Aunque nunca se sabe en esta ajetreada temporada, esta será una de las últimas entregas de Una temporada a ritmo de musical -aún faltan por ejemplo Rent en el Fernán Gómez desde el 23 de diciembre o ya en 2026 Ànima en Barcelona y El otro lado de la cama en Madrid. Es por eso que he querido poner en valor los grandes espectáculos de teatro musical familiar y también ampliar el foco más allá de Madrid en una entrega que transita entre los recuerdos, la emoción y la comedia. Como la vida misma… el buen TEATRO MUSICAL es un espejo que nos refleja.
Adultos niños o cuando la verdad teatral supera a la ficción. Tanto en El hilo invisible como enGermans de Sang y Christmas Dreams tenemos intérpretes adultos haciendo de niños y no siempre es fácil, pero las acertadas direcciones de actores hacen que no nos chirríe. Es tan hermoso lo que crean actores como Albert Salazar en Germans de sang, Alfonso Marsán en El hilo invisible y Alba Rodríguez en Christmas Dreams que nos hacen ver en su mirada la ilusión infantil mezclada con una emoción que traspasa el escenario.
Barcelona y Bilbao, cuando el foco también nos lleva a otros puntos fuera de Madrid. En un momento en que la capital de España se ha convertido en la tercera ciudad del mundo en producciones de teatro musical, es importante acercarse también a otros focos de producción. Tras ver este año brillantes producciones provenientes de Valencia como Libre, el musical de Nino Bravo que esperamos volver a ver en Madrid en 2026, me he acercado a Barcelona y pronto lo haré al Euskalduna de Bilbao para el estreno de El mago de oz, del que os hablaré en su momento. Sí, cada vez más puntos de España estrenan producciones de teatro musical y es importante ponerlo en valor.
Christmas Dreams, TEATRO MUSICAL FAMILIAR en el mejor sentido de la palabra. Estamos hartos de ir a ver espectáculos vendidos como «familiares» en los que el adulto aprovecha para echar un vistazo a mensajes o incluso -vaya falta de respeto- echarse una cabezada. Con la inteligencia de quien sabe muy bien que su público es tanto o más el adulto que el niño, Christmas Dreams en el Teatro Rialto de Madrid juega a la baza del humor para llegar a todos. Con un Fabio Arrante lleno de chispa y desparpajo y un reparto que lo secunda brillantemente, el adulto disfruta tanto o más de estos «sueños de Navidad» en los que el pequeño se queda fascinado por el color, el vestuario, las proyecciones inmersivas marca Provocador Producciones y por supuesto las melodías. Además se presentan unas canciones, originales, que conectan con esos musicales que se han quedado en la memoria de varias generaciones y que el público recibe con entusiasmo con ovaciones en pie al final de la representación. Desde luego, el Premio Teatro Musical a mejor musical familiar, recogido por el productor donbenitense Juan Carlos Parejo, no podía ser más merecido y apropiado.

El Hilo Invisible, cuando las emociones traspasan el escenario del Teatro Alcázar. Todos tenemos un hilo invisible que nos une a los que más nos quieren. Bajo esta premisa, presente en el libro en el que se basa, la compañía Viu el teatre articula un espectáculo íntimo, que habla de tú a tú al espectador grande y pequeño -que importante es insisto que se atienda también a los adultos, aunque el público primordial sean los peques. Cuenta con unas canciones dinámicas y potentes -compuestas por Victor Arbelo y Alicia Serrat de la mano de Daniel Anglès en la dramaturgia y letras- también en lo dramático cuando así se precisa- ojo a No sé qué me pasa que trata un tema creo que inédito en el teatro familiar. El doble reparto con nombres como Paula Mori -a la que pude ver además en su maravilloso debut alternándose con la siempre estupenda Nerea Rodríguez, Beth – ahora de nuevo en la producción catalana y sustituida por Maria Virumbrales- se entrega a sacar adelante esta hermosa historia ante un público entregado.
Germans de sang, un verdadero CLÁSICO del género demasiado poco conocido en España. A pesar de las diversas producciones en Cataluña y la que puso en pie en 2001 todo un pionero de los musicales, el desaparecido Luis Ramírez, protagonizada por Marta Ribera, siento que este musical no ha llegado al público del género lo suficiente en nuestro país. Cuando uno ve este espectáculo sabe al acabar que ha visto un título de esos que marcan, con esa historia dramática que llega a lo más hondo del alma humana. Esta producción dirigida por todo un experto en la materia, Daniel Anglés, está emocionando al público catalán en el Teatre Condal tanto que al finalizar la función que vi una joven espectadora no podía parar el llanto descontrolado ante el consuelo de su pareja. Una historia de vida que atraviesa, que toca al espectador con uno de los finales más impactantes, a pesar de que se nos avance desde el comienzo, que he visto en mucho tiempo en un teatro de la mano de una intérprete, Mariona Castillo, que con un dominio vocal increíble sabe llevar la emoción al límite sin perder por el camino la afinación de una sola nota. Simplemente memorable.

