Una temporada a ritmo de musical volumen 2: Abriendo EL CAMINO entre el pequeño y el gran formato

En esta nueva entrega de este repaso diferente a la cartelera del teatro musical que podemos ver en España en esta intensa temporada nos adentraremos también en las propuestas que han llegado a Barcelona: Tootsie, Rocky Horror Picture Show, L’amor venia amb taxi y con guiño a El fantasma de la ópera en su primera vez en la Ciudad Condal. En Madrid como siempre no solo nos centraremos en el gran formato con Houdini, también habrá hueco para El Camino, para el primer aniversario del exitoso Asesinato para dos, el público familiar y alguna auténtica Fiesta con giro de melena incluida.

Del Apuntador a la comedia de tresillo o L’amor venia amb taxi. La Cubana nos lleva en su nuevo espectáculo, el primero que veo en catalán, al universo del teatro amateur catalán. Lo hace con la historia de una compañía que monta una obra muy representada por los grupos de aficionados del siglo pasado: L’amor venia amb taxi. No esperen ver ese texto como tal -que a los ojos actuales resultaría tan anacrónico como una película ibérica de ‘suecas’. El espectáculo, un musical a la catalana en toda regla con música en directo incluida, nos hace viajar a un tiempo en que el apuntador -esa figura que se escondía en la ‘concha’ para chivar los textos- era esencial. Como es habitual en La Cubana se reivindica ese teatro popular que les ha llevado a estar tantas décadas llenando de risas los patios de butacas. En ese sentido, el summum del ‘chou’ es el número dedicado a la comedia de tresillo, ese teatro popular que tenía como elemento escenográfico estrella ese conjunto de sofá y dos sillones que combinan entre sí llamado tresillo y que a los más jóvenes les sonará a chino. Eso sí, no les hará falta saberlo para disfrutar de esta genial comedia musical made in La Cubana.

Asesinato para dos, un año de éxito. Cada fin de semana, los Teatros Luchana se ponen en pie para aplaudir el TALENTO de dos únicos intérpretes, Dídac Flores y Mikel Herzog Jr. El multipremiado musical dirigido por Zenón Recalde con dirección musical de Gaby Goldman y producción de El Tío Caracoles llena de carcajadas cada función. Con un poquito de Agatha Christie y su ¿Quién es el asesino?, un piano y el talento de estos intérpretes -difícil reto el del talentoso Mikel Hérzog de enfrentarse a tantos sospechosos, todos ellos bajo la apariencia única del camaleónico Dídac Flores. Una lucha de titanes o más bien de pares en el arte del teatro que llega al summum cuando deja de importar quién es el asesino y solo podemos aplaudir el talento de ambos a cuatro manos delante de un piano. Un absoluto disfrute que ha llegado de la mano de Miguel Ángel Chulia y Ana Belén Beas (El Tío Caracoles) a nuestro país como una de esas sorpresas que nos están trayendo a los espectadores (y no será la última).

Barcelona, parada de los musicales internacionales. Está claro que Madrid y la capital catalana tienen ritmos en sus carteleras completamente distintos. Ante el multiestreno de gran formato de Madrid, la Ciudad Condal apuesta por temporadas más limitadas, menos cantidad de espectáculos y alguna sorpresa internacional. Tras llegar de la mano de Julia Gómez Cora Six, ahora ha sido el turno de la vuelta de Rocky Horror Picture Show que hasta el domingo puso a bailar a los espectadores en su 50 aniversario.

Beon Entertainment encuentra en el Calderón su nueva casa. La factoría creativa liderada por Dario Regattieri, especializada en musicales originales creados en España, al fin tiene su lugar en Madrid. Al estreno de Houdini que se combinará con propuestas como conciertos y la obra de teatro Santa Lola con Terelu Campos y César Lucendo, se une Lírico. Este espacio recuperará la azotea del Calderón para conciertos como el homenaje a Gibhli, musicales como Para la libertad y Antoine y eventos diversos.

El Camino, el teatro musical también puede ser documental. No se trata de un musical al uso. Lorena García de las Bayonas ha apostado por convertir este ejercicio de teatro documental en un espectáculo que interpela y traspasa al espectador. Lo hace con historias reales que se entrecruzan de alguna forma en este ‘camino’ que puede disfrutarse los viernes y sábados de octubre y noviembre a las 20h en el Centro del Actor de Madrid. Una de esas historias es la del actor y cantante Carlos García que en medio de un apabullante éxito en televisión y en la música decidió parar y cambiar un camino vital y profesional que no le satisfacía. Sobre el íntimo escenario de este inmersivo espacio conocemos un trocito de su historia y de su TALENTO. Junto a él conocemos a un inmigrante que tiene que dejarlo y cruzar el charco -ojo al estupendo y carismático Favour David interpretando a este personaje real. La nota de sensibilidad femenina la pone en voz y gesto Laura Rees que interpreta a una mujer del siglo XIX que vivió los perjuicios del racismo en la piel de la persona que más la había cuidado.

Elena Roger, la gran voz del musical argentino hace parada en España. El pasado lunes la protagonista de inolvidables musicales como Evita en Broadway y el West End, cumplía años por primera vez encima de un escenario español, el Teatre Talía de Valencia. Su gira por nuestro país la llevó el miércoles además a cantar por primera vez en la Gran Vía de Madrid, en el Teatro Gran Vía. Durante el recorrido musical, emocional y vital de la artista hizo gala de una versatilidad vocal que la llevó desde el No llores por mí Argentina a algunos temas de raíz de su país natal. No faltaron las sorpresas y es que quiso regalar al público español guiños como ese Las cosas del querer que más de uno tarareó durante su gran noche en la meca de los musicales española. Una noche memorable en la que poder disfrutar de esta dama de la canción, que transitó también con su elegancia habitual entre temas de Edith Piaf, Sondheim o Andrew Lloyd Webber. Hoy podrán verla en Barcelona en el Teatre Apolo en su última cita con el público español, imperdible.

El fantasma de la ópera, Barcelona te tenía ganas. A tenor de la efusividad y el llenazo en el Teatre Tívoli que pude presenciar, había gran interés por ver este emblemático musical allí. Entre las novedades un Daniel Diges con el difícil reto de tomar un personaje como este con referentes como Gerónimo Rauch y su alternante Manu Pilas, que sigue haciendo funciones. La profesionalidad innegable y las tablas que dan tantos musicales a sus espaldas hacen que Diges saque adelante el personaje y sea recompensado con una gran ovación del público. Otra intérprete que sí lleva desde el principio es Marta Pineda que mantiene a su diva, Carlota, en lo más alto junto a la pareja cómica de Enrique del Portal y Omar Calintxo. Entre las novedades me quiero también parar en Rubén López como un delicado Raoul, al que imprime ternura con una preciosa voz que sorprenderá al espectador.

