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Durante el espectáculo podremos disfrutar desde los clásicos que marcaron la infancia de millones de personas, como las inolvidables partituras de Alan Menken para Disney (La Bella y la Bestia, Pocahontas, Aladdin) como títulos tan queridos de la casa del ratón más universal como Toy Story o El Rey León. En su recorrido musical tampoco faltarán Cómo entrenar a tu dragón, Kung Fu Panda o La princesa Mononoke del emblemático estudio Ghibli.
Con más de 70 artistas sobre el escenario, entre músicos, cantantes y una puesta en escena espectacular, TOON STORY nos invita a sumergirnos en un universo de nostalgia, emoción, humor y aventuras, bajo la batuta del carismático director y divulgador musical Constantino Martínez-Orts, que ilustra cada obra con sus divertidos e interesantes comentarios, convertidos ya en una de las señas de identidad de FSO.
Esta nueva producción de la FSO nos presenta un gran espectáculo visual y musical pensado para todos los públicos, donde la música sinfónica y el espíritu del cine de animación se darán la mano en un formato innovador, sorprendente y lleno de vida. Una oportunidad única para revivir grandes historias y disfrutar de temas tan icónicos como Hakuna Matata o Let it go junto a una impresionante orquesta sinfónica.
«No hago películas para niños, las hago para nuestro niño interior»
Walt Disney
La exposición del centenario de Disney ya es por fin, aunque llegue mucho después de cumplirse la efeméride, una realidad en Madrid tras recorrer otros lugares del mundo. La podemos ver en la Fundación Canal de la capital. Walt Disney Archives expone algunos de sus más preciados tesoros en España. En la mismo podemos ver más de 250 piezas, repartidas en 9 galerías inmersivas que abarcan 100 años de historias Disney, entre las que figuran obras de arte y dibujos, objetos históricos como maquetas, vestuario, utilería y memorabilia, así como 14 instalaciones interactivas.
La gran exposición, organizada por Disney para celebrar 100 años de creatividad e innovación, homenajea a algunos de los personajes más icónicos e historias que han trascendido generación tras generación en todo el mundo. Comentaba en su comparecencia en Madrid Becky Cline, directora de los archivos de la compañía con sede en Burbank, que en sus cuarenta años en el estudio nunca ha podido ‘desconectar’ de la marca. Tanto es así que hasta en el lugar más recóndito del mundo donde menos pensaba encontrarse con Mickey, de repente se cruzó con una niña con una mochila del personaje.
Es esta experiencia algo transgeneracional y es que todos vamos a encontrar un recuerdo que nos evoque una película de Disney. Eso es debido a que encontraremos desde piezas de clásicos de Disney como Blancanieves y los siete enanitos (1937) a estrenos más contemporáneos, entre los que se incluyen Encanto (2021) y los recientes lanzamientos de Marvel, Pixar y Star Wars.
Un encuentro con la poseedora de ‘la llave’ de los archivos de Disney
“Nos emociona traer esta fantástica exposición a Madrid. Estamos deseando que los visitantes disfruten algunas de sus historias, personajes y atracciones favoritas de Disney de una forma nueva y envolvente, mientras celebramos todos los maravillosos mundos de Disney”.
Becky Cline, directora de Walt Disney Archives
En la presentación en Madrid tuvimos la suerte de escuchar a la garante del archivo de la Walt Disney Company, Becky Cline. Uno de los momentos clave de su intervención fue cuando Jordi Cruz la preguntó por su objeto favorito de la exposición. Para ella es sin duda la bola de Mary Poppins, su película favorita. Lo mismo me ocurrió a mí cuando me acerqué a ella y pude observarla detenidamente. Me acordé en ese momento de una estampa preciosa. La de los Sherman tocando a Walt cada tarde ese Feed the birds que tanto llegaba al magnate de la animación. Todas las generaciones tenemos un momento que nos conecta con la magia Disney y el mío, al igual que le pasaba a Disney, era sin duda esta canción que entronca tanto con los valores universales de amor al prójimo que promulgaban las cintas clásicas del emporio del ratón Mickey con el que comenzó todo.
Desde hace más de 55 años, Walt Disney Archives preserva cuidadosamente algunas de las “joyas de la corona” de The Walt Disney Company.
Es importante destacar que se han necesitado cuatro años para planificar y reunir los objetos que se exhiben en Disney: The Exhibition – 100 Años de Magia, y que los fans y amantes de Disney podamos ver por primera vez en España.
