funciones teatrales como El verdugo. Tal era el agotamiento que comía muy rápidamente para poder echarse un rato a descansar a la hora de la comida. Un día oyó mucho jaleo y es que los niños actores con Ricardo Gómez a la cabeza estaban jugando al balón y le estaban sacando de sus casillas. Abrió la puerta del camerino y justo pasó el balón que aplastó con furia. En ese momento en que les habían advertido que tratasen bien a los pequeños artistas, Echanove espetó -se recrea en ello-: “¡Vosotros no sois niños, sois actores, así que si queréis jugar al fútbol a la puta calle!”. A pesar del susto, desde ese día Ricardo Gómez y Juan Echanove se hicieron amigos. Para el intérprete la clave del éxito de esa relación es que “nunca he tenido un trato paternofilial con Ricardo por cuyo trabajo siento una gran admiración por su sólida formación escénica y por la impresionante carrera audiovisual que está desarrollando”.

Mercero, la humanidad detrás de un excelente retratista de seres humanos. Cuando Echanove recuerda a su padre televisivo, Antonio Mercero, lo primero que nos dice es que “era muy simpático, un tipo muy cachondo”. Para ilustrarlo nos cuenta lo que ocurrió en el rodaje de Turno de oficio. Grababan una partida de cartas en un bar y sonaba cada dos por tres en las tragaperras el Baile de los pajaritos y se colaba en las tomas. Cualquier director se hubiese cabreado, pero Mercero “paraba la toma y se ponía a bailar”. Esa anécdota le sirve para calibrar que “su humanidad estaba en momentos así”. Más allá de “tener un conocimiento técnico brutal por el cual con una o dos cámaras de 16 milímetros era capaz de hacer magia”, Mercero destilaba esa cercanía que conectó con los espectadores durante décadas. Lamentablemente los caminos de Echanove y Mercero no se volvieron a encontrar y cuando supo por Juan Luis Galiardo del Alzheimer que sufría le dijo: “No vayas a verlo, ya no nos reconoce ni a ti ni a mí”.

“De esta profesión no te retiras, te retiran”. Para Echanove hay dos formas de dejar este oficio al que se sigue dedicando en cuerpo y alma. Una es “cuando el público te baja para siempre del escenario”, cuando no llega ya el calor del respetable tras una vida subido a las tablas. La otra es la enfermedad, muy especialmente cuando la memoria y las fuerzas empiezan a fallar, como le ha pasado al excelente actor Santiago Ramos que vio que tenía que ponerse a un lado, en su caso por el Párkinson.

Aún así, Echanove se siente “un privilegiado comparado con los bailarines que tienen una fecha de caducidad muy temprana”.

Los directores de escena, sus grandes maestros. Echando la vista atrás, Juan Echanove se siente un afortunado por haber aprendido de los mejores directores de escena desde sus comienzos de la mano de José María Morera. Admite que “solo actuando en los ensayos me llego a aburrir, lo que me interesa es absorber conocimientos sobre dirección de escena”. Tal es así que recuerda cómo Gerardo Vera le comentaba las claves por teléfono de la obra Rojo que finalmente no pudo dirigir. Recogió tanto de lo que le contaba en las insomnes conversaciones telefónicas que pudo sustituir al desaparecido director de escena en este montaje que compartiría con su amigo Ricardo Gómez.

Junto a todo un referente como Gerardo Vera

Volviendo a Pan y Toros para acabar vuelve a mostrar entusiasmo cuando afirma que “estoy viviendo un sueño y no busco el camino de baldosas amarillas, pero tengo la sensación de que a través de este montaje he podido volcar todo lo que sé”. Así lo sentirá seguro el público del Teatro de la Zarzuela, donde se podrá disfrutar de este montaje hasta el domingo 23 de octubre.

CID con Antonio Campos llega del 1 al 3 de noviembre al Corral Cervantes de Madrid

La función podrá verse únicamente del 1 al 3 de noviembre a las 18h en el Corral Cervantes de Madrid (Paseo de la Chopera, 10). 

Ruy, Ruy Díaz, Rodrigo, El Cid, Sidi, El campeador, el de Vivar, Rodrigo Díaz de Vivar, el de los mil nombres, el de los mil rostros, el que más esculturas tiene a nivel mundial, ya que del Cid se ha hablado y se hablará mucho; que si fue un héroe, un mercenario, que si amaba a su rey, que si lo odiaba, que si atendía a las parturientas y hasta se ha dicho de él que era un encanto, un ser milagroso casi santo. El caso es que cada uno se imagina al Cid de una manera.

