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Ahí va nuestra particular selección de los 14 montajes de este año. Como en todo ranking se quedan fueran montajes que deberían estar, pero a pesar de todo, este año la cosecha teatral ha sido excelente y sólo pueden quedar un puñado de recuerdos, un puñado de experiencias escénicas que por diversos motivos nos han marcado en este 2014 que toca a su fin.
Aunque el espectáculo se estrenó en 2005, hasta este año no había hecho temporada en Madrid. Publicaremos la entrevista con el actor el próximo 2 de enero.
A pesar de las trabas que se han puesto esta temporada a las artes escénicos, el sector ha seguido luchado por sobrevivir con un puñado de propuestas que han hecho las delicias del público. Antes de continuar haciendo un «Avances del teatro que viene», os presento DESDE MI BUTACA un repaso por algunos de los mejores trabajos de la temporada 2013-2o14.
Misántropo: “En todas partes, la injusticia es la ley”. Miguel del Arco versionando a Moliére. A pesar del pesimismo imperante en el texto- o más bien podríamos decir el realismo- el espectador sale feliz del Español. Sale feliz por ver un montaje que le ha ‘movido’, que le ha hecho plantearse muchas cosas. Nuestro protagonista, en voz y carne de un sobrenaturalmente emocional Israel Elejalde, proclama que “El amor no atiende a razones” y su pasión por la bella Celimena, en la duda entre lo que es y lo que le gustaría que fuese su amada, nos atrapa y nos lleva a lugares de nuestro ser que no nos podríamos imaginar. Todos los kamikazes cumplen con nota. En definitiva, Misántropo es una fiesta, una celebración del teatro en su pura esencia: La palabra. Esa particular compañía de cómicos de la lengua, está arrasando en el Español, ¡Qué siga el éxito!»
La venus de las pieles: «Clara Lago se mete al público en el bolsillo nada más pisar las tablas con su frescura y terminamos hipnotizados por el influjo de su mirada al instante, con esa pizca de perversidad y de sadismo que se revela, cosas del personaje, unas escenas después. Diego del Pino, el protagonista masculino de esta verdadera joya de la cartelera, quiere que el público se pregunte quién es realmente Vanda y de alguna forma recibe respuesta en voz y carne de la protagonista de Ocho apellidos vascos. Simplemente, es un actriz jovencísima, que gracias al cuidado trabajo de David Serrano, ha sabido exprimir su talento interpretativo de una forma increíble y da la sensación cuando la ves de que te encuentras ante toda una señora de la escena y, ojo al dato, ¡Con sólo 24 años! Diego del Pino, en la piel de un imponente Diego Martín, sólo puede caer rendido a sus pies y firmar este perverso contrato de sumisión, en el que perdido entre su realidad y la ficción de su obra, se establece este particular juego de seducción. Lo interesante de la apuesta de Serrano son los guiños metateatrales que ha incluido en su versión como guiño cómplice al público. Y así, navegando entre la realidad y la ficción, el espectador cae rendido a los pies de Vanda y firma, cual Diego del Pino, un perverso contrato de sumisión que podréis firmar hasta el 15 de junio en las Naves del Matadero».
El cojo de Inishmaan: «Si hay un adjetivo con el que calificar esta función es simplemente como ‘mágica’. Es asombroso ver la capacidad de un reparto de edades y procedencias tan distintas creando unas sinergias comunes que llegan al público de una forma muy especial. Cuando salen a escena Terele Pávez y Marisa Paredes las creemos hermanas. Esa risa cómplice y chismosa con la que acompaña Terele Pávez a su personaje nos hace quedarnos prendados de su energía, de su vitalidad y de su talento. Esa complicidad entre ambas queda patente en un gesto que puede parecer nimio a una mirada poco ducha, pero que me llamó especialmente la atención. Me refiero a como atusa el pelo a Paredes, ahí en su mirada y en sus gestos se nota una energía especial. Todo el reparto va en el mismo barco como me decía Terele en la entrevista. Y eso se nota y de qué manera. No voy a descubrir nada si digo que Enric Benavent da a cada personaje una seguridad y entrega que solo la gente que ama mucho este oficio puede conseguir. Ni que decir tiene tampoco que la dedicación y el amor por el teatro llevan a Irene Escolar a firmar otro gran trabajo con esa chulería a la que dota a ese ‘chicazo’ que la toca interpretar».
