Con una puesta en escena hollywoodiense, con la Disney como distribuidora, se ha presentado Invasor, una de las joyas del cine español en este 2012. Daniel Calpasoro vuelve a la gran pantalla por la puerta grande con un cinta que mezcla los ingredientes de las películas bélicas made in usa con una inteligente reflexión sobre el papel de los soldados en guerras que no son las suyas. Con un reparto de primera, nunca Alberto Ammann había brillado de esa forma y qué decir de actores como los inconmensurables Karra Elejalde, Luis Zahera y Antonio de la Torre… Con una factura técnica impecable, Invasor es el vivo ejemplo de que se pueden hacer películas grandes sin necesidad de grandes presupuestos. Como confirmaba su productor en rueda de prensa: «Solo ha costado 3.600.000 euros, un 20% más que una película media española». Calpalsoro sabe ‘economizar recursos’ y saca partido a todos los recursos a su alcance. Toda la suerte del mundo esta semana en taquilla cuando tenga que luchar con uñas y dientes contra el invasor norteamericano, llámese Crepúsculo o cintas de semejante calibre.
Mes: noviembre 2012
Un fenómeno de audiencias, un guión paranormal
Antena 3 puede estar contenta con el dato del estreno de Fenómenos. Más de 4.000.000 de espectadores se reunieron ayer para ver este esperadísimo estreno televisivo. Que esa audiencia se mantenga, es otro asunto bien distinto. Ayer, ya se vio por ese medidor de gustos populares llamado Twitter que Fenómenos no estaba gustando a muchos espectadores. Uno de los tweets más recurrentes fue: «Máximo respeto y admiración por el ladrón que ha conseguido venderle Fenómenos a A3´», que se retuiteó 545 veces.
El primer episodio es, simplemente, espantoso, sin medias tintas. Lo es por estar todo muy ‘forzado’. Situaciones llevadas al límite más absurdo y personajes ‘pasados de rosca’. Los actores hacen lo que pueden y es cierto que hay algún personaje divertido y moderado en sus formas y maneras. Curiosamente, La Terremoto de Alcorcón está más bajita de tono que casi todos los actores del reparto. Sin duda, el más normal es Miguel Rellán y eso que hace de ¡Becario! Es lo que tienen los GRANDES que hasta en estos menesteres televisivos se lucen. Julián López, Kira Miró, Alejo Sauras, Julián Villagrán, ¿Cómo un actor tan buen puede estar tan sumamente mal dirigido? Esta historia de periodistas frikis tiene poca o ninguna gracia. Ni la aparición estelar de Chus Lampreave, patrimonio nacional de nuestro cine, salva esta serie. El personaje de Julián López está enterrado para subir la audiencia del programa radiofónico en el que participa y su abuela cuenta que es el más tonto de sus nietos en las ondas.
Seguramente le daré otra oportunidad a la serie, pero seguro que más de uno no aguanta y decide no pasarse por Onda Futura el próximo martes…
Noche de estrellas en los Premios BroadwayWorld: Galería de fotos
Desde Mi Butaca no nos quisimos perder la cita con lo más florido del teatro musical anoche en el Teatro Alfil. Los amigos de Broadwayworld Spain celebraron la segunda entrega de sus premios, elegidos por los lectores de dicho portal de referencia. Follies y El Rey León fueron los grandes protagonistas de una noche en la que pudimos charlar con Vicky Peña, Julia Gómez Cora, Carlos Rivera, Jaime Azpilicueta, Ángel Ruíz, Leo Rivera y un largo etcétera. Os ofrecemos unas cuantas imágenes de esta noche inolvidable. En el próximo DESDE MI BUTACA MAGAZINE le dedicaremos un reportaje especial a esta gran cita con el teatro musical.
Cartas Amarillas para Juan Carlos Calderón, un cántabro universal
Érase una vez un hombre a un piano pegado. Siempre he asociado la imagen de Juan Carlos Calderón con la de un piano como eterno acompañante. Nos acaba de dejar un mito, alguien significativo con mayúsculas para la historia de nuestra música. Él compuso para mi admirado Nino Bravo, Luis Miguel, Julio Iglesias, Massiel y cómo no recordar el Eres Tú de Mocedades.
Personaje muy querido en su ‘tierruca’ natal, Juan Carlos Calderón no dejó nunca de visitar y actuar en su tierra, donde ha sido reconocido en multitud de ocasiones. No tuve la suerte de poder entrevistarle, es una espinita que tengo clavada, pero si que pude verle actuar en una ocasión, como no, acompañado de su inseparable piano. Desde Mi Butaca os dejo con la mejor forma de recordarlo. Algunas de sus composiciones musicales más recordadas.