Quien mejor nos pueden contar su historia son los Vivares: aquella mesnada que lo siguió en el exilio; zarrapastrosos, tullidos, ánimas en pena, desechos humanos. En fin, un séquito de batalladores desconocidos; los sin nombre. Este es el cantar de los caminos, un cantar que ha llegado de boca a oído hasta nuestros tiempos. Un cantar que no está escrito, un cantar universal que habla de hombres valerosos y mujeres idealizadas. Un cantar que llega hasta nosotros a través de los hijos, de los hijos, de los hijos de los muertos.

Esta es la historia del Cid contada a través de sus hermanos, de los que desde que nació hasta que murió no se separaron de su Señor a través de la interpretación de Antonio Campos. 

Las reseñas de Alberto Morate: LO QUE TÚ NOS DEJAS. Por eso te escribo esto.

Alberto Morate se acercó al Teatro del Barrio a vibrar con Inma Cuevas con Lo que tú nos dejas. La intérprete además estrena en breve Lavar, marcar y enterrar el musical como adelantamos en un reciente post.

Creo que mis palabras, lanzadas al aire o escritas en una carta, te llegarán, de algún modo. No entraba en nuestros planes que ya no estuvieras. Y así lo pienso ahora, después del tiempo. Estás ahora y entre nosotros. En mis recuerdos. En el tiempo que se ha quedado detenido para mí, y aunque siga pasando, no importa. Vivo en un otoño perpetuo. Con las hojas de los árboles caídas por el suelo sin posibilidad de que vuelvan a crecer otras. Con las hojas de mis cartas que te escribo y te leo para que sepas de mí, de nosotros.

Fuiste auténtico, vibrabas con el canto de los pájaros y con los charcos de la lluvia. Sí, ahora soy yo la que llueve por dentro, tu madre. Pero mi anhelo es sentirte, real y cotidiano, a pesar de las circunstancias aciagas de tu partida. Los demás iremos cambiando, tú seguirás perpetuamente siendo el que eras, íntegro, sensible, nuestro.

En este monólogo, Inma Cuevas nos recita un poema, un canto de desolación y desasosiego cargado de ternura y nostalgia. Un estremecimiento en forma de palabras, de silencios, de voz quebrada, de pugna entre hundirse o subsistir en un recuerdo entre la soledad o salir adelante, con la conciencia de los sentimientos. No, no está loca por escribir cartas a su hijo, por lanzarlas al viento, de esa manera lucha y, de alguna forma, es capaz de afrontar tanto sufrimiento.

Basado en un texto de Alba R. Santos, la actriz se autodirige e interpreta con toda la sensibilidad demostrada en otros trabajos, que su canto es libre y necesario, terapéutico, sentido, en un vaivén de entre el pasado y lo que sucederá luego.

Lo que tú nos dejas es un texto herido del corazón, son los órganos de un chico joven que servirán para otros, es el amor sin pretenderlo. Palpita vivo este soliloquio, dulcemente triste, luz tenue de sentimientos que vadean noches, olvidos, silencios.

Amor y palabras, voz y escritura, poesía que no busca el éxito, que se aproxima a ti desde la emoción y resurge desde la sombras y la pesadumbre hasta encogerse el corazón, huérfana y errante que busca encontrarse en un sueño de irrealidad que conecte con lo que está viviendo.

No te olvidaré, hijo, por eso te escribo esto. Nos dejaste, pero sabemos que no estamos solos.

Alberto Morate tiene el teatro como modus vivendi. Durante más de 40 años ha sido profesor de dramatización, ha dirigido grupos de teatro, ha escrito obras y ha interpretado ocasionalmente como actor. Desde el año 2014 también reseña funciones y espectáculos. Realiza sus crónicas con un estilo peculiarmente poético, haciendo hincapié en el tema, y comentando las representaciones desde un punto de vista emocional, social y humano.

Lo que tú nos dejas y Lavar, marcar y enterrar el musical: El doblete escénico con el que volveremos a vibrar con Inma Cuevas

Las próximas semanas se presentan muy intensas para una de nuestras intérpretes más queridas. Por un lado, Inma Cuevas retoma su emocionante Lo que tú nos dejas en el Teatro del Barrio entre el 28 de septiembre y el 12 de octubre. Por otro, vuelve a sacar su vena musical en la esperada adaptación al musical de Lavar, marcar y enterrar desde el 21 de octubre en el Teatro Lara.