Escenografías a la antigua (y sin IA). Hay un momento en El Fantasma de la ópera en que la pareja de propietarios del teatro celebran que todo vuelva a ser a la antigua, incluida la escenografía. En ese momento recordé algunas tropelías que he visto este año en los escenarios por la dichosa IA. Más allá de que creo que está distorsionando cuando no cortando en seco el trabajo de los maravillosos escenógrafos y artistas de las videoproyecciones, si al menos el resultado fuera bueno estaría justificado, pero creo que hay un trecho aún por recorrer. Y no, ninguna IA me puede dar el realismo que me da la escenografía con todos los objetos corpóreos de American Buffalo, firmada por David Pizarro y Roberto del Campo. Pues sí, las buenas escenografías a la antigua siempre superarán a la dichosa ¿Inteligencia? Artificial.

Houdini, un musical que marca la diferencia. Es de agradecer que se apueste también por musicales originales. Esta creación de Federico Bellone con coproducción de Beon y Letsgo es un espectáculo integral. Por primera vez en un escenario se funden el teatro musical con un espectáculo de magia de gran formato. Todo funciona asombrosamente bien, como un reloj. El libreto nos va llevando por distintos pasajes de la vida del ilusionista a través de la música y de los grandes efectos mágicos. Una sorprendente propuesta sin ninguna duda.

Ivan Labanda y Ricky Mata, una comicidad y un TALENTO que traspasan el escenario. Tiene Tootsie en sus dos protagonistas un absoluto acierto. Muchas tablas a sus espaldas y eso se nota. Si por separado funcionan, cuando se juntan y sacan lo mejor de su vis cómica, el público solo puede contagiarse de su buen hacer encima del escenario. Tanto es así que las risas se contagian del público a los dos intérpretes en algún que otro momento delirante de esta «extraña pareja» que explora lo mejor de ese binomio cual Jack Lemmon y Walter Matthau. Por supuesto, cuando a Labanda le toca cantar, en este caso con el reto de ser una ‘dama’, demuestra de nuevo que tiene una de las voces más cálidas y elegantes de nuestra escena. Y sí, si encima tiene al genio y figura de Ricky Mata cerca, mejor que mejor.

Jason Donovan está de feliz vuelta en Transilvania. El gran aliciente de la vuelta del Rocky Horror Picture Show a Barcelona es sin duda la vuelta, dos décadas después, del artista australiano como cabeza de cartel. Se nota el cariño que tiene Donovan por su personaje, Dr. Frank-N-Furter. Desde su primera aparición a ritmo del icónico Sweet Transilvanie nos proporciona grandes momentos como esas escenas de equívocos sexuales que provocan las carcajadas de público y artistas. No solo las risas están presentes en su estupendo trabajo actoral, el actor se deshace con emoción medida con el desgarrador I’m going home.

La Cubana o el teatro de la vida. En los espectáculos de la compañía catalana siempre se funden realidad y ficción. Está a punto de empezar la función y unos rezagados espectadores son acomodados, pero es que pegados a ellos y desde la ficción cubana ocurre exactamente lo mismo, aunque los tocados capilares ya nos marcan qué es ficción y qué no lo es, ¿o no? Como nos tienen acostumbrados, la compañía dirigida por Jordi Millán nos ponen en un espejo deformante con nuestros vicios (y costumbres). En escena, amores y desamores y una PASIÓN: el teatro por amor al arte. Ese que mueve a los que tantas veces nos hemos subido a un escenario de forma amateur y aunque aquí sea La Cubana la protagonista quiero dar algunos nombres de la compañía- todos espléndidos dicho sea de paso. Quiero mentar a Nuria Benet, repetidora en el universo de la compañía que conoce a la perfección, Oriol Burés con su épica diva y al galancete insufrible de Víctor G. Casademunt.

Pablo Puyol, un buen ejemplo del actor integral de teatro musical. Lo que hace Puyol sobre el escenario del Calderón es un trabajo realmente reseñable. No se trata solo de actuar y cantar excepcionalmente, también le toca la difícil tarea de ejecutar complejos números de ilusionismo que exigen también de sus habilidades físicas. Un trabajo sobresaliente, el más completo de toda su carrera, que merece quitarse el sombrero -que no la chistera. Como nos tiene malacostumbrados, Julia Möller, incluso partida por la mitad- nos vuelve a regalar un trabajo memorable en un reparto en el que vuelve a sobresalir con su buen hacer Christian Escuredo.

Premios como unión, como compromiso con el sector. Si algo nos ha enseñado la experiencia de los recientes PremiOFF en su primera edición -ya se pueden suscribir las compañías a la segunda y encima se añaden las categorías de teatro textual- es que la unión hace la fuerza. Es por eso que sería necesario que cundiera el ejemplo. No se trata solo de mirarse el ombligo, sino de sumar esfuerzos en un momento en que el TEATRO MUSICAL consolida a España como la tercera potencia mundial. Sí, el pequeño y el mediano formato también suman y es necesario que ambos, los pequeños y los grandes del estanque teatral, tengan su hueco también a nivel de reconocimiento. Todos se lo merecen y más en una apasionante temporada como esta.

Raffaella: España te sigue adorando. Es innegable el cariño que nuestro país tiene por la gran diva de la música y la televisión. Tras dos acercamientos a su música como Para hacer bien el amor hay que venir al sur y Bailo, Bailo, este último con los mismos productores que el musical al que nos referimos, llega el primer musical biográfico sobre la artista. En el reparto destacan dos de esos secundarios ‘roba escenas’: Chemari Bello, también director residente de la función, y Robert Matchez. Mención especial merece también las oníricas apariciones de Chus Herranz como la madre de Carrà que con su delicadeza y voz cálida nos muestra el lado más humano de la show-woman italiana en el Capitol de la Gran Vía de Madrid.

Rocky Horror Picture Show: Un fenómeno que cumple 50 años. Por fin he podido ver uno de los musicales de culto más divertidos que uno puedo presenciar como espectador. Ya de entrada, ver a parte del público caracterizado es algo que te mete de lleno en esta mansión de la Transilvania más travesti. La puesta en escena, hasta ayer en el Teatre Coliseum de Barcelona, es una producción internacional que gira por todo el mundo desde hace años. Desde el principio, parte del público interactúa con algún que otro improperio en inglés -la función estaba subtitulada en castellano- hacia el narrador -James Gaddas, que responde con alguna sorpresa en castellano. El summum por supuesto lleva a ritmo de Time Warp con coreografía incluida que es replicada por el público. El espectáculo sigue, 50 años después, siendo rabiosamente moderno sin necesidad de cambio estructural alguno. Una diversión maravillosa que le debemos al genio Richard O’Brien. Tras esta catarsis de diversión todos salimos haciendo nuestro el leitmotiv de la función: DON’T DREAM IT, BE IT!

Tootsie, una COMEDIA MUSICAL, así con mayúsculas. Siempre es difícil adaptar un clásico del cine al musical. Para mí, el paradigma de cómo hacerlo de forma genial, aportando, pero sin traicionar al original es el musical Regreso al futuro. En esa diatriba entre ser explícitamente clónico -véase Dirty Dancing– o ampliar el horizonte narrativo, Tootsie da en el clavo construyendo un musical con una historia relativamente ‘nueva’, pero que indudablemente conecta con el origen fílmico. En el Teatre Apolo de Barcelona podemos disfrutar de una desternillante comedia musical que gustará no necesariamente únicamente a los que conocen a la película. También cualquier amante de la comedia musical podrá disfrutar de este espectáculo que nos lleva al universo de Broadway con un reparto en estado de gracia bajo la producción y dirección de Bernabé Rico que apuesta por sacar la mejor comedia de cada uno de sus intérpretes.