Novecento: «Emotivo, melancólico y desgarradoramente humano, recorremos a través de la mirada de Rellán otros tiempos y lugares, asistiendo a un verdadero recital interpretativo que sólo alguien con la solvencia de este veterano actor podría conseguir y cuando sus ojos ven a los personajes que han desfilado por su vida, el espectador viaja con él y ve la verdad en sus ojos. Gracias a Miguel Rellán y, su director, Raúl Fuertes, por querer compartir con el público este poético viaje, gracias por hacernos redescubrir que el teatro solo necesita de un buen texto y un buen intérprete para hacernos soñar. Vayan a disfrutar de esta virtuosa y evocadora partitura llamada Novecento, les emocionará».
El viaje a ninguna parte: «¿Quién no recuerda el mítico ademán del actor diciendo aquello de “señorito”? Aquí, ese roll cayó en los manos de Miguel Rellán, uno de esos actores que llena de humanidad cada personaje. Entrañable y sumido en un mundo que parece caer ante la llegada del cinematógrafo, ve pasar ante sus ojos una vida de nómada, de vagabundo sin patria, cuyo único refugio son los miserables tablaos que instalan en cada pueblo. Como contrapunto a este entrañable abuelo ya hastiado de la vida de cómico de la legua, un Tamar Novas lleno de matices, adorable, divertido, que sólo se envenena por el teatro cuando va detrás de unas faldas. Como siempre Antonio Gil con el gesto y la emoción medidas nos vuelve a regalar otro trabajo interpretativo sobresaliente. Y sólo de eso, de sobresaliente, o ¡mejor! de cum laude se puede calificar esta puesta en escena respetuosa con el referente cinematográfico, pero que sabe exprimir a la perfección la imagen, que aún tengo guardada en la retina, de esos cómicos apocados a un viaje a ninguna parte ad eternum«.
El baile: «Para contar esta historia, para contar este canto al amor imposible con una inusitada ternura, eran necesarios unos actores capaces de transitar con igual fortuna entre el drama y la comedia y en el caso de los hombres con ese puntito de ternura que despiertan los personajes especialmente en el tercer acto, en el ocaso de sus vidas. Si Pepe Viyuela tiene una cualidad es que sabe dotar de humanidad a los personajes. Sólido en drama y comedia, es un actor versátil, capaz de, como solo los grandes cómicos saben hacer, dotar a cada personaje del gesto justo. No es El baile una comedia de gags, sino de seres humanos que en un momento entre la risa y el llanto, son capaces de reírse de su propio destino, ¿Estaba predestinado Julián a ser el eterno enamorado cuando fue a Filipinas y a la vuelta se encontró a su amigo con el amor de su vida? Carles Moreu y Susana Hernández cumplen a la perfección como este particular matrimonio ideal (con invitado) que rezuman amor por los cuatro costados en este montaje que ha dirigido con acierto Luis Olmos.Esperemos que no sea la única que veamos un Neville en nuestros escenarios en los próximos años».
Aunque desde que era pequeño, fue algo así como la versión peliculera del ‘Repelente Niño Vicente’, el teatro se cruzaría en la vida de David Serrano de la mano de Animalario. El musical ha ocupado una parte importante de su vida con películas como «El otro lado de la cama» y obras como la exitosa «Hoy no me puedo levantar». Un mundo, el del musical, que ya le apasionaba como espectador disfrutando de dos de sus películas favoritas: «Cantando bajo la lluvia» y «Melodías de Broadway». Hace tiempo que descubrió que los ensayos deben ser un momento agradable para el equipo y que si hay que parar para tomar un café se debe hacer por el bien de la función. Esa sensación, se ha visto corroborada con «La venus de las pieles», en la que los integrantes del equipo creativo se han convertido ante todo en buenos amigos. Y con la vista puesta en «Lluvia constante», que veremos en el Canal a la vuelta del verano, y en una posible película, dejamos a este director con la mirada puesta en su ordenador, donde trabaja incansable para sacar adelante nuevos proyectos que seguiremos con interés DESDE MI BUTACA.
