Andrés Vicente Gómez es una de las figuras clave en la producción cinematográfica española. Responsable de éxitos como ¡Ay, Carmela! y Belle Epoque, que podría ser su próximo musical según confesó en la rueda de prensa de su nuevo proyecto, debutó en la producción teatral con El último jinete, un musical que esperan que se estrene en Londres a finales de este año. Ahora, ha recuperado las Variedades a lo fino de Carmela y Paulino para hacerla, aún más, musical. Su Carmela es Inma Cuesta, una actriz con duende que desde el éxito de HNMPL no ha parado de cosechar éxitos y aplausos, como los que recibirá cada noche en el Reina Victoria. Carmela está de vuelta.
Andrés, ¿Por qué cree que el teatro no se había cruzado en su camino hasta ahora?
Me daba miedo. Pensaba que necesitaba una especialización. Siendo un hombre de cine meterme en teatro me parecía muy arriesgado y, además, he estado muy ocupado desde 1983 produciendo cine. He hecho unas 120 películas. En algunos años he producido tres películas a la vez. Ahora, me he decidido por lo mal que está el cine. La gente ha perdido el hábito de ir el cine. Ya no se considera cultura, es puro entretenimiento. Hay que hacer cine competitivo con las grandes producciones de Hollywood. El teatro me parece interesante por ser más colaborativo que el cine. En el cine, el director es el amo y señor de todo, que incluso puede destrozar el guión. En el teatro, el libreto, la palabra escrita es sagrada. Aquí el músico tiene tanta importancia en su sector como el director en lo suyo. En El último jinete teníamos a Yvonne Blake para el vestuario y ella se encargaba de toda esa área. Aquí el director y el productor lo que hacen es simplemente coordinar todas las secciones, creando una cierta armonía.
Inma, Nombres como el de Carmen Maura o Verónica Forqué estarán siempre ligados a Carmela, ¿Impone pensar en las actrices que la han interpretado?
Evidentemente, cuando una piensa en las actrices que han interpretado a Carmela, una siente un poco de vértigo. Eso sí, cuando te pones en manos de Andrés y deposita su confianza en ti, tienes la sensación de que estás construyendo otra Carmela.
¿Qué les ha atrapado de un proyecto como ¡Ay, Carmela! El musical?
Andrés: Me atrapa la música. Hemos conseguido una versión mucho más accesible para el público. No se necesita conocer el contexto de la Guerra Civil para entrar en nuestra historia. Es una historia que podría pasar en cualquier otra parte del mundo.
Inma: He aceptado por ser un tipo de musical muy diferente al Hoy no me puedo levantar. Es un concepto muy diferente. Es un texto maravilloso y de la mano de Andrés y Javier, hubiese sido un error decir que no. Además, el personaje es un regalo. Ha sido un experimento de teatro musical español, muy diferente a lo que estamos acostumbrados.
Andrés, El último jinete se estrenó en España con la idea de estrenarlo después en Londres, ¿Cuándo dará el salto al West End?
Estamos preparando el espectáculo para llevarlo a Londres. Allí hay que tenerlo todo muy ajustado. Ten en cuenta que hay obras que pasan de cinco a veinte años en cartel. Tenemos la posibilidad de un teatro. Estamos introduciendo muchos cambios en el libreto: En el final, en los hechos históricos y sobre todo haciéndola más ‘digerible’ para el público occidental. La música sí que la vamos a respetar. Espero poder estrenar a finales de este mismo año.
El libreto fue muy criticado en su estreno en Madrid…
A: Ha sido lo más criticado desde luego. Contamos una historia que ocurrió hace 150 años en el desierto, en una zona del mundo que desde nuestra mirada como occidentales no terminamos de entender. Ni siquiera geográficamente, ya que eran otros países e incluso se fundaron otros más tarde. Nosotros nos situamos en la época de la dominación otomana y meter todo eso en un espectáculo de dos horas era realmente difícil. Vamos a simplificar todos esos hechos en esta remozada versión del libreto.
¿Cómo ha cambiado la vida de Inma Cuesta desde el éxito de HNMPL?
I: Ha cambiado totalmente. Fue mi primer trabajo y después vinieron muchas otras oportunidades que han completado mi recorrido profesional. A nivel personal era una Inma que llegó a Madrid con la maleta llena de sueños y de ganas y eso no lo he perdido. Estoy muy feliz con todo lo conseguido.
Al igual que Javier ha combinado la obra con Águila Roja…
I: Me he sentido muy arropada por el equipo de dirección de Águila Roja, pero ha sido durísimo. Me levantaba a las seis de la mañana, iba a rodar la serie, comía y después iba a ensayar. Llegaba a mi casa y me sentía casi como un mueble y ahora nos pasa factura este nivel de estrés al que hemos estado sometidos estos meses.
¿Te da tiempo a compaginar la obra y la serie con otros proyectos?
I: Sí. He rodado una comedia con Javier Ruiz Caldera, Tres bodas de más, que se presenta en Málaga.
Andrés, ¿Por qué productor?
Quizás por ser uno de los oficios más desconocidos. La gente no sabe a qué se dedica el productor, pero para mi, es una forma de vida, una pasión. Es realmente fascinante esta profesión.