Viu el teatre: Creando espectadores que son el presente del teatro. Hay muchos motivos para hablar del trabajo de la productora catalana Viu el teatre. La primera, acaba de estrenar en castellano El hilo invisible en el Teatro Alcázar y se simultaneará con la producción en catalán en Barcelona. La segunda es que ha triunfado en los Premis Teatre Barcelona. El Fil Invisible se ha hecho con los premios a mejor mejor espectáculo familiar y mejor adaptación (Alicia Serrat). Más allá de potentes perchas informativas como las que menciono, el motivo por el que he querido incluirlos es su compromiso con el valor educativo de las artes escénicas. Viu el teatre es una plataforma de proyectos escénicos que promueve el hábito cultural teniendo en cuenta toda la cadena de valor de las artes escénicas. Este año cumplen 22 años impulsando propuestas contemporáneas multidisciplinarias que promueven el arte en vivo, poniendo en valor la experiencia artística y la cultura como transmisora de beneficios educativos. La misión de Viu el teatre es que las artes escénicas estén presentes en la vida de las personas, ¿Se os ocurre una forma mejor de que el TEATRO se convierta en un hecho transformador? Desde luego que no. Por ello debían cerrar este análisis de la temporada de musicales.

Una temporada a ritmo de musical (I): WICKED ha llegado por fin junto a CABARET y CENICIENTA

En esta temporada 2025-2026, probablemente la más llena de estrenos en lo que a teatro musical se refiere, recuperamos una sección que en temporadas anteriores funcionó muy bien: Una temporada a ritmo de musical. Un análisis distinto (de la A a la Z o algo parecido) de las propuestas escénicas que llegan a nuestra cartelera con nombres propios, conceptos y situaciones que no se encontrarán en otros análisis más ortodoxos, un viaje a las ‘entrañas’ de esos espectáculos con los que millones de espectadores se enamoran del teatro. Empezaremos con los tres primeros estrenos de gran formato de la temporada: CABARET, CENICIENTA y sí, por fin, WICKED! Como en años anteriores por supuesto habrá guiños a producciones de pequeño y mediano formato, en este caso a María Callas Sfogatto, hasta el 12 de octubre en el Teatro Amaya.

ATG ENTERTAINMENT, STAGE ENTERTAINMENT, SOM PRODUCE y LETSGO COMPANY. Detrás de estas cuatro siglas se ‘esconden entre cajas’ los responsables de que podamos ver muchos musicales en España. ATG, con Juan José Rivero y Marcos Cámara a la cabeza traerán a España no solo Wicked. También tendremos muy pronto Los Miserables. Por su parte, Stage, con Yolanda Pérez Abejón al frente, prepara además de la recién estrenada Cenicienta la apertura del nuevo teatro en el antiguo Imax de Madrid. Por su parte, los hermanos Iñaki y Gorka Fernández (LETSGO) nos traerán además de Cabaret el estreno, de la mano de BEON ENTERTAINMENT, de Houdini en escasos días.

Briel González. Ya tenemos príncipe en la Gran Vía para nuestra ibérica Cenicienta. El intérprete, curtido durante unos cuantos años en distintas producciones de teatro musical, ha encontrado su vehículo para brillar. Su melodiosa voz y la luz que desprende en cada aparición son la constatación de que el trabajo duro, el camino de fondo que es esta profesión llega a tener su recompensa.

Cabaret, ¿Otra vez? Sí, en tiempos convulsos es necesario recordar lo que ocurrió en el pasado para no caer en los mismos errores. Una nueva producción de esas que aportan una mirada, una forma de contar, esta vez inmersiva, del clásico está en el Teatro Albéniz y sí, Madrid la necesitaba. Nunca es mala idea volver al Kit Kat Klub a exorcizar nuestros demonios con esta nueva Sally Bowles en la voz y la emoción de Amanda Digón.

Carmen Conesa. Es una de nuestras veteranas más avezadas. Su talento, carisma y TABLAS, así en mayúsculas, eclipsan a cualquiera en escena. Su Fräulein Schneider con ese interés romántico materializado en un estupendo Tony River es uno de los grandes alicientes de este nuevo Cabaret.

Clasismo ‘cooltureta’. No deja de sorprenderme, aunque cada vez ocurra menos y hay compañeros que miman con mucho conocimiento de causa el teatro musical, como ciertos compañeros periodistas del sector cultural siguen mirando ‘por encima del hombro’ a estos espectáculos. A veces lo experimento directamente cuando se les ofrece un tema de teatro musical y otras directamente lo veo con mis propios ojos en un patio de butacas. Me parece increíble que un profesional del periodismo que se dedica a la cultura muestre alguna que otra ‘falta de respeto’ hacia lo que está viendo en plena función que finalmente dado su desinterés termina abandonando. Somos una potencia en esto y nuestro país tiene propuestas para todos, pero está claro que algunas cosas cambian a pasos demasiado lentos.

Cristina Llorente. Ha nacido para ser Glinda en Wicked. Su carisma, vitalidad, comicidad y su poderosa voz que lleva a otro nivel en este musical hechizan al público. El match con su partenaire Cristina Picos como Elphaba es automático. Dos bestias escénicas se suben frente a frente a las tablas del Nuevo Alcalá.

David Serrano. Tras el éxito incontestable de The book of Mormon, otro gran reto se suma a su carrera. Nada menos que llevar a escena por primera vez en España y encima con una nueva producción Wicked. El reto, superado con nota, como nos tiene (mal) acostumbrado el director de Días de futbol. Me quito el sombrero.

Eva Marco. En un trasvase entre el teatro musical más sensu stricto y la lírica está María Callas Sfogato, producción creada por Singus Música, que ahora produce ATG ENTERTAINMENT. Marco es la Callas mitológica, la que resuena en la memoria del espectador. La vinculación de la artista con el personaje -y con su alter ego ‘humanizado’ en la superlativa Mabel del Pozo bajo la acertada dirección de Alberto Frías- llega a grandes cotas de emoción por momentos en un espectador que solo puede ovacionar el buen hacer vocal e interpretativo de Marco. Por cierto, podremos verla junto a otra voz superlativa, Sofía Escobar, en BROADWAY MEETS ÓPERA este mismo mes de octubre en el nuevo Teatro Serrano de Madrid.

Federico Bellone. Tras darle una vuelta a la icónica puesta en escena de El Fantasma de la Ópera, el director de escena italiano se ha acercado a Cabaret. Lo ha hecho como nos tiene acostumbrados aportando una mirada personal del clásico con una reinvención de la puesta en escena que rema a favor de la narración con su inmersivo planteamiento. Deseando ver ya su Houdini en el Calderón.

Felype de Lima. Sus propuestas escenográficas y de vestuario nunca dejan indiferentes. Su inconfundible estilo de gran impacto visual casa a la perfección con los personajes y la sociedad que recrea esta revisión de Cabaret.

