Agencia de comunicación cultural especializada en gestión de campañas de prensa y redes sociales para teatro, cine, música y todo tipo de eventos culturales. Contacto: Desdemibutacacom@gmail.com
¡Cuánto daño han hecho Los Serrano, Verano Azul y Pesadilla en la Cocina! Eso es lo primero que pensé cuando vi Chiringuito de Pepe. Sí, la serie mete en la coctelera a Bonilla, instalado en una especie de bucle en el que hace siempre el mismo papel, una suerte de Chanquete en voz y carne de la gran Blanca Portillo y, ojo al dato, un trasunto de Chicote en las manos de un Santi Millán cada vez más hecho como actor. En verano, dicen que el consumo televisivo desciende, mundiales aparte. Por eso, las cadenas pasan de programar algo digerible en el estío veraniego. De vez en cuando, sacan del cajón alguna serie que empezaba a estar cubierta por telerañas. A veces funcionan, sólo hay que ver los fenómenos de Los misterios de Laura y La que se avecina, que en efecto se emitieron en tales fechas. Otras funcionan de una forma normalita y algunas se pasan al late-night y son sustituidos por un programa de gran nivel artístico, véase El pueblo más divertido o algo similar…
Chiringuito de Pepe pegó el pelotazo en su estreno. Consiguió un dato que yo creo que ni los directivos de Mediaset podían creerse… En verano les resultará harto difícil mantener la atención de 4.600.000 espectadores, imposible vamos… Creo que con los tres retazos que he dado ya se hacen una idea del percal de la serie. Ahora bien, he de decir que dentro de un orden la serie puede ser hasta entretenida. Sobre todo por la falta de ficción en verano y vamos que la cosa pega en estos meses. Y sí, que está Blanca Portillo y eso ya le da cierto fuste al invento fritanguero. No creo que vaya a ser una serie de larga duración, pero como fritanga veraniega se deja ver con gusto. Seguiremos dándole una oportunidad en las próximas semanas.
Javier Gutiérrez deja claro que le gustaría emular otros tiempos en que la palabra era la protagonista: “María Asquerino tuvo la suerte de vivir una época en que las tertulias eran el centro de la vida social y cultural de Madrid”. Él compartió escenas con la desaparecida actriz en uno de sus últimos trabajos, La habitación del niño y recuerda con cariño alguna que otra anécdota de la ya entonces veteranísima actriz. Y de repente, en una castiza taberna a escasos metros del María Guerrero nos trasladamos de alguna forma a aquel tiempo y durante dos horas conversamos, casi sin percatarnos de todo lo contado durante esos 120 minutos, sobre esa profesión que le ha llevado a cumplir uno de sus sueños: “¿Quién no ha soñado alguna vez con pisar el escenario del María Guerrero con un monólogo de Shakespeare a sus espaldas?”
Tras la emoción compartida. Aunque no suele llevarse los personajes a casa, admite que cuando hizo Woyzeck se le “tiñó el alma de negro”. Él estaba hace escasos quince minutos sobre las tablas del María Guerrero, desgarrándose física y emocionalmente con las manos manchadas de sangre. Aunque sale “muy vacío por la intensidad física y emocional de este personaje”, al menos el apetito quedará saciado con unos champiñones, unos taquitos de solomillo y un buen vino.
“Esta versión es Macbeth en estado puro”. Juan Cavestany ha situado la historia del autor bardo en una peculiar Xunta, pero para Gutiérrez la esencia del texto y sus conflictos están ahí. Eso sí, la actualización de la obra ha escocido a más de un espectador. Precisamente, en la función de ese día, desfilaron de una forma estruendosa de golpe cinco espectadores: “Eso no es nada, un día un espectador se levantó de la butaca y nos lanzó que él había pagado una entrada y que con su dinero no quería que se hiciesen obras así”. En realidad, el actor está acostumbrado, ya que los espectáculos de Animalario no suelen dejar indiferente a nadie.
10 montajes a las órdenes de Andrés Lima. Javier Gutiérrez y Lima ya se conocen muy bien tras tantos trabajos a sus espaldas. De él destaca que exige a los actores estar al máximo: “Ha sido un proceso gozoso, pero muy doloroso, te hace tensar la cuerda de tus emociones”. Durante los ensayos se ha reencontrado con Carmen Machi, de la que ya había sido pareja en la serie Aída. Para el actor, que forma parte de la producción del espectáculo en una suerte de cooperativa llamada Los Mácbez UTE, el trabajo con la actriz ha sido uno de los grandes alicientes de esta propuesta: “Domina todas las teclas desde la comedia a la tragedia y te hace subir varios peldaños por encima de tu nivel habitual con una energía irrefrenable que te arrastra”.
ÁGUILA ROJA, UN ENORME REGALO
“Rodar en 12 días cada capítulo supone casi como hacer una película. Los guionistas hacen que mi personaje pase de la comedia al drama y que uno pueda disfrutar como actor del tránsito entre diferentes géneros. Sátur ha sido un enorme regalo, paso de un capítulo en el que soy el graciosete del capítulo al dramón padre y eso es oro puro. Además, es una tabla de ejercicios maravillosa. La televisión es un medio de aprendizaje que te da mucho training, en el que pocas veces se te dirige… Tienes que ser director de ti mismo y estar muy concentrado en el trabajo que haces. En un día haces 6 secuencias, si estás mal un día, se va el trabajo de medio capítulo a la basura”.