¿Qué elementos atraparon a David Serrano de La venus de las pieles?
La vi en una matinal en Broadway. La disfruté mucho como espectador y tenía claro que también me iba a hacer disfrutar como director. Como director, al transcurrir en un único espacio, no puedes hacer cosas raras, aunque es cierto que hemos añadido elementos a la puesta en escena, que era muy sencilla.
Con el referente de la película de Polanski tan reciente, ¿Cómo definiría David Serrano su versión de la obra de David Ives?
Cuenta la relación entre el autor-director que va a montar La venus de las pieles y la aspirante a actriz protagonista. La historia se entremezcla de una forma muy inteligente con la propia obra que van a representar. Esa relación entre lo escrito y la realidad va evolucionando a lo largo de la obra. Lo interesante con respecto a la película es comprobar cómo con el mismo texto se puede llegar a sitios muy diferentes. La película no me fascinó, lleva una dirección muy diferente a cómo yo la concibo. He hecho pocos cambios en el texto. Quizás el más significativa sea una llamada de teléfono, que la hemos retrasado un par de páginas. Así mismo podría añadir que la adaptación es bastante metateatral, con guiños al espectador y a la propia obra.
¿Qué ha descubierto David Serrano de Clara Lago como actriz en esta Vanda de la que todo el mundo del ‘gremio’ lleva hablando desde su estreno?
Aunque sólo tenga 24 años, hemos descubierto que es una de las grandes actrices de este país. Es su segunda obra, su primer prota, es un espectáculo ver la verdad que tiene en escena. Es atractiva y muy payasa. No es fácil encontrar esas dos cualidades y además con una gran energía y una verdad… Es muy fácil trabajar con ella, coge muy rápidamente las notas. Frescura y locura, eso le da al personaje.
¿Cómo ha sido el proceso de ensayos?
Cuando tienes actores tan buenos todo es muy sencillo. No hemos ensayado horas en exceso en las cinco semanas. Tienen unas parrafadas impresionantes, necesitan ir a casa a ensayar. Monto las obras en una semana y a partir de ahí me gusta profundizar en los personajes. Cuando tienen un dibujo, el actor pierde el vértigo y desde la relajación pueden trabajar mejor.
Teníamos la sensación de ser unos amigos que quedaban para tomar unas cañas.Hemos creado un equipo de gente muy maja. Desde Daniel de Vicente, mi ayudante de dirección, a Alicia Rubio, actriz espléndida que también nos ha ayudado. Era muy sencillo. Tengo la obsesión de que pierdan la percepción de que están en un trabajo monótono. Intento siempre crear un ambiente cómodo y relajado. Si están cansados, pues cortamos antes y si tenemos que alargar un café por una charla interesante, lo hacemos. No perdemos el tiempo charlando en la cafetería, estamos haciendo piña, luego se trabaja mejor. Un actor no creo que más de tres horas de concentración pueda tener y me parece la mejor opción desconectar de vez en cuando.
Equipo de «La venus de las pieles»
Según me voy haciendo mayor, he ido comprobando lo poco efectivos que me resultan los juegos de improvisación. Prefiero lo del café, la verdad, suele ser más productivo. Eso sí, si están en ven les pido que estén al 100% el máximo tiempo posible. Diego y yo somos ya casi hermanos y a Clara la hemos acogido como nuestra hermana pequeña.
Aquí y ahora, ¿Por qué el teatro es un buen lugar para contar historias para David Serrano?
En el teatro tienes una libertad creativa absoluta. La inmediatez para levantar el proyecto es maravillosa y me permite centrarme en lo que más me gusta, el trabajo con los actores, sin intermediarios como en el cine. El disfrute que me supone hacer teatro nunca lo ha conseguido igualar el cine.
Te he oído comentar que has tenido varias veces la impresión de que parecía que te ibas a poder ganar la vida con el cine, ¿De alguna forma sientes que ahora te está ocurriendo lo mismo, pero con el teatro, que éste es tu nuevo camino?