Gonzalo Ramos y Pepa Lucas. Hay actores que cuando los ves en escena inevitablemente se te van los ojos, independientemente del protagonismo, hacia ellos. Gonzalo Ramos y Pepa Lucas, que ya trabajaron a las órdenes de Bellone en Bailo Bailo, son ese tipo de actores y cuando los tienes en escena en Cabaret no puedes dejar de admirarlos.

Javier Ibarz. Tiene una trayectoria impecable encima de los escenarios con multitud de musicales a sus espaldas. Su elegancia y presencia impecable en escena hacen de Ibarz el Mago de Oz perfecto con un encanto contagioso en Wonderful que nos lleva a Joel Grey, intérprete que originó el personaje en Broadway en 2003. Una de esas elecciones de cast con las que no hay ninguna duda.

Mariola Peña. Muchos musicales a sus espaldas, pero permítanme decir que esta villana antológica de Cenicienta es el papel con el que más la he disfrutado. Ese humor negro con el que impregna cada glamourosa aparición la convierten en la invitada estrella de Palacio y el público la recompensa con una gran ovación.

Música en directo. Puede sonar a perogrullada pero disfrutar de un musical con música en directo ya no es tan habitual como antaño. Por eso quiero aplaudir el trabajo de dirección musical de Julio Awad en Cabaret, Xavier Torras en Cenicienta y Joan Miquel Pérez en Wicked. Un lujo escuchar el piano de Natasha Belanova en la intimista María Callas Sfogato.

Rodgers + Hammerstein. Son los padres del teatro musical norteamericano. Sin embargo, sus nombres no son en exceso conocidos por el público español. Ojalá ver su nombre destacado en el cartel de Cenicienta sirva para despertar la curiosidad de más de un espectador que seguro vio en su día en ese mismo Coliseum su ‘joya de la corona’: Sonrisas y lágrimas.

Ricardo Sánchez Cuerda y Antonio Belart. Sánchez Cuerda desde la (re)imaginación de la icónica escenografía y Belart desde el vestuario han sabido llevarnos a Oz en Wicked con la maestría habitual de estos nombres imprescindibles de nuestra escena.

Stephen Schwartz. El compositor de Wicked es uno de los pocos que tiene legión de fans en España. a tenor de la función previa que pude ver en que muchos espectadores se acercaron a conseguir su firma y su foto. Se da la feliz coincidencia de que también veremos otro de sus musicales esta temporada, Godspell, tanto el Gran Teatro Pavón en Madrid como en el Teatro del Soho de Málaga con actores como el ganador del Premio Talía Aaron Cobos bajo la batuta de Antonio Banderas. Otro de los hitos de este genio musical es ser parte del renacimiento musical de Disney de la mano de Alan Menken con proyectos tan inolvidables como El Jorobado de Notre Dame. Un absoluto privilegio compartir patio de butacas con este referente del género que con su presencia ‘bendice’ esta renovada versión y que se ganó una larga ovación cuando David Serrano lo presentó al finalizar la función del miércoles pasado.

Wicked. El 10 de junio de 2003 llegaba a Broadway este musical spin-off de El Mago de Oz. Tras un intento fallido por parte de Stage de traer el musical hace unos años, por fin es una realidad la historia de Glinda y Elphaba de la mano de ATG. Mañana viernes 3 de octubre tendrá lugar el estreno del espectáculo tras las previas. Un aspecto interesante en que me gustaría pararme es sin duda el diseño que se ha dado de algunos de los personajes zoomórficos como es el caso de los monos voladores, más en la línea de la cinta El Mago de Oz que del largometraje de Wicked. Con una máscara de estas características siempre es difícil que la interpretación resulte natural, pero Esteban Oliver logra dotar de humanidad al Doctor Dilamond con tantos años de oficio que se notan y mucho.

A tenor de lo visto anoche, la historia de Ciudad Esmeralda en esta estupenda nueva producción tiene pinta de que conectará con un público masivo y que será un absoluto rompetaquillas. La espera ha merecido la pena.

«El día de la marmota»: ¿Se les ocurre algo más hermoso que ver nevar en un teatro?

Un artículo patrocinado por CARLOS RIVERA COMUNICACIÓN

Admito que me enfrenté a la adaptación musical de una de mis comedias favoritas con precaución. A priori, esta historia no me convencía en exceso para trasladarse al formato musical. Además, la partitura a manos de Tim Minchin, responsable de Matilda, tampoco me llamaba especialmente la atención. Desde luego no es Stephen Sondheim, Andrew Lloyd Webber, Alan Menken ni Stephen Schwartz, mis predilecciones en el género. Su música nunca me ha tocado especialmente, aunque el musical de Matilda sea una preciosidad. Para mí, la mayor garantía la verdad venía de la mano de la productora Nostromo, con Jordi Sellas a la cabeza, que nos ha hecho ya un buen puñado de regalos a los amantes del género en los últimos años como los extraordinarios The Producers, Cantando bajo la lluvia, La Jaula de las locas, Casi Normales y -me quedé con las ganas- La tienda de los horrores.

Se abre el telón y pronto cambio el chip y aunque parezca imposible es gracias al bellísimo opening number, que hace las veces de leitmotiv musical. En Pot sortir el sol, un bellísimo número de apertura poco convencional en el que priman las voces por encima de la espectacularidad de otros musicales de gran formato. Una declaración de intenciones de un espectáculo que no juega a las grandes ilusiones, sino a las emociones que destilan unos personajes que traspasan la gran pantalla para hacerse carne en la piel de un puñado de espléndidos intérpretes. Desde Roc Bernardi, en un cambio de registro total tras Aladdin, a la Diana Roig con su voz melodiosa que parece haber nacido para el personaje. No me olvido de los secundarios con sus personajes característicos que ni nuestro Berlanga vaya. Me refiero a Oriol Burés, Marc Gómez o Ernest Fuster que con sus tablas hacen de cada pequeño personaje, un ser con entidad propia.

Uno de los aspectos que siempre se pone sobre la mesa al adaptar una película a teatro musical es cuánto de fiel se es o no a la película. Desde experiencias más literales y pegadas al celuloide como Dirty Dancing a musicales que expanden la historia y la complementan como la excelente Regreso al futuro. Afortunadamente, El día de la marmota está en este segundo grupo. Vemos prácticamente todos los momentos icónicos de la cinta protagonizada por Bill Murray -algunos con pequeñas modificaciones -, pero además profundizan en los personajes secundarios para llevar al libreto hasta la duración estándar de un musical.

Un asunto que me creaba curiosidad es cómo iban a reflejar las repeticiones temporales. Desde luego están muy bien escenificadas con el paso de las nubes en pantalla o rotando la casa. Todo cuidado al milímetro bajo la producción de Nostromo. En esta ocasión, Llácer no se ha podido encargar de la dirección escénica, que ha recaído en las sabias manos de Enric Cambray que ha sabido sacar partido a cada situación y cada personaje con inteligencia escénica. No me quiero olvidar de la banda en directo que saca matices a cada nota bajo la dirección musical de Manu Guix.

Muy agradable sorpresa este El día de la marmota, sin duda. Solo estarán hasta el 22 de marzo en el Teatro Coliseum y sí, al final termina nevando, ¿Se les ocurre algo más hermoso que ver nevar en un teatro?