Lo que tú nos dejas llega con una importante novedad al espacio escénico de la Calle Zurita de Madrid. Así, Cuevas propone una alianza con el público, que podrá dejar sus cartas en un buzón que colocaremos, para la ocasión, en el vestíbulo del teatro. Ojo: la condición es que esas cartas sean manuscritas. Cartas que quedaron pendientes, cartas que jamás nos atreveríamos a enviar, cañeras, tristes, a personajes inventados o a la Agencia Tributaria… Cuando tenga una buena tanda, Inma las leerá en vídeos que se difundirán en las redes sociales del Teatro del Barrio, y se expondrán todas en la Sala de los Balcones.

Sobre el escenario veremos una historia en la que Inma Cuevas comparte protagonismo con la correspondencia que su personaje le ha escrito a su hijo. Quiere sentirlo cerca y es la vía más íntima que ha sabido crear para transmitirle cómo le ha ido en aquello que es esencial: el amor, la amistad, la familia. También cómo ha encarado dificultades como la soledad o el duelo, experiencias que, paradójicamente, la han aferrado más a la vida aun siendo devastadoras. Sincerarse así no le ha resultado fácil: “Pasé años sin un solo libro en la mesilla de noche. Hasta que decidí escribirte a ti”, explica. “Es la única forma que encontré de sentirte menos lejos, de sentir que me escuchas, que aún puedo contarte cosas del pueblo que leerás entre la reunión con aquellos, el negocio con los otros, la boda de unos amigos, mientras llevas a tus niños al parque. Una carta se lee en cualquier parte”. Un texto de Alba R. Santos con el que nos emocionamos en el Teatro Galileo y a buen seguro volverá a ocurrir lo mismo en el Teatro del Barrio.

Tras su exitoso paso por el Teatro Lara como obra de texto, con más de 20.000 espectadores y 6 años en cartel, Lavar, marcar y enterrar tendrá una segunda vida como un musical loco y completamente renovado con la incorporación de nuevos personajes, nuevo formato y un ritmo trepidante apoyado en temas originales de José Masegosa. Por supuesto, uno de los alicientes será contar con el talento de Inma Cuevas en su reparto junto a otros estupendos intérpretes como Jacinto Bobo, Eva María Cortés, Sara Navacerrada, Sergio Campoy -que estuvo durante años brillando en el montaje original de Juanma Pina-, Alberto Sánchez-Diezma y Antonio Villa

Lavar, Marcar y Enterrar, el musical es una comedia disparatada donde secadores de pelo, cuchillas de afeitar, cadáveres y mucha estupidez, se dan de la mano para organizar un secuestro con aroma a desastre.

¿Pueden unas paredes esconder melodías de tu pasado?¿Podrás construir tu futuro cometiendo un delito? La peluquería Cortacabeza es el núcleo dónde 4 disparatados personajes y 3 sorpresas inesperadas, se dan cita para redefinir sus vidas, y decidir quizá, si todo va mejor cuando pruebas a ser peor.

La rumba salta a escena hoy de la mano de El Terrat con Litus encabezando el cartel de ¡Chakapum!

Hoy subirá el telón del Gran Teatro CaixaBank Principe Pío de Madrid ¡Chakapum!, un espectáculo que se define como una fusión sin prejuicios de un concierto y una obra de teatro, de rumba, rock y otros estilos musicales, pero ante todo es una celebración de la vida.

¡CHAKAPUM! despliega, a partir de un recuerdo de la infancia de Litus, un caleidoscopio de escenas en las que se realiza un viaje emocional por la vida de su protagonista a la vez que se hace un repaso vivo a la historia de la rumba. Pero es también un “homenaje a los currantes de la música, a la profesión”, en palabras del propio Litus. El público podrá vibrar con versiones de temas que están arraigados en nuestra historia de artistas como El Gato PérezLos Amaya o Peret. La fiesta de la vida y la música traspasará el escenario en un fin de fiesta inesperado. 

