Una temporada a ritmo de musical (3): Unos CHRISTMAS DREAMS unidos por EL HILO INVISIBLE de aficionar a los musicales a todos los públicos

Aunque nunca se sabe en esta ajetreada temporada, esta será una de las últimas entregas de Una temporada a ritmo de musical -aún faltan por ejemplo Rent en el Fernán Gómez desde el 23 de diciembre o ya en 2026 Ànima en Barcelona y El otro lado de la cama en Madrid. Es por eso que he querido poner en valor los grandes espectáculos de teatro musical familiar y también ampliar el foco más allá de Madrid en una entrega que transita entre los recuerdos, la emoción y la comedia. Como la vida misma… el buen TEATRO MUSICAL es un espejo que nos refleja.

Adultos niños o cuando la verdad teatral supera a la ficción. Tanto en El hilo invisible como enGermans de Sang y Christmas Dreams tenemos intérpretes adultos haciendo de niños y no siempre es fácil, pero las acertadas direcciones de actores hacen que no nos chirríe. Es tan hermoso lo que crean actores como Albert Salazar en Germans de sang, Alfonso Marsán en El hilo invisible y Alba Rodríguez en Christmas Dreams que nos hacen ver en su mirada la ilusión infantil mezclada con una emoción que traspasa el escenario.

Barcelona y Bilbao, cuando el foco también nos lleva a otros puntos fuera de Madrid. En un momento en que la capital de España se ha convertido en la tercera ciudad del mundo en producciones de teatro musical, es importante acercarse también a otros focos de producción. Tras ver este año brillantes producciones provenientes de Valencia como Libre, el musical de Nino Bravo que esperamos volver a ver en Madrid en 2026, me he acercado a Barcelona y pronto lo haré al Euskalduna de Bilbao para el estreno de El mago de oz, del que os hablaré en su momento. Sí, cada vez más puntos de España estrenan producciones de teatro musical y es importante ponerlo en valor.

Christmas Dreams, TEATRO MUSICAL FAMILIAR en el mejor sentido de la palabra. Estamos hartos de ir a ver espectáculos vendidos como «familiares» en los que el adulto aprovecha para echar un vistazo a mensajes o incluso -vaya falta de respeto- echarse una cabezada. Con la inteligencia de quien sabe muy bien que su público es tanto o más el adulto que el niño, Christmas Dreams en el Teatro Rialto de Madrid juega a la baza del humor para llegar a todos. Con un Fabio Arrante lleno de chispa y desparpajo y un reparto que lo secunda brillantemente, el adulto disfruta tanto o más de estos «sueños de Navidad» en los que el pequeño se queda fascinado por el color, el vestuario, las proyecciones inmersivas marca Provocador Producciones y por supuesto las melodías. Además se presentan unas canciones, originales, que conectan con esos musicales que se han quedado en la memoria de varias generaciones y que el público recibe con entusiasmo con ovaciones en pie al final de la representación. Desde luego, el Premio Teatro Musical a mejor musical familiar, recogido por el productor donbenitense Juan Carlos Parejo, no podía ser más merecido y apropiado.

El Hilo Invisible, cuando las emociones traspasan el escenario del Teatro Alcázar. Todos tenemos un hilo invisible que nos une a los que más nos quieren. Bajo esta premisa, presente en el libro en el que se basa, la compañía Viu el teatre articula un espectáculo íntimo, que habla de tú a tú al espectador grande y pequeño -que importante es insisto que se atienda también a los adultos, aunque el público primordial sean los peques. Cuenta con unas canciones dinámicas y potentes -compuestas por Victor Arbelo y Alicia Serrat de la mano de Daniel Anglès en la dramaturgia y letras- también en lo dramático cuando así se precisa- ojo a No sé qué me pasa que trata un tema creo que inédito en el teatro familiar. El doble reparto con nombres como Paula Mori -a la que pude ver además en su maravilloso debut alternándose con la siempre estupenda Nerea Rodríguez, Beth – ahora de nuevo en la producción catalana y sustituida por Maria Virumbrales- se entrega a sacar adelante esta hermosa historia ante un público entregado.

Germans de sang, un verdadero CLÁSICO del género demasiado poco conocido en España. A pesar de las diversas producciones en Cataluña y la que puso en pie en 2001 todo un pionero de los musicales, el desaparecido Luis Ramírez, protagonizada por Marta Ribera, siento que este musical no ha llegado al público del género lo suficiente en nuestro país. Cuando uno ve este espectáculo sabe al acabar que ha visto un título de esos que marcan, con esa historia dramática que llega a lo más hondo del alma humana. Esta producción dirigida por todo un experto en la materia, Daniel Anglés, está emocionando al público catalán en el Teatre Condal tanto que al finalizar la función que vi una joven espectadora no podía parar el llanto descontrolado ante el consuelo de su pareja. Una historia de vida que atraviesa, que toca al espectador con uno de los finales más impactantes, a pesar de que se nos avance desde el comienzo, que he visto en mucho tiempo en un teatro de la mano de una intérprete, Mariona Castillo, que con un dominio vocal increíble sabe llevar la emoción al límite sin perder por el camino la afinación de una sola nota. Simplemente memorable.

Glorious o cuando Marta Ribera se convierte en la mejor peor cantante del mundo. Aunque Glorious no sea un musical como tal, quería incluirlo al contar con todo un referente del género como ella. Además la música está muy presente. Marta Ribera tenía el reto de ‘desaprender’ a cantar para no dar una sola nota. Para alguien que nos tiene acostumbrados a la excelencia desde luego ha tenido que ser un reto. Lo coge con ganas y desde ese texto cómico estupendo de Peter Quilter que es desternillante incluso para una persona que no habla catalán como el que aquí se lo cuenta. Del estupendo reparto que la secunda, incluido el notable debut teatral de Ramon Gener, quiero detenerme en alguien con muchas tablas en la comedia y el musical: Meritxell Duró, digna adversaria de nuestra diva en sus intervenciones bajo la mano maestra de la comedia de Paco Mir. Vayan a verlos al Teatre Polioroma, pasarán una tarde de risas… Gloriosas.

Inclusivo. «Siempre he pensado que las diferencias son lo que nos hace únicos, que podemos hacer las mismas cosas que el resto pero encontrando otras formas de hacerlas» (Ferran Soler)Germans de Sang incluye en su reparto a un actor que quizás no veríamos en un musical hace un tiempo. Siempre voy a poner en valor ver todo tipo de personas en los elencos, solo primando su talento por encima de condicionantes físicos. Felicidades a Daniel Anglés por incluir en su reparto a Ferran, estoy seguro que este cantautor independiente y actor que se autoproduce sus propias canciones va a tener un largo recorrido en los escenarios.

Los Miserables, Madrid pedía a gritar la vuelta a las barricadas. Es emocionante ver brillar de nuevo la marquesina del Apolo- teatro donde se estrenó la primera producción del musical auspiciada por Plácido Domingo- con Los Miserables. En estas tres décadas, Madrid se ha convertido en la gran capital de los musicales en castellano y desde luego el germen estuvo ahí. Sobre el escenario del Apolo podemos disfrutar de un reparto ‘rejuvenecido’ donde brillan desde los protagónicos hasta un emsamble sembrado – qué maravilloso ver de nuevo en escena a Guillermo Sabariegos -vinculado más a la producción en los últimos años con musicales como Stranger Sings– dando la primera línea cantada solista del musical. Los Miserables es por derecho propio uno de los acontecimientos de la temporada. Adrián Salzedo – ese Sálvalo es realmente memorable, tanto como su constancia en este oficio- y Pitu Manubens -no podía haber un Javert con más presencia y derroche vocal a los características Thénardier- lo de Malia Conde y Xavi Melero es química pura con estos «descargos cómicos» que se ganan el cariño del público de principio a fin al igual que el estupendo Marius de Quique Niza, al que hemos visto literalmente crecer como actor desde Grease. Al final, público en pie y butacas llenas a diario, sí, Madrid quería volver a sumergirse en las barricadas y tendré que regresar para ver a Carlos Solano -ya presente en las dos producciones anteriores- como alternante de Val Jean de su hermano Adrián Salzedo.

Foto del número Amo del mesón, original de Danny Kaan

Los padres también pueden disfrutar con un familiar. Sí, señoras y señores, a veces los padres también pueden conectar con los mismos espectáculos que los peques. Da gusto pasarse por el Rialto a ver Christmas Dreams y por el Alcázar con El hilo invisible. Ni un WhatsApp miran -como debería ser siempre-, ¿Cuál es la clave? Pensar en que el niño va con adultos desde la concepción de la obra. Y sí, se puede conseguir. Al final, el aplauso del padre es incluso mayor que el del niño. Un recuerdo compartido que con suerte cuando pasen los años conservarán en la memoria de ambos.

