Tim Burton, el laberinto traerá a Madrid lo mejor del director de «Beetlejuice»

Espacio Ibercaja Delicias acoge desde el próximo 29 de septiembre Tim Burton, el laberinto, una experiencia inmersiva  creada por LETSGO que se estrena a nivel mundial y que llega a Madrid de la mano del propio Tim Burton.  

La experiencia, que parte de bocetos originales que han sido cedidos por el creador para la ocasión, consiste en realizar un recorrido por un excitante laberinto que mostrará las diferentes épocas del cineasta visitando estancias ambientadas con luces, tecnología, música, escenografía y vestuario de sus obras.  

Tim Burton, el laberinto se convierte así en una experiencia única, un excitante viaje al universo creativo del director de cine, productor, escritor y dibujante que desde la década de los 80 asombra a niños y mayores con largometrajes como Beetlejuice, Batman, Eduardo Manostijeras, Pesadilla antes de Navidad, La Novia Cadáver, Sweeney Todd y Charlie y la Fábrica de Chocolate. 

El visitante realizará un viaje a la mente del genio de aproximadamente una hora de duración y podrá sumergirse en personajes y secuencias icónicas de su extensa y laureada filmografía.  

El cineasta se convertirá en el primer Embajador de Madrid, una distinción de reciente creación por la que  el Ayuntamiento de Madrid premiará a personalidades que a nivel internacional realizan una destacada labor en beneficio de la ciudad de Madrid.  

Tim Burton, el laberinto abre en Espacio Ibercaja Delicias, un epicentro con vida propia donde vibrar con los mejores espectáculos del momento. Con una superficie de 18.400 metros cuadrados, está situado en la parte trasera del Museo del Ferrocarril, en pleno centro de la capital. 

Esta inolvidable experiencia se podrá visitar de jueves a domingo con pases cada 30 minutos. Las entradas ya están a la venta a través de la web:  timburtonlaberinto.com

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5 momentos de un año DESDE MI BUTACA marcado por pérdidas irremplazables

La vuelta de los grandes musicales en un año que acaba con la pérdida de un ARTISTA ‘bestial’

El pasado mes de septiembre, tras la sequía de año y medio con excepciones como ¿Quién mató a Sherlock Holmes? en Madrid y La jaula de las locas en Barcelona, volvían los musicales de gran formato. Con el regreso de El rey león como adalid de la recuperación, se estrenaron multitud de títulos tanto en las dos principales arterias del género como incluso en gira. Estos días lamentamos que el dichoso Omicron haya impulsado a cerrar por unos días dos de los grandes títulos: Ghost y Tina, precisamente en la Gran Vía. Atentos que en breve os avanzaremos algunos de los títulos que, crucemos dedos, llegarán en el 22. De momento podéis visitar nuestros dos especiales sobre la temporada actual en la que además despedimos a Sondheim con un sentido homenaje. Otra pérdida que ha llorado el mundo del musical ha sido la de Carlos Marín, cuya bestia hace más de 2 décadas nos enamoró del género a muchos. El dichoso ‘bicho’ se lo ha llevado demasiado pronto. Teníamos demasiadas ganas de disfrutar aún de su talento. Te recordaremos con esa eterna sonrisa con la que iluminaste escenarios como los de esa Gran Vía a la que volviste con un show maravilloso al más puro estilo de Las Vegas de la mano de tu querida Innocence, compañera de escena y vida desde hace varias décadas.

Otros grandes espectáculos, al margen del teatro musical, han venido de la mano del circo con Productores de Sonrisas. A los deliciosos Clowns se han sumado una nueva entrega de El Circo de los Horrores -que a su socarrón humor suman un número circense de una belleza poética que encoge el alma- y el Circlassica con el que Emilio Aragón ha homenajeado a su padre Miliki. Podéis recuperar nuestro encuentro con este referente del mundo del espectáculo. No queremos olvidarnos tampoco del pequeño formato que ha seguido tirando del carro en tiempos difíciles ni mucho menos del teatro familiar con propuestas como la del Teatro Sanpol que siguen ‘creando espectadores’ temporada tras temporada. Por estos tiempos díficiles solo podemos aplaudir el empeño de florecientes productoras como Sing_us que esta temporada se ha embarcado en proyectos tan maravillosos como The Royal Gag Orchestra y Payaso!

Cuéntame cómo pasó… La Pandemia y el final de un late que es ya historia de la televisión.

Afortunadamente, los creativos han decidido no dar mucho espacio en la ficción a la dichosa pandemia que nos ha hecho la vida imposible también en 2021. Poca acertada fue la decisión de nuestra ficción más longeva de darle hueco en sus tramas. Corramos un tupido velo y esperemos que la nueva temporada nos resarza de esta olvidable temporada a pesar de la participación de nuestro queridísimo Carlos Hipólito. Los Alcántara desde luego se merecen al menos otra temporada más a la altura de su legado televisivo. Para legado el que deja Late Motiv. He de admitir que en el último programa incluso me saltó una lagrimita con esos inesperados momentos. Andreu Buenafuente ha hecho el programa que quería hacer y eso se ha notado con amistades como el siempre impecable Miguel Rellán y por supuesto la música en directo, a la que tuvimos el placer como agencia de comunicación de contribuir con el musical Iberian Gangsters. Precisamente El Terrat ha estrenado Maricón Perdido, uno de los seriotes del año, y la divertidísima obra El éxito de la temporada que en su versión en catalán se emitirá en TV3 el próximo día 1 de enero. Se nos va un referente de Movistar, esa plataforma que nos ha traído regalos como B.S.O, la vuelta a lo grande de Emilio Aragón, La Fortuna, Lola, Milá versus Milá o Susi Free, propuestas marcadas por la diversidad y la calidad.

La despedida de ‘La Velasco’ y el impulso de Raphael y José Sacristán, la constatación de que la veteranía es un grado. Este año despedimos a Concha Velasco de los escenarios. De hecho, estuvimos en una de sus últimas funciones en el Teatro Arriaga de Bilbao. Se ha despedido como se merece. Por la puerta grande y con su público en pie. Afortunadamente nos quedan aún algunos artistas que parecen tener mecha y cuerda para rato. Un caso paradigmático sin duda es el de Raphael que ya en el 20 sorprendió haciendo dos multitudinarios conciertos -dentro de lo que se permitía. En el 21 ha repetido y ha sacado disco en directo. En el 22 comenzará estrenando serie documental en Movistar. Es admirable ver como sigue dando sus dos horas y media de recital tan puntual como siempre y con esa energía desbordante que nos puso en pie al público del Wizink Center hace solo unas semanas. Lo mismo puedo decir de José Sacristán que a sus 84 años ha homenajeado con El hijo de la cómica a su adorado Fernán Gómez. Charlamos con él y pudimos disfrutar con él en el Fernán Gómez en el que ha sido uno de los acontecimientos escénicos de la temporada.