Con un elenco de siete actores y actrices camaleónicas llenas de energía y una banda en directo de seis músicos capitaneados por Pablo Novoa, el espectáculo mostrará el “poder de la música como herramienta transformadora de la realidad”, uno de los objetivos de su autor Joan Grau. Para ello, la directora de escena Xénia Reguant ha contado con el escenógrafo Jose Novoa para la creación de un espacio emocional, sentimental, donde se dan cita los recuerdos y la música. También se podrá disfrutar de las proyecciones de la artista Mürfila que incluyen imágenes de grandes referentes de la rumba y otras de la vida real de Litus. Elementos que ayudan a contar este viaje y a potenciar lo icónico que tiene la rumba.

Este montaje es uno de los proyectos más personales de Litus, cantante de La Banda de Late Motiv y uno de los integrantes del exitoso montaje teatral Lehman Trilogy“La rumba tiene que ver con cómo conocí la música. Con mi familia. Con cómo aprendí mi profesión”, explica Litus. “Tengo un recuerdo mágico de las sobremesas de mis padres cuando yo era un niño. Es un recuerdo que, con los años, ha tomado una textura de sueño”.

En palabras de su directora, “En ¡Chakapum!, conoceremos a los grandes fundadores del género, desgranaremos todo lo que compone la rumba catalana, todo lo que compone Litus y lo que nos compone como humanos”. Xènia Reguant da más detalles: “Pasaremos por Cuba, Terrassa, Tossa de Mar. Entre rumba, tiempo, contratiempo, movimiento incesante y pequeños ambientes construidos con dos cubos y una escalera capaces de transformarse en todos los escenarios posibles, llegaremos al ¡Chakapum! Siempre acompañados de una rumba que evolucionará con el espectáculo hasta llegar a una sonoridad moderna y actual”.

El espectáculo pone de manifiesto que la rumba está viva y es eléctrica porque te pone en movimiento. ¡Chakapum! es una experiencia única producida por El Terrat (The Mediapro Studio) y que podrás vivir del 12 de agosto al 4 de septiembre en La Estación Gran Teatro Caixabank Principe Pío.

El humor de Imprebís y Dario Fo de la mano en Santander con DESCARADOS el 12 y 13 de agosto

La veterana compañía valenciana lleva a escena una versión muy española de SANTIAGO SÁNCHEZ de Clacson, trombette e pernacchi, de Dario Fo y Franca Rame como cierre de lujo al ciclo estival de teatro Talía de la capital cántabra. Lo hará los días 12 y 13 de agosto a las 20h en el CASYC de Santander de la mano de Palco Tres Gestión. Como nos tienen acostumbrados en Imprebís el reparto está compuesto por excepcionales intérpretes que ya han trabajado anteriormente con ellos: Juan Gea, al que disfrutamos hace bien poco en Variaciones enigmáticas, Lola Moltó, Marta Chiner, Rafa Alarcón, Carles Montoliu, Carles Castillo y Víctor Lucas -también ayudante de dirección y cocreador de la música de este montaje.

Tras el éxito de Por los pelos, su primera colaboración, L’OM-IMPREBÍS y OLYMPIA METROPOLITANA se unen de nuevo para poner en escena una de las obras más delirantes del Premio Nobel de Literatura Dario Fo. El intento de secuestro de una alta personalidad de la sociedad española y la confusión de la cara de este con la de uno de sus empleados generan todo tipo de malentendidos y situaciones que nos hacen morir de la risa. Una sátira que pone al descubierto los intereses y manejos de la política, los jueces, la policía, las cloacas del Estado, las empresas y hasta de la medicina. Todo con la ironía y el humor del gran maestro italiano de la Comedia del Arte.

Santiago Sánchez dirige de nuevo a la compañía de la excepcional comedia Por los pelos que pondrá en escena a toda esta colección de Descarados de nuestros días que sin duda harán que se les vengan a la cabeza a muchos personajes ‘reales’ de nuestra sociedad a los espectadores de Santander. La compañía- cuyo trabajo también disfrutamos como agencia de comunicación responsable de la Feria de Artes Escénicas de Castilla La Mancha con esa joya escénica que es Herederás la lluvia– llegará al Teatro Alfil de Madrid en unas semanas con Hoy no estrenamos.