Hace un rato, a la salida del María Guerrero unas chicas de unos quince años se acercan a Gutiérrez con ilusión para hacerse una foto con su ídolo: “Si te ven 6.000.000 de personas por televisión eso va a repercutir positivamente en que la gente vaya al teatro”. Por eso, el actor sólo tiene buenas palabras para un público que se acerca con cariño y con respeto reconociendo un trabajo del que sólo puede sentirse orgulloso.
“Suelo leer las críticas de una forma constructiva”. Admite que lee las críticas con atención, especialmente si se tratan de firmas de prestigio como las de Marcos Ordóñez o Javier Villán entre otros. Cuando pongo sobre la mesa el nombre de un crítico que vela su identidad poniendo únicamente las iniciales se le cambia el rostro: “No quiero calentarme la boca. La verdad es que no le considero ni crítico. Tiene un altavoz en una revista y en un blog, pero lo único que hace es imitar de una forma burda al crítico referente de este país”. El supuesto líder de opinión teatral decidió obviar a Javier Gutiérrez en su crítica de Los Mácbez, pero es una historia que por lo visto viene de largo. Siempre suele pegar palos a los trabajos de Animalario y muy especialmente a Javier: “No entiendo a esas personas que utilizan la crítica para mostrar sus filias y sus fobias”. Aún así concluye que, desde luego, las críticas le ayudan a seguir creciendo en su trabajo encima de las tablas, especialmente si vienen de firmas autorizadas: “Ahora bien, hay que saber blindarte si tienes malas críticas, darle la importancia justa, ya que tú tienes que subir al escenario todos los días pase lo que pase”.
Él también jugó con sus amigos invisibles. Como le pasaba a El intérprete Asier Etxeandía, Javier Gutiérrez también era un niño raro que se encerraba en su habitación a jugar con sus amigos invisibles. Era un niño enfermizamente tímido que sólo se soltaba cuando era otro. Y así en las reuniones familiares en las que imitaba a sus vecinos comenzó de alguna forma a desarrollar esa vena dramática que le ha llevado a pisar los mejores escenarios de España.
“En los estrenos se crea un ambiente tóxico”. El actor admite que ya no disfruta los estrenos teatrales como antes. La experiencia sigue siendo maravillosa por poder mostrar el trabajo al público, pero son algunos compañeros los que lo convierten en una mala experiencia. No se atreve a poner sobre la mesa entre bocado y bocado la palabra ‘envidia’, pero algo de eso se intuye en sus palabras: “Vienen y juzgan muy a la ligera sin valorar el trabajo que hay detrás”.
Un futuro abonado a los thrillers. En septiembre estrenará La isla mínima de Alberto Rodríguez junto a su querido Raúl Arévalo. Por primera vez en su carrera, Gutiérrez ha saboreado el proceso en cine: “Hicimos trabajo previo como en el teatro y eso no es habitual en el cine. Alberto es un director meticuloso que cuida mucho a sus actores y es que la base de sus películas son los personajes”. En agosto además rodará otro thriller: El desconocido de Daniel de la Torre junto a Luis Tosar. Nos acompaña en esta charla una joven promesa-realidad de nuestra escena, Daniel de Vicente, que por un momento recobra su faceta periodística y pregunta a Javier sobre sus ambiciones en esta profesión: “Mi ego no se satisface encima de un escenario, es más una necesidad vital de contar historias. Si miro hacia el futuro Hollywood no está en mis planes, me conformo con acabar mis días como José Luis López Vázquez”.
La semana pasada dos de las series más longevas de esta nuestra televisión echaron el cierre. La próxima temporada sí volveremos a San Genero, pero no habrá más comedia en Esperanza Sur. Cuentáme cerró una de las temporadas más ‘irreconocibles’ de su historia por todo lo alto y Aída lo hizo para siempre con la vuelta de la protagonista y doble boda.
¿Los Alcántara implicados en un thriller policíaco en Marruecos?, ¿Antonio siendo infiel a Merche? Sí, esto lo hemos visto esta temporada en Cuéntame. Además, un exmiembro de la familia murió de forma súbita en un accidente de tráfico y Tony nos pegó un gran susto, escena de acción mediante. Me sigo asombrando con la capacidad de los guionistas de la serie para conseguir renacer cual ave fénix temporada tras temporada. Este año lo han hecho trastacando la parte emocional de la familia. Otras temporadas, la comedia se instaló en sus vidas, pero ésta ha sido duda una época de cambios o más bien de tránsitos. Y es que en la escena final, vuelven a ser los Alcántara de siempre, esos que nos enamoraron allá por 2001. Un núcleo familiar unido que tras la tormenta decide volver a hacer piña para mirar hacia el futuro con optimismo. Más allá de lo acertado de los guiones, esa trama policíaca de este tramo final de la temporada ha sido simplemente prodigiosa, la serie se sustenta en sus personajes. Es decir, en sus ACTORES. En los últimos capítulos además de disfrutar de la emoción contenida de unos brillantes Imanol Arias y Ana Duato, hemos asistido a un trabajo mayúsculo de Pablo Rivero, que ha recobrado el protagonismo que nunca debía haber perdido. Su personaje tiene carisma y el actor ha crecido actoralmente a la vez que su personaje iba cumpliendo años. No me olvido de otros nombres que siempre es un lujo ver por la serie como Juan Echanove y María Galiana que nos regaló ese momento de delirio psicotrópico que nos hizo saltar las lágrimas… de la risa. Parece que aún les queda mecha para un par de temporadas, que difícilmente me perderé. Cuéntame cómo pasó es una serie de esas que creo va a merecer la pena ver hasta el final.
