En esta nueva entrega de este repaso diferente a la cartelera del teatro musical que podemos ver en España en esta intensa temporada nos adentraremos también en las propuestas que han llegado a Barcelona: Tootsie, Rocky Horror Picture Show, L’amor venia amb taxi y con guiño a El fantasma de la ópera en su primera vez en la Ciudad Condal. En Madrid como siempre no solo nos centraremos en el gran formato con Houdini, también habrá hueco para El Camino, para el primer aniversario del exitoso Asesinato para dos, el público familiar y alguna auténtica Fiesta con giro de melena incluida.
Del Apuntador a la comedia de tresillo o L’amor venia amb taxi. La Cubana nos lleva en su nuevo espectáculo, el primero que veo en catalán, al universo del teatro amateur catalán. Lo hace con la historia de una compañía que monta una obra muy representada por los grupos de aficionados del siglo pasado: L’amor venia amb taxi. No esperen ver ese texto como tal -que a los ojos actuales resultaría tan anacrónico como una película ibérica de ‘suecas’. El espectáculo, un musical a la catalana en toda regla con música en directo incluida, nos hace viajar a un tiempo en que el apuntador -esa figura que se escondía en la ‘concha’ para chivar los textos- era esencial. Como es habitual en La Cubana se reivindica ese teatro popular que les ha llevado a estar tantas décadas llenando de risas los patios de butacas. En ese sentido, el summum del ‘chou’ es el número dedicado a la comedia de tresillo, ese teatro popular que tenía como elemento escenográfico estrella ese conjunto de sofá y dos sillones que combinan entre sí llamado tresillo y que a los más jóvenes les sonará a chino. Eso sí, no les hará falta saberlo para disfrutar de esta genial comedia musical made in La Cubana.
Asesinato para dos, un año de éxito. Cada fin de semana, los Teatros Luchana se ponen en pie para aplaudir el TALENTO de dos únicos intérpretes, Dídac Flores y Mikel Herzog Jr. El multipremiado musical dirigido por Zenón Recalde con dirección musical de Gaby Goldman y producción de El Tío Caracoles llena de carcajadas cada función. Con un poquito de Agatha Christie y su ¿Quién es el asesino?, un piano y el talento de estos intérpretes -difícil reto el del talentoso Mikel Hérzog de enfrentarse a tantos sospechosos, todos ellos bajo la apariencia única del camaleónico Dídac Flores. Una lucha de titanes o más bien de pares en el arte del teatro que llega al summum cuando deja de importar quién es el asesino y solo podemos aplaudir el talento de ambos a cuatro manos delante de un piano. Un absoluto disfrute que ha llegado de la mano de Miguel Ángel Chulia y Ana Belén Beas (El Tío Caracoles) a nuestro país como una de esas sorpresas que nos están trayendo a los espectadores (y no será la última).

Barcelona, parada de los musicales internacionales. Está claro que Madrid y la capital catalana tienen ritmos en sus carteleras completamente distintos. Ante el multiestreno de gran formato de Madrid, la Ciudad Condal apuesta por temporadas más limitadas, menos cantidad de espectáculos y alguna sorpresa internacional. Tras llegar de la mano de Julia Gómez Cora Six, ahora ha sido el turno de la vuelta de Rocky Horror Picture Show que hasta el domingo puso a bailar a los espectadores en su 50 aniversario.
Beon Entertainment encuentra en el Calderón su nueva casa. La factoría creativa liderada por Dario Regattieri, especializada en musicales originales creados en España, al fin tiene su lugar en Madrid. Al estreno de Houdini que se combinará con propuestas como conciertos y la obra de teatro Santa Lola con Terelu Campos y César Lucendo, se une Lírico. Este espacio recuperará la azotea del Calderón para conciertos como el homenaje a Gibhli, musicales como Para la libertad y Antoine y eventos diversos.