Los Pilares de la tierra afronta su segunda temporada demostrando que se pueden hacer musicales de gran formato marca España. Cuando Beon Entertainment se «atrevió» a hacer una producción como El médico, la incredulidad reinaba en nuestro país ante tamaño reto. Años después, el equipo liderado por Dario Regattieri dobló la apuesta que este Los Pilares de la tierra, una de las producciones más grandes vistas en Madrid en años. De nada serviría la impresionante escenografía de Ricardo S. Cuerda o el siempre impecable vestuario de Marietta Calderón sin un reparto que sepa contar esta historia. Quiero destacar el trabajo de Alba Cuartero como Aliena, impecable a nivel vocal e interpretativo- que de la mano de compañeros como Rodrigo Blanco, el siempre imponente Julio Morales, Angels Jiménez, Joseán Moreno y Alberto Vázquez entre otros nos cuentan esta historia con claridad -gracias a la dramaturgia de Félix Amador y la música de Iván Macías. Lo que ocurre desde sus butacas en una escena primordial -no haré spoiler- lo dejo para que lo averigüen en el Teatro Gran Vía y me lo cuenten a la salida. Lo dicho, sí, podemos hacer grandes formatos made in Spain.

Hoy el público parece que está ‘pintado’. A veces sufro pensando en los actores. No todas las funciones son iguales y es que sí, señores, el público y más en comedia hacen la función. Menos mal que las tablas y el talento de intérpretes como los de Glorious! hacen que los que no estamos ‘pintados’ podamos disfrutar de sus trabajos. Así que ya saben para la próxima que su respiración, su emoción y sus risas construyen también la función.

Oliver Twist, el musical de los niños olvidados: Tras Los Chicos del coro siguen las emociones para todos. La productora detrás de la excepcional historia de los niños cantores repite la fórmula de espectáculo con niños protagonistas, aunque también los adultos brillen y de qué manera. Rubén Yuste encuentra en Fagín un vehículo para demostrar las tablas que lleva detrás un intérprete que es carne de musical. En el amplio reparto demostrando que más vale una frase bien dicha o siendo de esos actores ‘roba escenas’ cual cine de Berlanga quiero destacar el inmenso trabajo de la siempre delicada Marta Malone, Manu Rodríguez, Tomy Álvarez, los temibles Andrés Navarro y Natán Segado y por supuesto Fran del Pino que siempre lo da todo en escena. Esta gran historia está contada de la mano de la dramaturgia de Pedro Víllora, la música original de Gerardo Gardelín, la coreografía de Luis Santamaría y la dirección de escena de Juan Luis Iborra entre otros creativos. No quiero acabar sin destacar la imponente y realista escenografía de David Pizarro y Roberto del Campo -toda corpórea sin la IA campando en detrimento de la creatividad. El trabajo de todo el equipo brilla sobre el escenario del Teatro La Latina.

Sondheim x Sondheim: Gracias Mario Gas por hacerme amar el teatro musical como lo hago. Antes de entrar en la intrahistoria de este pequeño canto de amor a uno de los GRANDES -y aquí no sobra una mayúscula, déjenme que les ponga en un antecedente personal. En 2008, cuando llevaba unos diez años viendo musicales en España, me acerqué al Teatro Arriaga de Bilbao a ver un musical que sin duda cambió mi percepción del género. Ese título era Sweeney Todd con dirección de Mario Gas. Algo cambió en mi interior como espectador, creo que desde ese día amo más profundamente y desde otro lugar el teatro musical. Después pude ver su Follies en el Español. De nuevo Gas y Sondheim, tándem ganador. El otro día en el estreno de este pequeño regalo que nos ha hecho Mario, Sondheim x Sondheim, de repente se abrieron ante mí dos álbumes de recuerdos de esos montajes tan especiales.

En escena, un elenco o mejor una troupe teatral a lo Follies liderada por el propio Gas: Pep Molina, Vicky Peña, Xavier Ribera-Vall, Muntsa Rius, Teresa Vallicrosa, Xavi Fernández, Pep Pladellorens y Alberto Lisinicchia con música en directo. Con la narración del propio director a caballo entre el catalán y el castellano -dependiendo del idioma de la canción- se nos presentan momentos memorables de sus montajes de Sweeney Todd, Follies y A little night music. También hay tiempo para algún ‘regalito’ extra como la recreación de lo que ocurrió con Sunday in the park with George a la muerte de Sondheim, al que dedicamos un amplio reportaje con la participación de Gas y Muntsa Rius -que tiene uno de los momentos más emotivos del espectáculo con Follies– entre otros muchos y que cuenta la intrahistoria de algunos de los momentos que sobrevuelan a este montaje exquisito e íntimo en el recién inaugurado Teatre La Fábrica de Barcelona. Al final de su estreno, volví a recordar que por momentos tan vibrantes como este amo este género como lo hago. Gracias Mario, ojalá pronto los caminos de Sondheim y el tuyo se vuelvan a unir. De momento, tengo el sueño de que este pequeño bombón escénico se vea también en Madrid, aquí lo dejo por si acaso.

Lucila Gandolfo: «Julie Andrews ha conseguido llegar al corazón de varias generaciones»

Catalina es una mujer que desde niña tiene a Julie Andrews como su amiga imaginaria, explorando temas como la pérdida de la inocencia y la nostalgia en un viaje lleno de canciones de musicales clásicos. Este es el punto de partido del multipremiado espectáculo argentino Una película sin Julie. La actriz Lucila Gandolfo viaja desde Argentina para presentar esta bella celebración de la vida y la obra de la icónica actriz en dos únicas funciones en el nuevo Espacio Mistral los días 19 y 20 de diciembre con entradas ya a la venta.

¿Qué es en pocas palabras Una película sin Julie?

«Es un cuento de vida, es una historia que le ha podido pasar a cualquiera y es que a muchos les ha pasado que de pequeños ven una película que les influye de por vida. Después vamos viendo todo el recorrido de esos sueños de infancia y como por un hecho traumático pueden quedar por el camino.

En mi caso, Mary Poppins no me marcó tanto, quien me marcó fue Julie Andrews, la actriz detrás del personaje. Es inolvidable su trabajo como esa institutriz que con magia, con su manera tan divertida, consiguió que los niños pudieran divertirse incluso ordenando».

Las melodías de los hermanos Sherman y Rodgers and Hammerstein marcaron el inicio estelar de su carrera, ¿De qué manera crees que conectaban con Julie Andrews?

«Los Sherman Brothers y Rodgers and Hammerstein representan una época en la que se canta con una voz muy clara y a la vez liviana, se decía, no se gritaba. Se interpretaba con una voz cristalina y clara particularmente en la voz de Julie Andrews que encajaba perfectamente con ella».

¿Cómo es la minimalista puesta en escena del espectáculo?

«Julio Panno fue el director responsable de esta obra, agarramos el texto de Fernando Albinarrate que explicaba la historia de este personaje, Catalina, y fue Julio el que decidió que interpretara todas las etapas de este personaje, no solo contándolo. Con un vestuario único y tres pares de zapatos se construyó la presencia de este personaje, elementos que salen de un bolso cual Mary Poppins en el que transito en un personaje que va de los 6 a los 60 años acompañada por una mesa, unas sillas y un paraguas al final».

¿Con qué conectó especialmente de una mujer que tuvo que luchar al principio con esa etiqueta «dulce «almibarada» que le pusieron Mary Poppins y Sonrisas y lágrimas?

«De niña conecté muchísimo con Sonrisas y lágrimas y ya de adolescente con Victor o Victoria que para mí fue muy revolucionario tras sus dos personajes icónicos tan blancos. Aquí está más atrevida y distinto, a la par que entrañable».

«Julie Andrews hizo de todo especialmente cuando se casó con Blake Edwards con películas como Star y ya en los 2000 hizo Princesa para sorpresa. Tiene la capacidad de reinventarse una y mil veces, escribe libros infantiles, hace doblajes… Ella nunca dejó de reinventarse, más allá de la etiqueta «azucarada» que se la puso en sus comienzos. Al final ha conseguido llegar a los corazones de todas las generaciones«.

