Y de repente se hizo la magia en Almagro, el lugar de la palabra (2)

Continuamos con nuestra crónica del Festival Ïnternacional de Teatro Clásico. Además de las representaciones, la actividad no cesa en Almagro. Después de la primera sesión del Encuentro de Blogueros nos acercamos a la Sala de Prensa para la presentación de Clásicas Envidiosas. Juanma Cifuentes, Chema Rodríguez-Calderón y David Carrio  ya están en el Palacio de Valdeparaíso, sede del Festival. Todo tiene que estar listo para que a las 13:30h comience la comparecencia de prensa de esta función que comunicamos DESDE MI BUTACA. Al finalizar la misma, Miguel del Arco e Israel Elejalde presentan Hamlet, que los asistentes al Encuentro pudimos disfrutar al día siguiente.

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Un momento de la distendida presentación de nuestras queridas Clásicas Envidiosas.
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Israel Elejalde y Miguel del Arco durante la presentación de Hamlet.     

Y después de la presentación de la obra de Shakespeare toca coger fuerzas. Y en la comida los primeros comentarios sobre lo vivido en el Festival hasta ese momento. Algunos osados -con una temperatura que ‘asustaría’ a cualquiera- nos acercamos a primera hora de la tarde al Pase Gráfico de Hamlet. La compañía con Miguel del Arco a los mandos interpreta un extracto de la función ante los medios. Después, tras el cafecito con hielo de rigor, nos acercamos a ver la obra ganadora de AlmagrOff,  Perra Vida, al Teatro Municipal de Almagro.

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Por la noche, a las 22:30h, continúa la actividad de prensa. En el Patio de Fúcares, tenemos una nueva cita con Clásicas Envidiosas. Juanma Cifuentes está dando las últimas notas a la compañía cuando nos acercamos a la sede de los After Classics de Almagro. A pesar de las horas de trabajo continuado, los medios asistentes pasan un buen rato con las escenas de esta parodia chespiriana. En el Pase Gráfico destacan los coloristas cambios de vestuario que sirven como esbozo de esta función que este domingo se despide del Pequeño Teatro Gran Vía de Madrid.

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Para cerrar la jornada festivalera nos acercamos al cóctel, punto de encuentro entre compañías, periodistas y asistentes al Festival, en el que confrontamos opiniones sobre lo visto y vivido en Almagro.

Última Jornada

Es sábado y a las 11:30h comenzamos la última jornada del Encuentro Internacional de Blogueros Teatrales. En esta ocasión, se ponen sobre la mesa asuntos como la difícil financiación de un  medio digital, ¿Se puede mantener vivo con un simple banner publicitario? Al final, parece que en conclusión el blog puede tener otro tipo de consecuencias que nos favorecen a los que tenemos uno como la posibilidad de acceder un mundo, el del teatro, al que no tendríamos acceso de otra forma.  De nuevo, tenemos como intérprete a Lorenzo Pappagallo, un voluntario del Festival que clarifica con eficacia y frescura las ponencias de los participantes franceses.

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La historia detrás de los participantes

José Miguel Vila de Diario Crítico repite en el Encuentro. Su pasión por el teatro le lleva a ir y criticar a diario las funciones teatrales de Madrid. De hecho, ya ha visto algunas de las obras que revisará en Almagro, como Perra Vida y Hamlet. Hasta aquí todo normal en una persona apasionada por el teatro. Pero José Miguel es ciego, apenas tiene un 3% de visión. Si no fuera por su mujer, por su compañera de viaje, no sería posible que se hubiese convertido en toda una referencia de la crítica teatral en los medios en poco más de 2 años.

María Rodríguez Manrique, una joven ‘tuiteatrera’. El movimiento de los tuiteatreros representa la pasión pura por el teatro. Ell@s devoran teatro y lo comentan desinteresadamente en redes sociales, especialmente en Twitter. Tienen incluso sus propios gurús de hecho. María luce la chapa que los identifica durante el Encuentro. Apasionada estudiosa del Siglo de Oro y lopista convencida, suele hacerse un particular y teatrero tour cada verano por los Festivales de Clásico de nuestro país.

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José Miguel Vila, María Rodríguez Manrique y Carlos Rivera en el Palacio de Valdeparaíso.

La acompaña en la butaca contigua otra activista teatral, otra ‘tuiteatrera’ reconocida, Carmen Colino, a la que todo el mundo conoce por su nick en Twitter: Chica con la falda roja.

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Alba Cuenca, cambia de lado este año. Se la ve ilusionada. Hace un año vino al Encuentro como voluntaria y gracias a esa experiencia repite en Almagro, esta vez representa a la web Masteatro. En esta particular terna de participantes destaca también Miguel Pérez Valiente del blog Glosasteatrales. Además de críticas, su actividad se complementa con traducciones de artículos de artes escénicas. También participó en el Encuentro Javier Hernando al frente de la comunidad de blogs Teatron.