El Camino, el teatro musical también puede ser documental. No se trata de un musical al uso. Lorena García de las Bayonas ha apostado por convertir este ejercicio de teatro documental en un espectáculo que interpela y traspasa al espectador. Lo hace con historias reales que se entrecruzan de alguna forma en este ‘camino’ que puede disfrutarse los viernes y sábados de octubre y noviembre a las 20h en el Centro del Actor de Madrid. Una de esas historias es la del actor y cantante Carlos García que en medio de un apabullante éxito en televisión y en la música decidió parar y cambiar un camino vital y profesional que no le satisfacía. Sobre el íntimo escenario de este inmersivo espacio conocemos un trocito de su historia y de su TALENTO. Junto a él conocemos a un inmigrante que tiene que dejarlo y cruzar el charco -ojo al estupendo y carismático Favour David interpretando a este personaje real. La nota de sensibilidad femenina la pone en voz y gesto Laura Rees que interpreta a una mujer del siglo XIX que vivió los perjuicios del racismo en la piel de la persona que más la había cuidado.

Elena Roger, la gran voz del musical argentino hace parada en España. El pasado lunes la protagonista de inolvidables musicales como Evita en Broadway y el West End, cumplía años por primera vez encima de un escenario español, el Teatre Talía de Valencia. Su gira por nuestro país la llevó el miércoles además a cantar por primera vez en la Gran Vía de Madrid, en el Teatro Gran Vía. Durante el recorrido musical, emocional y vital de la artista hizo gala de una versatilidad vocal que la llevó desde el No llores por mí Argentina a algunos temas de raíz de su país natal. No faltaron las sorpresas y es que quiso regalar al público español guiños como ese Las cosas del querer que más de uno tarareó durante su gran noche en la meca de los musicales española. Una noche memorable en la que poder disfrutar de esta dama de la canción, que transitó también con su elegancia habitual entre temas de Edith Piaf, Sondheim o Andrew Lloyd Webber. Hoy podrán verla en Barcelona en el Teatre Apolo en su última cita con el público español, imperdible.
El fantasma de la ópera, Barcelona te tenía ganas. A tenor de la efusividad y el llenazo en el Teatre Tívoli que pude presenciar, había gran interés por ver este emblemático musical allí. Entre las novedades un Daniel Diges con el difícil reto de tomar un personaje como este con referentes como Gerónimo Rauch y su alternante Manu Pilas, que sigue haciendo funciones. La profesionalidad innegable y las tablas que dan tantos musicales a sus espaldas hacen que Diges saque adelante el personaje y sea recompensado con una gran ovación del público. Otra intérprete que sí lleva desde el principio es Marta Pineda que mantiene a su diva, Carlota, en lo más alto junto a la pareja cómica de Enrique del Portal y Omar Calintxo. Entre las novedades me quiero también parar en Rubén López como un delicado Raoul, al que imprime ternura con una preciosa voz que sorprenderá al espectador.
Escenografías a la antigua (y sin IA). Hay un momento en El Fantasma de la ópera en que la pareja de propietarios del teatro celebran que todo vuelva a ser a la antigua, incluida la escenografía. En ese momento recordé algunas tropelías que he visto este año en los escenarios por la dichosa IA. Más allá de que creo que está distorsionando cuando no cortando en seco el trabajo de los maravillosos escenógrafos y artistas de las videoproyecciones, si al menos el resultado fuera bueno estaría justificado, pero creo que hay un trecho aún por recorrer. Y no, ninguna IA me puede dar el realismo que me da la escenografía con todos los objetos corpóreos de American Buffalo, firmada por David Pizarro y Roberto del Campo. Pues sí, las buenas escenografías a la antigua siempre superarán a la dichosa ¿Inteligencia? Artificial.
Houdini, un musical que marca la diferencia. Es de agradecer que se apueste también por musicales originales. Esta creación de Federico Bellone con coproducción de Beon y Letsgo es un espectáculo integral. Por primera vez en un escenario se funden el teatro musical con un espectáculo de magia de gran formato. Todo funciona asombrosamente bien, como un reloj. El libreto nos va llevando por distintos pasajes de la vida del ilusionista a través de la música y de los grandes efectos mágicos. Una sorprendente propuesta sin ninguna duda.