A las canciones de Julie se suman retazos musicales de la época y también canciones originales…

«Se narra con trocitos de canciones no solo de Julie. La protagonista cuenta que le encantaba disfrazarse también de Judy Garland o Barbra Streisand, representando la época de oro del cine musical de los 70. Para hilvanar todo ello, Fernando Albinarrate escribió dos canciones preciosas. Al principio de la obra, la niña cree que Julie Andrews es su mejor amiga con la canción And old new friend. En ese momento aparecen la evocación de Julie cantando y la niña contestándole usando las cortinas y el paraguas como disfraces. De esa forma, fue creando un vínculo de amistad imaginario con Julie e incorporándola a su vida. Al final de la obra hay otro tema, Pasa un día más, donde la vemos ya madura lamentándose de que la vida se le pasó y ella no hizo lo que quería hacer. Eso nos pasa muchas veces, que la vida se nos pasa y uno se da cuenta de que tenía sueños que nunca llegó a cumplir ya que la vida no se lo permitió y esto es lo que le pasó a Catalina».

Reestrenaste la obra en Buenos Aires el 1 de octubre por el 90 cumpleaños de Julie justo antes de enfrentarte al público de Madrid, tercera ciudad del mundo ya en teatro musical

«Hicimos una hermosa celebración por el 90 aniversario de Julie Andrews. Se reestrenó rodeada de compañeros de teatro musical argentino, gente muy querida que fueron haciendo canciones representativas, estábamos muy felices y emocionados.

¿Cómo te enfrentas a Madrid que ya es la tercera capital mundial del teatro musical?

«Me enfrento a Madrid con mucha ilusión, siempre hay un poquito de incertidumbre, pero tengo la fantasía de que puede seducir tanto como al público argentino«.

Uno de los nombres argentinos que han llevado el teatro musical argentina a España y al mundo es Gerónimo Rauch, ¿Qué se siente desde Argentino ante triunfos como el suyo?

Se vive con mucho orgullo, yo conozco a Gero desde antes de que viniera a Madrid, habíamos hecho una gira justo antes. Verlo ahora triunfando en Japón con Los Miserables es un orgullo. Gerónimo Rauch es un gran embajador nuestro, llevando su arte a Madrid, a Londres y al mundo entero, demostrando su talento y la gran persona que es.

¿Cómo animarías al público a ver la obra?

«Es una obra muy emotiva, hay mucha gente que se siente interpelada por ella, muchos vibraron con las canciones de Sonrisas y lágrimas. Especialmente los docentes se ven tocados por lo que le ocurre al personaje cuando decide ser maestra. Además durante la obra se tratan muchos temas como el acoso escolar y todos esos momentos más allá de la fantasía y la diversión que presenta por momentos el personaje. En el espectáculo hay momentos dolorosos, pero aparece la esperanza y hay un hermoso y esperanzador mensaje final. Creo que es una obra que la gente disfruta mucho al pasar por muchos estados emocionales. Así, pasamos de la risa al llanto, pero al final vas a salir feliz y contento».

Una temporada a ritmo de musical volumen 2: Abriendo EL CAMINO entre el pequeño y el gran formato

En esta nueva entrega de este repaso diferente a la cartelera del teatro musical que podemos ver en España en esta intensa temporada nos adentraremos también en las propuestas que han llegado a Barcelona: Tootsie, Rocky Horror Picture Show, L’amor venia amb taxi y con guiño a El fantasma de la ópera en su primera vez en la Ciudad Condal. En Madrid como siempre no solo nos centraremos en el gran formato con Houdini, también habrá hueco para El Camino, para el primer aniversario del exitoso Asesinato para dos, el público familiar y alguna auténtica Fiesta con giro de melena incluida.

Del Apuntador a la comedia de tresillo o L’amor venia amb taxi. La Cubana nos lleva en su nuevo espectáculo, el primero que veo en catalán, al universo del teatro amateur catalán. Lo hace con la historia de una compañía que monta una obra muy representada por los grupos de aficionados del siglo pasado: L’amor venia amb taxi. No esperen ver ese texto como tal -que a los ojos actuales resultaría tan anacrónico como una película ibérica de ‘suecas’. El espectáculo, un musical a la catalana en toda regla con música en directo incluida, nos hace viajar a un tiempo en que el apuntador -esa figura que se escondía en la ‘concha’ para chivar los textos- era esencial. Como es habitual en La Cubana se reivindica ese teatro popular que les ha llevado a estar tantas décadas llenando de risas los patios de butacas. En ese sentido, el summum del ‘chou’ es el número dedicado a la comedia de tresillo, ese teatro popular que tenía como elemento escenográfico estrella ese conjunto de sofá y dos sillones que combinan entre sí llamado tresillo y que a los más jóvenes les sonará a chino. Eso sí, no les hará falta saberlo para disfrutar de esta genial comedia musical made in La Cubana.

Asesinato para dos, un año de éxito. Cada fin de semana, los Teatros Luchana se ponen en pie para aplaudir el TALENTO de dos únicos intérpretes, Dídac Flores y Mikel Herzog Jr. El multipremiado musical dirigido por Zenón Recalde con dirección musical de Gaby Goldman y producción de El Tío Caracoles llena de carcajadas cada función. Con un poquito de Agatha Christie y su ¿Quién es el asesino?, un piano y el talento de estos intérpretes -difícil reto el del talentoso Mikel Hérzog de enfrentarse a tantos sospechosos, todos ellos bajo la apariencia única del camaleónico Dídac Flores. Una lucha de titanes o más bien de pares en el arte del teatro que llega al summum cuando deja de importar quién es el asesino y solo podemos aplaudir el talento de ambos a cuatro manos delante de un piano. Un absoluto disfrute que ha llegado de la mano de Miguel Ángel Chulia y Ana Belén Beas (El Tío Caracoles) a nuestro país como una de esas sorpresas que nos están trayendo a los espectadores (y no será la última).

Barcelona, parada de los musicales internacionales. Está claro que Madrid y la capital catalana tienen ritmos en sus carteleras completamente distintos. Ante el multiestreno de gran formato de Madrid, la Ciudad Condal apuesta por temporadas más limitadas, menos cantidad de espectáculos y alguna sorpresa internacional. Tras llegar de la mano de Julia Gómez Cora Six, ahora ha sido el turno de la vuelta de Rocky Horror Picture Show que hasta el domingo puso a bailar a los espectadores en su 50 aniversario.

Beon Entertainment encuentra en el Calderón su nueva casa. La factoría creativa liderada por Dario Regattieri, especializada en musicales originales creados en España, al fin tiene su lugar en Madrid. Al estreno de Houdini que se combinará con propuestas como conciertos y la obra de teatro Santa Lola con Terelu Campos y César Lucendo, se une Lírico. Este espacio recuperará la azotea del Calderón para conciertos como el homenaje a Gibhli, musicales como Para la libertad y Antoine y eventos diversos.

El Camino, el teatro musical también puede ser documental. No se trata de un musical al uso. Lorena García de las Bayonas ha apostado por convertir este ejercicio de teatro documental en un espectáculo que interpela y traspasa al espectador. Lo hace con historias reales que se entrecruzan de alguna forma en este ‘camino’ que puede disfrutarse los viernes y sábados de octubre y noviembre a las 20h en el Centro del Actor de Madrid. Una de esas historias es la del actor y cantante Carlos García que en medio de un apabullante éxito en televisión y en la música decidió parar y cambiar un camino vital y profesional que no le satisfacía. Sobre el íntimo escenario de este inmersivo espacio conocemos un trocito de su historia y de su TALENTO. Junto a él conocemos a un inmigrante que tiene que dejarlo y cruzar el charco -ojo al estupendo y carismático Favour David interpretando a este personaje real. La nota de sensibilidad femenina la pone en voz y gesto Laura Rees que interpreta a una mujer del siglo XIX que vivió los perjuicios del racismo en la piel de la persona que más la había cuidado.

Elena Roger, la gran voz del musical argentino hace parada en España. El pasado lunes la protagonista de inolvidables musicales como Evita en Broadway y el West End, cumplía años por primera vez encima de un escenario español, el Teatre Talía de Valencia. Su gira por nuestro país la llevó el miércoles además a cantar por primera vez en la Gran Vía de Madrid, en el Teatro Gran Vía. Durante el recorrido musical, emocional y vital de la artista hizo gala de una versatilidad vocal que la llevó desde el No llores por mí Argentina a algunos temas de raíz de su país natal. No faltaron las sorpresas y es que quiso regalar al público español guiños como ese Las cosas del querer que más de uno tarareó durante su gran noche en la meca de los musicales española. Una noche memorable en la que poder disfrutar de esta dama de la canción, que transitó también con su elegancia habitual entre temas de Edith Piaf, Sondheim o Andrew Lloyd Webber. Hoy podrán verla en Barcelona en el Teatre Apolo en su última cita con el público español, imperdible.