El Flaco retrata a Concha junto a Berlanga y Juan Diego, inmenso en El Cover

La eclosión (aún más si cabe) del streaming. Ha sido un gran año para las plataformas de streaming. De eso no hay duda. Una de las últimas en asomar la patita ha sido la versión MAX de HBO. Con ausencias en nuestro país aún injustificables como las excelentes Las Brujas o In The Heights -tampoco editadas en formato físico-, la plataforma ha volado alto gracias a la última temporada de las (tragicómicas) aventuras de Juan Carrasco y al éxito de la ficción de Abril Zamora. Eso sí, para mí, las series del año se han visto en Disney +. Contra todo pronóstico ha sido Bruja Escarlata y Visión una de las series del año. Me resulta extraño al no ser precisamente yo el público habitual de superhéroes y mamandurrias Marvel varias. Desde el primer capítulo me ha fascinado, sin contemplaciones. Lo mismo podría decir de Solo asesinatos en el edificio, que de entrada me pudo interesar por esa cosa nostálgica que te invade cuando ves algo que puede parecerse a Se ha escrito un crimen. La serie no deja de sorprender en cada capítulo gracias a unos ingeniosos guiones y a la química de los protagonistas -y los deliciosos secundarios y episódicos que están de 10. No, no creí que acabaría el 21 diciendo que sí, Steve Martin vuelve a molar y mucho.

Un año DE CINE… a pesar de la partida de ‘La Forqué’. El último gran estreno del año en plataformas cuenta con la colaboración de Verónica Forqué. Nos hubiese encantado despedirla como ella se merece, en pantalla grande, pero nos queda el consuelo de que nos acompañó en una de las noches más mágicas del año a través de Netflix. Aún con el recuerdo de esas Cosas que sé que son verdad con la que nos desgarró el alma, queremos recordarla con esa eterna sonrisa llena de luz. Este año hubieran cumplido 100 años, como la Rafaela Aparicio de Saura, dos GENIOS incontestables como Berlanga y Fernán Gómez. Es tan difícil resumir su legado que solo podemos recomendar que echéis un ojo a Bienvenido Mr. Marshall, La saga Nacional, El viaje a ninguna parte o Esa pareja feliz, la unión de los dos genios (más Juan Antonio Bardem) en una cinta. La música ha estado muy presente entre nuestros gustos de este año con El Cover, West Side Story, El amor en su lugar, In the heights, Encanto, Respect y saliendo del musical nos quedamos con los inmensos Javier Bardem-no está nada mal Being the ricardos en Prime- y Óscar de la Fuente -echadle un ojo también en la espléndida Reyes de la noche en Movistar. En este 21 también ha cumplido años dos clásicos incontestables de Disney como son El jorobado de notre dame -25 años- y La Bruja Novata -50 años- dos películas a las que creo que poco a poco se está poniendo en su lugar en la historia del cine. Sin duda marcaron una época para el estudio como dejaré constancia en el libro que estoy preparando para el 2022. Pero esa es otra historia. Por ahora, echamos el telón del 2021 con la experanza de que el año que viene haya mucho más teatro, circo, cine, música, lecturas, buenas series y emociones DESDE MI BUTACA, que cumplimos por cierto 17 años en marzo. Ahí es nada.

A 10.000 kms de la Navidad, la última película de Verónica Forqué en Netflix

Aretha y ‘La Yuste’, las reinas de la cartelera DE CINE

Hoy os avanzamos algunos de los estrenos que llegan hoy mismo y el próximo viernes, 24 de septiembre, a las pantallas. Tres propuestas para disfrutar en las salas y una que lamentablemente solo podremos ver en nuestros hogares.

Hoy 17 de septiembre llegan a las salas dos destacados estrenos de cine español con irregulares resultados. Se trata de El club del paro y Sevillanas de Brooklyn.

De la primera poco más de un par de líneas podré comentar. La cinta, correctísima sin mayor pretensión que pasar un rato agradable que consigue de sobra, cuenta con un elenco en el que vuelve a volar alto el genio y figura de Carlos Areces que se lleva la película de calle. El chico De la Iglesia es un periodista en paro que no quiere renunciar a su vocación a pesar de las circunstancias y se encuentra por el camino con un puñado de gañanes con los que comparte cañitas y reflexiones alrededor de la barra del bar. Sin ser el título más desternillante del mundo, El club del paro tiene un acierto cómico importante en los guiños prepandémicos -la cinta transcurre justo a finales del 2019- que al menos a mí me sacaron una sonrisa. Un plan agradable para una tarde de fin de semana con referencias a nuestra idiosincrasia picaresca -ese señor al que llaman «el negro» podría ser uno de esos ñapas que siempre prefieren ‘sin factura’.

Caso bien distinto es el de Sevillanas de Brooklyn, una de las comedias más divertidas y con ese pellizquito emocional que hace que una película pase a ser algo más que «una de risas». Además de un guion ingenioso que, a pesar de que nos podamos imaginar el final casi desde el principio, no deja de buscarnos las cosquillas de la risa con momentos tan memorables como ese en el que por una serie de circunstancias esta familia tan poco convencional terminan en el piso de un atónito anciano. Yo al menos, alguna lagrimita de la risa me eché. Al final alguna lagrimita de la otra, de la del pellizquito emocional que comentaba antes también me eché la verdad gracias a la verdad de un trío de ases femenino y un actor que consigue también brillar en una película tan eminentemente femenina. Me refiero al inmenso Manolo Solo, por supuesto. Lidera el reparto Carolina Yuste… o mejor dicho… Yo ya la pongo el apelativo de ‘La Yuste’ como las grandes de la escena. Hay algo en la mirada de esta intérprete que traspasa la pantalla, que te llega al alma con cada gesto, con cada mirada emocionada y con una sonrisa que enamora. Aún en cartel con Chavalas, ¡otra JOYA incontestable!, no dejen de rescatar tampoco a su Amy en El Cover -que pueden verla en Prime Video donde se ha convertido en todo un fenómeno. La acompañan Estefanía de los Santos y María Alfonsa Rosso- que no pueden estar más maravillosas, como de costumbre. Tierna, divertida, emotiva, la película de Vicente Villanueva es una feel good movie que te dejará tan buen sabor de boca que querrás recomendarla a todo aquel al que quieras alegrarle la tarde.