Esta muestra es posible gracias a las contribuciones creativas combinadas de Walt Disney Archives, Walt Disney Animation Research Library, Walt Disney Imagineering, Disney Theatrical Group, Lucasfilm, Marvel Studios, Pixar Animation Studios, Walt Disney Music y The Walt Disney Family Museum.
La música también presente en la exposición
Desde los orígenes de Disney, el magnate del entretenimiento tuvo claro el poder evocador de las grandes canciones para contar historias. Dan buena muestra de ellos la música inolvidable de Blancanieves y los 7 enanitos o su gran proyecto personal: Fantasía. Es por ello que con Mickey como director de orquesta no podía faltar una sección dedicada a sus bandas sonoras, aunque se echase en falta alguna mención más explícita a sus compositores como los Hermanos Sherman y Alan Menken, que son el ADN musical de la compañía para varias generaciones. También encontramos un pequeño y anecdótico recorrido por la división teatral con la vista puesta en su joya de vender tickets: El Rey León con vídeos con testimonios del equipo creativo con Julie Taymor a la cabeza.
Durante la exposición podremos disfrutar de obras de arte, esculturas utilizadas para la animación, así como vestuarios y accesorios de las películas de acción real. Entre otros, esto incluye tanto el caballo del tiovivo de Mary Poppins(1964) -utilizado por la Leyenda de Disney Dick Van Dyke y con la que es imposible no querer fotografiarse-, como el vestido rojo de Cruella(2021), llevado por la actriz Emma Stone. Precisamente Cruella tiene su propio apartado en la exposición mostrando la evolución desde la villana animada a la icónica Glenn Close en el live action o la citada última revisión del malvado personaje Disney.
También podremos ver otros icónicos objetos y accesorios emblemáticos adicionales, como los libros del atrezzo original de Cenicienta (1950) y Merlín el Encantador (1963), la zapatilla de cristal de la versión de acción real de Cenicienta (2015), además de objetos de franquicias de nueva adquisición lejos del aroma del Disney primigenio y que al que aquí escribe no le suscitan excesivo interés, pero que suponen un aliciente extra para las nuevas generaciones. Sin duda, el vestuario de Indiana Jones supone uno de los elementos más icónicos de esta completísima muestra. No falta tampoco el Winnie The Pooh de la excelente Cristopher Robin, que cuenta la historia del autor del mítico personaje nacido en la literatura.
Las galerías temáticas suponen una experiencia inmersiva, e incluyen un paseo por una réplica de Main Street U.S.A. (de los parques Disney),así como oportunidades fotográficas que permiten a los visitantes posar junto a esculturas e impresiones de algunos de sus personajes preferidos, como: Mickey Mouse, la familia Parr de Los Increíbles (2004), Goofy, el Hada Madrina deCenicienta (1950) o la familia Madrigal de Encanto.
En definitiva, nos encontramos ante un viaje inmersivo y único a los archivos de la compañía de los sueños que hará ‘volar’ su imaginación a todas las generaciones, desde aquellos que añoran el Disney clásico a los nuevos infantes pegados a las nuevas franquicias de la compañía. Simplemente imprescindible, simplemente… PURA MAGIA DISNEY.
Españoles, el formato físico ha muerto. Bueno, igual esto no es tan cierto o ¿Sí? El Corte Inglés ha eliminado de las estanterías de muchos de sus centros comerciales las películas y a excepción de El Setanta Nou en Barcelona como admirable paradigma de la resistencia (con mucho éxito además) son escasas las tiendas que sirven un buen puñado de Blurays y DVDS (medio enterrado desde hace una década, pero ahí sigue). Sin embargo, cadenas de centros comerciales las siguen vendiendo en su web y se pueden recoger en tienda. Cada vez más gente se extraña de que compre formato físico. No entienden que tener una película en casa me asegura tener la LIBERTAD de elegir de verdad lo que quiero ver. No, las plataformas con su catálogo cambiante y estresante no ofrecen casi nunca lo que busco. En cambio, lo tengo fácil, saco mi Bluray (o en su defecto DVD si no la hay en el formato imperante) y puedo disfrutar de lo que realmente quiero ver, no lo que al algoritmo le interesa que vea.
Sigo con fricción los debates de espacios como Frikeame sobre el momento del físico en España y me mantengo pendiente de la red social X para saber las novedades en Mubis y Cinemix. No concibo mi vida de cinéfilo sin tener esa película que adoro para disfrutarla (y con bien de extras y ‘chuches’ si puede ser).