Cuando Santander se convirtió en la capital de la escena nacional

«Santiago Ontañón era un hombre leal, inteligente, libre, generoso, ingenioso, entrañable, apasionado, rebosante de amor y amores a los que él fiel a su modestia llama amistad»

Fernando Fernán Gómez

Este año la Academia de las Artes Escénicas de España ha encontrado un gran aliado en Cantabria. El apoyo incondicional por parte de la vicepresidencia del Gobierno con Pablo Zuloaga a la cabeza, ha hecho que esta cuarta edición de su tradicional escuela de verano haya sido un verdadero éxito. Los alumnos encantados con las actividades y las vivencias vividas en la ‘tierruca’ y los organizadores, felices por lo que ha dado de sí esta experiencia que ha tenido a la figura de Santiago Ontañón como eje central de la misma.

Lluís Pascual y Santiago Ontañón, protagonistas matinales en la primera jornada. El lunes comenzó en la Filmoteca de Cantabria esta Escuela de Verano con dos grandes protagonistas. La inauguración oficial contó con representación de las instituciones participantes como Gema Agudo del Gobierno de Cantabria y el vicerrector de la Universidad de Cantabria, Tomás Mantecón. El acto terminaría en primer lugar con la intervención telemática de Cayetana Guillén-Cuervo, Presidenta de la Academia de las Artes Escénicas de España, que quiso «dar la bienvenida a todos los que habéis parado vuestras vidas para estar aquí».

Por su parte, César Oliva, vicepresidente segundo de la Academia de las Artes Escénicas, quiso «agradecer a Carlos Troyano su desvelo para conseguir el nivel que entre todos hemos conseguido». Además quiso acabar con «la herencia de teatro comprometido de Ontañón para el que no he encontrado un mejor retrato que el que le hizo Fernando Fernán Gómez».

A continuación, Lluís Pascual fue el primer protagonista en una deliciosa conversación con Anabel Díez, que estos días ultima los preparativos de las emblemáticas Guerras Cántabras de Los Corrales de Buelna (Cantabria). Durante la charla, el director de escena comentó que lo imprescindible es que «el actor no puede prescindir de su pasado. Seguramente ninguno haya visto a José Bódalo haciendo el Don Juan de Montenegro. Eso no se olvida y cuando lo ves dices se puedo llegar hasta aquí y te planteas hasta dónde puedes llegar». Con respecto a Lorca, eje central de la conversación, destacó que «lo he hecho en muchos sitios del mundo y su bálsamo va llegando y eso que se pierde mucho con la traducción, pero es como con Shakespeare que hay tanto que algo queda».

Santiago Ontañón fue el protagonista absoluto en esa primera jornada matinal. El eje central de esta Escuela de Verano centró la ponencia de Esther López Sobrado que dio paso a un interesante coloquio entre Javier Huerta, César Oliva y Patricia Cerca. Uno de los aspectos dentro de la prolífica carrera de Ontañón que tiene más relieve es cómo consiguió que Margarita Xirgu volviese a los escenarios de su mano. Entre las imágenes más curiosas que pudimos ver en esta intensa jornada protagonizada por el que fuera uno de los escenógrafos de La Barraca está sin duda cuando se subió al escenario para interpretar Amor de Don Perlimplín con Belisa en su Jardín de Federico García Lorca.

Sin duda fue una velada muy especial para un espectador que acudió a la cita. Se trata del periodista y productor Fernando de Luis Orueta, familiar de Ontañón, que no dudó un momento en acudir para recordar al tío abuelo de su padre. A la salida de la charla compartió su satisfacción con el equipo de la Escuela de Verano y con sus seguidores en Twitter. La jornada matinal de esta Escuela de Verano fue retransmitida en streaming y se puede recuperar en la cuenta de Youtube de la Academia de las Artes Escénicas de España.

Por la tarde, fue el turno de los talleres de Borja Ortiz de Gondra y de Pepe Viyuela en sendos espacios de la Filmoteca de Cantabria que tuvieron una segunda parte en la tarde del martes. Por momentos, fue inevitable dejarse contagiar por la cascada de risas que se escuchaban procedentes del taller de clown de Pepe Viyuela que les hizo por unas horas despojarse de prejuicios para sacar ese niño interior que lleva todo payaso en su interior. Como cierre de esta intensa primera jornada se pudo disfrutar de El retablillo de don Cristobal bajo la mirada de NAO D’AMORES en un espacio muy especial. Se trata de la sala de talleres del Palacio de Festivales, cuyo responsable de programación, Carlos Troyano, ha sido uno de los impulsores de que esta Escuela de Verano haya sido un éxito en Santander.