Ivan Labanda y Ricky Mata, una comicidad y un TALENTO que traspasan el escenario. Tiene Tootsie en sus dos protagonistas un absoluto acierto. Muchas tablas a sus espaldas y eso se nota. Si por separado funcionan, cuando se juntan y sacan lo mejor de su vis cómica, el público solo puede contagiarse de su buen hacer encima del escenario. Tanto es así que las risas se contagian del público a los dos intérpretes en algún que otro momento delirante de esta «extraña pareja» que explora lo mejor de ese binomio cual Jack Lemmon y Walter Matthau. Por supuesto, cuando a Labanda le toca cantar, en este caso con el reto de ser una ‘dama’, demuestra de nuevo que tiene una de las voces más cálidas y elegantes de nuestra escena. Y sí, si encima tiene al genio y figura de Ricky Mata cerca, mejor que mejor.
Jason Donovan está de feliz vuelta en Transilvania. El gran aliciente de la vuelta del Rocky Horror Picture Show a Barcelona es sin duda la vuelta, dos décadas después, del artista australiano como cabeza de cartel. Se nota el cariño que tiene Donovan por su personaje, Dr. Frank-N-Furter. Desde su primera aparición a ritmo del icónico Sweet Transilvanie nos proporciona grandes momentos como esas escenas de equívocos sexuales que provocan las carcajadas de público y artistas. No solo las risas están presentes en su estupendo trabajo actoral, el actor se deshace con emoción medida con el desgarrador I’m going home.
La Cubana o el teatro de la vida. En los espectáculos de la compañía catalana siempre se funden realidad y ficción. Está a punto de empezar la función y unos rezagados espectadores son acomodados, pero es que pegados a ellos y desde la ficción cubana ocurre exactamente lo mismo, aunque los tocados capilares ya nos marcan qué es ficción y qué no lo es, ¿o no? Como nos tienen acostumbrados, la compañía dirigida por Jordi Millán nos ponen en un espejo deformante con nuestros vicios (y costumbres). En escena, amores y desamores y una PASIÓN: el teatro por amor al arte. Ese que mueve a los que tantas veces nos hemos subido a un escenario de forma amateur y aunque aquí sea La Cubana la protagonista quiero dar algunos nombres de la compañía- todos espléndidos dicho sea de paso. Quiero mentar a Nuria Benet, repetidora en el universo de la compañía que conoce a la perfección, Oriol Burés con su épica diva y al galancete insufrible de Víctor G. Casademunt.
Pablo Puyol, un buen ejemplo del actor integral de teatro musical. Lo que hace Puyol sobre el escenario del Calderón es un trabajo realmente reseñable. No se trata solo de actuar y cantar excepcionalmente, también le toca la difícil tarea de ejecutar complejos números de ilusionismo que exigen también de sus habilidades físicas. Un trabajo sobresaliente, el más completo de toda su carrera, que merece quitarse el sombrero -que no la chistera. Como nos tiene malacostumbrados, Julia Möller, incluso partida por la mitad- nos vuelve a regalar un trabajo memorable en un reparto en el que vuelve a sobresalir con su buen hacer Christian Escuredo.

Premios como unión, como compromiso con el sector. Si algo nos ha enseñado la experiencia de los recientes PremiOFF en su primera edición -ya se pueden suscribir las compañías a la segunda y encima se añaden las categorías de teatro textual- es que la unión hace la fuerza. Es por eso que sería necesario que cundiera el ejemplo. No se trata solo de mirarse el ombligo, sino de sumar esfuerzos en un momento en que el TEATRO MUSICAL consolida a España como la tercera potencia mundial. Sí, el pequeño y el mediano formato también suman y es necesario que ambos, los pequeños y los grandes del estanque teatral, tengan su hueco también a nivel de reconocimiento. Todos se lo merecen y más en una apasionante temporada como esta.