Creo que sólo he visto la primera temporada completa de Aída y algunas de las múltiples reposiciones sueltas que dan entre FDF y Telecinco. Eso sí, siempre que ha vuelto Carmen Machi y lo ha hecho varias veces desde que se fue, no he podido resistirme a pasarme por el Bar Reynolds. El capítulo final sólo funcionó en el tramo final- con los reencuentros, la doble boda y el inesperado embarazo. El resto estuvo a la altura de la última temporada- un espanto argumental sin sentido con chistes de brocha gorda repetidos hasta la extenuación- Se despidió por todo lo alto en términos de audiencia y el final fue digno. Le han sobrado las últimas dos temporadas, pero bueno, al menos no han alargado aún más la agonía argumental de esta serie que nunca me ha entusiasmado, pero a la que al menos encontraba algún interés en sus primeras temporadas. Hasta siempre Esperanza Sur.
Lo que quería es que el espectador se emocionara, riera y llorara al lado de un actor que interpreta a un actor pero, en el fondo, no es más que un ser humano… Porque los actores, desnudos de ropajes y maquillajes, son tremendamente vulnerables. Es el lado menos conocido de la profesión. Lo que queda cuando se apagan las luces y los teatros se vacían.
Nuestro protagonista es homenajeado en Villasequillo, un recóndito lugar en el que le entregan su gran premio, el Albaricoque dorado. En ese momento, confluye en mi memoria una coincidencia entre el que en principio iba a protagonizar la película, Sancho Gracia, y el que finalmente lo hizo ante la sugerencia del propio intérprete de Curro Jiménez, Manolo Zarzo. Los dos fueron premiados en el mismo festival de cine y creo que en el mismo año. El susodicho festival, una escusa para atraer a la región a actores de renombre, de supuesta temática deportiva que se celebraba en Cantabria hace unos años, fue en cierto modo y por ende sus dos homenajeados, uno de los motivos que me animaron a comenzar esta aventura llamada DESDE MI BUTACA. Vi en ellos, dos de mis primeros entrevistados, dos actores de la vieja escuela, algo así como dos actores de manual. Eso sí, no vivían instalados en glorias pasadas, como el protagonista de Blockbuster, sino que parecían con fuerzas para seguir afrontando nuevos proyectos. Ahí tenemos a Sancho como paradigma de todo ello, que no dejó de trabajar casi hasta el final, y a un Manolo Zarzo al que por fin se hace justicia después de muchos años en el dique seco sin grandes papeles protagonistas con esta película en la que da sabida cuenta de su poso dramático.
«Ha salido muchas veces en Cine de barrio… Sí, ese de la voz ronca» le dice un director en ciernes a su madre cuando le pregunta quién es el actor que le ha llevado a iniciar un particular viaje iniciático en el cine y en el amor. Y este actor «un poco mayor, pasado de moda, pero que tiene cuerda para rato» decide rodar la última secuencia de su vida junto a este freak dependiente de videoclub que ha escrito un estrambótico guión de ciencia ficción. Y en este viaje hacia la última secuencia de su carrera le acompañan antiguos amores como el que interpreta María José Alfonso y viejos compañeros de fatigas como Jesús Guzmán, Luis Varela, aquí convertido en un representante al que acude un Fernando Esteso desesperado por encontrar un papel. Un emotivo homenaje a los cómicos, que tantos buenos momentos nos han dado encima de los escenarios y en la pequeña y gran pantalla. Una vista a la trastienda de un mundo en el que todo no son lentejuelas y glamour, sino más bien un oficio vocacional en el que nuestros protagonistas necesitan un escenario para seguir viviendo.
*Blockbuster de Tirso Calero llega hoy a las salas
Dos clásicos de Shakespare han coincidido en la cartelera con dos de los creadores escénicos más reputados de nuestra escena: Miguel del Arco y Alfredo Sanzol. Un menú en cuatro platos que degustamos DESDE MI BUTACA en esta nueva entrega de Un Madrid sin teatros, un Madrid sin alma, que demuestra la efervescencia de nuestra escena gracias a los autores de ayer y a los que escriben las páginas de sus obras a pie de escenario en los teatros de toda España.