Hoy también llega a las pantallas, en este caso de Prime Video, la adaptación cinematográfica del megahit de Broadway Everybody’s talking about Jamie. Justo antes de la Pandemia tuve la oportunidad de ver en el cine la grabación, impecable, del show original, y sinceramente lo disfruté muchísimo. Por eso tenía muchas ganas de ver la adaptación cinematográfica. Como siempre, en su paso al cine se ha tomado alguna que otra opción del todo discutible. Voy directo al grano. Los buenos musicales, los que insertan perfectamente las canciones en el lugar adecuado, resultando «orgánicos», es como que estás esperando que suene la canción en el momento oportuno. Yo estaba esperando con ganas ver cómo se había llevado a la pantalla uno de los numerazos del musical, The Legend of Loco Chanelle (And the Blood Red Dress). En cambio me encontré ese momento sustituido por un tema que parecía salido de la excelente Rocketman titulado This was me, ¿Pretenderán conseguir con ello una nominación a la mejor canción original? Podría ser… Yo desde luego no la nominaría. Tienen enlace de ambas canciones y sí, las comparaciones son odiosas. Vista con perspectiva no está mal la canción, pero no era necesaria. Más allá de esta anécdota la película funciona estupendamente y conserva las cualidades del musical original. En el reparto tengo claro que no hay nada comparado al trabajo delicado, emocionante y sensible que hace Sarah Lancashire como la madre de Jamie. Su interpretación de He’s my boy es de los momentos más bonitos y mágicos de la película. Una actriz que por cierto ya me había cautivado con su pequeña participación en Yesterday, el mejor homenaje que existe al imaginario de Los Beatles en la Gran Pantalla.

Dejamos lo mejor para el final, a pesar de la duración. El próximo viernes 24 llega Respect a los cines españoles tras una espera entiendo que dilatada por la dichosa Pandemia. Las expectativas estaban en lo más alto. La propia Aretha había recomendado que fuera Jennifer Hudson fuese su álter ego en la Gran Pantalla. El resultado es simplemente impecable, tanto en su interpretación como en este «canónico biopic musical merecedor de Oscar». La actriz de Dreamgirls llevaba años sin encontrar ese personaje con el que trascender hasta que este proyecto ha llegado a su vida. Llega un momento en que dejas de ver a la actriz y «ves» a Aretha y eso, más allá de caracterizaciones, solo lo puede conseguir un trabajo actoral de primer nivel. Bueno, a nivel vocal, poco puedo decir, desde luego que está a la altura de la original, pero no descubro nada. La secundan un estupendo y demasiado poco envejecido en el paso de los años Forest Whitaker y una delicioso estrella de Broadway como es Audra McDonald, de la que disfrutamos cada pequeñísima aparición en pantalla y más si nos regala un trocito de su magia musical. Los que tuvimos la suerte de verla en concierto hace unos años en el Teatro Real ya deseamos que vuelva al templo de la lírica tras suspender su nuevo concierto por la crisis sanitaria actual. En definitiva, Respect es un biopic musical, en la onda de trabajos tan destacables como En la cuerda floja, Ray o Judy, al que solo se puede achacar -como a la mayoría de este tipo de cintas- un ligero exceso de metraje. Y sí, ha cumplido de sobra las expectativas. Nominación para ‘La Hudson’ asegurada.

Notas a pie de página sobre Hollywood

En mi barquito de cáscara nuez de José Iriondo (Editorial DQ, 2021) es un interesante libro para aquellos que quieran conocer un poquito cómo es el día a día en la gran industria del entretenimiento, cómo se toman las decisiones a nivel local de esas mastodónticas producciones que nos llegan desde Hollywood. Para ello nada mejor que el testimonio del autor de este libro que ha tenido cargos de responsabilidad en Universal, Sony y Fox.

Este libro tiene un punto fuerte que lo hace accesible a todos los públicos interesados en el mundo del cine en sus notas a pie de página que nos explican términos como key performance indicators. Además, resulta muy interesante su lectura para ver la evolución del mercado doméstico del cine. Probablemente, los más jóvenes se sorprenderán de ver el jugoso pastel que jugaron los videoclubs y cómo el modelo de Netflix se terminó comiendo al hasta entonces imperante negocio del alquiler.

Probablemente, conocen mucho más de lo que creen sobre el trabajo de José Iriondo de lo que creen. A mí desde luego me ha pasado leyendo sus páginas. Probablemente no sepamos que aunque en sintonía con las indicaciones de Hollywood, muchas decisiones creativas son tomadas desde la oficina local si cuenta con responsables tan creativos como Iriondo. De hecho, el impecable tratamiento que dio a las colecciones de intérpretes como Marilyn Monroe o Paul Newman, con una cuidada funda de vinilo en la Vintage Collection, le daría el reconocimiento del programa Días de cine.

No es el único logro de este otrora niño rural que «tomaba la leche de vaca que recogíamos en cántaros». Quizás su cara les pueda sonar y no saben de qué y es que su rostro incluso estuvo en Times Square junto a los carteles de los grandes musicales de Broadway. El autor del libro fue elegido en 2015 -por su trayectoria siendo español y habiendo trabajado en posiciones relevantes en diferentes Studios de Hollywood- para formar parte de una campaña dirigida a potenciar la marca España en 17 países.

Concluyo diciendo que se agradece que existan publicaciones como este libro que nos permite conocer un poco más a cualquiera de los amantes del cine esas «notas a pie de página sobre Hollywood».

2020: El año en que Pixar volvió a arañarnos el alma

Como cada fin de año desde hace ya unos cuantos valoramos los distintos temas que nos atañen DESDE MI BUTACA. A pesar de todo lo ocurrido o quizás con más razón, la cultura ha ocupado un lugar importante en nuestras vidas. En este primer repaso hacemos parada en el cine tanto en los estrenos en salas como en las propuestas que han llegado a las plataformas. Como siempre, no habrá pódiums ni rankings, solo un análisis de propuestas que por uno u otro motivo me hayan impactado este aciago 2020.