Siempre he tenido mucha curiosidad por el teatro, aunque quisiese ser director de cine desde pequeño. Cuando empecé a conocer actores y ver sus obras, me empezó a fascinar el teatro, un mundo que apenas conocía, no iba al teatro nada. Cuando conocí al equipo de Animalario, me fascinó ese mundo. Antes de dirigir Días de fútbol, trabajé de ayudante de dirección de Andrés Lima. Llegué a faltar al montaje de mi película- que no se entere el productor, jeje- para ir a ensayar con Lima. Programé también la Sala 2 del Alcalá con la obra Últimas palabras de Copito de Nieve, experiencia del todo ruinosa económicamente. He producido obras de teatro y cada vez me lo paso mejor en el teatro.
Junto a Lima en una foto de Sergio Parra.
¿Qué significa el mundo del musical en la vida y en la obra de David Serrano?
Soy un apasionado de los musicales. Es el espectáculo total, me fascina desde pequeño. Dirigir teatro musical es un follón, pero es una maravilla tener a un equipo tan grande a tus órdenes.
¿Se puede consolidar una industria a base de musicales jukebox como Hoy no me puedo levantar únicamente?
Estoy de acuerdo en que se deben hacer musicales autóctonos, pero la dificultad reside en que se necesita una inversión media cercana a los 3.000.000 de euros, sin subvención alguna. Es poco factible que un banco te apoye con un proyecto nuevo, que no tiene asegurado una mínima rentabilidad económica. No se puede pagar a una compañía de 40 personas con un 21% de IVA, cuanto más grandes son las productoras más sufren. Mira lo que ha pasado con Sonrisas y lágrimas… Me encantan los pasos que se están dando en los musicales de pequeño formato. Yo me declaro fan de La llamada, que creo que ha sentado un precedente y estoy seguro que en los primeros ‘bolos’ no cobraba el elenco, que lo hacían por amor al arte. Ahora mismo, estamos trabajando en unas condiciones… Ganaría mucho más si me dedicase a otra cosa. Es difícil que la gente ajena a este mundo entienda que estamos currando por amor al arte prácticamente. El musical sin ayudas y con un 21% de IVA no va a poder evolucionar hacia un espectáculo autóctono.
Es muy fácil criticar a los productores por hacer jukebox, pero sólo hay que mirar la cartelera del West End y de Broadway para darse cuenta de que es una fórmula que funciona muy bien. Te diré como curiosidad que Cantando bajo la lluvia o Melodías de Broadway son jukebox. El problema no es la fórmula, sino cómo se materializa esa fórmula. Cuando hay una inversión tan grande detrás, hay muchos intereses en juego, gente que opina creyendo que puede repetir un éxito pasado… Eso complica la creatividad, hay que lidiar con ello como se puede. Es una fórmula peligrosa, pero hay que hacerlo con la máxima dignidad posible. Otra cosa es que por esos intereses, te tengas que enfrentar a situaciones como las que se vivieron con el anterior Hoy no me puedo levantar. Ahora bien, el show actual es más que digno.
¿Has aprendido más de un éxito como Días de fútbol o de un fracaso como la muy reivindicable Días de Cine?
Nadie esperaba el éxito de Días de fútbol, la hicimos sin imaginarnos una reacción tan alucinante. Días de cine era más arriesgada, pero pensamos que parte de los fans de la otra película vendrían a vernos. Lo que hizo el primer viernes en taquilla era para pegarse un tiro. Me sirvió para relativizar. Ni el éxito es para tanto ni el fracaso tampoco. De hecho, tuve más ofertas después de Días de cine.
¿Qué queda del, y cito textualmente, “Repelente niño Vicente del cine” de tus comienzos?
Quiero pensar que soy un poco menos imbécil, menos sabiondo… Supongo que dentro de cinco años, tendré la misma percepción de que hace unos años era peor que en ese momento. Creo que voy sabiendo algo más y relativizando. Me pasaron muchas cosas de golpe y la pena fue que no supe valorar los éxitos que me vinieron de golpe por no haber sufrido antes el lado más amargo de esta profesión, esos momentos en que no hay proyectos a la vista. Si eso se vuelve a repetir- que lo dudo- supongo que lo saborearía con mucho más gusto.
Si miramos hacia el futuro, además de esa Lluvia constante, ¿Qué proyectos le esperan a David Serrano?