El eterno Shakespeare. Dos obras del autor bardo de muy distinto calado han coincidido en la cartelera del Centro Dramático Nacional: Los Mácbez y Como gustéis, dos apuestas escénicas tan distantes como igualmente interesantes. En este particular menú escénico hemos preparado como entrante un musical mágico con la firma de Shakespeare. Como gustéis es un espectáculo total, un musical- ¡Qué gusto da ver un gran espectáculo de nuevo en un teatro público- Es sin duda una de las obras menores dentro de la abultada producción dramática del dramaturgo, pero esta puesta en escena tiene una capacidad innegable de crear unas imágenes poderosísimas que atrapan al espectador, pura magia esa primera escena en el bosque de Arden. En el reparto hay ciertas desigualdades. En el verso todos los intérpretes cumplen, pero cuando toca dar el do de pecho sólo cumplen con nota unos pocos. Deliciosa pareja cómica, cual señores Thenardier, la que forman Carmen Barrantes y Alberto Castrillo-Ferrer. Pedro G. De las Heras, Pedro Miguel Martínez, Víctor Ullate y Edu Soto son otros de los actores que también cumplen con nota su papel en esta coralísima propuesta escénica que ha dirigido el italiano Marco Carniti con final reivindicativo: «Sí a la cultura, no al 21%» rezan los telares que han representado de una forma ‘mágica’ los espacios del bosque. Esa capacidad de crear poderosas imágenes también está en el otro Shakespeare que ha producido LOS MÁCBEZ UTE, una suerte de cooperativa- unión de empresas de algunos de los integrantes del equipo de Los Mácbez. Sin duda, Andrés Lima sabe muy bien cómo escenificar las brutales escenas del Shakespeare más vengativo. Poderoso, enérgico y desgarrador Javier Gutiérrez que con las manos manchadas de sangre y empachado de espanto, lleva tatuada la atrocidad en sus carnes. Le acompaña una imponente y segura Carmen Machi en uno de los momentos más fértiles en su carrera sobre las tablas. Una pareja protagonista obscenamente sibilina con la que, sin duda, construyen estos actores dos de las grandes creaciones de personaje de su carrera. Y en el baile de la obscenidad que han creado el tándem Andrés Lima-Juan Cavestany nos rebelamos como adictos a la pasión de los poderosos en esta particular Xunta corrupta en que las Meigas marcan el destino de nuestros protagonistas.
Podréis leer muy pronto entrevistas exclusivas a Víctor Ullate Roche y Javier Gutiérrez DESDE MI BUTACA.
Sanzol y Del Arco, nuestra escena sigue en ebullición. «En todas partes, la injusticia es la ley». Miguel del Arco versionando a Moliére. A pesar del pesimismo imperante en el texto- o más bien podríamos decir el realismo- el espectador sale feliz del Español. Sale feliz por ver un montaje que le ha ‘movido’, que le ha hecho plantearse muchas cosas. Nuestro protagonista, en voz y carne de un sobrenaturalmente emocional Israel Elejalde, proclama que «El amor no atiende a razones» y su pasión por la bella Celimena, en la duda entre lo que es y lo que le gustaría que fuese su amada, nos atrapa y nos lleva a lugares de nuestro ser que no nos podríamos imaginar. Todos los kamikazes cumplen con nota. En definitiva, Misántropo es una fiesta, una celebración del teatro en su pura esencia: La palabra. Esa particular compañía de cómicos de la lengua, está arrasando en el Español, ¡Qué siga el éxito! Alfredo Sanzol ha puesto en escena en los Teatros del Canal Aventura! En esta ocasión, el autor ha apostado por una obra de teatro estructurada de una forma más o menos lineal. No se trata de los sketches con los que sorprendió a propios y extraños en montajes como En la luna. Se vende, Razón: Sandra. Su precio depende de la crisis. La sombra del gigante asiático asola a una empresa española que tiene que tomar una importante decisión: ¿Venderíamos a una de nuestras compañeras por un puñado de euros? Y así, el autor nos enfrenta al «absurdo» de la crisis actual con una comedia más efectiva en la segunda parte de la obra, cuando entra en escena el magnate asiático que revolucionará sus vidas. Un montaje efectivo con un puñado de buenos actores, en el que el espacio sonoro, con esa música de Fernando Velázquez efectivísima vuelve a corroborar que nuestra dramaturgia está en una ebullición constante.
Podéis leer la entrevista que le hicimos a Israel Elejalde con motivo del paso de Misántropo por Santander.
Ya sean clásicos de siempre como el autor bardo o clásicos de hoy como los citados Sanzol y Del Arco, el teatro hoy más que nunca seguirá poniéndonos delante del espejo de la realidad inmediata, llevándonos a indagar en lugares de nosotros mismos que no podríamos imaginar.
Este escenario universal representa escenas más tristes que las que nosotros representamos
Hoy 4 de junio vuelve al Teatro Príncipe Gran Vía El Hijo Puta del sombrero. Juan Díaz encabeza un reparto formado por Raquel Meroño, Juan Carlos Vellido, Bárbara Merlo y Alberto Jo Lee que bajo la dirección de Juan José Alfonso ponen sobre el escenario el brillante texto de Stephen Adly Guirguis que ha triunfado en Nueva York ( The Motherfucker with the Hat, nominada a 6 Tony). En el reparto también están Paco Manzanedo, Federico Aguado, Sonia Dorado y Malcolm T. Sitté. La música del espectáculo está compuesta por el conocido cantante de hip-hop El Langui.