Había una vez dos cómicos…
Se encienden las luces de una gran pista de circo. Un hombre se sienta y pela tranquilamente una manzana. Le observa en un señor con pelo cano y nariz de payaso, es el próximo en salir a la pista.
A mis niños de todas las edades. Si hay algo que une a los dos protagonistas de este triste post es que han conseguido permanecer en el imaginario colectivo de varias generaciones. Para los que no vivimos la época de Los Payasos de la Tele, que recordó Fernando Chinarro emocionado, Miliki era el abuelito entrañable que cantaba canciones para todos. De Tony Leblanc recordaremos su vuelta por la puerta grande al cine con Torrente y, como no, al inolvidable Cervan de Cuéntame Cómo Pasó.
Son dos tristes pérdidas para los españoles, reflejo de una época ya pasada en que brillaban con luz propia en una sociedad española con una democracia aún nonato o también en pañales. Hicieron felices a niños y mayores y lo seguirán haciendo allá dónde estén. Hace no mucho me hice con un disco de Miliki, De Cine, en el que repasaba temas de películas a dúo con gente como Francisco o Lolita. También tengo un casete de su ya mítico A mis niños de treinta años. Pero, ante todo, guardo marcado en mi retina uno de los momentos más emotivos de la historia del cine español reciente. Se trata de una brillante escena de Pájaros de Papel, el debut en la dirección de Emilio Aragón que sirvió como claro homenaje a su referente paternal y artístico. En esa escena, Miliki se lanza a un sprint interpretativo con un monólogo que, estos días más que nunca, se convierte en doloroso. Leía en algún medio que el equipo alucinó con el tempo que puso a su interpretación, palabras mayores. Sirva como homenaje, el maravilloso y emotivo reportaje que emitió ayer Informe Semanal.
De Tony Leblanc poco se puede decir que no se haya dicho ya. Emocionantes palabras inundan hoy de lágrimas los rotativos españoles. Esta mañana desayunaba con las palabras de Santiago Segura, Julio Bravo, Imanol Arias, Juan Echanove. De nuevo, palabras mayores. Caía bien a todo el mundo. Un actor entrañable que dignificaba cualquier película de los 60-70, por muy malas que fuesen. Volvió gracias a Segura que, como cómico hábil que es, le acercó al público joven con Torrente. La grandeza de los clásicos, que pueden renacer cual ave fénix una y otra vez. Se lo comentaba hace unos días a Albert Hammond, todo un entusiasta de la juventud, que ahora con 69 años se tira a la piscina con ¡un musical!. Torrente, pero también Cuéntame Cómo Pasó. Recuerdo con cariño a Carlitos Alcántara en el quiosco de Cervan, grabado para siempre en mis recuerdos televisivos.
Se apagan los focos, comienza la última gran ovación para estos dos sabios cómicos, pero os recordaremos como se merecen los grandes. Con una sonrisa.
Silencio, se ensaya "El último Jinete"
"El veneno del teatro" reúne a Mario Gas, Daniel Freire y Miguel Ángel Solá







*El Veneno del Teatro se estrena el próximo 29 de noviembre en la Sala Verde de los Teatros del Canal en una temporada limitada hasta el 16 de diciembre. Las entrevistas al equipo de la obra en el próximo número de DESDE MI BUTACA MAGAZINE que podrás leer a finales de año en este mismo blog.
Un teatro cercado, ¿Qué pasó en el Lope de Vega el 14 N?