El fantasma de la ópera, Barcelona te tenía ganas. A tenor de la efusividad y el llenazo en el Teatre Tívoli que pude presenciar, había gran interés por ver este emblemático musical allí. Entre las novedades un Daniel Diges con el difícil reto de tomar un personaje como este con referentes como Gerónimo Rauch y su alternante Manu Pilas, que sigue haciendo funciones. La profesionalidad innegable y las tablas que dan tantos musicales a sus espaldas hacen que Diges saque adelante el personaje y sea recompensado con una gran ovación del público. Otra intérprete que sí lleva desde el principio es Marta Pineda que mantiene a su diva, Carlota, en lo más alto junto a la pareja cómica de Enrique del Portal y Omar Calintxo. Entre las novedades me quiero también parar en Rubén López como un delicado Raoul, al que imprime ternura con una preciosa voz que sorprenderá al espectador.

Escenografías a la antigua (y sin IA). Hay un momento en El Fantasma de la ópera en que la pareja de propietarios del teatro celebran que todo vuelva a ser a la antigua, incluida la escenografía. En ese momento recordé algunas tropelías que he visto este año en los escenarios por la dichosa IA. Más allá de que creo que está distorsionando cuando no cortando en seco el trabajo de los maravillosos escenógrafos y artistas de las videoproyecciones, si al menos el resultado fuera bueno estaría justificado, pero creo que hay un trecho aún por recorrer. Y no, ninguna IA me puede dar el realismo que me da la escenografía con todos los objetos corpóreos de American Buffalo, firmada por David Pizarro y Roberto del Campo. Pues sí, las buenas escenografías a la antigua siempre superarán a la dichosa ¿Inteligencia? Artificial.

Houdini, un musical que marca la diferencia. Es de agradecer que se apueste también por musicales originales. Esta creación de Federico Bellone con coproducción de Beon y Letsgo es un espectáculo integral. Por primera vez en un escenario se funden el teatro musical con un espectáculo de magia de gran formato. Todo funciona asombrosamente bien, como un reloj. El libreto nos va llevando por distintos pasajes de la vida del ilusionista a través de la música y de los grandes efectos mágicos. Una sorprendente propuesta sin ninguna duda.

Ivan Labanda y Ricky Mata, una comicidad y un TALENTO que traspasan el escenario. Tiene Tootsie en sus dos protagonistas un absoluto acierto. Muchas tablas a sus espaldas y eso se nota. Si por separado funcionan, cuando se juntan y sacan lo mejor de su vis cómica, el público solo puede contagiarse de su buen hacer encima del escenario. Tanto es así que las risas se contagian del público a los dos intérpretes en algún que otro momento delirante de esta «extraña pareja» que explora lo mejor de ese binomio cual Jack Lemmon y Walter Matthau. Por supuesto, cuando a Labanda le toca cantar, en este caso con el reto de ser una ‘dama’, demuestra de nuevo que tiene una de las voces más cálidas y elegantes de nuestra escena. Y sí, si encima tiene al genio y figura de Ricky Mata cerca, mejor que mejor.

Jason Donovan está de feliz vuelta en Transilvania. El gran aliciente de la vuelta del Rocky Horror Picture Show a Barcelona es sin duda la vuelta, dos décadas después, del artista australiano como cabeza de cartel. Se nota el cariño que tiene Donovan por su personaje, Dr. Frank-N-Furter. Desde su primera aparición a ritmo del icónico Sweet Transilvanie nos proporciona grandes momentos como esas escenas de equívocos sexuales que provocan las carcajadas de público y artistas. No solo las risas están presentes en su estupendo trabajo actoral, el actor se deshace con emoción medida con el desgarrador I’m going home.

La Cubana o el teatro de la vida. En los espectáculos de la compañía catalana siempre se funden realidad y ficción. Está a punto de empezar la función y unos rezagados espectadores son acomodados, pero es que pegados a ellos y desde la ficción cubana ocurre exactamente lo mismo, aunque los tocados capilares ya nos marcan qué es ficción y qué no lo es, ¿o no? Como nos tienen acostumbrados, la compañía dirigida por Jordi Millán nos ponen en un espejo deformante con nuestros vicios (y costumbres). En escena, amores y desamores y una PASIÓN: el teatro por amor al arte. Ese que mueve a los que tantas veces nos hemos subido a un escenario de forma amateur y aunque aquí sea La Cubana la protagonista quiero dar algunos nombres de la compañía- todos espléndidos dicho sea de paso. Quiero mentar a Nuria Benet, repetidora en el universo de la compañía que conoce a la perfección, Oriol Burés con su épica diva y al galancete insufrible de Víctor G. Casademunt.

Pablo Puyol, un buen ejemplo del actor integral de teatro musical. Lo que hace Puyol sobre el escenario del Calderón es un trabajo realmente reseñable. No se trata solo de actuar y cantar excepcionalmente, también le toca la difícil tarea de ejecutar complejos números de ilusionismo que exigen también de sus habilidades físicas. Un trabajo sobresaliente, el más completo de toda su carrera, que merece quitarse el sombrero -que no la chistera. Como nos tiene malacostumbrados, Julia Möller, incluso partida por la mitad- nos vuelve a regalar un trabajo memorable en un reparto en el que vuelve a sobresalir con su buen hacer Christian Escuredo.

Premios como unión, como compromiso con el sector. Si algo nos ha enseñado la experiencia de los recientes PremiOFF en su primera edición -ya se pueden suscribir las compañías a la segunda y encima se añaden las categorías de teatro textual- es que la unión hace la fuerza. Es por eso que sería necesario que cundiera el ejemplo. No se trata solo de mirarse el ombligo, sino de sumar esfuerzos en un momento en que el TEATRO MUSICAL consolida a España como la tercera potencia mundial. Sí, el pequeño y el mediano formato también suman y es necesario que ambos, los pequeños y los grandes del estanque teatral, tengan su hueco también a nivel de reconocimiento. Todos se lo merecen y más en una apasionante temporada como esta.

Raffaella: España te sigue adorando. Es innegable el cariño que nuestro país tiene por la gran diva de la música y la televisión. Tras dos acercamientos a su música como Para hacer bien el amor hay que venir al sur y Bailo, Bailo, este último con los mismos productores que el musical al que nos referimos, llega el primer musical biográfico sobre la artista. En el reparto destacan dos de esos secundarios ‘roba escenas’: Chemari Bello, también director residente de la función, y Robert Matchez. Mención especial merece también las oníricas apariciones de Chus Herranz como la madre de Carrà que con su delicadeza y voz cálida nos muestra el lado más humano de la show-woman italiana en el Capitol de la Gran Vía de Madrid.

Rocky Horror Picture Show: Un fenómeno que cumple 50 años. Por fin he podido ver uno de los musicales de culto más divertidos que uno puedo presenciar como espectador. Ya de entrada, ver a parte del público caracterizado es algo que te mete de lleno en esta mansión de la Transilvania más travesti. La puesta en escena, hasta ayer en el Teatre Coliseum de Barcelona, es una producción internacional que gira por todo el mundo desde hace años. Desde el principio, parte del público interactúa con algún que otro improperio en inglés -la función estaba subtitulada en castellano- hacia el narrador -James Gaddas, que responde con alguna sorpresa en castellano. El summum por supuesto lleva a ritmo de Time Warp con coreografía incluida que es replicada por el público. El espectáculo sigue, 50 años después, siendo rabiosamente moderno sin necesidad de cambio estructural alguno. Una diversión maravillosa que le debemos al genio Richard O’Brien. Tras esta catarsis de diversión todos salimos haciendo nuestro el leitmotiv de la función: DON’T DREAM IT, BE IT!

Tootsie, una COMEDIA MUSICAL, así con mayúsculas. Siempre es difícil adaptar un clásico del cine al musical. Para mí, el paradigma de cómo hacerlo de forma genial, aportando, pero sin traicionar al original es el musical Regreso al futuro. En esa diatriba entre ser explícitamente clónico -véase Dirty Dancing– o ampliar el horizonte narrativo, Tootsie da en el clavo construyendo un musical con una historia relativamente ‘nueva’, pero que indudablemente conecta con el origen fílmico. En el Teatre Apolo de Barcelona podemos disfrutar de una desternillante comedia musical que gustará no necesariamente únicamente a los que conocen a la película. También cualquier amante de la comedia musical podrá disfrutar de este espectáculo que nos lleva al universo de Broadway con un reparto en estado de gracia bajo la producción y dirección de Bernabé Rico que apuesta por sacar la mejor comedia de cada uno de sus intérpretes.