«Godspell» aúna el talento creativo de Emilio Aragón y Antonio Banderas con un Adrián Salzedo en estado de gracia (divina)

Un artículo patrocinado por Carlos Rivera Comunicación

Foto Emilio Aragón y Antonio Banderas: EFE. Fotos de escena cedidas por la productora

Ahora que todo el mundo está expectante con el estreno de la adaptación cinematográfica de Wicked, conviene hacer un poco de memoria. Muchos años antes de que Stephen Schwartz se hiciese mundialmente célebre estrenó un musical de juventud basado en el Evangelio de San Mateo y en sus parábolas. Veremos en el mismo a Jesús y a unos particulares apóstoles como protagonistas. Ese espectáculo se llamó Godspell y ha supuesto la unión del talento creativo de Emilio Aragón y Antonio Banderas. Palabras mayores dentro de un espectáculo coral que cuenta con el protagonismo de Adrián Salzedo, una de las voces más hermosas de nuestro teatro musical. Mañana acaban su periplo en el Teatro Poliorama de Barcelona, pero tranquilos que la gira los llevará a Valencia, Palma de Mallorca, Alicante, Bilbao, Zaragoza, Sevilla, Vigo, Gijón y Salamanca.

Godspell es la primera coproducción de un musical que hace Teatro del Soho, nada menos que con el Estudio Caribe de Emilio Aragón. Tras su estreno en el citado teatro del malagueño, el musical se ha renovado con nuevo elenco para salir de gira. No tuve oportunidad de ver al cast que lo estrenó en Málaga, pero sí de escucharlo a través del disco que se lanzó. El renovado elenco coral cuenta con dos figuras ya de nuestro teatro musical como protagonistas: Adrián Salzedo y Erika Bleda. Los dos intérpretes se vuelven a dejar la piel sobre el escenario para sacar adelante un espectáculo complejo. Sus voces nos llevan a un estado celestial con dulzura y una espiritualidad como la que necesita esta historia y esta partitura. Todo ello con un humor que engancha tanto al público como el que la está disfrutando en el Poliorama de Barcelona. No me quiero dejar ningún nombre del estupendo elenco coral que incluye a Alberto Ladrón de Guevara (Juan Bautista y Judas), Andro Crespo (Andro), Iván Amigo (Iván), Juls Sosa (Juls), Lucía Ambrosini (Lucía), Noemi Gallego (Noemí), Nuria Sánchez (Nuria) y Raúl Ortiz (Raúl). Mento también a los swings, figura siempre en la sombra y sin la cual no se podría levantar el telón contra viento y marea: Mónica Solaun y Nicolás Vilallonga

El salto de un género a otro da vida a esta historia. La clave de que este espectáculo funcione está en el salto de género (musical y escénico) continuo en cada parábola. Podemos pasar de un teatrillo digno de una revista a las reconocibles marionetas de Ángel Calvente de El Espejo Negro, compañía malagueña que ha brillado por los escenarios con su adaptación de El verdugo, coproducción del Soho por cierto que pude disfrutar en el Teatro de la Abadía. Todo ello con cierta interacción con el público que le mete dentro de esta historia que de otra forma hubiese sido difícil que conectara.

Un espectáculo desde luego muy bien resuelto por la mano de Emilio Aragón que ha contado con Víctor Ullate Roche (en el elenco original estuvo de intérprete) para pulir un espectáculo lleno de dinamismo donde el humor, la buena música y la complicidad con el público son la marca de la casa. Si estáis en Barcelona este fin de semana no dejéis de pasaros por el Poliorama.

«La Llamada» lleva su éxtasis musical al Teatre Poliorama de Barcelona

Un artículo original de Carlos Rivera Díaz

«En mitad de ese desolador panorama vemos la luz, recibimos la llamada… de Richard Collins Moore. Él es Dios. Un ser todo poderoso que canta a la Houston. Su primera y sorprendente aparición deja prendado al público»

Un éxtasis musical en el hall del Lara

Corría el año 2013. Una propuesta inaudita llamó mi atención en el hall del Teatro Lara de Madrid. El título, La Llamada, con su cartel característico y su propuesta aparentemente sin pretensiones de unos entonces pseudo desconocidos Javier Calvo y Javier Ambrossi me llamó poderosamente la atención. Estuve ahí en el comienzo del fenómeno y de hecho hice la primera reseña de un musical del que seguimos hablando 11 años después y los tuve en mi programa radiofónico junto a su celestial personaje. Hace solo unos días volví a recibir La Llamada, esta vez en Barcelona, en donde permanecerá hasta el 26 de julio. Y sí, tuvo algo de aroma a aquella primera vez y es que retomó su papel celestial Richard Collins Moore, el mismo que tenía que dar a un pedal para que saliera el humo en aquel emblemático hall del Lara. Han pasado los años, pero el encanto y el desprejuiciamiento de esta propuesta escénica sigue conservándose intacto.

Mi primera vez fuera del Lara. Lo primero que me impactó de esta por ahora última vez es cómo el espectáculo cambia cuando sale de su lugar natural durante muchos años, el Teatro Lara. Precisamente el personaje de Dios es el que más lo nota. En la emblemática sala principal del espacio escénico madrileño se instalaba la gran escalera al cielo en el patio de butacas (y no puedes evitar darte la vuelta para ver sus apariciones). En cambio, en el Poliorama una gran cruz preside la puesta en escena y oculta la parte más ‘celestial’ que se abre para dar paso al magnético Collins Moore que nos atrapa de nuevo a ritmo de I have nothing o Step by step, el momento de mayor éxtasis de la función. También entonces descubrimos a la estupenda banda, algo que está desde el principio de este espectáculo y que es un canto a la música en directo, tan necesario en estos tiempos.

En el patio de butacas sorprende que incluso en una ciudad donde el espectáculo ha estado puntualmente ocurra exactamente lo mismo que en Madrid y es que a mi alrededor escuchaba que repetían muchos jóvenes, ese público que afortunadamente que sí acude al teatro cuando se le ofrecen propuestas así que les hablan de tú a tú.

Un reparto en estado de gracia. Marta Valverde y Estrella Xtravaganza repiten en sus rolles eclesiales. Las tablas, la entrega, la energía, la voz y el buen saber hacer de Marta Valverde nos regalan algunos de los momentos -todos somos tus fans o tú el nuestro, ¿Cómo era eso Sor Bernarda?- más desternillantes de la función. El súmmum desde luego llega con el ya emblemático Estoy alegre al que Valverde y Xtravaganza se entregan en cuerpo y alma.

Precioso el trabajo de la artista de Drag Race cuando nos muestra a la hermana Milagros más vulnerable a ritmo de Todas las flores a dúo con Angy Fernández, que vuelve a ser uno de los momentos más hermosos de este espectáculo lleno de risas, pero también de esos ‘pellizquitos’ que te llegan al corazón y de eso Estrella tiene mucho. Puro corazón dentro y fuera del escenario.

Nerea Rodríguez y Angy Fernández, pura química en escena. Ya se han convertido en dos rostros imprescindibles de este musical. Con un buen número de funciones a sus espaldas, las dos jóvenes intérpretes nos siguen encandilando con su ternura y su presencia escénica. Se notan y mucho las tablas que dan ya unos cuantos años haciendo musicales a pesar de su juventud. Un gusto disfrutarlas también cantando las canciones más melódicas del musical y ¿Cómo no? Dándolo todo a ritmo de Suma Latina.