Ayer se produjo una nueva convocatoria de huelga general. La mayoría de los teatros madrileños decidieron no levantar el telón. La gran vía madrileña permanecía con las luces de neón encendidas, pero con las puertas cerradas. Solo el león de Disney decidió continuar con, aparente, normalidad sus representaciones. La gente de la cultura con la toma del Teatro Español como emblema de las reivindicaciones se concentró en las céntricas Plaza del Rey y Plaza de Santa Ana para manifestarse en contra de los recortes del gobierno, que han hecho especial mella en sectores como el del teatro y el cine. En los aledaños del Español se pudo ver a rostros reconocibles como Carlos Bardem, Fernando Cayo, Gorka Otxoa, Fernando Cayo, Leo Bassi, Antonio Molero, Maribel Verdú… En fin, la flor y nata de las gentes del espectáculo en España y, por supuesto, muchos trabajadores anónimos del mundo del espectáculo que se reunieron en un acto pacífico. Tras leer el manifiesto y bromear con el supuesto camarero del Español que habían secuestrado, según algún que otro medio de extremada franqueza por decirlo de alguna forma, decidieron buscar un nuevo objetivo para la concentración. El ¿enemigo? a batir: El Rey León, el espectáculo más exitoso de la cartelera madrileña, que decidió continuar con sus representaciones como un día más. A las puertas del Lope de Vega, unas 50 personas de seguridad: antidisturbios, policías y seguridad privada. Lo cierto es que de la aglomeración de gentes de la cultura que estaban en Santa Ana, solo algunos fueron al Lope de Vega. De hecho, muchos debieron encaminar sus pasos hacia la convocatoria ‘general’ de manifestación que reunió en Madrid a miles de personas, sin entrar en las cifras que siempre bailan tanto en estos casos. La concentración, por momentos sentada, a las puertas del teatro de la gran vía, se quedó en aproximadamente en una cantidad no muy superior a las 200 personas según fue avanzando la tarde. Se increpó al público que fue al Lope de Vega con proclamas como «Vergüenza» o «Podéis ir otro día». Bien sabido es que conseguir una entrada para este espectáculo es casi una lotería. La gente compra las entradas con mucha antelación, meses de espera para ver el espectáculo de Disney. Aún así, parte de los espectadores fueron a taquilla a devolver su entrada en ‘solidaridad’ con los manifestantes. Por supuesto, no les devolvieron el dinero y algunos decidieron perder su sitio en el Lope de Vega. La mayoría entró entre extremísimas medidas de seguridad por miedo a la comitiva.
Los manifestantes, con Guillermo Toledo y Carlos Bardem a la cabeza, proclamaban que la empresa, Stage, no había permitido hacer huelga a sus trabajadores. Por su interés reproduzco las palabras de Sergi Albert, el villano del musical de Disney que se ha explayado en su cuenta de Facebook: «Yo hoy no he secundado la huelga, por decisión propia y sin ningún tipo de presión». Julia Gómez Cora, directora de Stage Entertaiment en España, se manifestó a través de Twitter:» Los que protestan y hacen huelga tienen tanto derecho como los que no la hacemos de trabajar. Les desacredita no ser tolerantes».
Sin entrar a valorar la decisión de hacer representación o no en el citado 14N, lo que queda claro es que no es una imagen bonita ni de lo más normal la de un teatro tomado por policías y manifestantes. Desde luego, todo acto de increpación a los asistentes a la representación, está fuera de toda lógica. Precisamente por ser el público, aún más ahora que cada vez se pasa más de la cultura en los presupuestos oficiales, el que sustenta verdaderamente los espectáculos.
Entrevista a Juan Mayorga: "Los griegos crearon un arte a prueba de crisis"
“El origen remoto de la obra está en mi labor como profesor de matemáticas”. Juan Mayorga escribió El chico de la última fila hace ya tiempo cuando daba clases de Matemáticas. Un alumno le contó en un examen que no había estudiado, pero que esperaba salir en la portada del Marca por sus futuros triunfos en el tenis. De ahí nació esta historia que estrenaría en su día Helena Pimenta con UR Teatro.
“Menos mal que Almodovar no compró los derechos de la obra”. Ozon se enamoró del texto desde que vio la obra en un teatro francés y temía que el director manchego se interesase por la obra. Intentó comprar los derechos, pero estaban vendidos. Pasado un tiempo consiguió los derechos de un texto que le ha servido “para hablar de temas difíciles como la educación de una forma lúdica”. Mayorga le dio vía libre para que hiciese suya la obra.

“Ozon ha conseguido universalizar mi historia”. El problema que se planteaba en esta obra tenía varios caminos por recorrer en la adaptación: “Del español al francés, del teatro al cine y finalmente adaptarlo al universo de Francois Ozon”. Mayorga se muestra satisfecho con una adaptación que incluye escenas prácticamente calcadas al texto originariamente dramático. El director de Swiiming Pool ha sido bastante fiel a la obra, pero ha conseguido introducirla en su particular universo: “En Francia dicen que es mi película más personal”, comenta el director en la presentación de la película en Madrid.
“El adaptador tiene que ser invisible a los ojos del espectador”. Mayorga también es adaptador de grandes clásicos como La vida es sueño. Se trata de traducir una historia que ocurre en un tiempo de la historia de la lengua a otro momento. Para ello, hay que tener “una doble lealtad: al texto original y al público actual”. En ocasiones, tiene que hacer intervenciones para que conecte con el público. Si un chiste que actuaba como contraposición al drama no funciona, habrá que sustituirlo por otro o quitarlo directamente. Esa labor como adaptador le ha servido mucho para comprender mejor el trabajo de Ozon y el de los adaptadores que llevan sus obras a escena en otros países: “El texto sabe cosas que el autor desconoce, pero si lo dejo en manos de otra persona, descubres cosas que no te podías imaginar que estaban ahí”.