Soul vuelve a mostrar la mejor cara de Pixar. A todos los seguidores de esa factoría de sueños y emociones que es Disney Pixar se nos cayó el alma a los pies cuando supimos que Soul sería la primera película que no veríamos en la gran pantalla. Así que su estreno el pasado día 25 en Disney + se convirtió en un verdadero acontecimiento en el que pusimos las expectativas muy altas y eso siempre es un arma de doble filo. No me voy a andar con rodeos, Soul es la constatación de la madurez artística de Pixar y por ende de sus espectadores. Leía un comentario en redes que decía: «Soul encantará a los padres y aburrirá a los niños más pequeños». No podría estar más de acuerdo, pero es que no hacen cine… Hacen arte hecho imágenes que poco tiene que ver con las propuestas de animación soporíferas e infantilonas -en el peor sentido de la palabra- que estrenan otros estudios. Por películas como esta, se le puede perdonar al estudio que haya perpetrado esa inenarrable saga de Cars, ideal para un parvulario, pero no para un Pixar que siempre toca la cima creativa con la punta de los dedos. Hacen CINE. Así, con mayúsculas. De ese que dialoga con el espectador incluso cuando dan vida a un juguete olvidado o a un pez perdido. Pixar en el fondo habla sobre el alma humana y en Soul es más que explícito. Con el precedente de Del Revés seguramente como referencia más directa en el universo pixariano por así decirlo, Soul nos regala la historia de un personaje en busca de su chispa que cuando tiene la oportunidad de hacer sus sueños realidad… ¡Muere! ¿Se imaginan una película así de los Minions o de los cavernícolas esos que han vuelto a los cines? Prefiero no contar mucho más para no entrar en las complejidades de un argumento no apto para todos los públicos. Serán los niños más maduros los que puedan entrar de verdad en esta historia llena de soul- esta vez me refiero a la música.- que probablemente llega en el año más propicio para ello. Y es que en el fondo este año llegamos a la conclusión de que nuestra razón de vivir estaba no solo en ese trabajo o ideal soñado. También estaba en aquellas pequeñas cosas que hacen que la vida valga la pena. Y desde luego, el cine de Pixar con su apariencia superficial de producto audiovisual de consumo masivo esconde una de esas cosas que siempre nos hacen felices.

La música traslada al protagonista de Soul a un lugar muy especial

Cartas a Roxane y The Prom, cuando cine y teatro se dan la mano y brillan juntos. Uno de los primeros estrenos que pasó directamente a plataformas como consecuencia de la pandemia fue Cartas a Roxane. Comentaba en el mes de mayo en mi crítica: «Se convierte en estos tiempos difíciles en un canto de amor a lo efímero del teatro, a los actores. Es, sin duda, una misiva amorosa a aquellos que dan vida a los personajes creados por los dramaturgos. El texto teatral prevalecerá, incluso algunos autores, pero pocos recordarán o simplemente les sonará el nombre de los actores que interpretaron los papeles protagónicos en el estreno de Cyrano». Voy a hacer una confesión y es que a pesar de mi afición musicalera, jamás me había interesado por The Prom. Llegada con mucho menos ruido que otros estrenos a priori más interesantes como Mank, la gran decepción cinéfila del año, The Prom es la película más mamarracha del año, en el buen sentido de la palabra. Es divertida, es emotiva, tiene un elenco de campanillas entregado a la diversión y un tema que como pocos ha señalado lo que es el teatro para muchos espectadores. Me refiero a We look to you, la canción más hermosa del musical que adapta esta película que te asegura una tarde de evasión maravillosa en Netflix. Entretenimiento de la mano del hiperactivo Ryan Murphy con su habitual reivindicación del colectivo LGTBI elevada a la enésima potencia con este colorido y festivo musical que, lo admito, ha sido de las cosas que más he disfrutado en los últimos meses de este año. Guilty pleasure lo llaman los ingleses.

Una colorida fiesta para una tarde lluviosa

Un año de ‘lamentables inconvenientes’ para las salas, en el que Segura y nuestro cine salvaron los muebles. Acabamos de saber algo que ya nos olíamos. En un año lamentable en todos los sentidos, el audiovisual patrio ha salvado en la medida de lo posible a esos lugares mágicos que siguen siendo las salas de cines para muchos. Quizás, uno de las noticias más duras fue saber que Historias Lamentables se estrenaría primero en Prime Video y después en salas. Lo cierto es que yo, después de verla en la plataforma con ese reparto maravilloso que incluye a Alberto Castrillo Ferrer, ya os avanzo que iré también a verla a los cines. Si te gusta el Fesser de El Milagro de P.Tinto disfrutarás mucho con esta cinta. Otro que se pensó si estrenar o no, pero acertó estrenando fue Santiago Segura. El «amiguete» se tiró a la piscina y arrasó con su divertida y familiar Padre no hay más que uno 2. Película más vista de este año raro.

El inconveniente tuvo que aplazar su estreno por la pandemia. Finalmente llegó a las salas esta maravillosa adaptación de la obra de teatro de Juan Carlos Rubio 100 metros cuadrados. Bernabé Rico debuta en la dirección de largometrajes con esta película coescrita con Rubio, con el que tantas aventuras ha vivido desde aquella Humo, en la que Rico era actor y Rubio ejercía también de director. En la cinta no faltan nombres ‘de la casa’ como una inmensa Kiti Mánver -que está de Goya, ahí lo dejo- o mejor… una actriz ‘de reclinatorio’ como diría don José Sacristán, que hace una breve, pero intensa aparición en la película. Está aún en salas, así que solo puedo recomendar que vayáis a verla.

Dos actores de reclinatorio frente a frente

No me quiero olvidar tampoco de las primeras películas con las que disfruté tras el cierre por el coronavirus. Se trata en primer lugar del documental Marcelino, el mejor payaso del mundo que relata la peripecia vital y artística de Marcelino Orbés. Nadie mejor que Pepe Viyuela para darlo vida bajo la dirección de Germán Roda. No me quiero olvidar de la estupenda Nieva en Benidorm de Isabel Coixet con un inmenso Timothy Spall que al menos a mí me huele a merecido Goya. Merecido es incluir también en este repaso la estupenda película Las niñas.

Cierro este año extraño con una muestra más del talento que tienen nuestros creadores en el género con Voces de Ángel Gómez. Tras su paso por salas -relativamente bueno para el momento en el que se estrenó- está funcionando muy bien en Netfix. Ramón Barea, como siempre, está estupendo. También en dicha plataforma he disfrutado sin ser precisamente yo fan de los superhéroes con Orígenes Secretos con un estupendo Brays Efe.

Cuando Renée nos llevó más allá del arcoiris

La tiranía de Hollywood y por extensión del showbusiness parece que se han cebado con la otrora gran estrella Renée Zellweger. Más allá de sus desafortunados retoques estéticos y ese momento en el que se la relacionó con Weinstein que prudujo sus mayores éxitos -hecho que ella rechazó al afirmar que nunca había sufrido acoso en su trabajo-, la intérprete ha desarrollado una carrera de altos vuelos en la que decidió hacer una pausa hace unos años hasta esta Judy. Son tantos los paralelismos entre la actriz biografiada y la propia actriz que la interpreta que el resultado del trabajo de la una – la del diario de…- interpretando a la niña que nos hizo soñar que había un lugar más allá del arcoiris es simplemente impecable. Solo por eso ya merece la pena ver una película que no llegará a los cines españoles hasta el 31 de enero de 2020, pero hay mucho más en este aunque prototípico solvente y por momentos emocionante biopic.