Glorious o cuando Marta Ribera se convierte en la mejor peor cantante del mundo. Aunque Glorious no sea un musical como tal, quería incluirlo al contar con todo un referente del género como ella. Además la música está muy presente. Marta Ribera tenía el reto de ‘desaprender’ a cantar para no dar una sola nota. Para alguien que nos tiene acostumbrados a la excelencia desde luego ha tenido que ser un reto. Lo coge con ganas y desde ese texto cómico estupendo de Peter Quilter que es desternillante incluso para una persona que no habla catalán como el que aquí se lo cuenta. Del estupendo reparto que la secunda, incluido el notable debut teatral de Ramon Gener, quiero detenerme en alguien con muchas tablas en la comedia y el musical: Meritxell Duró, digna adversaria de nuestra diva en sus intervenciones bajo la mano maestra de la comedia de Paco Mir. Vayan a verlos al Teatre Polioroma, pasarán una tarde de risas… Gloriosas.
Inclusivo. «Siempre he pensado que las diferencias son lo que nos hace únicos, que podemos hacer las mismas cosas que el resto pero encontrando otras formas de hacerlas» (Ferran Soler). Germans de Sang incluye en su reparto a un actor que quizás no veríamos en un musical hace un tiempo. Siempre voy a poner en valor ver todo tipo de personas en los elencos, solo primando su talento por encima de condicionantes físicos. Felicidades a Daniel Anglés por incluir en su reparto a Ferran, estoy seguro que este cantautor independiente y actor que se autoproduce sus propias canciones va a tener un largo recorrido en los escenarios.
Los Miserables, Madrid pedía a gritar la vuelta a las barricadas. Es emocionante ver brillar de nuevo la marquesina del Apolo- teatro donde se estrenó la primera producción del musical auspiciada por Plácido Domingo- con Los Miserables. En estas tres décadas, Madrid se ha convertido en la gran capital de los musicales en castellano y desde luego el germen estuvo ahí. Sobre el escenario del Apolo podemos disfrutar de un reparto ‘rejuvenecido’ donde brillan desde los protagónicos hasta un emsamble sembrado – qué maravilloso ver de nuevo en escena a Guillermo Sabariegos -vinculado más a la producción en los últimos años con musicales como Stranger Sings– dando la primera línea cantada solista del musical. Los Miserables es por derecho propio uno de los acontecimientos de la temporada. Adrián Salzedo – ese Sálvalo es realmente memorable, tanto como su constancia en este oficio- y Pitu Manubens -no podía haber un Javert con más presencia y derroche vocal a los características Thénardier- lo de Malia Conde y Xavi Melero es química pura con estos «descargos cómicos» que se ganan el cariño del público de principio a fin al igual que el estupendo Marius de Quique Niza, al que hemos visto literalmente crecer como actor desde Grease. Al final, público en pie y butacas llenas a diario, sí, Madrid quería volver a sumergirse en las barricadas y tendré que regresar para ver a Carlos Solano -ya presente en las dos producciones anteriores- como alternante de Val Jean de su hermano Adrián Salzedo.

Los padres también pueden disfrutar con un familiar. Sí, señoras y señores, a veces los padres también pueden conectar con los mismos espectáculos que los peques. Da gusto pasarse por el Rialto a ver Christmas Dreams y por el Alcázar con El hilo invisible. Ni un WhatsApp miran -como debería ser siempre-, ¿Cuál es la clave? Pensar en que el niño va con adultos desde la concepción de la obra. Y sí, se puede conseguir. Al final, el aplauso del padre es incluso mayor que el del niño. Un recuerdo compartido que con suerte cuando pasen los años conservarán en la memoria de ambos.