Es interesante destacar que los días 5 y 6 de junio a las 20.30 h se abrirán las puertas del Teatro Príncipe Gran Vía a los jóvenes, con el objetivo de hacerlos adictos al buen teatro y a la cultura. Se ofrecerán dos funciones especiales en la que todos los adolescentes de 13 a 18 años gozarán de entrada gratuita. Requisito indispensable para obtener la invitación tendrán que presentar el DNI.
Jackie (Juan Díaz) es un voluntarioso chico de barrio que no ha dejado de meterse en todo tipo de líos: alcohol, drogas y criminalidad de bajo nivel. Lo único salvable de su vida es Verónica (Bárbara Merlo), un amor adolescente que ambos creen indestructible. Su incondicional y gay primo adoptivo Julio (Alberto Jo Lee), fanático de Bruce Lee, le apoya, pero sufre su permanente egoísmo. Ahora Jackie está en la buena senda: ha salido de la cárcel y se ha puesto en manos de una especie de guía o padrino: Rafa (Juan Carlos Vellido). Con él salió del universo de las adicciones y se enganchó a las buenas sensaciones… y a la amistad. Pero Verónica es una montaña rusa emocional, tan capaz de adorar como de odiar… de perdonar como de traicionar… y ella no ha dejado el vicio. Rafa pasa por una crisis matrimonial con Victoria (Raquel Meroño), una exitosa broker que se echó a perder por la cocaína y a la que Rafa “salvó” en su día como hace ahora con Jackie. Pero ahora Victoria se siente penosamente enganchada a Rafa.
Aunque desde que era pequeño, fue algo así como la versión peliculera del ‘Repelente Niño Vicente’, el teatro se cruzaría en la vida de David Serrano de la mano de Animalario. El musical ha ocupado una parte importante de su vida con películas como «El otro lado de la cama» y obras como la exitosa «Hoy no me puedo levantar». Un mundo, el del musical, que ya le apasionaba como espectador disfrutando de dos de sus películas favoritas: «Cantando bajo la lluvia» y «Melodías de Broadway». Hace tiempo que descubrió que los ensayos deben ser un momento agradable para el equipo y que si hay que parar para tomar un café se debe hacer por el bien de la función. Esa sensación, se ha visto corroborada con «La venus de las pieles», en la que los integrantes del equipo creativo se han convertido ante todo en buenos amigos. Y con la vista puesta en «Lluvia constante», que veremos en el Canal a la vuelta del verano, y en una posible película, dejamos a este director con la mirada puesta en su ordenador, donde trabaja incansable para sacar adelante nuevos proyectos que seguiremos con interés DESDE MI BUTACA.
¿Qué elementos atraparon a David Serrano de La venus de las pieles?
La vi en una matinal en Broadway. La disfruté mucho como espectador y tenía claro que también me iba a hacer disfrutar como director. Como director, al transcurrir en un único espacio, no puedes hacer cosas raras, aunque es cierto que hemos añadido elementos a la puesta en escena, que era muy sencilla.
Con el referente de la película de Polanski tan reciente, ¿Cómo definiría David Serrano su versión de la obra de David Ives?
Cuenta la relación entre el autor-director que va a montar La venus de las pieles y la aspirante a actriz protagonista. La historia se entremezcla de una forma muy inteligente con la propia obra que van a representar. Esa relación entre lo escrito y la realidad va evolucionando a lo largo de la obra. Lo interesante con respecto a la película es comprobar cómo con el mismo texto se puede llegar a sitios muy diferentes. La película no me fascinó, lleva una dirección muy diferente a cómo yo la concibo. He hecho pocos cambios en el texto. Quizás el más significativa sea una llamada de teléfono, que la hemos retrasado un par de páginas. Así mismo podría añadir que la adaptación es bastante metateatral, con guiños al espectador y a la propia obra.
¿Qué ha descubierto David Serrano de Clara Lago como actriz en esta Vanda de la que todo el mundo del ‘gremio’ lleva hablando desde su estreno?
Aunque sólo tenga 24 años, hemos descubierto que es una de las grandes actrices de este país. Es su segunda obra, su primer prota, es un espectáculo ver la verdad que tiene en escena. Es atractiva y muy payasa. No es fácil encontrar esas dos cualidades y además con una gran energía y una verdad… Es muy fácil trabajar con ella, coge muy rápidamente las notas. Frescura y locura, eso le da al personaje.
¿Cómo ha sido el proceso de ensayos?
Cuando tienes actores tan buenos todo es muy sencillo. No hemos ensayado horas en exceso en las cinco semanas. Tienen unas parrafadas impresionantes, necesitan ir a casa a ensayar. Monto las obras en una semana y a partir de ahí me gusta profundizar en los personajes. Cuando tienen un dibujo, el actor pierde el vértigo y desde la relajación pueden trabajar mejor.