El arranque de la cinta no puede ser más brillante para comprender la vida de excesos en la que se vio sumida Garland. Aunque la película, basada en la espléndida función de Peter Quilter Más allá del arcoiris que vimos hace años en el Teatro Marquina de Madrid, transcurre en los últimos momentos de la artista, el relato que nos hace comprender su realidad más íntima estriba en los constantes flashbacks a esa infancia en la que hizo soñar al público. Así, en los primeros fotogramas entendemos lo que ha llevado a la artista a construir una vida de adicciones e insatisfacciones personales frente a un todopoderoso y temible productor que la convirtió en una estrella, ¿Verdad que esto podría ser extrapolable a más de una actriz en activo?

Uno de los aspectos que más importan en la construcción de un personaje tan icónico como el de la protagonista de Ha nacido una estrella es conseguir que la actriz sea el personaje sin caer en la parodia o en la imitación que no recoja la esencia del personaje. Tengo la sensación de que la protagonista de Chicago ha conseguido mimetizarse en Garland acudiendo a su esencia, sin histrionismos innecesarios. Como espectador, a los pocos minutos ves a Judy Garland y esa ‘magia’ no es tan habitual en esta oleada de biopics que vivimos recientemente. En el apartado musical, Zellweger brilla tanto en los números más ‘felices’ como ese Get Happy como en el emotivo Over the rainbow que se guarda cual as en la manga el director para el final. Y en ese retrato de la otrora estrella, me gustaría añadir que no se queda en el mero retrato de adicciones, sino que expresa el que creo que fue el mayor deseo hasta sus últimos momentos, ser una buena madre.

Otro momento emocionante. Quizás nunca descubramos el motivo real que llevó al colectivo LGTBI a usar como himno el popular tema de El Mago de Oz, pero esta cinta nos regala un momento realmente memorable a este respecto. Dos de sus mayores fans reciben un regalo inesperado y es que la sentarán a su mesa en una noche de confesiones tras uno de sus recitales.

En definitiva, Judy supone una brillante reconciliación de Renée Zelwegger con una industria a la que ha servido grandes trabajos interpretativos y un puñado de taquillazos. Y lo hace con un solventísimo retrato de todo un icono del cine que la pondrá en la carrera del Oscar seguro. Bienvenida de nuevo, Renée.

«El Cuento de las Comadrejas», un canto de amor a los actores que ya está disponible en formato doméstico

Nos comentaba Juanjo Campanella hace unos meses que su visión de Los muchachos de antes no usaban arsénico partía de un lugar completamente distinto al del original fílmico de José Martínez Suárez. Y es que el director de El secreto de sus ojos ha querido hacer un pequeño homenaje al mundo de los actores y eso revisando ahora la cinta con motivo de su lanzamiento en DVD -esperemos que llegue el Bluray pronto con una buena dosis de extras- se nota en cada plano, en cada escena de la película.

Aunque el cineasta, que ahora ha abrazado con fervor el teatro de nuevo, nos presente una sátira con una diva de capa caída y todo su equipo de antaño en un abandonado paraje, no se dejen engañar por las apariencias. El cuento de las comadrejas es, en el fondo, un canto de amor al trabajo actoral. Y como siempre he defendido, Campanella sabe tratar a los actores como pocos cineastas lo hacen. Dándoles su espacio, como si de un proceso teatral se tratara y es que en un lugar tan cerrado como ese gran caserón uno tiene la sensación de vivir una experiencia muy teatral, en el mejor sentido de la palabra. Como si estos personajes permanecieran encerrados en un escenario del que no pudiesen escapar.

Estos cínicos, tramposos, perversos, a la par que adorables personajes nos van ganando el corazón, por muy difícil que parezca, a medida que nos van mostrando sus heridas ocultas, aquellas cicatrices que les han hecho desterrarse del mundo en aquella mansión destartalada. Y en ese sentido se lleva la palma la recreación de Graciela Borges de una gran diva, sobreactuada y excesiva en cada movimiento, a la que la actriz dota de una humanidad con la que el espectador termina conectando.

Como siempre en el cine de Campanella no falta ese «click» en el que aparece la emoción y el espectador termina enamorándose de sus personajes. Y eso vuelve a ocurrir aquí en algunos momentos de la pareja Borges- Luis Brandoni, un actor al que le toca probablemente el roll más complejo de la cinta a mi modo de ver. Atrapado en una carrera que pudo ser y que nunca fue, su personaje vive recluido en esas cuatro paredes en una silla de ruedas. Digo que es el más complejo al ser el personaje más tierno, más humano y más bueno de todos a pesar de ser el que más ha sufrido. Como en casi todo el cine de Campanella, nos vuelve a demostrar que el amor -permítanme el tópico- mueve montañas. El resto del maravilloso reparto veterano, Óscar Martínez y Marcos Mundstock, se dan la mano con Clara Lago en el mejor papel de su carrera junto a la teatral La venus de las pieles y con Nicolás Francella, toda una revelación. Todos ellos se ponen al servicio de esta brillante comedia negra no, negrísima, que tiene momentos de verdadera hilaridad y es que escenas como la de la araña -en la que el público del cine se ‘mataba’ de risa- nos demuestran el buen tino del cineasta argentino también en la comedia. Todo ello con ese equilibrio entre comedia y drama me llevan de nuevo a una frase que me dijo en una entrevista hace años: «La vida como el cine está llena de giros dramáticos. Y en el momento más dramático puede surgir el gag, la carcajada nerviosa que te hace quitar dramatismo al momento. Me ha ocurrido un montón de veces en mi vida y, eso, lo he querido llevar a mi forma de contar historias desde luego». 

Desconozco el motivo por el que esta cinta que para mí es la mejor de Campanella junto a El secreto de sus ojos y El hijo de la novia ha pasado tan desapercibida- quizás su estreno se hizo en fechas inadecuadas-. Desde luego para mí está entre las 5 mejores películas de un año que ha tenido una gran cosecha cinematográfica que repasaré próximamente.

Cameo, que siempre cuida tanto al cine hecho en español, ha editado la sencilla edición en DVD de esta cinta que incluye el tráiler y un correcto making of a un precio muy asequible. Vamos que no tienen excusa para no llevarse a casa esta JOYA de la filmografía de Campanella.