Pues bien, en España desde hace unos años, que las majors nos consideran ya un mercado marginal, cada vez es más complicado completar la colección de películas. Sí, somos coleccionistas, lo primero es que te interese la cinta en cuestión, pero una bonita edición te hace valorar aún más este producto cultural.
Cada vez que se anuncia reserva de un steelbook o edición llena de ‘chuches’ (desde pósters a libreto, fotos de rodaje…) llegan los juegos del hambre. El stock es tan ridículo que ni las grandes como Amazon, que no para las reservas hasta que lo considera oportuno y no manda por supuesto luego las pelis, ni Fnac ni el lucero del Alba puede con la demanda de estas cada vez más limitadas ediciones. Aún así, los coleccionistas amamos de verdad tanto el cine que seguimos, aunque quizás haya días que queramos tirar la toalla. Uno de los casos ha sido LOS PECADORES, una película memorable a mi modo de ver, de la que han volado los steelbooks de una forma inenarrable. La especulación en Wallapop no se hizo esperar, ¿Cómo no? Siempre habrá sanguijuelas en el coleccionismo.
Estaría bien que con alguna edición futura -habrá tortas por la edición especial de La novia cadáver– el stock aumentara algo. No sé, por decir que Arvi y compañía de verdad cumplen con las demandas de sus clientes. Llámenme iluso o mejor llámenme enamorado del cine en toda la extensión de la palabra.
Como si de una anécdota de esas inverosímiles que cuentan de él se tratase, tuve un curioso encuentro con él por las calles de la ciudad a primera hora del jueves que me es inevitable mencionar: ¿Cuántas veces te vas a encontrar en tu barrio a una estrella que forma parte de toda tu vida cinéfila buscando una calle en un móvil pre-smartphone? No llevaba patatas fritas encima, así que no tuve la experiencia de que me robara alguna y saliera corriendo, pero se queda para mi recuerdo este imborrable momento. Me preguntó por una calle y encantado atendió al selfie que le pedí con sonrisa a pesar del jetlag. Desde luego no hizo suyo aquello de «never meet your heroes o nunca conozcas a tus ídolos». En su entrevista en El Hormiguero le preguntó Pablo nada más empezar si había andado por Madrid y dijo que poco y que cuando se camuflaba se ponía unas gafas. Casualidad mágica pues que me lo encontrara y sin gafas.
Pero vayamos al tajo… o no, como todo lo que tiene que ver con Murray, ¿Qué relación tiene el protagonista de El día de la marmota con Chinchón? Spoiler: W.A. Para saberlo tendréis que leer esta crónica completa tan anárquica como el propio Bill, aunque admito que sobre el escenario me sorprendió siendo asombrosamente disciplinado y ejemplar.
Se apagan las luces, no se escucha nada durante unos segundos y de repente se cuela el micro de Bill y empieza a echarse una buena risotada. Pero, ¿Qué diablos ha venido a hacer a Madrid este genio y figura? Como comenté en un post anterior: «New Worlds es una preciosa velada de música, literatura y poesía, que Bill Murray interpreta íntegramente en inglés, acompañado en el escenario por el citado Jon Vogler. También participan en el espectáculo la violinista Mira Wang y la pianista Vanessa Pérez». Hasta aquí lo meramente informativo.
El nominado al Oscar por Lost In Translation durante el espectáculo interpreta distintos textos, pero lo que más disfruta seguramente el público es cómo se toma el tema musical. Más aún cuando hace partícipe al público. En sus intentos de ‘chapurrear’ español confesó que la única que se sabía era ¿Qué será, qué será? que el público -ecléctico con parte de ellos que no sabían ni lo que venían a ver y celebrities como Dani Martín, Ara Malikian y María Hervás entre el respetable- coreó con ganas.
Entre los momentos estelares está sin duda cuando Mira Wang -con la que tiene una estupenda química, con algún que otro cuchicheo al oído y baile- junto a Vanessa Pérez y Jon Vogler se dejan llevar por la locura etílica para descubrir que el que estaba bebido era ¡el piano! Momento ideal para sacar la hilaridad de nuestro querido Bill.
Episodio aparte merece el apartado dedicado a West Side Story que comienza con un Somewhere que lleva más a la emoción que a lo meramente vocal. Con I feel pretty el público se encuentra con el Bill Murray que esperaba ver con su expresividad y comicidad en estado puro y ya con América se atreve incluso a hacer algún ingenioso y actual cambio en la letra que el público aplaude. Aún quedaba el momento en que Bill lanzó rosas al respetable cuando bajó del escenario, pero un momento ¿Y Chinchón?