Teníamos la sensación de ser unos amigos que quedaban para tomar unas cañas.Hemos creado un equipo de gente muy maja. Desde Daniel de Vicente, mi ayudante de dirección, a Alicia Rubio, actriz espléndida que también nos ha ayudado. Era muy sencillo. Tengo la obsesión de que pierdan la percepción de que están en un trabajo monótono. Intento siempre crear un ambiente cómodo y relajado. Si están cansados, pues cortamos antes y si tenemos que alargar un café por una charla interesante, lo hacemos. No perdemos el tiempo charlando en la cafetería, estamos haciendo piña, luego se trabaja mejor. Un actor no creo que más de tres horas de concentración pueda tener y me parece la mejor opción desconectar de vez en cuando.
Equipo de «La venus de las pieles»
Según me voy haciendo mayor, he ido comprobando lo poco efectivos que me resultan los juegos de improvisación. Prefiero lo del café, la verdad, suele ser más productivo. Eso sí, si están en ven les pido que estén al 100% el máximo tiempo posible. Diego y yo somos ya casi hermanos y a Clara la hemos acogido como nuestra hermana pequeña.
Aquí y ahora, ¿Por qué el teatro es un buen lugar para contar historias para David Serrano?
En el teatro tienes una libertad creativa absoluta. La inmediatez para levantar el proyecto es maravillosa y me permite centrarme en lo que más me gusta, el trabajo con los actores, sin intermediarios como en el cine. El disfrute que me supone hacer teatro nunca lo ha conseguido igualar el cine.
Te he oído comentar que has tenido varias veces la impresión de que parecía que te ibas a poder ganar la vida con el cine, ¿De alguna forma sientes que ahora te está ocurriendo lo mismo, pero con el teatro, que éste es tu nuevo camino?
Siempre he tenido mucha curiosidad por el teatro, aunque quisiese ser director de cine desde pequeño. Cuando empecé a conocer actores y ver sus obras, me empezó a fascinar el teatro, un mundo que apenas conocía, no iba al teatro nada. Cuando conocí al equipo de Animalario, me fascinó ese mundo. Antes de dirigir Días de fútbol, trabajé de ayudante de dirección de Andrés Lima. Llegué a faltar al montaje de mi película- que no se entere el productor, jeje- para ir a ensayar con Lima. Programé también la Sala 2 del Alcalá con la obra Últimas palabras de Copito de Nieve, experiencia del todo ruinosa económicamente. He producido obras de teatro y cada vez me lo paso mejor en el teatro.
Junto a Lima en una foto de Sergio Parra.
¿Qué significa el mundo del musical en la vida y en la obra de David Serrano?
Soy un apasionado de los musicales. Es el espectáculo total, me fascina desde pequeño. Dirigir teatro musical es un follón, pero es una maravilla tener a un equipo tan grande a tus órdenes.
¿Se puede consolidar una industria a base de musicales jukebox como Hoy no me puedo levantar únicamente?
Estoy de acuerdo en que se deben hacer musicales autóctonos, pero la dificultad reside en que se necesita una inversión media cercana a los 3.000.000 de euros, sin subvención alguna. Es poco factible que un banco te apoye con un proyecto nuevo, que no tiene asegurado una mínima rentabilidad económica. No se puede pagar a una compañía de 40 personas con un 21% de IVA, cuanto más grandes son las productoras más sufren. Mira lo que ha pasado con Sonrisas y lágrimas… Me encantan los pasos que se están dando en los musicales de pequeño formato. Yo me declaro fan de La llamada, que creo que ha sentado un precedente y estoy seguro que en los primeros ‘bolos’ no cobraba el elenco, que lo hacían por amor al arte. Ahora mismo, estamos trabajando en unas condiciones… Ganaría mucho más si me dedicase a otra cosa. Es difícil que la gente ajena a este mundo entienda que estamos currando por amor al arte prácticamente. El musical sin ayudas y con un 21% de IVA no va a poder evolucionar hacia un espectáculo autóctono.
Es muy fácil criticar a los productores por hacer jukebox, pero sólo hay que mirar la cartelera del West End y de Broadway para darse cuenta de que es una fórmula que funciona muy bien. Te diré como curiosidad que Cantando bajo la lluvia o Melodías de Broadway son jukebox. El problema no es la fórmula, sino cómo se materializa esa fórmula. Cuando hay una inversión tan grande detrás, hay muchos intereses en juego, gente que opina creyendo que puede repetir un éxito pasado… Eso complica la creatividad, hay que lidiar con ello como se puede. Es una fórmula peligrosa, pero hay que hacerlo con la máxima dignidad posible. Otra cosa es que por esos intereses, te tengas que enfrentar a situaciones como las que se vivieron con el anterior Hoy no me puedo levantar. Ahora bien, el show actual es más que digno.
¿Has aprendido más de un éxito como Días de fútbol o de un fracaso como la muy reivindicable Días de Cine?