Raffaella: España te sigue adorando. Es innegable el cariño que nuestro país tiene por la gran diva de la música y la televisión. Tras dos acercamientos a su música como Para hacer bien el amor hay que venir al sur y Bailo, Bailo, este último con los mismos productores que el musical al que nos referimos, llega el primer musical biográfico sobre la artista. En el reparto destacan dos de esos secundarios ‘roba escenas’: Chemari Bello, también director residente de la función, y Robert Matchez. Mención especial merece también las oníricas apariciones de Chus Herranz como la madre de Carrà que con su delicadeza y voz cálida nos muestra el lado más humano de la show-woman italiana en el Capitol de la Gran Vía de Madrid.
Rocky Horror Picture Show: Un fenómeno que cumple 50 años. Por fin he podido ver uno de los musicales de culto más divertidos que uno puedo presenciar como espectador. Ya de entrada, ver a parte del público caracterizado es algo que te mete de lleno en esta mansión de la Transilvania más travesti. La puesta en escena, hasta ayer en el Teatre Coliseum de Barcelona, es una producción internacional que gira por todo el mundo desde hace años. Desde el principio, parte del público interactúa con algún que otro improperio en inglés -la función estaba subtitulada en castellano- hacia el narrador -James Gaddas, que responde con alguna sorpresa en castellano. El summum por supuesto lleva a ritmo de Time Warp con coreografía incluida que es replicada por el público. El espectáculo sigue, 50 años después, siendo rabiosamente moderno sin necesidad de cambio estructural alguno. Una diversión maravillosa que le debemos al genio Richard O’Brien. Tras esta catarsis de diversión todos salimos haciendo nuestro el leitmotiv de la función: DON’T DREAM IT, BE IT!

Tootsie, una COMEDIA MUSICAL, así con mayúsculas. Siempre es difícil adaptar un clásico del cine al musical. Para mí, el paradigma de cómo hacerlo de forma genial, aportando, pero sin traicionar al original es el musical Regreso al futuro. En esa diatriba entre ser explícitamente clónico -véase Dirty Dancing– o ampliar el horizonte narrativo, Tootsie da en el clavo construyendo un musical con una historia relativamente ‘nueva’, pero que indudablemente conecta con el origen fílmico. En el Teatre Apolo de Barcelona podemos disfrutar de una desternillante comedia musical que gustará no necesariamente únicamente a los que conocen a la película. También cualquier amante de la comedia musical podrá disfrutar de este espectáculo que nos lleva al universo de Broadway con un reparto en estado de gracia bajo la producción y dirección de Bernabé Rico que apuesta por sacar la mejor comedia de cada uno de sus intérpretes.
Viu el teatre: Creando espectadores que son el presente del teatro. Hay muchos motivos para hablar del trabajo de la productora catalana Viu el teatre. La primera, acaba de estrenar en castellano El hilo invisible en el Teatro Alcázar y se simultaneará con la producción en catalán en Barcelona. La segunda es que ha triunfado en los Premis Teatre Barcelona. El Fil Invisible se ha hecho con los premios a mejor mejor espectáculo familiar y mejor adaptación (Alicia Serrat). Más allá de potentes perchas informativas como las que menciono, el motivo por el que he querido incluirlos es su compromiso con el valor educativo de las artes escénicas. Viu el teatre es una plataforma de proyectos escénicos que promueve el hábito cultural teniendo en cuenta toda la cadena de valor de las artes escénicas. Este año cumplen 22 años impulsando propuestas contemporáneas multidisciplinarias que promueven el arte en vivo, poniendo en valor la experiencia artística y la cultura como transmisora de beneficios educativos. La misión de Viu el teatre es que las artes escénicas estén presentes en la vida de las personas, ¿Se os ocurre una forma mejor de que el TEATRO se convierta en un hecho transformador? Desde luego que no. Por ello debían cerrar este análisis de la temporada de musicales.




