Borja Ortiz de Gondra planteó un interesante taller sobre autoficción. Foto de Antonio Castro.
Pepe Viyuela durante la primera jornada del taller de clown bajo el objetivo de Antonio Castro

Aún con el buen sabor de boca de la noche anterior con su Retablillo de Don Cristobal, Ana Zamora impartió una ponencia sobre el mismo para comenzar la intensa segunda jornada que tuvo a los jóvenes creadores como protagonistas. En la sesión titulada EL FUTURO QUE VIENE pudimos disfrutar del talento de María Goiricelaya, Paula Martínez, Álvaro Nogales, Adrián Perea y Joan Yago que dieron su visión del teatro y leyeron algunos de sus textos bajo la atenta mirada de Carmen Márquez, moderadora del apasionante encuentro que podéis encontrar en la grabación de esta segunda jornada. Completarían el día los talleres de Pepe Viyuela y Borja Ortiz de Gondra y la proyección en la Sala Pereda del Palacio de Festivales de Cantabria del documental de la Academia dedicado a Lola Herrera. Por cierto, otro de los protagonistas de la Escuela, Lluís Pascual, también cuenta con documental de la Academia.

Uno de los momentos del taller de Pepe Viyuela bajo el objetivo de Antonio Castro

Antonio Najarro llenó de ‘duende’ la Filmoteca de Cantabria desde primera hora de la mañana en la jornada del miércoles. Cayetana Guillén Cuervo se incorporó a la Escuela de Verano para presentar una de las sesiones más especiales de estos intensos días. Quiso presentar a este referente de la danza que desde la Academia de las Artes Escénicas de España «siempre está ahí». Najarro hizo una pequeña introducción antes de poner en movimiento a un alumnado al que se incorporó también Pepe Viyuela.

Encuentros mágicos bajo la atenta mirada de Antonio Castro

Queda testimonio de esa sesión a través de la grabación que podéis disfrutar en el Youtube de la Academia, al igual que la interesante sesión de teatro social de Xamfrá que se cerró con una charla moderada por Pilar Jódar. Ya por la tarde, los alumnos pudieron disfrutar de los talleres impartidos por Laila Ripoll y Jordi Forcadas que finalizarían en la siguiente jornada.

A última hora de la tarde, la Escuela de Verano recibió la visita del vicepresidente y consejero de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte de Cantabria, Pablo Zuloaga, que valoró positivamente el desarrollo de la cuarta edición de la Escuela de Verano de la Academia de Artes Escénicas de España que ha tenido lugar desde este lunes hasta el jueves en el Palacio de Festivales de Cantabria y en la Filmoteca Mario Camus. Zuloaga además ha compartido en sus redes sociales la satisfacción por esta primera colaboración con la Academia de las Artes Escénicas que todo apunta a que se extenderá en el tiempo. Le acompañaron en el acto Gema Agudo, Carlos Troyano y parte de la Junta Directiva de la Academia encabezada por Cayetana Guillén Cuervo, César Oliva y Eduardo Vasco, director de la Escuela de Verano de este año.

Fotografía cedida por el Gobierno de Cantabria

Como colofón tras esta sesión en la que las publicaciones de la Academia estuvieron presentes como ese En dos trazos de César Oliva en el que una persona se reconoció entre los dibujos con mucha ilusión, tuvimos una visita muy especial por Santander en un autobús turístico que se llenó de risas y buen rollo a lo largo del trayecto.

Fotografías de Antonio Castro de algunos de los momentos de la tercera jornada

Helena Pimenta abrió la jornada final. Después de tres días de intensas vivencias, tocó el turno de cerrar esta interesante IV Escuela de Verano de la Academia de las Artes Escénicas de España. La directora de escena quiso en su apasionante charla compartir su experiencia con las obras de Shakespeare que sirvió para desmentir tópicos como que «la mujer de Shakespeare era una víctima» como se puede comprobar en la grabación de la jornada. Completaría la jornada matinal dos interesantes sesiones sobre los artistas racializados en las artes escénicas. Tras la ponencia de Yeison García López, Cayetana Guillén Cuervo moderó un interesante encuentro entre Ayoub El Hilali, Silvia Albert Sopale y Abdelatif Hwidar. La presidenta de la Academia de las Artes Escénicas de España quiso destacar «que en la Academia abrimos una puerta para que los profesionales racionalizados pudiesen trabajar desde dentro». Guillén Cuervo admite que empezó a ser especialmente sensible al tema a lo largo de las funciones de Puertas abiertas con Ayoub El Hilali, con el que se ha «hermanado». El final de la jornada matinal estuvo marcado por la entrega de diplomas a los entusiasmados alumnos. Toda esta jornada matinal también está recogida en la grabación.