«Hola mis amigos de Chinchón». Seguro que más de uno pensó que era una gracieta sin más como aquella en la que «le doy las gracias a la reina Isabel por pagar a Colón», pero no. Este saludo tenía mucho sentido. Su buen amigo Wes Anderson rodó Asteroid City allí. No lo busques, no está en el cast, pero le pareció una buena idea al bueno de Bill pasarse por allí a acompañar -como si no hubiese suficientes estrellas. Casualmente Sonia Gascón, una actriz española que hace nada se subía a ese mismo escenario con Gypsy, me comentaba que lo había conocido en ese rodaje. Este New Worlds ha sido el primer espectáculo tras acabar el musical de Banderas allí y antes de dar la bienvenido al espléndidoLibre el musical de Nino Bravo, favorito a los PremiOFF con 7 nominaciones, que llegará el 9 de julio al mencionado Teatro Nuevo Apolo.
Y hasta aquí puedo leer. Una noche memorable con el genio y figura de Bill, que recomendaría a cualquier espectador de las futuras plazas de esta gira tan especial, ¿Quién sabe si no terminarán protagonizando en su ciudad una de esas míticas anécdotas que sobrevuelan la leyenda de este mito del cine?
El Teatro Arriaga recibirá el próximo 19 de junio en su escenario a uno de los actores más icónicos de la historia del cine: Bill Murray. Llega a Bilbao una leyenda del cine, protagonista de filmes tan aclamados como Ghostbusters (Los cazafantasmas) o Lost in translation, por citar solo un par de ejemplos, y respetadísimo actor de reparto en incontables películas (Ed Wood, Rushmore, St. Vincent y un largo etcétera). Murray se subirá a las tablas del Arriaga para ofrecer al público su proyecto conjunto con el violonchelista Jon Vogler: New Worlds.
New Worlds es una preciosa velada de música, literatura y poesía, que Bill Murray interpreta íntegramente en inglés, acompañado en el escenario por el citado Jon Vogler. También participan en el espectáculo la violinista Mira Wang y la pianista Vanessa Pérez. Para aquellas personas que no puedan seguir la actuación en inglés, el espectáculo estará sobretitulado en euskera y castellano, a excepción de las partes improvisadas por el actor.
Bill Murray y Jan Vogler se conocieron durante sus viajes y se hicieron amigos en Nueva York. Curiosos por el mundo artístico e intereses del otro, el actor y el violonchelista pronto tuvieron la idea de trabajar juntos en un proyecto. Un programa que muestra la esencia de los valores estadounidenses en la literatura y la música.
Un espectáculo que comunica los puentes que los artistas han construido entre América y Europa. Twain, Hemingway, Whitman, Cooper, Bernstein, Gershwin y Foster son algunas de las voces más influyentes que han marcado generaciones en América y han mostrado al mundo el encanto, la energía y la fuerza creativa del Nuevo Mundo. Su idea de un programa conjunto fructificó en 2017.
El amor de la estrella de Hollywood por la música clásica es reciente, y su arte del lenguaje es infinito. Por lo tanto, razón de más para esperar con entusiasmo un fascinante encuentro entre la gran música y la gran literatura, protagonizado por dos maestros de su arte.
Veranos del Taoro es un festival de artes escénicas ‘a cielo abierto’ que se desarrolla anualmente en Tenerife siguiendo la línea de iniciativas como Regent’s Park Open Air Theatre de Londres o el Shakespeare in the Park de Nueva York. Tras el éxito cosechado en años anteriores con la presencia de Isabella Rossellini y John Malkovich, en esta cuarta edición el Festival ha querido darse a conocer en otras ciudades, como Madrid, Barcelona y Bilbao. Se trata de las “extensiones” del Festival, que buscan que residentes y visitantes de diferentes ciudades españolas puedan conocer una muestra de un acontecimiento teatral nacido y consolidado en Canarias.
Creado y producido por Encaro Factory, Veranos del Taoro cuenta con el patrocinio del Gobierno de Canarias (Islas Canarias, latitud de Vida), del Cabildo de Tenerife (Tenerife despierta emociones), del Ayuntamiento de Puerto de la Cruz (Cultura) y de Lopesan Hotel Group. También colaboran el Centro de Iniciativas y Turismo de Puerto de la Cruz y Asociación de Desarrollo Empresarial, Pantalla Canaria, Prensa Ibérica (El Día y La Provincia), Ecopress Comunicaciones, Botánica Food&Event, Grupo Compostelana y Linaje del Pago.