Estoy muy orgulloso de la línea de trabajo que estoy llevando a cabo con Cote Soler en el teatro. Se trata de producir un teatro comercial de calidad. Es una satisfacción muy grande dirigir a directores y voy a tener al director del momento en Lluvia constante, Sergio Peris-Mencheta. De hecho a Andrés Lima le he dirigido en 2 películas y a Gerardo Malla también le dirigí en Días de cine. Si eres listo, puedes aprender mucho de ellos. Además, trabajar con Roberto Álamo siempre es un lujo. Voy a seguir viendo obras sin plantearme el género. Sólo busco que me muevan como espectador y así seguro que me moverán como director. Y por supuesto, me encantaría hacer una adaptación de un musical americano sin las imposiciones de la franquicia. Además, el año que viene igual hago una comedia en el cine.
Elijo las obras sin plantearme el género. Lo que busco son historias que me muevan como espectador
Valga esta máxima creativa de David Serrano, que ha concedido una extensa entrevista a este medio y que tendréis muy pronto DESDE MI BUTACA, para adentrarnos en la que es, sin lugar a dudas, una de las mejores funciones de la temporada. David Ives ha escrito un texto desconcertantemente atractivo en lo que a género se trata. Vanda entra en escena con una frescura que destila comicidad y las risas están aseguradas, ¿Es entonces una comedia? Si hablamos de ella como una Comedia negra con tintes de thriller y drama, podría ser que nos vayamos acercando… Es la protagonista de esta obra un personaje para el que Serrano necesitaba a una actriz sensual a la par que, y cito textualmente, «payasa». Algo que era difícil de conseguir, pero que reúne a la perfección la actriz del momento. Clara Lago se mete al público en el bolsillo nada más pisar las tablas con su frescura y terminamos hipnotizados por el influjo de su mirada al instante, con esa pizca de perversidad y de sadismo que se revela, cosas del personaje, unas escenas después. Diego del Pino, el protagonista masculino de esta verdadera joya de la cartelera, quiere que el público se pregunte quién es realmente Vanda y de alguna forma recibe respuesta en voz y carne de la protagonista de Ocho apellidos vascos. Simplemente, es un actriz jovencísima, que gracias al cuidado trabajo de David Serrano, ha sabido exprimir su talento interpretativo de una forma increíble y es da la sensación cuando la ves de que te encuentras ante toda una señora de la escena y, ojo al dato, ¡Con sólo 24 años! Diego del Pino, en la piel de un imponente Diego Martín, sólo puede caer rendido a sus pies y firmar este perverso contrato de sumisión, en el que perdido entre su realidad y la ficción de su obra, se establece este particular juego de seducción. Lo interesante de la apuesta de Serrano son los guiños metateatrales que ha incluido en su versión como guiño cómplice al público. Y así, navegando entre la realidad y la ficción, el espectador cae rendido a los pies de Vanda y firma, cual Diego del Pino, un perverso contrato de sumisión que podréis firmar hasta el 15 de junio en las Naves del Matadero.
David Serrano, al que tendremos muy pronto DESDE MI BUTACA, ha juntado a una pareja de ensueño para «La venus de las pieles». En mitad de la vorágine por el éxito de «Ocho apellidos vascos», Clara Lago compone una Vanda magnética, de la que sólo puede caer perdidamente rendido el Diego del Pino de Diego Martín. Los protagonistas de uno de los fenómenos teatrales de la temporada atendieron en exclusiva a DESDE MI BUTACA. Muy pronto, la crítica del montaje que se puede ver en las Naves del Matadero de Madrid…
DIEGO MARTÍN
– Vuelves a trabajar con David Serrano, ¿Qué tiene de especial como director?
David es alguien que tiene mucha importancia en mi trayectoria tanto profesional como personal. Es alguien con quien me es muy fácil comunicarme, y ahora he podido disfrutar del comienzo de una madurez como director (porque lo de antes era mera precocidad) que se adivina fantástica. Espero seguir siendo merecedor de su confianza, de la libertad total con la que se trabaja con él, y de su talento.
– Es la segunda experiencia de Clara Lago sobre las tablas, ¿Qué has descubierto de ella como actriz en esta Vanda?