Tras salir del espectáculo, tengo la misma sensación que hace 11 años. Presiento que a estos personajes tan maravillosamente imperfectos les queda aún cuerda para rato. Felicidades a todos los que hicieron posible un título como este empezando por su productor Mariaño Piñeiro y por supuesto a Antonio Fuentes del Teatro Lara y ¿Cómo no? A los padres de la criatura, Javier Calvo y Javier Ambrossi.

Agradecimientos: Cristina Belmonte (K Comunicación) y Mariano Piñeiro

Los artículos de Desde mi butaca están patrocinados por Carlos Rivera Comunicación

Beon Entertainment sigue marcando el ritmo del teatro musical original con el lanzamiento del CD de LA HISTORIA INTERMINABLE

Con dos muy recomendables producciones en cartel en el Teatro Marquina de Madrid, Forever Van Gogh y Shakespeare en 98 minutos, la factoría creativa liderada por Darío Regattieri sigue apostando por el lanzamiento de sus producciones en formato físico. Es de agradecer que al igual que hace el Teatro del Soho de Antonio Banderas haya una productora que lance producciones como la de La historia interminable que ahora nos ocupa. Si queréis vivir su magia en directo lo podéis hacer hasta el 7 de abril en el Teatre Apolo de Barcelona. El CD con los temas del musical está ya disponible en Kainso.

Desde luego, la escucha del disco de La historia interminable nos trasporta a Fantasia, ese territorio lleno de dragones, gigantes, monstruos y magia que tanto disfrutamos cuando pudimos verla en unas cuantas ocasiones en el Teatro Calderón de Madrid. Una superproducción musical que ahora tiene su homóloga en formato discográfico.

Desde la primera nota de la obertura con la imponente voz de Joseán Moreno, que se transmuta de librero, el viejo de la montaña al mismísimo Fújur a lo largo de la función, disfruta de cada línea musical de la partitura de Iván Macías. Entre los nombres que vuelven a brillar del elenco original del musical al igual que Moreno destacan nombres como los de Teresa Ferrer que vuelve a ser Xayide demostrando su calidad vocal en momentos de gran inspiración melódica como Sueños. No me quiero olvidar de la participación en esta versión discográfica de Talía del Val, actual Christine en El Fantasma de la Ópera, ni tampoco de Álex Forriols que brilla con El lamento de Gmork.

La inspiradísima partitura de Iván Macías vuelve a transitar de un género musical a otro de manera orgánica. Incluso se ‘aflamenca’ con Laura Gallego en la piel de Vetusta Morla con No nos importa sin olvidarme de los arreglos de la inolvidable The Neverending Story. El trabajo vocal del musical hace que las voces suenen empastadas con cada línea melódica clara gracias al trabajo de María José Santos como directora vocal. Otro nombre habitual de la productora que tampoco falta es Félix Amador a cargo de las estupendas letras.

El cast del CD está formado por Talía del Val, Alicia Scutelnicu, Noelia Rincón, Martina Hernández, Joseán Moreno, Laura Gallego, Alex Forriols, Teresa Ferrer, Nil Carbonell, Elena González, Ferrán Enfadaque, Rocío Margón, Ernesto Santos, Gustavo Rodríguez, Ruth Ge, Pablo Badillo, Irene Barrios, Ernesto Pigueiras. Han participado también Alba Cuartero, Briel González, Marta Heras, Fran León, Gerad Mínguez y Guillermo Pareja.

«The Producers» explota los aciertos de los musicales de Àngel Llàcer

Un artículo de Carlos Rivera Díaz con fotos de escena de David Ruano

Corría el año 2006. Stage Entertainment se atrevía a traer a España un musical al que quizás le faltaban unos años para que los aficionados al género de nuestro país pudiesen degustarlo en su justa medida. No fue el éxito que merecía Los Productores de Mel Brooks. Este montaje de Stage Entertainment incluía en su elenco a unos superlativos Fernando Albizu, tronchante su nazi bailongo, Ángel Ruiz, Miguel del Arco, en su último papel en musicales haciendo de director teatral pasado de vueltas, Dulcinea Juárez, ninguna actriz española podría encajar mejor en el papel de la sexy Ulla, un más que correcto José Mota y como cabeza de cartel Santiago Segura. Era cuestión de tiempo que este musical volviese a nuestros escenarios y desde que supe que Àngel Llàcer estaría al frente del equipo las expectativas fueron muy altas. Tras verlo en el Tívoli de Barcelona desde luego vuelve a cumplir con sobresaliente.

The Producers tiene una estética e iconografía muy marcadas. Aunque esta producción no se trate de una réplica del original de Broadway, está claro que determinados elementos debían estar por el amor que siente el público más ‘musicalero’ a este brillante espectáculo y deduzco que también el propio Llàcer que se implica en cada musical al 1000%. Es verdad que Llàcer se toma licencias -como incluir en The King of Broadway al cuerpo de baile caracterizados de musicales fácilmente reconocibles por el gran público-, pero todo lo que el amante de esta joya del género espera ver está ahí.

Aunque en esta ocasión Llàcer se ha reservado un papel secundario -aunque ‘bombón’ cual Bialybombones- el intérprete se lleva buena parte de los aplausos y de la atención del respetable. Es inevitable pensar -en tanto en cuanto los personajes además pueden ir en la misma línea- que este Roger DeBris parece una extensión natural del Zaza que con tanto acierto interpretó en La jaula de las locas. Más aún en momentos como el divertido casting con intervención del público o en el Keep it gay aquí traducido como Ponle pluma en el que se coló entre las elucubraciones del personaje incluso Sweeney Todd que el día anterior habíamos disfrutado en Barcelona. Su alocado director llega al punto máximo de desenfreno con su Flores a Hitler que desata las carcajadas del público. No me quiero olvidar del estupendo y desternillante trabajo de Bittor Fernández como su inseparable Carmen Age-à-Trois. Toda una revelación desde luego.

Desde luego, el peso de la función recae como siempre en los dos productores protagonistas. Para la ocasión, Llàcer se ha rodeado de dos viejos conocidos de sus producciones y con tablas para levantar este y cualquier musical. Armando Pita brilla en la melancolía de ese pasado que es y nunca volverá en El rey de Broadway y nos regala un dominio absoluto de la repetición y la comedia cuando le cuenta a su partner in crime que para poder ponerse el sombrero de productor tiene que estrenar un show en Broadway. El desgarro emocional llega cuando recuerda cómo era esa gran amistad que ahora siente traicionada y ‘enrejada’. Otro de los momentos estrella de su pícaro Max Bialystock es su relación con sus particulares mecenas que llega al summum con su visita a Reumalandia.

Dejo para el final a Ricky Mata. Tras convertirse en la absoluta revelación de La Jaula de las locas, Mata nos hizo sonreír en Cantando bajo la lluvia y ahora le ha tocado por derecho propio el papel coprotagonista. Dotado de la inseguridad del personaje con esa ternurita tan entrañable, su Leo Bloom es una de esas creaciones que le hacen seguir creciendo en su trayectoria en el teatro musical. Es un absoluto disfrute verlo compartir escenas con Pita y el resto del reparto con nombres como los de Mireia Portas como Ulla y José Luis Mosquera como Franz Liebkind. Todo ello con el sello de estilo Llácer que nos llevó a recordar por momentos a sus producciones precedentes que tanto nos hicieron disfrutar.