Viu el teatre: Creando espectadores que son el presente del teatro. Hay muchos motivos para hablar del trabajo de la productora catalana Viu el teatre. La primera, acaba de estrenar en castellano El hilo invisible en el Teatro Alcázar y se simultaneará con la producción en catalán en Barcelona. La segunda es que ha triunfado en los Premis Teatre Barcelona. El Fil Invisible se ha hecho con los premios a mejor mejor espectáculo familiar y mejor adaptación (Alicia Serrat). Más allá de potentes perchas informativas como las que menciono, el motivo por el que he querido incluirlos es su compromiso con el valor educativo de las artes escénicas. Viu el teatre es una plataforma de proyectos escénicos que promueve el hábito cultural teniendo en cuenta toda la cadena de valor de las artes escénicas. Este año cumplen 22 años impulsando propuestas contemporáneas multidisciplinarias que promueven el arte en vivo, poniendo en valor la experiencia artística y la cultura como transmisora de beneficios educativos. La misión de Viu el teatre es que las artes escénicas estén presentes en la vida de las personas, ¿Se os ocurre una forma mejor de que el TEATRO se convierta en un hecho transformador? Desde luego que no. Por ello debían cerrar este análisis de la temporada de musicales.

Una temporada a ritmo de musical (I): WICKED ha llegado por fin junto a CABARET y CENICIENTA

En esta temporada 2025-2026, probablemente la más llena de estrenos en lo que a teatro musical se refiere, recuperamos una sección que en temporadas anteriores funcionó muy bien: Una temporada a ritmo de musical. Un análisis distinto (de la A a la Z o algo parecido) de las propuestas escénicas que llegan a nuestra cartelera con nombres propios, conceptos y situaciones que no se encontrarán en otros análisis más ortodoxos, un viaje a las ‘entrañas’ de esos espectáculos con los que millones de espectadores se enamoran del teatro. Empezaremos con los tres primeros estrenos de gran formato de la temporada: CABARET, CENICIENTA y sí, por fin, WICKED! Como en años anteriores por supuesto habrá guiños a producciones de pequeño y mediano formato, en este caso a María Callas Sfogatto, hasta el 12 de octubre en el Teatro Amaya.

ATG ENTERTAINMENT, STAGE ENTERTAINMENT, SOM PRODUCE y LETSGO COMPANY. Detrás de estas cuatro siglas se ‘esconden entre cajas’ los responsables de que podamos ver muchos musicales en España. ATG, con Juan José Rivero y Marcos Cámara a la cabeza traerán a España no solo Wicked. También tendremos muy pronto Los Miserables. Por su parte, Stage, con Yolanda Pérez Abejón al frente, prepara además de la recién estrenada Cenicienta la apertura del nuevo teatro en el antiguo Imax de Madrid. Por su parte, los hermanos Iñaki y Gorka Fernández (LETSGO) nos traerán además de Cabaret el estreno, de la mano de BEON ENTERTAINMENT, de Houdini en escasos días.

Briel González. Ya tenemos príncipe en la Gran Vía para nuestra ibérica Cenicienta. El intérprete, curtido durante unos cuantos años en distintas producciones de teatro musical, ha encontrado su vehículo para brillar. Su melodiosa voz y la luz que desprende en cada aparición son la constatación de que el trabajo duro, el camino de fondo que es esta profesión llega a tener su recompensa.

Cabaret, ¿Otra vez? Sí, en tiempos convulsos es necesario recordar lo que ocurrió en el pasado para no caer en los mismos errores. Una nueva producción de esas que aportan una mirada, una forma de contar, esta vez inmersiva, del clásico está en el Teatro Albéniz y sí, Madrid la necesitaba. Nunca es mala idea volver al Kit Kat Klub a exorcizar nuestros demonios con esta nueva Sally Bowles en la voz y la emoción de Amanda Digón.

Carmen Conesa. Es una de nuestras veteranas más avezadas. Su talento, carisma y TABLAS, así en mayúsculas, eclipsan a cualquiera en escena. Su Fräulein Schneider con ese interés romántico materializado en un estupendo Tony River es uno de los grandes alicientes de este nuevo Cabaret.

Clasismo ‘cooltureta’. No deja de sorprenderme, aunque cada vez ocurra menos y hay compañeros que miman con mucho conocimiento de causa el teatro musical, como ciertos compañeros periodistas del sector cultural siguen mirando ‘por encima del hombro’ a estos espectáculos. A veces lo experimento directamente cuando se les ofrece un tema de teatro musical y otras directamente lo veo con mis propios ojos en un patio de butacas. Me parece increíble que un profesional del periodismo que se dedica a la cultura muestre alguna que otra ‘falta de respeto’ hacia lo que está viendo en plena función que finalmente dado su desinterés termina abandonando. Somos una potencia en esto y nuestro país tiene propuestas para todos, pero está claro que algunas cosas cambian a pasos demasiado lentos.

Cristina Llorente. Ha nacido para ser Glinda en Wicked. Su carisma, vitalidad, comicidad y su poderosa voz que lleva a otro nivel en este musical hechizan al público. El match con su partenaire Cristina Picos como Elphaba es automático. Dos bestias escénicas se suben frente a frente a las tablas del Nuevo Alcalá.

David Serrano. Tras el éxito incontestable de The book of Mormon, otro gran reto se suma a su carrera. Nada menos que llevar a escena por primera vez en España y encima con una nueva producción Wicked. El reto, superado con nota, como nos tiene (mal) acostumbrado el director de Días de futbol. Me quito el sombrero.

Eva Marco. En un trasvase entre el teatro musical más sensu stricto y la lírica está María Callas Sfogato, producción creada por Singus Música, que ahora produce ATG ENTERTAINMENT. Marco es la Callas mitológica, la que resuena en la memoria del espectador. La vinculación de la artista con el personaje -y con su alter ego ‘humanizado’ en la superlativa Mabel del Pozo bajo la acertada dirección de Alberto Frías- llega a grandes cotas de emoción por momentos en un espectador que solo puede ovacionar el buen hacer vocal e interpretativo de Marco. Por cierto, podremos verla junto a otra voz superlativa, Sofía Escobar, en BROADWAY MEETS ÓPERA este mismo mes de octubre en el nuevo Teatro Serrano de Madrid.

Federico Bellone. Tras darle una vuelta a la icónica puesta en escena de El Fantasma de la Ópera, el director de escena italiano se ha acercado a Cabaret. Lo ha hecho como nos tiene acostumbrados aportando una mirada personal del clásico con una reinvención de la puesta en escena que rema a favor de la narración con su inmersivo planteamiento. Deseando ver ya su Houdini en el Calderón.

Felype de Lima. Sus propuestas escenográficas y de vestuario nunca dejan indiferentes. Su inconfundible estilo de gran impacto visual casa a la perfección con los personajes y la sociedad que recrea esta revisión de Cabaret.

Gonzalo Ramos y Pepa Lucas. Hay actores que cuando los ves en escena inevitablemente se te van los ojos, independientemente del protagonismo, hacia ellos. Gonzalo Ramos y Pepa Lucas, que ya trabajaron a las órdenes de Bellone en Bailo Bailo, son ese tipo de actores y cuando los tienes en escena en Cabaret no puedes dejar de admirarlos.

Javier Ibarz. Tiene una trayectoria impecable encima de los escenarios con multitud de musicales a sus espaldas. Su elegancia y presencia impecable en escena hacen de Ibarz el Mago de Oz perfecto con un encanto contagioso en Wonderful que nos lleva a Joel Grey, intérprete que originó el personaje en Broadway en 2003. Una de esas elecciones de cast con las que no hay ninguna duda.

Mariola Peña. Muchos musicales a sus espaldas, pero permítanme decir que esta villana antológica de Cenicienta es el papel con el que más la he disfrutado. Ese humor negro con el que impregna cada glamourosa aparición la convierten en la invitada estrella de Palacio y el público la recompensa con una gran ovación.

Música en directo. Puede sonar a perogrullada pero disfrutar de un musical con música en directo ya no es tan habitual como antaño. Por eso quiero aplaudir el trabajo de dirección musical de Julio Awad en Cabaret, Xavier Torras en Cenicienta y Joan Miquel Pérez en Wicked. Un lujo escuchar el piano de Natasha Belanova en la intimista María Callas Sfogato.

Rodgers + Hammerstein. Son los padres del teatro musical norteamericano. Sin embargo, sus nombres no son en exceso conocidos por el público español. Ojalá ver su nombre destacado en el cartel de Cenicienta sirva para despertar la curiosidad de más de un espectador que seguro vio en su día en ese mismo Coliseum su ‘joya de la corona’: Sonrisas y lágrimas.

Ricardo Sánchez Cuerda y Antonio Belart. Sánchez Cuerda desde la (re)imaginación de la icónica escenografía y Belart desde el vestuario han sabido llevarnos a Oz en Wicked con la maestría habitual de estos nombres imprescindibles de nuestra escena.