El Palacio de Santa Bárbara de Madrid acoge una exposición muy especial con motivo del estreno el próximo viernes 22 de noviembre de Wicked. La visita, con entrada gratuita, nos sumerge hasta el 24 de noviembre en el vestuario de una de las películas del año. Estuvimos en la inauguración de la exposición en un tour muy especial en el que conocimos algunos detalles de la producción de este esperado musical de la mano del amable equipo de PR de Universal y Way To Blue.
A la entrada, seguimos el camino de baldosas amarillas y encontramos una reproducción de los tulipanes que estamos seguros brillarán en la gran pantalla. Uno de los elementos esenciales de esta cinta es que se ha intentado que los espacios sean lo más realistas posibles en esta era del CGI en que todo está hecho por ordenador. Así, para la película se cultivaron nada menos que 9.000.000 de tulipanes.
Nos sumergimos ya en el Palacio de Santa Bárbara para ir descubriendo los secretos de este mundo fantástico. En una de las salas entramos de lleno en la Universidad de Shiz que está inspirado en la Exposición Mundial Colombina de Chicago de 1893, recuperando así la inspiración original de Ciudad Esmeralda en el libro de L. Frank Baum. Allí además de disfrutar de algunas piezas de vestuario, los asistentes podrán convertirse por arte de magia en un alumno de la Universidad.
Uno de los objetos estrella de esta exposición es la escoba de Elphaba que está fabricada con raíces de mangle entrelazados. En la Sala del Trono del Mago, encontramos la impresionante reproducción de la inmensa cabeza mecánica del Mago.
Tampoco faltará su vestuario que parece ya predestinado a convertirse en icónico para los amantes del universo OZ e incluso una reproducción del Expreso de Ciudad Esmeralda.
Para acabar no quiero olvidarme de los icónicos vestuarios de Glinda y Elphaba que sin olvidarse del referente teatral original dan una nueva dimensión de sus personalidades a través de su aspecto. La imagen de Elphaba es austera, rígida y angular, mientras que Glinda encarna lo refinado.
Solo podemos recomendar esta exposición del universo de Wicked que no hace más que aumentar las ganas de ver en pantalla grande esta historia mágica. Podéis verla en el imponente Palacio de Santa Bárbara de Madrid (Calle Hortaleza 87) en los siguientes días y horarios: Sábado 16 y domingo 17 de noviembre de 11h a 21h, de lunes 18 a viernes 22 de noviembre de 11h a 15h y de 17h a 21h y el Sábado 23 y domingo 24 de noviembre de 11h a 21h.
En un mes que parece dominado a nivel mediático en nuestro país por la innecesaria secuela de Gladiator, DESDE MI BUTACA fijamos la mirada en otros estrenos que sin duda al menos al que aquí escribe le mueven mucho más. Por un lado, HERE (fecha de estreno 5 de diciembre), que nos trae de vuelta al genial Robert Zemeckis (¿Quién engañó a Roger Rabbit?, Regreso al futuro, La muerte os sienta tan bien, Las brujas). El director es sinónimo de infancia, de nostalgia para una generación que hemos crecido y aprendido a amar el cine con sus películas. Otro título que sin duda también tiene mucha culpa de la afición al cine de varias generaciones es El mago de OZ. Tras muchos trasuntos, secuelas y precuelas apócrifas de poco interés, llega por fin a salas la adaptación al cine de Wicked, el musical precuela de la famosa historia, el próximo 22 de noviembre.
Here, de nuevo Tom Hanks y Robert Zemeckis de la mano. Es sin duda, uno de los platos fuertes de la temporada cinematográfica. Reunir de nuevo, y ya van cinco veces, al tándem detrás del éxito de Forrest Gump, es un buen as en la manga. La peculiaridad de la cinta radica en el trabajo del director de fotografía nominado al Oscar Don Burgess (Forrest Gump, Aquaman, Expediente Warren: El caso Enfield). Este rodó colocando la cámara de forma magistral para mostrar cómo la vida se mueve a través del tiempo y nunca deja de cambiar. Esta técnica deliberada consigue el asombroso efecto de que el público no sólo experimente la vida de los personajes como si fueran observadores en la sala, sino que también amplía el alcance para dar vida a la localización. El lugar es un personaje más.