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Alba Cuenca, Javier Hernando y Miguel Pérez Valiente durante el Encuentro.

Por la tarde, a las 19h, nos acercamos a la Antigua Universidad Renacentista para disfrutar del Hamlet de Miguel del Arco. A esas horas, el calor aún pega fuerte en la localidad manchega y hay que asistir abanico en mano, pero la calidad de la propuesta consigue que el público termine puesto en pie. Israel Elejalde construye su mejor trabajo hasta la fecha en esta versión del clásico del autor bardo que deslumbró la temporada pasada en el Teatro de la Comedia y que se podrá ver de nuevo en Madrid en el Pavón Teatro Kamikaze.

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Los tripletes. Son las 00:30h y estamos ya en el Patio de Fúcares preparados para la risa como broche de oro  del Festival de Almagro con Clásicas Envidiosas. Algunos llevan tres funciones seguidas. Por ejemplo Alba Cuenca y Lorenzo Papagallo o Segundo, un apasionado del Festival que admite a Juanma Cifuentes, director del montaje, que durante esta edición ha visto 15 montajes. Llegan rozando la hora de comienzo. Sin duda, una forma muy especial de acabar el periplo por el Festival. Durante la función, el público ríe con el texto de Chema Rodríguez-Calderón y aplaude al final con fervor el buen hacer de un reparto de actores entregados al arte de la comedia.

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Antes de echar el telón de esta crónica no podía faltar una mención al equipo del Festival, aquellas personas que hacen que todo fluya, que todo funcione como un engranaje perfecto en Almagro. Natalia Menéndez ha vuelto a repetir al frente de un equipo que en unas semanas comenzará ya a preparar la edición número 40. Mención especial merecen también Elvira Giménez, Gemma Bustarviejo y Ángela de la Torre del departamento de Prensa, Alba Vázquez  de Producción y todo el equipo al completo, sin olvidarme tampoco de los voluntarios que dedican su tiempo desinteresadamante al Festival durante estas semanas intensas. Guardadme sitio, nos vemos en 2017. Prometido.

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Una temporada de puro teatro DESDE MI BUTACA

A pesar de las trabas que se han puesto esta temporada a las artes escénicos, el sector ha seguido luchado por sobrevivir con un puñado de propuestas que han hecho las delicias del público. Antes de continuar haciendo un «Avances del teatro que viene», os presento DESDE MI BUTACA un repaso por algunos de los mejores trabajos de la temporada 2013-2o14.

Misántropo: “En todas partes, la injusticia es la ley”. Miguel del Arco versionando a Moliére. A pesar del pesimismo imperante en el texto- o más bien podríamos decir el realismo- el espectador sale feliz del Español. Sale feliz por ver un montaje que le ha ‘movido’, que le ha hecho plantearse muchas cosas. Nuestro protagonista, en voz y carne de un sobrenaturalmente emocional Israel Elejalde, proclama que “El amor no atiende a razones” y su pasión por  la bella Celimena, en la duda entre lo que es y lo que le gustaría que fuese su amada, nos atrapa y nos lleva a lugares de nuestro ser que no nos podríamos imaginar. Todos los kamikazes cumplen con nota. En definitiva, Misántropo es una fiesta, una celebración del teatro en su pura esencia: La palabra. Esa particular compañía de cómicos de la lengua, está arrasando en el Español, ¡Qué siga el éxito!»

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La venus de las pieles: «Clara Lago se mete al público en el bolsillo nada más pisar las tablas con su frescura y terminamos hipnotizados por el influjo de su mirada al instante, con esa pizca de perversidad y de sadismo que se revela, cosas del personaje, unas escenas después. Diego del Pino, el protagonista masculino de esta verdadera joya de la cartelera, quiere que el público se pregunte quién es realmente Vanda y de alguna forma recibe respuesta en voz y carne de la protagonista de Ocho apellidos vascos. Simplemente, es un actriz jovencísima, que gracias al cuidado trabajo de David Serrano, ha sabido exprimir su talento interpretativo de una forma increíble y da la sensación cuando la ves de que te encuentras ante toda una señora de la escena y, ojo al dato, ¡Con sólo 24 años! Diego del Pino, en la piel de un imponente Diego Martín, sólo puede caer rendido a sus pies y firmar este perverso contrato de sumisión, en el que perdido entre su realidad y la ficción de su obra, se establece este particular juego de seducción. Lo interesante de la apuesta de Serrano son los guiños metateatrales que ha incluido en su versión como guiño cómplice al público. Y así, navegando entre la realidad y la ficción, el espectador cae rendido a los pies de Vanda y firma, cual Diego del Pino, un perverso contrato de sumisión que podréis firmar hasta el 15 de junio  en las Naves del Matadero».