Stephen Schwartz. El compositor de Wicked es uno de los pocos que tiene legión de fans en España. a tenor de la función previa que pude ver en que muchos espectadores se acercaron a conseguir su firma y su foto. Se da la feliz coincidencia de que también veremos otro de sus musicales esta temporada, Godspell, tanto el Gran Teatro Pavón en Madrid como en el Teatro del Soho de Málaga con actores como el ganador del Premio Talía Aaron Cobos bajo la batuta de Antonio Banderas. Otro de los hitos de este genio musical es ser parte del renacimiento musical de Disney de la mano de Alan Menken con proyectos tan inolvidables como El Jorobado de Notre Dame. Un absoluto privilegio compartir patio de butacas con este referente del género que con su presencia ‘bendice’ esta renovada versión y que se ganó una larga ovación cuando David Serrano lo presentó al finalizar la función del miércoles pasado.

Wicked. El 10 de junio de 2003 llegaba a Broadway este musical spin-off de El Mago de Oz. Tras un intento fallido por parte de Stage de traer el musical hace unos años, por fin es una realidad la historia de Glinda y Elphaba de la mano de ATG. Mañana viernes 3 de octubre tendrá lugar el estreno del espectáculo tras las previas. Un aspecto interesante en que me gustaría pararme es sin duda el diseño que se ha dado de algunos de los personajes zoomórficos como es el caso de los monos voladores, más en la línea de la cinta El Mago de Oz que del largometraje de Wicked. Con una máscara de estas características siempre es difícil que la interpretación resulte natural, pero Esteban Oliver logra dotar de humanidad al Doctor Dilamond con tantos años de oficio que se notan y mucho.

A tenor de lo visto anoche, la historia de Ciudad Esmeralda en esta estupenda nueva producción tiene pinta de que conectará con un público masivo y que será un absoluto rompetaquillas. La espera ha merecido la pena.

«THE ROCKY HORROR SHOW» supera los 50 en plena forma con Jason Donovan en Barcelona

THE ROCKY HORROR SHOW, el mítico musical de Richard O’Brien, aterriza de nuevo en el Teatre Coliseum de Barcelona, para ofrecer 13 únicas funciones, del 23 de Octubre al 2 de Noviembre. La superestrella australiana Jason Donovan es uno de los platos fuertes de la nueva gira mundial del legendario montaje que se estrenó en Londres en 1973 y que ya se ha convertido en el musical contemporáneo que más tiempo se ha mantenido en cartelera ininterrumpidamente. Las entradas ya están a la venta.

Jason Donovan asumió por primera vez el papel del extravagante Frank-n-Furter en 1998 y ahora, más de 27 años después, se vuelve a poner las medias de rejilla y los tacones para hacer brillar de nuevo el mundo de Frank: «Me siento cómodo y feliz interpretando a Frank a los 56 años. La verdad es que tengo muchas razones para estar agradecido al espectáculo».

THE ROCKY HORROR SHOW explica la historia de dos ingenuos universitarios: Brad y su prometida Janet. Cuando, por un giro del destino, su coche se avería fuera de una mansión desgarradora mientras se dirigen a visitar a su antiguo profesor universitario, conocen al carismático Dr. Frank-n-Furter. Una aventura que nunca olvidarán, llena de diversión, juegos, disfraces y frivolidad.

Con un elenco original procedente del West End de Londres integrado por quince actores y actrices acompañados por la música en directo de The Rocky Horror band, las representaciones de THE ROCKY HORROR SHOW son una fiesta garantizada, que combina ciencia ficción, terror, comedia y música, a la vez que fomenta la participación del público, lo que significa, por supuesto, vestirse con los disfraces más extravagantes.

Dirigida por Christopher Luscombe, la producción cuenta con una banda sonora que incluye canciones que ya son unos clásicos de la cultura pop como -Sweet Transvestite, Damn it Janet o Time Warp-, ha sido interpretado por grandes estrellas, como Susan Sarandon, Russel Crowe, Tim Curry, Jason Donovan o Meat Loaf. Algunos de ellos trabajaron también en la película de culto The Rocky Horror Picture Show, dirigida por Jim Sharman con guion del propio Richard O’Brien, que en el filme encarnaba el papel del mayordomo Riff Raff que ya había interpretado en el primer montaje teatral.

ESPAÑA TUVO SU PROPIO ‘ROCKY AUTÓCTONO’ QUE ROMPIÓ MOLDES PARA LA ÉPOCA

A pesar de las múltiples versiones «canta conmigo» de la película que cada Halloween proliferan por España, no es un musical especialmente habitual en la cartelera de nuestro país. Por eso llama tanto la atención que el estreno en castellano de este musical fuera precisamente aquí. Nada menos que en septiembre de 1974 la obra llegaría a Madrid a la discoteca Cerebro. Consiguió pasar la censura al ser mucho más ‘blandita’ con los espectáculos que se producían en salas de fiestas, discotecas y cabarets. En el reparto estaban Pedro Mari Sánchez y la mítica Mayra Gómez Kemp (y hasta aquí puedo leer). En la Ciudad Condal, donde podremos ver el musical ahora, se han producido varios montajes como el de Ventura Pons y el último en 1996 de la mano de Ricard Reguant.

Dudamel hace historia en el Liceu con un memorable West Side Story

Fotografías: G.T.D.L/DAVID RUANO

Parece ser que Leonard Bernstein concibió West Side Story, que cuenta con el legendario Stephen Sondheim como letrista, como una ópera, pero los gustos del público americano hicieron que se decantara por las formas del imperante y exitoso teatro musical de Broadway. Sea o no así, queda claro por las dos noches de éxito (hoy harán la segunda) que este título, al igual que otros muchos, encaja y mucho en la programación de un coliseo lírico de la categoría del Liceu. Bajo la batuta de Gustavo Dudamel ha llegado como cierre de excepción esta versión en concierto y con voces líricas del que quizás sea el musical más apreciado en el imaginario colectivo por el público general.

Desde luego uno de los grandes atractivos de la noche era ver al estupendo Juan Diego Flórez como Tony, volviendo de alguna forma a un registro menos lírico y más en sintonía con sus comienzos. De Nadine Sierra como María es imposible no encandilarse con su melodiosa voz. Encarna a la perfección a un personaje al que se entrega en cuerpo y alma. Bellísimos momentos los que nos regaló a dúo con Flórez, donde demostraron una química innegable y sacando lo mejor de ambos también a nivel vocal. La mejor María posible. Sin duda.

La relación de Gustavo Dudamel con esta partitura es intensa, la conoce muy bien y se nota. Tal es así que nada menos que Steven Spielberg lo llamó para ser el director musical de su remake. En esa nueva visión del clásico, por primera vez Somewhere, una de las joyas de la corona de Leonard Bernstein, cayó en manos de un personaje distinto. En este caso con guiño al reparto original. Fue Rita Moreno, la Anita original del cine, la que se encargó de este tema en esta revisión cinematográfica. De alguna forma, en este caso con guiño al público liceísta, ocurrió algo parecido en el Liceu. De repente y sin previo aviso fue Sondra Radvanovky que a modo de aparición estelar nos regaló un Somewhere delicioso, delicado, íntimo y lleno de matices. Una interpretación para el recuerdo de los afortunados espectadores que pudimos escucharla.

También tengo que destacar a Jarrett Ott como Riff. Impecable y con la picardía necesaria Isabel Leonard como Anita. Ella junto a sus amigas en América llevaron al momento más lúdico del concierto, cuando se vio dentro del siempre rígido ambiente de un teatro lírico algún movimiento de hombros entre el respetable. No me quiero olvidar del impecable trabajo de la orquesta y el coro del Liceu que engrandecieron aún más la música de Bernstein.

Quiero cerrar esta crónica con una imagen del poder evocador de la música con una jovencita con capacidades “especiales” que emocionada por la música pasó seguramente una de las mejores noches de su vida. Y yo feliz de compartir butaca con ella desde esa pasión y ese amor puro por la MÚSICA en mayúsculas. Ojalá más veladas así en el Liceu en que dar el peso que se merece al TEATRO MUSICAL, así con mayúsculas. Al final, ovación merecida de más de 10 minutos del público liceísta. Una noche para el recuerdo.

La noche en que Bill Murray se acordó de sus amigos de Chinchón

Bill Murray lleva unos días por Madrid con motivo de su actuación en el Teatro Nuevo Apolo este viernes y los distintos bolos que le llevarán a varias partes de España. Podrán verlo aún -y no puedo recomendarlo más- en el Teatro Arriaga de Bilbao el 19 de junio, tendrá doble cita en las islas: el Auditorio Alfredo Kraus (15 de junio) y el Espacio Laurel de Indias (17 de junio) y también pasará por el Teatro del Liceu de Barcelona el 21 de julio. Todo gracias al Festival Veranos del Taoro que nos ha hecho el regalazo de tener a Bill Murray en diferentes partes de España.