En definitiva, The producers es una producción impecable para un musical icónico que el tándem Àngel Llàcer- Manu Guix resuelven como de costumbre con gran acierto gracias también a las impecables coreografías de Miryam Benedited. Deseando repetir cuando vengan a Madrid, sin duda.

El Palau de la Música Catalana se rinde ante un memorable «Sweeney Todd»

Un artículo de Carlos Rivera Díaz

Fotos: Mario Wurzburger

El 31 de octubre no era una noche cualquiera en el Palau de la Música Catalana. Por primera vez se representaba un musical completo. No era cualquier título ni compositor. Era sin duda la cumbre del recientemente desaparecido Stephen Sondheim, al que le dedicamos un amplio especial. Era un reto desde luego con el precedente de las producciones dirigidas por Mario Gas, ambas protagonizadas por Vicky Peña y con Constantino Romero -versión en catalán- y Joan Crosas -en castellano tanto en el Español como en espacios como el Arriaga de Bilbao, donde pude disfrutarla yo allá por 2008. El propio Gas y Vicky Peña se dejaron ver en una noche memorable a la que no faltarían nombres de la escena como Ángel Llácer, que interpretó en el 2000 A little night music con dirección de Gas, o Carlos Latre, protagonista del Golfus de Roma que vimos en La Latina y del que nos habló en el citado especial sobre Sondheim.

Tras el animado preshow con personajes fantasmagóricos como Tita Tarántula con su risa de villana que parecía sacada de una película de Tim Burton, llegó el momento esperado. Sonaron las primeras notas de Sweeney Todd y el público, con un imponente Palau lleno hasta la bandera, concentrado en esta inolvidable velada.

Miquel Fernández vuelve a los musicales. Uno de los grandes alicientes de la noche no tardó en hacer su entrada en escena. Tenía muchas ganas de volver a ver a Miquel Fernández al frente de un musical tras tantos años en que el audiovisual nos le ha robado un poquito a los ‘teatreros’. Nadie como él podía cantarle con esa sutileza a su cuchilla en uno de los momentos más inspirados de la noche. Demostrando su habitual destreza vocal, el intérprete se volcó en su encarnación del brutal barbero de Fleet Street y uno solo puede fantasear con la idea de que la próxima vez que se monte el musical, que sea pronto por favor, podamos ver a Fernández al frente del reparto.

Una pareja con gran química. Otro reto importante le tocó a su partner in crime y nunca mejor dicho. Para mí, la Mrs Lovett de Vicky Peña, a la que tantas veces he escuchado en esa joya de disco que se editó en su momento y que atesoro como joya de colección, es algo simplemente irrepetible. La actriz ha nacido para dar vida a este personaje en mi cabeza. La elección de Anna Moliner que en principio no me terminaba de encajar, se solventa con una matrícula de honor. De hecho, es el mejor trabajo de los que he podido disfrutar de ella sobre los escenarios. Anna Moliner dota de una comicidad macabra al personaje que conecta con el público desde el primer momento. Impecable. Fernández y Moliner forman una gran pareja protagonista de TEATRO MUSICAL, así en mayúsculas. Ojalá pronto de nuevo juntos y si es con Sweeney Todd mejor claro.

Un elenco de altura. No me quiero olvidar del resto del elenco. Uno de los primeros personajes que aparece en escena es el misterioso personaje encarnada brillantemente por María Santallusia. A medio camino entre la ternura de un pasado que fue o quizás pudo ser y la locura que la ha llevado a ese estado. El esfuerzo de adelantarme a la barandilla por poder ver sus intervenciones en los laterales del escenario por la localización de mi asiento, mereció la pena. No me quiero olvidar de la melodiosa pareja de enamorados que forman unos siempre estupendos Ana San Martín y Eloi Gómez, que repiten con Sondheim (y como pareja) tras Golfus de Roma. Curioso fue lo que me pasó con Xavier Fernández. Su parecido físico con Xavier Ribera Vall, que interpretó el personaje con Gas, me hizo que la comparación fuera inevitable. Afortunadamente, su maestría escénica hizo brillar a este victoriano villano. Para el papel de Tobías Raff se ha optado por el jovencísimo Jan Gavilan que con desparpajo y simpatía interpretó a un personaje que en España suelen interpretar mujeres adultas como haría en su día Muntsa Rius. No me olvido del Beadle Bamford de Jordi Vidal al que imprime una alta dosis de comedia en momentos como el delirante ‘tocamiento’ del órgano del pianista. Dejo para el final a uno de los personajes bombón de la función. Me refiero claro a Pirelli. Hace solo unas semanas veía a Ivan Labanda como el mejor Billy Flint que he visto en España -olvidemos que alguna vez hizo ese personaje Carlos Lozano por favor. El intérprete salió del brete -ahí se ven las tablas- del fallo técnico con un gran aplauso del público sin dejar de ser el amanerado Pirelli. Una constatación más de la versatilidad vocal de este intérprete que hasta nos regaló un doblaje estupendo del protagonista de El retorno de Mary Poppins.

Un coro de lo más ‘juguetón’. Uno de los grandes aciertos de esta versión semiescenificada del musical ha sido el uso del coro. El coro joven del Orfeón Catalán -dirigido por Pablo Larraz y Oriol Castanyer- no solo narra la historia, también participa de la representación de la misma lo que va en consonancia de la propia concepción de la obra. Se convierten en dulces jilgueros, en locos del manicomio y participan en la representación -máscaras mediante- del pasado oscuro de los protagonistas.

La Orquesta Camerata Penedès, con dirección musical de Andreu Gallén, sonó precisa en cada nota pudiendo disfrutar del lirismo que impregna esta partitura de Sondheim. La puesta en escena quiso hacer partícipe de alguna forma al público y convirtió la batalla de los dos barberos en uno de los momentos más divertidos de la noche. Al final, público en pie para esta noche noche tan especial que contó con dirección de escena de Jordi Prat y Coll y las históricas e impecables traducciones de Roser Batalla y Roger Peña- lo bien que sigue sonando ese Dolces Dones del original Pretty Women. Ojalá más musicales en este espacio con equipos artísticos tan inspirados como el que pudimos ver en la noche del 31 de octubre.

La historia interminable: El musical español que SÍ marca la diferencia y el camino a seguir

Hace casi una década escribí mi tesina universitaria sobre el teatro musical español entre 1989 (Mar y cielo) y 2012 (El último jinete). Si tuviera que actualizarlo con lo que ha ocurrido en estos casi 10 años una productora ocuparía un hueco de honor: Beon Entertainment. La irrupción de la productora de Dario Regattieri ha cambiado sin duda la forma de hacer musicales en el mercado español. Hasta la irrupción de El médico parecía que los musicales made in spain eran algo anecdótico que solo muy puntualmente -vía modelo jukebox principalmente con éxitos como Hoy no me puedo levantar y por supuesto con la compañía Dagoll Dagom- lograba mirar ‘frente a frente’ al musical anglosajón en nuestros escenarios. Hoy Madrid es ya una de las ciudades con más producciones de teatro musical en el mundo. Quizás por eso es posible que se estrenen criaturas escénicas tan especiales como La historia interminable.