Ya por la tarde, Jordi Forcadas y Laila Ripoll impartieron la sesión de final de sus talleres antes del cierre de lujo de la Escuela. La compañía cántabra La Machina volvió al origen de esta Escuela de 2022, la figura de Santiago Ontañón. Así sobre el escenario de la Sala de Talleres del Palacio de Festivales de Cantabria se pudo disfrutar de la lectura dramatizada de la obra El saboteador dirigida por Francisco Valcarce que nos permitió ver en la tierruca a intérpretes como Agus Ruiz, cántabro habitual en los montajes de directores como Paco Azorín y muy pronto junto a Darío Facal. Al final, una cálida ovación que podríamos hacer extensible a todo el equipo de gestión de la Academia que está detrás de los focos y que con la Escuela ha convertido a Santander en la capital de la escena por una semana. Por supuesto no queremos olvidar a todos los medios como LA RAZÓN, TVE, RNE, EL DIARIO MONTAÑÉS, ONDA CERO, CADENA SER, COPE y un largo etcétera que han dado cobertura a esta campaña de comunicación especial de DESDE MI BUTACA COMUNICA.

Borja Ortiz de Gondra: «El teatro nos hace conectar directamente con el corazón del público»

A solo unas horas de que levante el telón la IV Escuela de Verano de la Academia de las Artes Escénicas de España que comunicaremos en Santander charlamos con uno de sus destacados participantes. El académico Borja Ortiz de Gondra impartirá un taller muy especial y aprovechará su estancia en Santander para presentar libro en Gil. Esta Escuela de verano tan especial llega en colaboración con el Gobierno de Cantabria y la Universidad de Cantabria. Siéntense en sus butacas y disfrutan de la autoficción de la familia Gondra.

¿Con qué expectativas te enfrentas a esta Escuela de verano de la Academia?

B.O.D.G: Me enfrento con muchas ganas de ver cuáles son los intereses de las personas que se han apuntado. No son gente que estudian en discursos regulares. Por eso me interesa mucho saber que es lo que les puede interesar de lo que yo les pueda aportar. Es importante también salir del contexto más académico para hacer un taller más participativo. Quiero que podamos intercambiar experiencias y sobre todo comunicarles lo que yo vengo haciendo en los últimos años que es la autoficción.

¿Cómo se va a desarrollar el taller Yo es otro: autoficción y teatro?

B.O.D.G: La idea es hacer una taller adaptado a los alumnos. Como tengo alumnos que son actores, directores o dramaturgos, planteo el taller para que les sea útil a todos ellos. Quiero compartir con ellos una serie de técnicas a las que me he tenido que enfrentar tanto como autor como en la faceta de actor. Pretendo dar herramientas para que en puedan usarlas en su propia autoficción en su campo. También impartiré algo de teoría sobre todos las de Sergio Blanco. Él es quien más y mejor ha teorizado sobre ello.

Dicen que la unión hace la fuerza, ¿Qué crees que aporta al colectivo de las artes escénicas que exista la academia e iniciativas como la Escuela de verano?

B.O.D.G: Es un foro y un lugar donde miembros de diferentes profesiones podemos encontrarnos, reunirnos y debatir. Creo que ha sido muy importante esta unión de la diversidad. Hasta ahora cada uno pertenecíamos a un colegio profesional y además estaba muy separado el teatro de la danza y la música. Esta idea de que podamos compartir espacios hace que presentemos un frente unido. Sobre todo que demos de cara a la sociedad una imagen de algo que es muy importante que es la cultura de este país. Creo que las artes escénicas son uno de los componentes fundamentales de la cultura, que es uno de los integrantes de la marca España.

B.O.D.G: Con respecto a la Escuela de Verano me parece una iniciativa perfecta para dos tipos de público. Por un lado, para personas que no son necesariamente profesionales, pero muy interesados en las artes escénicas. Es una manera de que los profesionales nos pongamos en contacto con ellos y les devolvamos algo a la sociedad. Por otro lado, están algunos que están comenzando su carrera en la profesión y que se acerca para aprender de nosotros y compartir cuál ha sido nuestro camino y nuestra trayectoria. Es algo que yo defiendo mucho lo de pasar el testigo a las siguientes generaciones. El teatro es un camino de memoria, todos venimos de alguien que vino antes de nosotros y tenemos que pasar el testigo al que está detrás de nosotros. Por eso soy muy partidario de estas escuelas y de trabajar con la gente que está empezando.