Como si de una anécdota de esas inverosímiles que cuentan de él se tratase, tuve un curioso encuentro con él por las calles de la ciudad a primera hora del jueves que me es inevitable mencionar: ¿Cuántas veces te vas a encontrar en tu barrio a una estrella que forma parte de toda tu vida cinéfila buscando una calle en un móvil pre-smartphone? No llevaba patatas fritas encima, así que no tuve la experiencia de que me robara alguna y saliera corriendo, pero se queda para mi recuerdo este imborrable momento. Me preguntó por una calle y encantado atendió al selfie que le pedí con sonrisa a pesar del jetlag. Desde luego no hizo suyo aquello de «never meet your heroes o nunca conozcas a tus ídolos». En su entrevista en El Hormiguero le preguntó Pablo nada más empezar si había andado por Madrid y dijo que poco y que cuando se camuflaba se ponía unas gafas. Casualidad mágica pues que me lo encontrara y sin gafas.

Pero vayamos al tajo… o no, como todo lo que tiene que ver con Murray, ¿Qué relación tiene el protagonista de El día de la marmota con Chinchón? Spoiler: W.A. Para saberlo tendréis que leer esta crónica completa tan anárquica como el propio Bill, aunque admito que sobre el escenario me sorprendió siendo asombrosamente disciplinado y ejemplar.

Se apagan las luces, no se escucha nada durante unos segundos y de repente se cuela el micro de Bill y empieza a echarse una buena risotada. Pero, ¿Qué diablos ha venido a hacer a Madrid este genio y figura? Como comenté en un post anterior: «New Worlds es una preciosa velada de música, literatura y poesía, que Bill Murray interpreta íntegramente en inglés, acompañado en el escenario por el citado Jon Vogler. También participan en el espectáculo la violinista Mira Wang y la pianista Vanessa Pérez». Hasta aquí lo meramente informativo.

El nominado al Oscar por Lost In Translation durante el espectáculo interpreta distintos textos, pero lo que más disfruta seguramente el público es cómo se toma el tema musical. Más aún cuando hace partícipe al público. En sus intentos de ‘chapurrear’ español confesó que la única que se sabía era ¿Qué será, qué será? que el público -ecléctico con parte de ellos que no sabían ni lo que venían a ver y celebrities como Dani Martín, Ara Malikian y María Hervás entre el respetable- coreó con ganas.

Entre los momentos estelares está sin duda cuando Mira Wang -con la que tiene una estupenda química, con algún que otro cuchicheo al oído y baile- junto a Vanessa Pérez y Jon Vogler se dejan llevar por la locura etílica para descubrir que el que estaba bebido era ¡el piano! Momento ideal para sacar la hilaridad de nuestro querido Bill.

Episodio aparte merece el apartado dedicado a West Side Story que comienza con un Somewhere que lleva más a la emoción que a lo meramente vocal. Con I feel pretty el público se encuentra con el Bill Murray que esperaba ver con su expresividad y comicidad en estado puro y ya con América se atreve incluso a hacer algún ingenioso y actual cambio en la letra que el público aplaude. Aún quedaba el momento en que Bill lanzó rosas al respetable cuando bajó del escenario, pero un momento ¿Y Chinchón?

«Hola mis amigos de Chinchón». Seguro que más de uno pensó que era una gracieta sin más como aquella en la que «le doy las gracias a la reina Isabel por pagar a Colón», pero no. Este saludo tenía mucho sentido. Su buen amigo Wes Anderson rodó Asteroid City allí. No lo busques, no está en el cast, pero le pareció una buena idea al bueno de Bill pasarse por allí a acompañar -como si no hubiese suficientes estrellas. Casualmente Sonia Gascón, una actriz española que hace nada se subía a ese mismo escenario con Gypsy, me comentaba que lo había conocido en ese rodaje. Este New Worlds ha sido el primer espectáculo tras acabar el musical de Banderas allí y antes de dar la bienvenido al espléndido Libre el musical de Nino Bravo, favorito a los PremiOFF con 7 nominaciones, que llegará el 9 de julio al mencionado Teatro Nuevo Apolo.

Y hasta aquí puedo leer. Una noche memorable con el genio y figura de Bill, que recomendaría a cualquier espectador de las futuras plazas de esta gira tan especial, ¿Quién sabe si no terminarán protagonizando en su ciudad una de esas míticas anécdotas que sobrevuelan la leyenda de este mito del cine?

«El día de la marmota»: ¿Se les ocurre algo más hermoso que ver nevar en un teatro?

Un artículo patrocinado por CARLOS RIVERA COMUNICACIÓN

Admito que me enfrenté a la adaptación musical de una de mis comedias favoritas con precaución. A priori, esta historia no me convencía en exceso para trasladarse al formato musical. Además, la partitura a manos de Tim Minchin, responsable de Matilda, tampoco me llamaba especialmente la atención. Desde luego no es Stephen Sondheim, Andrew Lloyd Webber, Alan Menken ni Stephen Schwartz, mis predilecciones en el género. Su música nunca me ha tocado especialmente, aunque el musical de Matilda sea una preciosidad. Para mí, la mayor garantía la verdad venía de la mano de la productora Nostromo, con Jordi Sellas a la cabeza, que nos ha hecho ya un buen puñado de regalos a los amantes del género en los últimos años como los extraordinarios The Producers, Cantando bajo la lluvia, La Jaula de las locas, Casi Normales y -me quedé con las ganas- La tienda de los horrores.

Se abre el telón y pronto cambio el chip y aunque parezca imposible es gracias al bellísimo opening number, que hace las veces de leitmotiv musical. En Pot sortir el sol, un bellísimo número de apertura poco convencional en el que priman las voces por encima de la espectacularidad de otros musicales de gran formato. Una declaración de intenciones de un espectáculo que no juega a las grandes ilusiones, sino a las emociones que destilan unos personajes que traspasan la gran pantalla para hacerse carne en la piel de un puñado de espléndidos intérpretes. Desde Roc Bernardi, en un cambio de registro total tras Aladdin, a la Diana Roig con su voz melodiosa que parece haber nacido para el personaje. No me olvido de los secundarios con sus personajes característicos que ni nuestro Berlanga vaya. Me refiero a Oriol Burés, Marc Gómez o Ernest Fuster que con sus tablas hacen de cada pequeño personaje, un ser con entidad propia.

Uno de los aspectos que siempre se pone sobre la mesa al adaptar una película a teatro musical es cuánto de fiel se es o no a la película. Desde experiencias más literales y pegadas al celuloide como Dirty Dancing a musicales que expanden la historia y la complementan como la excelente Regreso al futuro. Afortunadamente, El día de la marmota está en este segundo grupo. Vemos prácticamente todos los momentos icónicos de la cinta protagonizada por Bill Murray -algunos con pequeñas modificaciones -, pero además profundizan en los personajes secundarios para llevar al libreto hasta la duración estándar de un musical.

Un asunto que me creaba curiosidad es cómo iban a reflejar las repeticiones temporales. Desde luego están muy bien escenificadas con el paso de las nubes en pantalla o rotando la casa. Todo cuidado al milímetro bajo la producción de Nostromo. En esta ocasión, Llácer no se ha podido encargar de la dirección escénica, que ha recaído en las sabias manos de Enric Cambray que ha sabido sacar partido a cada situación y cada personaje con inteligencia escénica. No me quiero olvidar de la banda en directo que saca matices a cada nota bajo la dirección musical de Manu Guix.

Muy agradable sorpresa este El día de la marmota, sin duda. Solo estarán hasta el 22 de marzo en el Teatro Coliseum y sí, al final termina nevando, ¿Se les ocurre algo más hermoso que ver nevar en un teatro?

Marta Ribera: Una memorable Madame Rose que ya es historia del musical en el Soho de Banderas

Un artículo de Carlos Rivera Díaz patrocinado por Carlos Rivera Comunicación

Fotos de escena: David Ruano

Imelda Staunton, Bette Midler, Patti Lupone, Angela Lansbury, Ethel Merman y hasta Barbra Streisand luchó por ser Madame Rose en el cine. Por fin, en España tenemos nuestra versión ibérica. Nada menos que Marta Ribera. Nadie como Antonio Banderas, que está haciendo una encomiable labor de traer el mejor musical clásico a España, para dar a la actriz el papel de su vida. Gypsy es una realidad en el malagueño Teatro del Soho y es un motivo de celebración para los que amamos el género. Nunca Málaga estuvo tan cerca de convertirse en un lugar de peregrinación de los musicaleros cual Broadway ibérico. Los motivos os los cuento tras mi visita el pasado martes, en un día particularmente complejo, a este musical que sin duda junto a Los Pilares de la Tierra marcan la temporada teatral 2024-2025.