Asunción Balaguer: «Una vez pasó un ángel por mi vida»

Nos acaba de dejar Asunción Balaguer, una mujer imprescindible de nuestra escena. Es por ello que recuperamos nuestro encuentro con ella en el Español en el que según comentaba fue uno de los momentos más felices de su vida. Por primera vez, se subía a un escenario para interpretar uno de los grandes musicales: Follies, en el que derrochaba pasión y esa eterna sonrisa que nos regalaba a todos los que tuvimos la suerte de cruzarnos alguna vez con ella. Seguro que ahora se reencuentra con ese ‘ángel’ que un día la ayudó a tomar el camino correcto. Nos quedan sus intervenciones en cine, teatro, televisión y, ante todo, esa imborrable sonrisa.

«Llega hablando por teléfono de una forma animada. Nadie diría que tiene 86 años y que cada noche se atreve a bailar y cantar con coquetería. Ella miraba con envidia a eses vedettes que protagonizaban la revista, ese género que tanto disfrutó junto a su amado Paco Rabal. Ahora es ella la que enseña los hombros, orgullosa de poder estar en una experiencia como Follies. Su tono cálido y cercano desnuda el alma de una actriz que paralizó su carrera casi por completo por el amor que sentía hacia su marido. Era entonces la televisión su refugio, el lugar en el que podía trabajar unos días y así recuperar la pasión por su profesión. La muerte de Paco fue un punto y seguido en su carrera. Una vez, cuando las cosas se pusieron difíciles, un ángel se cruzó en su camino y la hizo tomar la decisión acertada. Ahora, vive un momento dulce que relata con entusiasmo y ternura tras recoger el TP de Oro y seguir en la serie de la temporada, Gran Hotel. Corran al Español y aplaudan a una grande de las tablas que cada noche emociona al entusiasta público».

Creo que la costó aceptar un proyecto como Follies, ¿Qué se le pasó por la cabeza cuando la ofrecieron estar en un espectáculo así?

Yo no tengo voz y soy mayor y encima tenía que bailar, pero el esfuerzo ha merecido la pena. Es una alegría pensar que he podido cantar con orquesta. Le contaba a Carlos Hipólito que me sentía como en una tragedia griega con un coro. Es un placer trabajar con gente como Carlos Hipólito o Vicky Peña. Todo el elenco de este musical es tan maravilloso, con esos bailarines y ese coro, que el público ruge después de cada función.

¿Era aficionada al mundo del musical?

Mi madre se casó con Marcos Redondo, el barítono, eso me hizo estar en el mundo de la zarzuela desde pequeña. Además, me encantaba ir a la revista con Paco. Ahora, me siento coqueta a mis años con este personaje y me parece casi un sueño hecho realidad.

¿Qué ha sentido al recibir un reconocimiento como el TP de Oro?

Yo dejé el teatro para ayudar a Paco y cuidar a mis hijos, pero siempre solía aceptar las cosas que me proponían en televisión. Me encantaba reencontrarme con mis compañeros. Hice muchos trabajos cortitos en televisión, me lo pasaba muy bien. Sentí mucha emoción esa noche. Doy gracias a la televisión, un medio al que tengo mucho que agradecerle. Gracias a las series y novelas que hacíamos no perdí nunca la continuidad en esta profesión.

Gran Hotel la ha devuelto a la pequeña pantalla con una serie que se ha convertido en el éxito de la temporada, ¿Cómo esta viviendo Asunción Balaguer esta experiencia?, ¿Siente que está viviendo una de sus mejores etapas profesionales?

Estoy viviendo un momento dulcísimo. No podía imaginarme a mis años trabajando con Mario Gas, un director amable, un gran compañero. Es una obra realmente espléndida, de primera calidad. En Gran Hotel, mi personaje, Lady, tenía muy poco protagonismo, pero ahora está entrando en las tramas. En esta segunda temporada ya va a participar en los misterios del Gran Hotel. La verdad es que tengo mucha suerte ahora mismo. Vengo de hacer dos años de gira con otra compañía maravillosa como ha sido la de El Pisito.

El Tiempo es Sueño es un montaje muy especial para usted, ¿Cómo resumiría la esencia de una obra tan íntima y tan personal?

Le pedí ayuda a El Brujo para unos recitales y me pidió que le contara mi vida. Le conté cosas muy personales en un momento muy delicado como fue la muerte de Paco. Le expliqué mi vida con Paco y el funcionamiento de las compañías de teatro entre otras cosas. Le conté una experiencia delicada por la que pasé y decidió que ese fuera el final. Una vez pasó un ángel por mi vida. Hay personas que te ayudan en los momentos delicados y nunca más vuelves a saber de ellas. Esa persona me ayudó a tomar la decisión acertada y luego desapareció de mi vida.

Ahora que está en las tablas de un teatro mítico como el Español, ¿Qué recuerdos le vienen a la cabeza de sus comienzos en la compañía Lope de Vega junto a José Tamayo en este Teatro Español?

En este Teatro Español tuvimos muchos éxitos como Diálogo de Carmelitas. Paco estuvo con Edipo Rey. Este teatro me ha dado mucho y ahora a mi edad, me siento feliz.

¿Tiene aún ganas de emprender nuevos proyectos profesionales o preferiría retirarse?

Yo no me quiero retirar, me siento en un momento muy dulce de mi carrera. Los actores podemos jubilarnos cuando queramos.

Campanella: «En el teatro el público con sus risas es el director de orquesta»

Toda historia tiene un comienzo y quizás el primer «flechazo» teatral de Juan José Campanella lo tuvo viendo una obra que muchos años después volvería a su vida primero en Argentina y en estos momentos en España. Se trataba de Parque Lezama, una función que ha influido en su carrera mucho más de lo que pudiera parecer a priori. Allí, los personajes se encontraban en un lugar donde se relacionaban con extraños. Algo recurrente en su cine con espacios que van del Tribunal de El secreto de sus ojos al famoso club de Luna de Avellaneda. Es allí, en esos lugares donde se crean «familias que no son de sangre», donde el ganador del Oscar ha encontrado inspiración muchas veces.

Su segundo debut teatral. A pesar del recurrente titular del debut de Campanella en el teatro, lo cierto es que el cineasta ya tuvo una primera experiencia. Eso sí, fue como autor y no como director. Tenía 23 años y en esa aventura lo acompañó Fernando Castets -que se convirtió en su mano derecha creativa desde que se conocieron estudiando cine en 1979- y su inseparable Eduardo Blanco, protagonista de muchas de sus películas y de este Parque Lezama que mañana tendrá su estreno oficial en el madrileño Teatro Fígaro. Ya desde entonces, los tres se han convertido en «hermanos de vida». De hecho, se encontraron recientemente en una cena en la capital española.