Nadie esperaba el éxito de Días de fútbol, la hicimos sin imaginarnos una reacción tan alucinante. Días de cine era más arriesgada, pero pensamos que parte de los fans de la otra película vendrían a vernos. Lo que hizo el primer viernes en taquilla era para pegarse un tiro. Me sirvió para relativizar. Ni el éxito es para tanto ni el fracaso tampoco. De hecho, tuve más ofertas después de Días de cine.
¿Qué queda del, y cito textualmente, “Repelente niño Vicente del cine” de tus comienzos?
Quiero pensar que soy un poco menos imbécil, menos sabiondo… Supongo que dentro de cinco años, tendré la misma percepción de que hace unos años era peor que en ese momento. Creo que voy sabiendo algo más y relativizando. Me pasaron muchas cosas de golpe y la pena fue que no supe valorar los éxitos que me vinieron de golpe por no haber sufrido antes el lado más amargo de esta profesión, esos momentos en que no hay proyectos a la vista. Si eso se vuelve a repetir- que lo dudo- supongo que lo saborearía con mucho más gusto.
Si miramos hacia el futuro, además de esa Lluvia constante, ¿Qué proyectos le esperan a David Serrano?
Estoy muy orgulloso de la línea de trabajo que estoy llevando a cabo con Cote Soler en el teatro. Se trata de producir un teatro comercial de calidad. Es una satisfacción muy grande dirigir a directores y voy a tener al director del momento en Lluvia constante, Sergio Peris-Mencheta. De hecho a Andrés Lima le he dirigido en 2 películas y a Gerardo Malla también le dirigí en Días de cine. Si eres listo, puedes aprender mucho de ellos. Además, trabajar con Roberto Álamo siempre es un lujo. Voy a seguir viendo obras sin plantearme el género. Sólo busco que me muevan como espectador y así seguro que me moverán como director. Y por supuesto, me encantaría hacer una adaptación de un musical americano sin las imposiciones de la franquicia. Además, el año que viene igual hago una comedia en el cine.
Un año más, el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro apoyará a algunos talentos emergentes de la escena con una nueva edición de Almagro Off y Barroco Infantil. Ambos certámenes del Festival se presentaron en un acto en el Museo del Ferrocarril de Madrid y DESDE MI BUTACA no faltó a la cita.
Ambos certámenes han tenido desde su inicio una gran acogida tanto entre el público como desde los puntos de vista de la prensa y de la profesión teatral. Este año se consolidan como plataforma indiscutible de promoción, difusión y distribución gracias, sobre todo, a los acuerdos alcanzados desde la Fundación del Festival con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID); con el Instituto Cervantes; con el Festival Fringe Madrid, en cuya edición de 2015 participará el ganador de Almagro Off; y con el Festival Don Quijote de París, al que acudirá alguna de las compañías españolas con obra en español. Las obras ganadoras de los certámenes pasarán al catálogo de la AECID y el Instituto Cervantes, siempre y cuando sean producto nacional español.
El Certamen Almagro Off ha recibido 84 propuestas, de las cuales 24 han sido internacionales de países como Argentina, Colombia, México, Chile, Brasil, Dinamarca, Francia, Reino Unido, Polonia y Alemania.
Entre las diez propuestas seleccionadas por el comité de expertos, encontramos dos estrenos absolutos de dos compañías madrileñas: Dido, reina de Cartago de Christopher Marlowe, dirigida por Jon Viar, tratándose de la primera vez que este texto de Marlowe se representa en castellano. Y El Caballero de Olmedo (el de Lope no, el otro) de Francisco de Monteser, dirigido por Julián Ortega. Los estrenos en España vienen de la mano de cuatro producciones europeas y latinoamericanas. De Francia L’Amphithéâtre sanglant de Jean-Pierre Camus, dirigida por Florence Beillacou, y de Dinamarca unRomeo and Juliet dirigido por la compañía Mish Mash. De Colombia nos llega Bloody Dog, versión de Ricardo III de Shakespeare, dirigida por José Ricardo Alzate con la Corporación Arca de N.O.E, y de México, Mendoza, basada en Macbeth de Shakespeare, dirigida por Juan Carrillo con Los Colochos Teatro. Las propuestas españolas nos llegan de Madrid, con tres producciones más: Segismundo sueña…la vida es sueño 2.0. sobre la obra de Calderón, dirigida por Hugo Nieto con Ensamble Bufo; Juicio a Don Juan sobre versos de Tirso de Molina y Zorrilla, dirigida por Didier Otaola con Katum Teatro; y La cena del Rey Baltasar de Calderón, dirigida por Carlos Tuñón con la colaboración de Los numeros imaginarios y Kubik Fabrik. Y desde Cataluña contamos con Hambret, adaptación libre del Hamlet de Shakespeare dirigida por Jessica Walker con Laboratorio Teatro.
El Certamen Internacional Barroco Infantil celebra este año su tercera convocatoria como un certamen más que consolidado. Cada año las cifras de ocupación y satisfacción aumentan, así como lo hacen el número de compañías de España, Latinoamérica y Europa que desean participar en este certamen.