Wicked, por fin el musical salta a la pantalla. Las idas y venidas para adaptar uno de los musicales más exitosos de las últimas décadas a la gran pantalla han sido sonadas. La buena noticia es que el próximo 22 de noviembre será por fin una realidad en los cines de todo el mundo. Para los que no lo sepan, Wicked cuenta la historia jamás contada de las brujas de Oz. La cinta está protagonizada por la deslumbrante ganadora de un Emmy, un Grammy y un Tony Cynthia Erivo (Harriet, el musical de Broadway El color púrpura) en el papel de Elphaba, una joven incomprendida por su inusual color verde de piel que aún no ha descubierto su verdadero poder, y por la superestrella mundial ganadora de varios Grammy y discos de platino, Ariana Grande, interpretando a Glinda, una popular joven marcada por sus privilegios y su ambición que aún no ha descubierto su verdadera pasión. En el reparto hay otros nombres como el del inconfundible Jeff Goldblum, del que tengo mucha curiosidad por ver cómo se desenvuelve en unos de los números más bonitos del musical, A sentimental man. Sí, el actor de Parque Jurásico asume el roll del Mago de Oz que estrenó en su día el inolvidable Joel Grey -el MC de Cabaret– y que en México curiosamente interpretó un español muy querido por el público, Paco Morales. La magia está servida en esta esperada cinta que los fans del musical esperamos con ansias.
“Ver a Lina me recuerda que me dedico a esto por cómo jugaba”. María León es una de las muchas profesionales que se sinceran sobre Lina Morgan en la serie documental que ha estrenado Movistar +, Lina: La mujer espectacular.
Los ingleses dicen to play y para Lina la comedia tenía mucho de eso, de juego. Ella empezó a jugar como nadie para escuchar la lluvia y es que la primera cascada de aplausos de su vida se le asemejó al ruido de una lluvia intensa. A partir de ahí comenzaría la vida artística de una persona que se convertiría en un absoluto icono de la cultura popular de nuestro país.
«Piensa en la cantidad de compañeros míos que han muerto». Quizás el único testimonio vivo de la primera compañía en la que estuvo Lina sería su primer (e infantil) primer amor, el legendario Manolo Zarzo que es sin duda uno de los testimonios más valiosos de esta apasionante serie documental. Eran unos tiempos difíciles para los cómicos pero según reflexiona la propia Lina en una entrevista de archivo contenida en el documental para ella era fascinante formar parte desde adolescente del mundo del espectáculo.
Las otras Linas. Aunque Lina en el fondo era inimitable por esa capacidad de captar la atención y las risas del respetable, en el documental se salpican las notas biográficas con momentos de recreación de algunas escenas de su carrera. Desde el ‘chanante’ y desternillante Joaquín Reyes a Goizalde Núñez pasando por la emotiva recreación de La Barraca del Amor con unos poéticos Anabel Alonso y Pepe Viyuela haciendo las veces de Lina y el inolvidable Paco Valladares.
El perfil más completo de un icono hasta la fecha. Aunque el documental tenga un tono respetuoso con la figura que trata no por ello deja de tocar temas de los que poco o nada hablaría ella misma en vida. Me refiero por supuesto a los que conciernen sobre su vida personal y de los que en este medio de caracter cultural no entraremos por no ser nuestro ‘negociado’.
Lo que sí nos importa es reivindicarla como empresaria teatral, como la primera mujer que compró un teatro en Europa, como la artista ‘revientataquillas’ que tras un pase de su obra en televisión conseguía que aún más gente fuera a su querido Teatro La Latina a verla. A ello contribuye mucho el hecho de tener perfiles entre los testimonios tan variados como Jesús Cimarro, propietario actual del Teatro La Latina, Dani Mateo, Silvia Abril, Nacha La Macha, Juan Andrés Araque, productor de Un chico de revista precisamente en La Latina o incluso el chófer de la artista, Daniel Pontes.
Viendo el documental soy consciente de qué forma se han quedado anclados en mi memoria emocional personajes como Lina Morgan. Para mí, Lina Morgan era la protagonista de esas comedias teatrales televisadas tan divertidas -tenía especial devoción por Vaya par de gemelas que tenía en VHS, pero ante todo fue la protagonista de una serie que me marcó como televidente. Sin duda, Hostal Royal Manzanares es el icono televisivo por el cual Lina será recordada en mi generación. Esa cercanía que imponía esa televisión hecha con público al más puro estilo teatral quien sabe si marcaría incluso mi pasión por el teatro. Lo pensaba viendo la serie.