La Vanda de Clara está llena de matices, de capas que se suceden y aumentan la fascinación del público por ella, fascinación que comparto como compañero suyo. Su libertad, precisión, sensualidad, madurez, frescura y desvergüenza y un poso de dama veterana del escenario, inundan la función y nos lleva a todos por delante.
– Te has incorporado a Velvet, la última producción de Bambú que tiene fama de cuidar mucho las producciones, ¿Ese fue el motor de que aceptases?
Efectivamente el cuidado con el que se aborda la producción, y un amor por el detalle que se veía cada vez menos en televisión, y si añadimos que le dan mucha importancia a los repartos que confeccionan, pues el resultado es que uno está feliz de pertenecer a ese grupo, y que estoy disfrutando cada día de encarnar a un personaje que me divierte mucho hacer, rodeado de gente por la que me siento muy cuidado.
CLARA LAGO
-¿Cómo ha sido el trabajo junto a David Serrano, Diego Martín y el resto del equipo en los ensayos?
Ha sido muy relajado. Extrañamente «fácil». David estableció desde el principio ese clima de tranquilidad y relax a la hora de trabajar. A mi me ha dado mucha confianza, al igual que Diego. Ha sido una experiencia muy bonita, la verdad. Casi que no daba la sensación de ir a «trabajar». Ha sido todo desde el disfrute.
-Aunque con una larga carrera en el panorama audiovisual es tu segunda experiencia sobre las tablas, ¿Ha sentido ya por fin ‘el veneno del teatro’ Clara Lago con esta experiencia teatral?
La verdad es que sí. Creo que también ha tenido mucho que ver en ambos casos la compañía y el texto. Cuando el proyecto es tan apasionante y la gente con la que trabajas se convierten en amigos, es fácil que se convierta en una experiencia que uno quiera repetir.
-Te has enfrentado en plenos ensayos al ‘extra’ de tener puesto el ojo mediático sobre tus pasos, ¿Cómo estás afrontando este fenómeno mediático que ha supuesto Ocho apellidos vascos?
Bueno, el mundo paparazzi es bastante nuevo para mi. Es incómodo a ratos, pero intento no darle demasiada importancia, tomármelo con calma y con humor, porque uno ya sabe que se pasará. Se acabarán cansando. Y también tener en cuenta que esto responde al fenómeno de la película, que es algo por lo que estar muy agradecido.
Algunos de los grandes éxitos de la cartelera echan el telón hoy mismo. Es el caso, por ejemplo, de dos de los montajes de la temporada: El cojo de Inishman (T. Infanta Isabel) y El crédito (T. Maravillas), esta última comenzará ahora una extensa gira que le llevará dentro de dos semanas al Palacio de Festivales de Cantabria. Estas dos funciones tienen ya reemplazo para la temporada primaveral. En el Infanta Isabel se podrán ver Una semana nada más– tras su paso por el Teatro La Strada- y La vida resuelta. Y al Teatro Maravillas llegará El nombre.
Una semana nada máses una obra de Michel Clement, protagonizada por María Castro, Mar del Hoyo, Antonio Hortelano y Jorge Monje. Sofía y Pablo llevan cuatro meses viviendo juntos. Cuatro meses que han sido el cielo para ella y el infierno para él. Pablo quiere romper la relación… La obra compartirá el Teatro Infanta Isabel con la obra La vida resueltaa partir del 23 de abril. Nos encontramos ante un retrato de una generación de treinta y tantos años, un grupo de personas que han llegado a un punto en su vida en la que no terminan de estar satisfechos consigo mismos y mucho menos felices. Aunque de alguna manera todos han buscado el éxito, cada uno en la forma en que creían, queda un halo de frustración bien porque no lo han conseguido bien porque la consecución de lo que buscaban en realidad no es lo que esperaban. Está protagonizada por Carlos Santos, con el que charlamos hace unos meses. Completan el reparto Laura Domínguez , Javier Mora, Adriana Torrebejano y Cristina Alcázar y dirigida por Juan Pedro Campoy.