Para esta edición, el Festival de Almagro ha recibido más de 50 propuestas, lo que refleja una verdadera apuesta por la creación de un teatro clásico que, con un lenguaje asequible y enormemente creativo, convoque y entusiasme al público más riguroso: los niños. La música, la explosión de color, la luz, la mímica, el movimiento y la magia acogerán este año en el Teatro Municipal de Almagro seis propuestas cuya dramaturgia ha sido concebida para hacer comprensibles y atractivos al público familiar los grandes textos clásicos.
Desde Madrid, la compañía COART+E presenta una adaptación al universo clown de Noche de Reyes de Shakespeare. La accesibilidad es una preocupación constante para el Festival y este es un proyecto que ha sido concebido como accesible desde sus inicios. Noticias del nuevo mundo descubierto en la luna de Ben Jonson, contemporáneo de Shakespeare, es la propuesta de Ñu Accents (España/Inglaterra) para el Barroco Infantil. Esta compañía, de clara vocación internacional, nos ofrece una mascarada llena de música, danza y canto. De tierras manchegas nos llega una propuesta basada en los textos de Charles Perrault, La crónica del lobo, con la que la compañía Elfo Teatro vuelve a Almagro para presentar una puesta en escena cercana al cine negro, donde el narrador de la fábula es el propio lobo. También de Perrault, encontramos a Pulgarcito, de la compañía Teatro Paraíso (País Vasco), que realiza una versión centrada en la idea del abandono, divertida para los niños y conmovedora para los adultos. La oferta internacional se completa, por un lado, con Babayaga desde Italia, una producción de TPO y el Teatro Metastasio Stabile della Toscana, basada en un cuento tradicional ruso en clave contemporánea que recurre a la danza, músicas originales y artísticas proyecciones. Por otro lado, con Hamlet, un viaje de ida y vuelta, de la compañía ecuatoriana Antrópolis, se presenta una adaptación en la que un grupo de cómicos se introduce en la corte del príncipe de Dinamarca y la llenan de cantos, danzas, aromas y texturas. Para finalizar, habría que destacar que el nivel de las propuestas recibidas en este certamen ha sido muy alto. La variedad de autores y la búsqueda de lenguajes escénicos presentados, garantizan un certamen reñido y digno de aplaudir desde el proceso de selección. Un jurado independiente del comité de selección, compuesto por reconocidos profesionales de diferentes ámbitos del teatro, elegirá el mejor espectáculo de la 3ª Edición del Certamen Internacional Barroco Infantil. El espectáculo ganador será el encargado de clausurar con dos funciones la programación familiar del Teatro Municipal.
Antes de entrar a la clausura del Festival Internacional de Cortometrajes de Torrelavega, una persona se acerca a la homenajeada, Terele Pávez, y la pregunta «¿Qué vas a decir?» y ella no sabe qué contestarle. A la entrada del Teatro Municipal Concha Espina se agolpan premiados, invitados y curiosos que cada año acuden a la cita festivalera de la Capital del Besaya. Carlos Iglesias, Eloisa Vargas, Alexandra Jiménez, Alejandro Tejería y algunas autoridades como Susana de la Sierra, Directora del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), posan para los medios antes de entrar en la gala.
1929 historias compartidas. De los 1929 trabajos presentados en esta XV edición fueron premiadas Alacranes y Año Jubilar Lebaniego entre otras cintas. La Democracia de Borja Cobeaga fue premiada como mejor comedia, premio que recogió el cántabro Alejandro Tejelia, que hace un papel en el citado corto, sin duda uno de los mejores trabajos del año. Para Miguel Ángel Carmona, director del corto triunfador de la noche: «Este premio es un paso adelante para poder seguir contando historias». Su corto, Subterráneo, cerró las proyecciones de un festival en el que también fueron premiados los trabajos interpretativos de los actores Alexandra Jiménez y Víctor Benjumea.
Mario Camus entregó a Terele Pávez el Premio Demetrio Pisondera. Con él compartió uno de los momentos más importantes de su dilatada carrera artística con la película Los santos inocentes.
«Cuando he subido al escenario no me salían las palabras, me ha dado hasta un pequeño mareo y no sabía cómo agradeceros este premio». Terele Pávez ha mirado con emoción el recorrido por su carrera que ha hecho un vídeo previo: «Si la memoria hablase, si el corazón hablase se acordaría de todos esos rodajes». La actriz dedicó el premio a su hijo y a Mario Camus. Finalmente sólo pudo decir GRACIAS: «Esa es la palabra más adecuada para este momento». Si os apetece disfrutar de sus palabras, podéis leer la entrevista que la hicimos DESDE MI BUTACA hace unos meses.
Agencia de comunicación cultural especializada en gestión de campañas de prensa y redes sociales para teatro, cine, música y todo tipo de eventos culturales. Contacto: Desdemibutacacom@gmail.com
Un profesor que utiliza las canciones de los Beatles para enseñar inglés en la España de 1966, se entera de que John Lennon está en Almería rodando una película. Decidido a conocerle, emprende el camino y en su ruta recoge a un chico de 16 años que se ha fugado de casa y a una joven de 21 que aparenta estar también escapando de algo. Entre los tres nacerá una amistad inolvidable.