Así nos hablaba de Parque Lezama en 2014

Hace cinco años, el director participaba en un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y aprovechamos para que nos contase un poco sobre Parque Lezama.

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«La vi tres veces en 1985, es mi obra favorita, la leí y vi la película y fue muy influyente en mi carrera. De hecho, llevaba 30 años detrás de los derechos. El autor no quería que se tocase ni una coma del texto, pero gracias al Oscar conseguí que viese mi trabajo y se fiase de mí. Tiene un humor judío americano que tiene mucho que ver con el italiano… Tiene todos los temas que me interesan, ya que logra resumir la vida: La vejez, el balance de nuestra existencia y el conformismo versus el compromiso, hasta qué punto nos implicamos en las cosas que pasan. Todo eso con un texto que te hace reírte y emocionarte. El público está entrando muy bien en la obra. Además, estaba tan metido en la onda tecnología tras Metegol que necesitaba desintoxicarme. Así, me metí a ensayar en un viejo teatro en el que no había ni cobertura. Y por supuesto, volver a trabajar con Eduardo Blanco, que llevábamos 10 años sin trabajar juntos, era un aliciente muy grande también».

Ya de vuelta a este septiembre de 2019 en que tiene lugar este nuevo encuentro, Campanella nos señala que: «Es importante que cada espectador se ilumine con su propio equipaje,  que se lleve su propio mensaje de la función». Para él, esta obra habla en el fondo de ese momento en que «uno deja de vivir para sobrevivir, cuando uno se sienta a esperar la muerte». Parece que la experiencia teatral le tiene completamente hechizado cuando nos comenta que: «he abrazado al teatro con locura». Buena fe de ello da que está al frente de un futuro teatro en Argentina y que ya puede avanzar que le tendremos de vuelta en España con otra experiencia escénica en 2021. Todo ello parece que se debe a esa sensación de ‘mirón’ a que somete el teatro al público. Y es que para él, la escena recoge «una situación de vida en la que el espectador elige a quién mirar». 

«Llegó un momento en que durante los ensayos necesitamos al público». Si algo ha aprendido Campanella de este Parque Lezama es la importancia del que escucha desde su butaca: «El público con sus risas son el director de orquesta». No podemos olvidar que aunque los actores hagan como que hablan entre sí, en el fondo dirigen sus palabras al público que con sus reacciones marcan el timing de la función. A tenor de los primeros días de previas en el Fígaro, con llenos diarios, el público español ha entrado muy bien en esta historia que han traído a España Smedia y Seda de la mano de la productora argentina El Tío Caracoles. Para ello se ha reformado el teatro para adaptarse a las características del montaje. Para este estreno, Campanella ha vuelto a sentir ese cosquilleo en el estómago al tratarse de un medio como el teatro, pero siempre con la confianza que da una obra de sobrada eficacia a nivel internacional, aunque siempre con su sello.

El cuento de las comadrejas, un canto de amor a los actores. Más allá de la apariencia satírica de la nueva cinta de Campanella se encuentra un guión que pone en valor a los intérpretes. Muy al contrario de la cinta en la que se inspiró – Los muchachos de antes no usaban arsénico– que partió de una cierta desidia hacia el mundo actoral tras una mala experiencia de su creador, Campanella ha querido hacer una versión muy libre de una historia ya existente. Algo habitual en su filmografía con títulos como El secreto de sus ojos, también basado en un original literario y coadaptado con el propio autor de la novela. En defnitiva, se trata de hacer nuevas creaciones a partir del original y «que se puedan disfrutar en un programa doble de manera individual sin necesitarse la una a la otra». 

Con la mirada puesta en sus compromisos teatrales y preocupado por la acuciante situación en Argentina, este director que añora el cine de Berlanga que está seguro «se hubiese atrevido con temas que ahora mismo son intocables», nos avanza que siempre tiene puesto un ojo en su productor cinematográfico español, Gerardo Herrero, con el que espera poder seguir dando alegrías cinéfilas en los próximos años. De momento, nos toca acercarnos al madrileño Teatro Fígaro para seguir disfrutando del talento de Campanella con Parque Lezama.

Notas desde la Menéndez Pelayo: Cuando el teatro y el cine se dan la mano

La pasada semana la Universidad Internacional Menéndez Pelayo acogió el Seminario Del escenario a la pantalla: teatro y cine en España (1990-2016).

Durante este curso en un formato de conferencias y mesas redondas se analizó la relación entre el teatro y el cine poniendo su foco en las adaptaciones cinematográficas de  ¡Ay, Carmela!, El perro del hortelano,  El chico de la última fila y  Bodas de Sangre. Cerró el curso  Las furias, la primera cinta de Miguel del Arco.

El lunes fue el turno de la adaptación que Carlos Saura y Rafael Azcona hicieron sobre ¡Ay, Carmela!

En la primera sesión del curso se pudo disfrutar de algunas imágenes de la puesta en escena que protagonizaron un espléndido Santiago Ramos y Verónica Forqué, una actriz muy ligada a este texto de José Sanchis Sinisterra. Tuve la suerte de ver esta producción, dirigida por Miguel Narros, en dos ocasiones, y aún tengo en la cabeza la primera vez que la vi en el Teatro Mira de Pozuelo de Alarcón hace una década.

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Por esas casualidades que se dan a menudo en la Menéndez Pelayo, el autor participó la pasada semana en la actividad de la UIMP, pero en otro curso. Por la tarde, tras ver la versión cinematográfica de este texto teatral, se puso sobre la mesa un tema importante: ¿Traicionó la cinta de Saura el espíritu del texto teatral? Indudable el valor cinematográfico de una cinta que arrasó en los Goya. Ahora bien, ¿Hasta qué punto es fiel a la obra teatral esta cinta? Parece claro que lo justo es valorarlas como dos obras artísticas bien distintas. Sin duda, se le podría criticar a la película la eliminación de ese epílogo que hace tan especial la función teatral, pero no es óbice para valorar la calidad de la cinta.

La actividad cultural de la UIMP tuvo una protagonista de lujo por la noche con Julieta Serrano. Corría el año 1981, cuando la actriz interpretó, junto con Irene Gutiérrez Caba y Amparo Rivelles, el monólogo Antes del desayuno de Eugene O’ Neill, un proyecto dirigido por José Carlos Plaza, que le dejó tan buen recuerdo, que hace una semana volvió a recurrir a él: “O’ Neill me gusta mucho, lo he hecho tres veces, una siendo muy jovencita, que fue cuando conecté con él y me entusiasmé con sus textos”. Por eso, más de treinta años después, la actriz barcelonesa escogió esa misma lectura para su participación en el ciclo Noches de teatro de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) que este año por primera vez se produce en el Campus de Las Llamas y que esta noche tendrá como protagonista a las 22h al actor Israel Elejalde. Serrano acompañó este monólogo con una escena de Largo viaje del día hacia la noche del mismo autor, para dar voz a este dramaturgo que ha fascinado siempre a la veterana actriz que fue acogida con un caluroso aplauso.