Quiero pensar que de alguna forma gracias a la memoria esa tonta del bote, esa chica de revista poco convencional, esa empresaria teatral, esa mujer barbuda de la que tanto se enorgullecía y esa Reme de ‘taytantos’ enamorada de Joaquín Kremel seguirá jugando para que al final de cada función sigan llegando las lluvias… de aplausos.
No es ningún secreto que la canción favorita de Walt Disney era Feed the birds. Hoy, su coautor, Richard M. Sherman, nos ha dejado a los 95 años con una de las trayectorias más prolíficas de la industria del entretenimiento. A la muerte de Walt, los hermanos Sherman siguieron tocando en su despacho esta canción al piano que hoy sin duda resuena en los corazones de varias generaciones que hemos vibrado y hemos aprendido a amar el género del musical gracias a sus canciones. Quizás sea la canción que mejor ejemplariza lo que es dar y recibir amor, ese mensaje tan implícito en el Disney clásico. De eso iba esta canción y probablemente el propio legado de los Sherman que se dieron en cuerpo y alma para llevar sus mensajes optimistas y emocionales a los espectadores de todas las edades.
El primer recuerdo que tengo de su música sin duda es a través de Mary Poppins en una emisión televisada por el espacio Cine Disney de Telecinco. Me quedé pegado a la pantalla con esa historia y esas canciones que fui incapaz de quitarme de la cabeza. La descubrí como mi generación y las anteriores doblada con voces en castellano que para mí resuenan a infancia. Poco después emitirían por cierto La Bruja Novata y otra vez la magia me invadiría con esas canciones. Por supuesto a los 7 u 8 años yo no conocía la figura de estos hermanos, pero a través de su música me han acompañado toda mi vida. Después llegarían a mi vida las melodías de Merlín, el encantador, El libro de la selva y la muy reivindicable Chitty Chitty Bang Bang, fuera de la Disney y con guion del mismísimo Roald Dahl.
Quizás el momento en que fui consciente de lo que los Sherman han supuesto en la historia del cine y del espectáculo fue con una película por la que tengo una especial inclinación. Se trata de Al encuentro de Mr. Banks en la que vemos la lucha de Walt Disney por conseguir los derechos cinematográficos de Mary Poppins, mi película favorita desde aquel citado primer visionado hace cerca de 30 años. En la cinta que mostraba el proceso creativo de la inolvidable cinta, los Sherman se convertían también a los ojos del espectador en protagonistas merecidos de la historia de Disney. Después llegaría el documental The Boys, donde conocíamos la trayectoria y la no tan idílica relación de los hermanos y que tanto me sirvió de base para un proyecto que confío sacar adelante muy pronto.
Esta madrugada, sobresaltado por la noticia, la segunda canción que me vino a la cabeza en este momento fue una que los Sherman compusieron ante la ‘incredulidad’ de la pérdida de Walt. Hoy, como el protagonista infantil de La Bruja Novata nos sentimos así. Hemos perdido un trocito de la MAGIA que nos ha construido como adultos y es que «Cuando crees que ya no eres un niño y cuando en jugar no hay ya ilusión, viene la edad un poco triste y la incredulidad nació».
Richard M. Sherman tuvo la oportunidad de tocar por última vez la canción favorita de Walt en su despacho no hace mucho. Lo hizo para el momento más emotivo de Érase una vez un estudio en el que Mickey mira un retrato de Walt Disney mientras suena de fondo Feed the birds. Si es que existe un cielo ‘mágico’, seguro Richard y Robert se la estarán tocando al eterno Tío Walt.
En días como hoy, tan tristes, tengo sentimientos encontrados. Por un lado, tengo ante mi la pérdida de alguien que gracias al camino que elegido ha sido mucho más que una actriz a la que he visto un montón de veces sobre el escenario. Por otro, pudo decir con orgullo que tuve cierta cercanía con Concha y eso es un privilegio que me ha dado mi trabajo. Aquí no leerán, para eso están las secciones de cultura de los periódicos, un parafraseo de su carrera. Aquí haré un acercamiento a la persona a través de mis pequeñas vivencias con la eterna chica yeyé.