Los Pilares de la tierra afronta su segunda temporada demostrando que se pueden hacer musicales de gran formato marca España. Cuando Beon Entertainment se «atrevió» a hacer una producción como El médico, la incredulidad reinaba en nuestro país ante tamaño reto. Años después, el equipo liderado por Dario Regattieri dobló la apuesta que este Los Pilares de la tierra, una de las producciones más grandes vistas en Madrid en años. De nada serviría la impresionante escenografía de Ricardo S. Cuerda o el siempre impecable vestuario de Marietta Calderón sin un reparto que sepa contar esta historia. Quiero destacar el trabajo de Alba Cuartero como Aliena, impecable a nivel vocal e interpretativo- que de la mano de compañeros como Rodrigo Blanco, el siempre imponente Julio Morales, Angels Jiménez, Joseán Moreno y Alberto Vázquez entre otros nos cuentan esta historia con claridad -gracias a la dramaturgia de Félix Amador y la música de Iván Macías. Lo que ocurre desde sus butacas en una escena primordial -no haré spoiler- lo dejo para que lo averigüen en el Teatro Gran Vía y me lo cuenten a la salida. Lo dicho, sí, podemos hacer grandes formatos made in Spain.
Hoy el público parece que está ‘pintado’. A veces sufro pensando en los actores. No todas las funciones son iguales y es que sí, señores, el público y más en comedia hacen la función. Menos mal que las tablas y el talento de intérpretes como los de Glorious! hacen que los que no estamos ‘pintados’ podamos disfrutar de sus trabajos. Así que ya saben para la próxima que su respiración, su emoción y sus risas construyen también la función.
Oliver Twist, el musical de los niños olvidados: Tras Los Chicos del coro siguen las emociones para todos. La productora detrás de la excepcional historia de los niños cantores repite la fórmula de espectáculo con niños protagonistas, aunque también los adultos brillen y de qué manera. Rubén Yuste encuentra en Fagín un vehículo para demostrar las tablas que lleva detrás un intérprete que es carne de musical. En el amplio reparto demostrando que más vale una frase bien dicha o siendo de esos actores ‘roba escenas’ cual cine de Berlanga quiero destacar el inmenso trabajo de la siempre delicada Marta Malone, Manu Rodríguez, Tomy Álvarez, los temibles Andrés Navarro y Natán Segado y por supuesto Fran del Pino que siempre lo da todo en escena. Esta gran historia está contada de la mano de la dramaturgia de Pedro Víllora, la música original de Gerardo Gardelín, la coreografía de Luis Santamaría y la dirección de escena de Juan Luis Iborra entre otros creativos. No quiero acabar sin destacar la imponente y realista escenografía de David Pizarro y Roberto del Campo -toda corpórea sin la IA campando en detrimento de la creatividad. El trabajo de todo el equipo brilla sobre el escenario del Teatro La Latina.
Sondheim x Sondheim: Gracias Mario Gas por hacerme amar el teatro musical como lo hago. Antes de entrar en la intrahistoria de este pequeño canto de amor a uno de los GRANDES -y aquí no sobra una mayúscula, déjenme que les ponga en un antecedente personal. En 2008, cuando llevaba unos diez años viendo musicales en España, me acerqué al Teatro Arriaga de Bilbao a ver un musical que sin duda cambió mi percepción del género. Ese título era Sweeney Todd con dirección de Mario Gas. Algo cambió en mi interior como espectador, creo que desde ese día amo más profundamente y desde otro lugar el teatro musical. Después pude ver su Follies en el Español. De nuevo Gas y Sondheim, tándem ganador. El otro día en el estreno de este pequeño regalo que nos ha hecho Mario, Sondheim x Sondheim, de repente se abrieron ante mí dos álbumes de recuerdos de esos montajes tan especiales.

En escena, un elenco o mejor una troupe teatral a lo Follies liderada por el propio Gas: Pep Molina, Vicky Peña, Xavier Ribera-Vall, Muntsa Rius, Teresa Vallicrosa, Xavi Fernández, Pep Pladellorens y Alberto Lisinicchia con música en directo. Con la narración del propio director a caballo entre el catalán y el castellano -dependiendo del idioma de la canción- se nos presentan momentos memorables de sus montajes de Sweeney Todd, Follies y A little night music. También hay tiempo para algún ‘regalito’ extra como la recreación de lo que ocurrió con Sunday in the park with George a la muerte de Sondheim, al que dedicamos un amplio reportaje con la participación de Gas y Muntsa Rius -que tiene uno de los momentos más emotivos del espectáculo con Follies– entre otros muchos y que cuenta la intrahistoria de algunos de los momentos que sobrevuelan a este montaje exquisito e íntimo en el recién inaugurado Teatre La Fábrica de Barcelona. Al final de su estreno, volví a recordar que por momentos tan vibrantes como este amo este género como lo hago. Gracias Mario, ojalá pronto los caminos de Sondheim y el tuyo se vuelvan a unir. De momento, tengo el sueño de que este pequeño bombón escénico se vea también en Madrid, aquí lo dejo por si acaso.







