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Foto: Esteban Cobo

El martes fue analizada El Perro del Hortelano, la ‘ortodoxa’ adaptación que hizo Pilar Miró junto a Rafael Pérez Sierra que participó en la segunda jornada junto a Germán Vega García-Luengos, Director del Festival de Teatro Clásico de Olmedo, que incidió también en la importancia que ha tenido el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro en la revitalización del teatro clásico en nuestro país. La cinta de Miró fue galardonada con un aluvión de Goyas, pero el extraordinario trabajo de Santiago Ramos en Como un relámpago le ganó la partida a Carmelo Gómez, que parecía el favorito en los Premios de la Academia.  Durante el miércoles se analizó la adaptación de El Chico de la Última Fila que se hizo en la cinta En La Casa, una película cuya presentación cubrimos DESDE MI BUTACA. “Las numerosas traducciones a diferentes idiomas dan fe de una muy buena proyección internacional del texto, y es que, además de los idiomas más comunes como el francés, el inglés, el italiano o el portugués, El chico de la última fila, ha sido traducida a lenguas como el búlgaro, el rumano e incluso el coreano”, resaltó Enrico Di Pastrana, Catedrático de Literatura Española que ha hecho un recorrido por los montajes de la pieza fuera de las fronteras nacionales, convirtiéndose así en uno de los textos españoles contemporáneos más representados en todo el mundo.

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Foto: Juan Manuel Serrano

Precisamente, el autor de la obra original, Juan Mayorga, recibió el Premio La Barraca que la UIMP entrega cada año a una destacada personalidad de las Artes Escénicas, como ya relatamos en las Notas desde la Menéndez Pelayo del verano de 2013.

El jueves fue el turno de la visión que Paula Ortiz hizo de Bodas de Sangre en su película La Novia. Durante la sesión del jueves la tragedia y el mundo lorquiana fueron protagonistas en la jornada de este interesante curso en la UIMP: “La tragedia es un género, desde nuestra perspectiva, imprescindible en este momento” comentó. Es el género de las crisis, grietas y bisagras históricas: “Lorca ahora es más necesario que nunca, contando con las herramientas que tenemos hoy, porque él se asoma a esa grieta, y se hace esas preguntas primeras y últimas de la tragedia” añadió a su paso por la Menéndez Pelayo la directora. Esencial fue en sus comienzos, desde sus primeros cortometrajes, Raúl García Medrano, responsable del Festival de Cine de Comedia de Tarazona.

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Foto: Esteban Cobo

El viernes al colofón final del curso con la presencia de Miguel del Arco con Las Furias unimos, por esas cosas mágicas que ocurren en la Menéndez Pelayo, la participación de Raquel Lobera, una de las integrantes del Gabinete de Prensa de la UIMP, en el curso ¿Una maldición que salva? Escritoras y locura. La periodista participó en la dramatización que el dramaturgo José Sanchis Sinisterra hizo dentro del curso junto a Eva Redondo en uno de los cursos con mayor afluencia del verano, que acogió la lectura con un sonoro aplauso y que se interesaron por cómo habían abordado el texto las intérpretes. En la intervención del autor de la citada ¡Ay, Carmela! destaca su concepción de lanarraturgia’ como un género híbrido que abarca “una frontera cada vez más presente en la escritura dramática contemporánea”. Se trata de una mezcla, ha destacado, de “la forma dramática canónica, interpretada por voces ficcionales, y el material narrativo, donde hay una voz autoral que se hace cargo del desarrollo de los acontecimientos”. Un segmento importante de la escritura dramática de los últimos quince o veinte años, ha explicado: “Se encuentra en esta ‘narraturgia’, donde a veces es difícil discernir que el los propiamente dramático y lo narrativo”.

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Además de su trabajo con Las Furias que, aunque no adapta ninguna obra de teatro tiene ciertas conexiones con el hecho escénico, Del Arco también se refirió en rueda de prensa al Teatro Pavón Kamikaze tras mi pregunta: «Artísticamente ha sido un bombazo, el ruido que hemos hecho ha sido brutal, la recepción del público ha sido fabulosa, y aun así ha sido una ruina gigantesca”, ha reconocido el dramaturgo, guionista, actor y director de escena. “Seguiremos tirando de la cuerda hasta que no podamos más, tampoco me voy a hipotecar la casa o a pagar por hacer teatro”, ha añadido. Con esta segunda temporada, esperan conseguir interés por parte de las administraciones, algo que no ha pasado hasta ahora: “Sobre el papel le gustaba a todo el mundo, pero nadie daba un paso adelante. Creo que eso es un problema de la cultura de este país.”, ha advertido como balance de la primera temporada y avance de una segunda temporada que está dando sus primeros pistoletazos con Antígona que supone el debut teatral de un actor vinculado al propio Palacio de la Magdalena. Se trata de Yon González, que fue el protagonista de Gran Hotel, grabada en este espacio que es sede la UIMP. Fue tras ver Misántropo cuando el conocido actor se interesó por el trabajo de Miguel del Arco. Cuando el director le ofreció un pequeño papel en la función que se ve estos días en el Pavón. Kamikaze lo tuvo claro y no lo dudó. La presencia del actor se siente cada tarde en el teatro con la presencia de multitud de adolescentes esperándole en la puerta, aunque sólo alguna suelta entra a ver la función como admitió el director con una sonrisa. Cantabria ha sido precisamente esencial en su película ya que los paisajes de la tierruca son protagonistas en la cinta: “Decidí que la película tenía que rodarse en el norte para conseguir esa inquietud ancestral que produce la naturaleza”.

Parece claro que el cine y el teatro, aunque con una relación inestable en el tiempo, seguirán ligados en el futuro con propuestas como una posible adaptación de El Arte de la Entrevista que prepara Paula Ortiz junto al propio Juan Mayorga, autor de la obra teatral. Durante una semana hemos podido disfrutar en primera persona de esa relación teatro-cine gracias al empuje de José Manuel González Herrán, catedrático de Literatura Española y profesor emérito de la Universidad de Santiago de Compostela y el secretario Anxo Abuín, profesor titular de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Santiago de Compostela. Confiamos que en el próximo verano podamos seguir analizando la relación del cine y la literatura como ya se hizo también el año pasado en el referido a Mario Camus.

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Del Arco junto a los responsables del curso en una foto de Esteban Cobo