“El apoyo a la cultura española debe venir de la sociedad misma”. Durante los últimos años la cultura española ha sido tachada de muchas cosas por parte de la ciudadanía. Se debería extender la idea de que es muy importante que se apoye nuestra cultura En una época en la que el I.V.A se ha puesto por las nubes, es necesario que se apueste por los creadores españoles como hace Ernesto Caballero al frente del Centro Dramático Nacional.
Mientras siga habiendo buenos contadores de historias, el telón se seguirá levantando. “Los griegos crearon un arte a prueba de crisis en el que solo se necesitan unos actores elocuentes y un público cómplice”.
En la casa: Teatro-cine, camino de ida y vuelta
¿Es En la casa una película «teatral»? En cierto modo lo es, pero adaptándose a las características del medio cinematográfico. Es teatral por poner en primer término la palabra del propio Mayorga, aunque se añadan y se eliminen tal o cual parlamento. Es cinematográfica por crear imágenes claras, que en el teatro suelen estar supeditadas a nuestra imaginación. Ozon ha apostado por un caballo ganador, el brillantísimo texto El chico de la última fila. Podría haber perdido la batalla, pero no es así. Es cierto que ha añadido algunas escenas que en el texto original no se llegan a representar y que creo que son también innecesarias en su adaptación cinematográfica. Ese es el único pero que le pongo. Del reparto destacar a Ernst Unmhauer, toda una revelación este chico rubio de mirada inquietante que imprime al protagonista un aire terrorífico. Fabrice Luchini interpreta al profesor con mucho atino, al igual que Kristin Scott Thomas y Emmanuele Seigner. Un prodigio de película. Ya estoy deseando que algún osado se atreva a adaptar otra obra de Mayorga, Himmelweg. Aplaudiría su osadía, eso seguro.
Valoración DESDE MI BUTACA: 9
Un fallido intento de cine indie a la española y un "Reality" con subrayado final
Tenía bastante interés en comentar dos de los estrenos cinematográficos de la semana: «Buscando a Eimish» y «Reality». La primera película citada trata sobre la búsqueda de una chica que deja plantado a su novio, Óscar Jaenada. Ella es la actriz con la mirada más profunda del cine español, la maravillosa Manuela Vellés. Tengo la sensación de que esta historia podría haber funcionado como cortometraje. La narración, con continuos viajes al pasado, es demasiado monótona y lenta. Cuando miras varias veces el reloj durante la sesión, algo malo pasa. Y aquí lo malo es que no ‘entras’ en la historia ni te llegas a creer del todo a los personajes. «Al final, las personas a las que más amamos son a las que, sin querer, hacemos más daño», una de esas frases que chirrían en la película, por manidas y por ser un intento de filosofar sobre el amor, hecho del que peca en exceso esta película de Ana Rodríguez Rosell. Para rematar tiene una banda sonora que no es precisamente una maravilla, por mucho que obsequien a la prensa con cd de la misma, solo la escena en la que vemos en el escenario a Manuela Vellés merece la pena de la música que escuchamos. En algún momento, parece que la película puede remontar el vuelo, pero es solo una ilusión pasajera. Melosa y amarga a partes iguales, Buscando a Eimish es un loable intento de cine indie a la española, pero se queda en eso precisamente, en un intento fallido.
El otro estreno es Reality, cuyo protagonista ha ocupada decenas de páginas en los últimos meses. Aniello Arena está en la cárcel por un error del pasado y el teatro se ha convertido en una liberación para él. Con Reality entra por la puerta grande en el mundo del celuloide. Es un pescadero aburrido que se empeña en participar en el GH italiano. Se obsesiona, cree que le vigilan antes de escoger a los concursantes que vivirán la experiencia de entrar en el confesionario más televisivo del mundo. El director, Matteo Garrone, juega con los resortes de la telerrealidad, mete al ojo que todo lo ve en las vidas de esta sencilla familia. Aparece un personaje realmente creíble, por su semejanza con un tal Rafa Mora. Ese personaje introduce al sencillo Luciano en el casting. ¿Conseguirá entrar en Gran Hermano? En un intento de recuperar la buena comedia italiana de antaño, el director nos regala algunos divertidos y delirantes momentos, que es mejor no adelantar. Reality solo la pifia cuando llega al desenlace, que tiene una especie de mensaje, un subrayado de una idea que por si solos los espectadores pueden sacar por si solos. A veces, en el cine como en la vida, es mejor insinuar que mostrar, no hay que intentarlo decirlo todo explícitamente. Ese es el único pero que encuentro a esta película, por lo demás es una cinta muy digna y recomendable para pasar un buen rato.