En El nombre, desde el 26 de abril en el Teatro Maravillas, un grupo de amigos cena para celebrar la próxima llegada del bebe de una de las parejas. Cuando el futuro padre responde a la pregunta del nombre escogido, su respuesta deja a todos boquiabiertos…y no es para menos. A partir de ahí se genera un divertido debate que acabará creando un conflicto detrás de otro, cada cual más hilarante. Esta comedia de Matthieu Delaporte y Alexandre de la Patelliêre dirigida por el omnipresente Gabriel Olivares cuenta con un reparto de lujo: Amparo Larrañaga, Jorge Bosch, Antonio Molero, César Camino y Kira Miró.
Uno de los platos fuertes de esta última parte de la presente temporada teatral es La venus de las pieles, que reunirá sobre las tablas de las Naves del Matadero a Clara Lago y Diego Martín. David Serrano dirige una función que «Vi por casualidad, sin conocer nada de su argumento ni de su autor, David Ives, pero diez minutos después de que subiera el telón casi no podía ni parpadear al ver lo que estaba pasando sobre el escenario y hora y media después, al salir del teatro, había decidido que tenía que dirigir esa obra fuera como fuese». La obra se podrá disfrutar del 7 de mayo al 15 de junio.
Una foto de los ensayos de Roberto Álamo.
La siguiente propuesta «comparte» ayudante de dirección con la obra que protagoniza Clara Lago. El dramaturgo y director Daniel de Vicente vivirá la ‘feliz coincidencia’ de que dos de las obras en las que ha participado como ayudante de dirección estén a la vez en cartel. Además de en La venus de las pieles, el joven de 24 años también ha participado en elMisántropode Miguel del Arco que llegará al Teatro Español el 23 de abril y que permanecerá en el emblemático espacio escénico de la Plaza Santa Ana hasta el 22 de junio. La nueva propuesta de Kamikaze Producciones cuenta la historia deAlcestes, el protagonista de Misántropo, que anhela vivir en la verdad. Quiere ser honesto y sincero y que los demás lo sean con él. Pero sus contradicciones y su incapacidad para encontrar el término medio que le permita vivir le llevan a retirarse al desierto por el que clama desde la primera conversación con su amigo Filinto. Alcestes pone en peligro su integridad por defender la verdad. Porque no se acomoda a la ficción imperante y porque está dispuesto a perderlo todo en defensa de lo que cree. Israel Elejalde, Raúl Prieto, Cristóbal Suárez, Bárbara Lennie, José Luis Martínez, Miriam Montilla, Manuela Paso forman parte de esta compañía kamikaze que pone en escena una actualizada visión del clásico de Moliére.
Charlamos con su protagonista, Israel Elejalde, en una entrevista exclusiva DESDE MI BUTACA.
Y en la Sala Pequeña del Español tendremos al veterano Miguel Rellán con Novecentodesde el 14 de mayo al 29 de junio. Un trompetista de jazz, a través de sus recuerdos, nos narra la extraordinaria historia del que fuera su mejor amigo, Novecento, un pianista excepcional nacido en uno de esos barcos que recorrían las rutas entre Europa y América a principios del siglo XX, en los que se mezclaban ricachones, golfos, emigrantes y turistas. Novecento era un pianista de técnica increíble, capaz de extraer notas mágicas, insólitas, melodías asombrosas que cautivaban cada noche a los viajeros del barco en el que había nacido y del que decían que nunca se había bajado. Nunca había pisado tierra. El mejor pianista de todos los tiempos, y no existía para el mundo. Sin patria, ni familia, ni fecha de nacimiento. Nada. Hasta que un día decidió bajar.
Hablamos con Rellán DESDE MI BUTACA hace unas semanas.
Las propuestas se acumulan en estos meses primaverales, por lo que pronto tendremos DESDE MI BUTACA una segunda parte de este post con títulos como Las dos bandoleras y Los Mácbez entre otras interesantes propuestas.
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Un profesor que utiliza las canciones de los Beatles para enseñar inglés en la España de 1966, se entera de que John Lennon está en Almería rodando una película. Decidido a conocerle, emprende el camino y en su ruta recoge a un chico de 16 años que se ha fugado de casa y a una joven de 21 que aparenta estar también escapando de algo. Entre los tres nacerá una amistad inolvidable.