En una temporada poblada por musicales que adaptan musicales muy conocidos principalmente -de todo ello hablaré el viernes en el especial Una temporada a ritmo de musical-, este espectáculo es un soplo de aire fresco en la cartelera. Aunque en el fondo no debería serlo. Simplemente hay lo que debería haber en todos los musicales: CALIDAD. Sí, calidad artística en todos los departamentos desde el elenco y la orquesta al colorista vestuario de Antonio Belart, la escenografía de Antonio S. Cuerda, el diseño de iluminación de Felipe Ramos y Jesús Díaz, los efectos mágicos de Alfred Cobami, la peluquería y caracterización de Aaron Domínguez y sí, las simplemente impresionantes criaturas que poblan Fantasia, así sin acento en la i como el original alemán. Todo ello bajo la estupenda dirección de Federico Barrios.

Cuando se abren las puertas del Teatro Calderón el espectador hace un viaje a ese lugar de ensueño llamado infancia en el que podemos seguir jugando a ser el héroe en la batalla o la princesa en el cuento. Y en ese momento, el adulto pierde sus resortes de ‘raciocinio adulto’ y se deja llevar por la fantasía -ahora sí con acento en la i. Así creemos que todo es posible y vemos a Fujur volar, al caracol de carreras en movimiento, vemos vibrar el patio de butacas -el efecto sonoro es realmente bueno en este musical que cuenta con diseño de sonido de Alejandro Martín que nos trasporta sin duda a todos los parajes de Fantasia- con el impresionante comerocas y el caballo en escena es de lo más bonito y realista que he visto en un escenario en España. De no dar crédito, vaya. Desde luego, los animatronics -inéditos hasta ahora en nuestros escenarios a los que llegan de la mano de la empresa KreatFX- son el gran elemento diferenciador de esta producción. Cada vez que uno entraba en escena el público exhalaba como de no dar crédito. Siempre he pensado que el musical es el mejor territorio para la fantasía y La historia interminable es la constatación de ello.

Por supuesto la música de Iván Macías vuelve a jugar a favor de la historia con momentos de inspirado lirismo y una obertura realmente memorable. Tranquilos que aunque Never ending story tarde en salir, algún guiño musical se cuela a lo largo del espectáculo. Cuando llega el momento les aseguro que desean que fuese simplemente interminable. Pura magia en escena con esas voces que ha pulido María José Santos para que brillen en escena también en los impresionantes números corales.

Y no, no me olvido del elenco. Dando vida y pasión a lo que se ve en escena -incluida la voz de Fujur- está Joseán Moreno que vuelve a demostrar que más allá del innegable talento que tiene le pone corazón a cada proyecto y eso el público lo nota. En esta temporada hiperactiva para niños actores-cantantes, los dos protagonistas infantiles resultan esenciales en esta producción y más con unas partituras tan exigentes como las de Macías que desde luego resuelven con presteza intérpretes como Noelia Rincón y Marcos Sarnago. Vibrante la Xayide de Teresa Ferrer, pura dulzura la Emperatriz Infantil de Teresa Abarca, Nil Carbonell llena de chispa el escenario en un impresionante número de claqué muy bien acompañado del estupendo cuerpo de baile y el Gmork de Álex Forriols protagoniza una de las escenas más interesantes del musical. Pueden consultar el resto del impecable elenco aquí. Va mi aplauso para todos y cada uno de ellos.

Era difícil plasmar en escena una historia que permanece en el imaginario colectivo de varias generaciones, pero Beon ha conseguido la imposible con esta producción con adaptación del texto de Félix Amador y es sumergirnos por un momento en nuestros sueños infantiles. La historia interminable es la constatación de que se pueden hacer producciones locales que miren de igual a igual a los gran musicales internacionales. En definitiva es el musical español que SÍ marca la diferencia y el camino a seguir para las futuras producciones hechas en nuestras fronteras.

La rumba salta a escena hoy de la mano de El Terrat con Litus encabezando el cartel de ¡Chakapum!

Hoy subirá el telón del Gran Teatro CaixaBank Principe Pío de Madrid ¡Chakapum!, un espectáculo que se define como una fusión sin prejuicios de un concierto y una obra de teatro, de rumba, rock y otros estilos musicales, pero ante todo es una celebración de la vida.

¡CHAKAPUM! despliega, a partir de un recuerdo de la infancia de Litus, un caleidoscopio de escenas en las que se realiza un viaje emocional por la vida de su protagonista a la vez que se hace un repaso vivo a la historia de la rumba. Pero es también un “homenaje a los currantes de la música, a la profesión”, en palabras del propio Litus. El público podrá vibrar con versiones de temas que están arraigados en nuestra historia de artistas como El Gato PérezLos Amaya o Peret. La fiesta de la vida y la música traspasará el escenario en un fin de fiesta inesperado. 

Con un elenco de siete actores y actrices camaleónicas llenas de energía y una banda en directo de seis músicos capitaneados por Pablo Novoa, el espectáculo mostrará el “poder de la música como herramienta transformadora de la realidad”, uno de los objetivos de su autor Joan Grau. Para ello, la directora de escena Xénia Reguant ha contado con el escenógrafo Jose Novoa para la creación de un espacio emocional, sentimental, donde se dan cita los recuerdos y la música. También se podrá disfrutar de las proyecciones de la artista Mürfila que incluyen imágenes de grandes referentes de la rumba y otras de la vida real de Litus. Elementos que ayudan a contar este viaje y a potenciar lo icónico que tiene la rumba.

Este montaje es uno de los proyectos más personales de Litus, cantante de La Banda de Late Motiv y uno de los integrantes del exitoso montaje teatral Lehman Trilogy“La rumba tiene que ver con cómo conocí la música. Con mi familia. Con cómo aprendí mi profesión”, explica Litus. “Tengo un recuerdo mágico de las sobremesas de mis padres cuando yo era un niño. Es un recuerdo que, con los años, ha tomado una textura de sueño”.

En palabras de su directora, “En ¡Chakapum!, conoceremos a los grandes fundadores del género, desgranaremos todo lo que compone la rumba catalana, todo lo que compone Litus y lo que nos compone como humanos”. Xènia Reguant da más detalles: “Pasaremos por Cuba, Terrassa, Tossa de Mar. Entre rumba, tiempo, contratiempo, movimiento incesante y pequeños ambientes construidos con dos cubos y una escalera capaces de transformarse en todos los escenarios posibles, llegaremos al ¡Chakapum! Siempre acompañados de una rumba que evolucionará con el espectáculo hasta llegar a una sonoridad moderna y actual”.

El espectáculo pone de manifiesto que la rumba está viva y es eléctrica porque te pone en movimiento. ¡Chakapum! es una experiencia única producida por El Terrat (The Mediapro Studio) y que podrás vivir del 12 de agosto al 4 de septiembre en La Estación Gran Teatro Caixabank Principe Pío.