Comienzo haciendo una confesión que no por tópica deja de ser real. Yo sí le dije a mi madre aquello de MAMÁ, QUIERO SER ARTISTA. Desde muy niño canté y participé en concursos emulando a Nino Bravo. Por eso, para mí encontrarme de niño con Concha Velasco fue una auténtica revelación. Tuve la inmensa suerte de que después de quedarme con la boca abierta viéndola en primera fila en Hello, Dolly! -gracias Reyes Magos por las entradas- pude conocerla en su camerino. Era además en un escenario simbólico para mí, la Sala Argenta del Palacio de Festivales de Cantabria donde años después como estudiante de teatro pude hacer el musical Oliver! Recuerdo cada instante de esa postfunción, como Concha abría de par en par las puertas de su camerino para recibir el cariño del público con su inseparable Paco Marsó. Esa noche le confesé que haría mi primera reseña sobre teatro sobre su Hello Dolly! Me dijo que se la mandara por fax y oh, destino, perdí la tarjeta y disgusto al canto- muchos años después en un rodaje de Cine de Barrio le conté la historia a la propia Concha. De esa noche mágica guardo momentos imborrables como esos autógrafos de la propia Concha y de mis queridos Marta Malone, Roberto Saiz y Juan Carlos Martín, con los que muchos años después hice un reencuentro radiofónico.
En este camino del periodismo tuve la suerte de cruzarme años después unas cuantas veces con Concha y desde los dos lados. Como entrevistador en entrevistas tan emocionantes y bonitas como la que la hice en su camerino del Teatro Arriaga cuando estaba ya sufriendo la enfermedad haciendo Hécuba. La artista se preparó para posar para mi modesta cámara. Se puso más guapa aún, si eso era posible y al final de la entrevista me dijo que no olvidara «mandar el enlace para el clipping de prensa». Hasta en eso estaba nuestra querida Concha.
En mi otra faceta profesional, la de agente de prensa, también de alguna forma fue una especie de ‘madrina’. Concha cumplía 75 años y cuando yo andaba dando mis primeros pasos en este camino se me ocurrió proponer que un grupo fuera a Cine de Barrio a cantarla el Cumpleaños Feliz. Bingo, mi primera tele como agente de prensa fue junto a Concha. Un programa inolvidable en el que viví de primera mano la profesionalidad de la artista que esperaba en plató los cambios entre actuación y actuación repasando guion y sembrando buen rollo con sus cariñosas palabras. Volvería un tiempo después al programa, esta vez de promo con mis queridos amigos de Teatro Tribueñe. Como siempre, fue Concha en estado puro. La vida profesional casi nos cruzó en una ocasión, pero no pudo ser finalmente y admito que es una espinita clavada, ese proyecto que iba a comunicar y que al final no pudo ser. Al menos pude coincidir muchas veces con Concha en noches tan bonitas como en la que recibió uno de los Premios del Teatro Musical en el Teatro Sanpol. De nuevo la vida poniéndola en un lugar y en unos premios que tendrían su lugar destacado en mi vida futura.
Hace un par de años quise despedirme de ella en el mejor sitio posible, el Teatro Arriaga. Aunque anunciaría su retirada unos días después tenía la sensación de que sería mi última vez para disfrutarla. Allí que me fui con mi amigo Adrián-«tienes que verla al menos una vez en la vida», para disfrutarla por última vez. No importaba que ya las fuerzas no fueran las de la actriz inmensa que en ese escenario me asombró con La vida por delante o aún a golpe de piernas de escándalo repasando su vida con Mamá, yo lo que quiero es bailar. Simplemente verla y sobre todo escucharla en esa representación de La habitación de María de su hijo Manuel -al que mando un abrazo inmenso en estos momentos- mereció la pena con ese discurso final que difundí en mis redes sociales. Era nuestra despedida querida Concha y ahora que te has ido solo puedo darte las GRACIAS por amar y dar dignidad a este sector que tanto he amado y de lo que tú tienes tanta culpa. Aquella noche a la salida, con mucha gente esperando a pesar del COVID que nos tenía sumidos en la tristeza entonces, quisiste sonreírle a tu público y me acordé de mi querido Juanjo Seoane que siempre me decía «hay pocas actrices que después de una doble función se tiren dos horas atendiendo al público a la salida y una de ellas es Concha Velasco». Dignidad hasta el último momento. Serás eterna en el recuerdo de tu público querida Concha.
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Un profesor que utiliza las canciones de los Beatles para enseñar inglés en la España de 1966, se entera de que John Lennon está en Almería rodando una película. Decidido a conocerle, emprende el camino y en su ruta recoge a un chico de 16 años que se ha fugado de casa y a una joven de 21 que aparenta estar también escapando de algo. Entre los tres nacerá una amistad inolvidable.