Marta Ribera, una carrera a la altura de uno de los grandes personajes de la historia del musical

No toda actriz podría interpretar un personaje de la altura de la protagonista de Gypsy. Haría falta un artículo entero solo para citar los trabajos en el musical de Marta Ribera. De Cabaret a Chicago pasando por el reciente Bailo, Bailo. De Spamalot a Grease o Jekyll y Hyde, donde compartió escenario con Raphael al que entregó el Premio del Teatro Musical de Honor. No me olvido de Company, donde conoció a Banderas que se enamoró de su trabajo. Ahora se une a la nómina de grandes divas del musical para interpretar a esta como diríamos popularmente en España «madre de la Pantoja». Un ser perdido que centra sus frustraciones artísticas en sus hijas para intentar que ellas triunfen, pero ¿Qué es el éxito? Estar en escenarios de mala muerte, de puerto en puerto como punto de enlace con un quimérico escenario de Broadway. Marta Ribera nos regala el trabajo de su vida. Aún teniendo un montón de rolles protagónicos a sus espaldas uno no puede dejar de constatar al verla respirar en la piel de su Madame Rose que este no es un personaje cualquiera. Exige por supuesto ser una excelente cantante, pero ante todo exige la verdad de una ACTRIZ que interpreta a una madre que se dirime entre el amor propio madre-hija y su ambición desmedida por conseguir el reconocimiento, ese aplauso que puede convertirse en el mayor veneno para un artista. Sobre el escenario del Soho Ribera nos deleita con algunos números que son ya historia del musical como Everything’s Coming Up Roses. Tanto es así que después de verla solo podemos constar que Antonio Banderas ha hecho la elección perfecta para este papel que cuenta además con dos excelentes apoyos en las hijas, las estupendas Laia Prats y Lydia Fairén, y en el amor de la vida de la protagonista, en manos de un impecable Carlos Seguí.

Un elenco a la altura de uno de los grandes musicales de la historia

Aunque el peso ‘cantante’ y nunca mejor dicho recae en la protagonista, tengo que aplaudir a todos y cada uno de los miembros del cast del musical. Desde luego, los personajes les van como anillo al dedo. Quiero empezar hablando de alguien que ha estado desde el principio del Teatro del Soho. Aaron Cobos ha estado en A Chorus Line, Godspell y ahora en Gypsy. Su Tulsa está lleno de una contagiosa energía y luz que traspasa el escenario con su número musical en el que nos vuelve a demostrar sus excelentes cualidades como bailarín. Tanto es la confianza de Banderas en el intérprete que ejerce también como capitán de baile y asistente de dirección. Merecido sin duda.

Dicen que no hay papeles pequeños, solo hay artistas pequeños. Desde luego es así cuando tienes a tres inmensas intérpretes juntas, pero no revueltas en el escenario. Marta Valverde es una de las grandes de nuestro musical – de hecho próximamente hará algunas funciones como Madame Rose- y siempre lo demuestra con su derroche de energía encima del escenario. Poco más que decir por ejemplo de una veterana como Carmen Conesa, también cover de Rose, y de Lorena Calero que lleva figurando en las carteleras de nuestros musicales muchos años con sobresaliente resultado. Verlas en escena es un absoluto deleite con su simpatía y buen hacer. Un verdadero trío de ases que saben sacar partido como actrices con muchas tablas que son de sus minutos sobre el escenario del Teatro del Soho.

Quiero mencionar algunos nombres más del cast. En primer lugar, otro repetidor con Banderas, Paco Morales, que ya estuvo en Company y ahora interpreta con sumo acierto al canalla Cigar. Me encantó ver también sobre el escenario a Germán Torres con su carisma contagioso habitual, Begoña Álvarez que con su sola presencia siempre cautiva y Chemari Bello, presente además en uno de los números más icónicos del musical como padre de la protagonista y después como Mr. Goldstone en una de las escenas más divertidas del espectáculo. Tampoco me olvidó del número divertidísimo de Hugo Ruiz ni del como de costumbre impecable Andrés Navarro. Además de los repetidores en el elenco, no faltan en el espléndido equipo de Banderas en el Soho nombres habituales como los de Borja Rueda con sus vistosas coreografías junto a las de Jerome Robbins, Roser Batalla en la estupenda traducción de las letras de la canciones, la simbólica escenografía de Alejandro Andújar en la que los telones son protagonistas, la iluminación siempre acertada capaz de crear ambientes únicos de Juan Gómez-Cornejo y Carlos Torrijos. Capítulo aparte merece el colorista y ecléctico vestuario de Antonio Belart y Rafael Garrigós. Al frente de la producción Marc Monserrat-Drukker con Eva Font como adjunta a la dirección de producción y Joan María Segura como ayudante de dirección y director residente.

No me quiero olvidar de la impresionante orquesta dirigida por Arturo Díez Boscovich que saca oro de la partitura con la friolera de 26 músicos desde la impresionante obertura en la que podemos ver además a toda la compañía en una especie de desfile de artistas circenses de lo más impactante. Palabras mayores. Precisamente en la noche del martes se puso en valor el trabajo de los músicos al recordar a Txema Cariñena que estuvo en Company y que tristemente acaba de fallecer.

Al final de la función un espectador al descubrir a un Banderas sonriente con el resultado de su criatura escénica viendo la función exclamó: «¡Gracias Antonio por traer a Málaga espectáculos de este nivel!» Me uno al entusiasmo. Su amor y entrega al género no va a hacer más que traernos regalos en forma de musicales como este sobresaliente Gypsy. No fue una función fácil, el teatro late al compás de la vida y esa noche la partida de Txema Cariñena y la inminente llegada de la Dana a Málaga, con mensaje casi simultáneo a la compañía a la salida cuando charlaba con ellos, hizo que la preocupación sobrevolara el ambiente. Como bien sabemos, el espectáculo debe continuar y una noche más la compañía dejó por 3 horas las preocupaciones afuera de los espectadores para hacer lo que mejor saben: Emocionarnos.

La Ciudad Esmeralda cobra vida en la exposición inmersiva de WICKED

Un artículo de Carlos Rivera Díaz patrocinado por Carlos Rivera Comunicación

El Palacio de Santa Bárbara de Madrid acoge una exposición muy especial con motivo del estreno el próximo viernes 22 de noviembre de Wicked. La visita, con entrada gratuita, nos sumerge hasta el 24 de noviembre en el vestuario de una de las películas del año. Estuvimos en la inauguración de la exposición en un tour muy especial en el que conocimos algunos detalles de la producción de este esperado musical de la mano del amable equipo de PR de Universal y Way To Blue.

A la entrada, seguimos el camino de baldosas amarillas y encontramos una reproducción de los tulipanes que estamos seguros brillarán en la gran pantalla. Uno de los elementos esenciales de esta cinta es que se ha intentado que los espacios sean lo más realistas posibles en esta era del CGI en que todo está hecho por ordenador. Así, para la película se cultivaron nada menos que 9.000.000 de tulipanes.

Nos sumergimos ya en el Palacio de Santa Bárbara para ir descubriendo los secretos de este mundo fantástico. En una de las salas entramos de lleno en la Universidad de Shiz que está inspirado en la Exposición Mundial Colombina de Chicago de 1893, recuperando así la inspiración original de Ciudad Esmeralda en el libro de L. Frank Baum. Allí además de disfrutar de algunas piezas de vestuario, los asistentes podrán convertirse por arte de magia en un alumno de la Universidad.

Uno de los objetos estrella de esta exposición es la escoba de Elphaba que está fabricada con raíces de mangle entrelazados. En la Sala del Trono del Mago, encontramos la impresionante reproducción de la inmensa cabeza mecánica del Mago.

Tampoco faltará su vestuario que parece ya predestinado a convertirse en icónico para los amantes del universo OZ e incluso una reproducción del Expreso de Ciudad Esmeralda.

Para acabar no quiero olvidarme de los icónicos vestuarios de Glinda y Elphaba que sin olvidarse del referente teatral original dan una nueva dimensión de sus personalidades a través de su aspecto. La imagen de Elphaba es austera, rígida y angular, mientras que Glinda encarna lo refinado.

Solo podemos recomendar esta exposición del universo de Wicked que no hace más que aumentar las ganas de ver en pantalla grande esta historia mágica. Podéis verla en el imponente Palacio de Santa Bárbara de Madrid (Calle Hortaleza 87) en los siguientes días y horarios: Sábado 16 y domingo 17 de noviembre de 11h a 21h, de lunes 18 a viernes 22 de noviembre de 11h a 15h y de 17h a 21h y el Sábado 23 y domingo 24 de noviembre de 11h a 21h.