Además presentas libro, ¿Cómo será la velada en la librería Gil con Guillermo Balbona?

B.O.D.G: Me hace especial ilusión presenta la novela Nunca serás un verdadero Gondra en Santander. La librería Gil es una de las de mayor tradición y solera de España y es una cita obligada para los escritores. Me sentaré con el periodista Guillermo Balbona para charlar sobre la novela, la autoficción y de hasta qué punto esta novela cuenta mi vida y lo que vivimos los vascos de mi generación. También se pondrá sobre la mesa el caso de toda esa gente que como yo nos fuimos por el mundo a buscar nuestra propia identidad, luchar contra esas raíces que le atenazaban. La novela cuenta la vida que llevé en Nueva York cuando trataba de desconectarme de mis orígenes. Charlaremos distendidamente y firmaré libros.

Por último, aquí y ahora ¿Por qué el teatro sigue siendo un gran lugar para contar historias para Borja Ortiz de Gondra?

B.O.D.G: En este punto de mi vida hay historias que nacen para el teatro y otras para la narrativa. El teatro tiene una inmediatez que nos hace conectar directamente con el corazón del público. Lo he comprobado especialmente en las obras recientes, en las que he estado como actor. También exige una concentración absoluta del público, pero también una entrega. Hay algo muy grande e único para mí. Es el hecho de tener cara a cara al público y sentir su respiración, sobre todo para contar historias tan íntimas y dolorosas como las mías. Por otra parte, he sentido que ciertas cosas de los Gondra no podían caber en un escenario. Necesitaban mucho más desarrollo y por eso escribí la novela. En el libro, la aproximación al lector es otra, tiene que crearte un interés más reposado, más poco a poco, pero me he dado cuenta de que el gusto por la literatura, por ser un orfebre de las palabra, es lo que más han destacado los lectores. La novela transmite ese gusto por el lenguaje y eso solo puede ocurrirte con una lectura reposada. La novela y el teatro son complementarios y yo voy a seguir escribiendo historias seguramente de los Gondra y optaré por uno u otro género en función de lo que necesite contar.

César Oliva: «Santiago Ontañón realzó el sentido social del teatro»

Este año, como ya os avanzamos, la Escuela de Verano de la Academia de las Artes Escénicas tendrá lugar del 18 al 21 de julio en Santander de la mano del Gobierno de Cantabria y la Universidad de Cantabria. Hablamos con el director de escena César Oliva, vicepresidente segundo de la Academia, sobre este evento que convertirá a la capital cántabra en el centro de las artes escénicas de nuestro país durante una semana con la figura del cántabro Santiago Ontañón como eje central. Además, se podrá ver en todo el mundo ya que se retransmitirá en streaming en el Canal de Youtube de la Academia.

¿Cómo afronta la Escuela de Verano 2022?

César Oliva: Con la ilusión de ser el primer curso de esta nueva Junta Directiva, lo que significa una evolución en los contenidos, de la mano del nuevo director Eduardo Vasco.

Este año se dedica la Escuela a Santiago Ontañón, ¿Cuál fue su mayor aportación a las artes escénicas?

César Oliva: Una de las aportaciones de las que más orgullosos nos sentimos es partir de Ontañon como motivador del curso. Su posición ante el teatro siempre fue de búsqueda de nuevas formas, con contenidos que realzan el sentido social del teatro.

¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrentan las artes escénicas tras la pandemia?

César Oliva: Buscar el sentido del teatro en una sociedad, y una profesión, tan castigada por la pandemia. El sentido y la forma que debe encontrar tras ello. Temas tan complejos merecen que nos planteemos un congreso o encuentro en el que la profesión indague y busque soluciones. Pensamos que 2023 será un buen momento para realizar ese encuentro.

Aquí y ahora, ¿Por qué el teatro sigue siendo un gran lugar para contar historias para César Oliva?

César Oliva: Esa es la principal misión del teatro, contar historias, junto a que esas historias proporcionen motivos de reflexión. Los antiguos lo llamaban catarsis; hoy nos conformamos con toma de conciencia. Toma de conciencia que pueden tener el drama como género usual, pero también la comedia lo es. Por supuesto.