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El cojo de Inishmaan: «Si hay un adjetivo con el que calificar esta función es simplemente como ‘mágica’. Es asombroso ver la capacidad de un reparto de edades y procedencias tan distintas creando unas sinergias comunes que llegan al público de una forma muy especial. Cuando salen a escena Terele Pávez y Marisa Paredes las creemos hermanas. Esa risa cómplice y chismosa con la que acompaña Terele Pávez a su personaje nos hace quedarnos prendados de su energía, de su vitalidad y de su talento. Esa complicidad entre ambas queda patente en un gesto que puede parecer nimio a una mirada poco ducha, pero que me llamó especialmente la atención. Me refiero a como atusa el pelo a Paredes, ahí en su mirada y en sus gestos se nota una energía especial. Todo el reparto va en el mismo barco como me decía Terele en la entrevista. Y eso se nota y de qué manera. No voy a descubrir nada si digo que Enric Benavent da a cada personaje una seguridad y entrega que solo la gente que ama mucho este oficio puede conseguir. Ni que decir tiene tampoco que la dedicación y el amor por el teatro llevan a Irene Escolar a firmar otro gran trabajo con esa chulería a la que dota a ese ‘chicazo’ que la toca interpretar».

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Novecento: «Emotivo, melancólico y desgarradoramente humano, recorremos a través de la mirada de Rellán otros tiempos y lugares, asistiendo a un verdadero recital interpretativo que sólo alguien con la solvencia de este veterano actor podría conseguir y cuando sus ojos ven a los personajes que han desfilado por su vida, el espectador viaja con él y ve la verdad en sus ojos. Gracias a Miguel Rellán y, su director, Raúl Fuertes, por querer compartir con el público este poético viaje, gracias por hacernos redescubrir que el teatro solo necesita de un buen texto y un buen intérprete para hacernos soñar. Vayan a disfrutar de esta virtuosa y evocadora partitura llamada Novecento, les emocionará».

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El viaje a ninguna parte: «¿Quién no recuerda el mítico ademán del actor diciendo aquello de “señorito”? Aquí, ese roll cayó en los manos de Miguel Rellán, uno de esos actores que llena de humanidad cada personaje. Entrañable y sumido en un mundo que parece caer ante la llegada del cinematógrafo, ve pasar ante sus ojos una vida de nómada, de vagabundo sin patria, cuyo único refugio son los miserables tablaos que instalan en cada pueblo. Como contrapunto a este entrañable abuelo ya hastiado de la vida de cómico de la legua, un Tamar Novas lleno de matices, adorable, divertido, que sólo se envenena por el teatro cuando va detrás de unas faldas. Como siempre Antonio Gil con el gesto y la emoción medidas nos vuelve a regalar otro trabajo interpretativo sobresaliente. Y sólo de eso, de sobresaliente, o ¡mejor! de cum laude se puede calificar esta puesta en escena respetuosa con el referente cinematográfico, pero que sabe exprimir a la perfección la imagen, que aún tengo guardada en la retina, de esos cómicos apocados a un viaje a ninguna parte ad eternum«.

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El baile: «Para contar esta historia, para contar este canto al amor imposible con una inusitada ternura, eran necesarios unos actores capaces de transitar con igual fortuna entre el drama y la comedia y en el caso de los hombres con ese puntito de ternura que despiertan los personajes especialmente en el tercer acto, en el ocaso de sus vidas. Si Pepe Viyuela tiene una cualidad es que sabe dotar de humanidad a los personajes. Sólido en drama y comedia, es un actor versátil, capaz de, como solo los grandes cómicos saben hacer, dotar a cada personaje del gesto justo. No es El baile una comedia de gags, sino de seres humanos que en un momento entre la risa y el llanto, son capaces de reírse de su propio destino, ¿Estaba predestinado Julián a ser el eterno enamorado cuando fue a Filipinas y a la vuelta se encontró a su amigo con el amor de su vida? Carles Moreu y Susana Hernández cumplen a la perfección como este particular matrimonio ideal (con invitado) que rezuman amor por los cuatro costados en este montaje que ha dirigido con acierto Luis Olmos.Esperemos que no sea la única que veamos un Neville en nuestros escenarios en los próximos años».

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Israel Elejalde: «Espero que dejemos de ser los bufones de la corte»

Israel Elejalde vuelve a ponerse a las órdenes de  Miguel del Arco en Misántropo tras un año intenso en el que pudimos verle en el Teatro de la Abadía «el lugar donde me pulí como actor» y en La fiebre, todo un reto interpretativo en el que contó una historia que incomodó a muchos espectadores.  Y Tras la emoción compartida en la nueva genialidad de Kamikaze Producciones se siente con una energía muy negativa, pero que torna en positividad al redescubrir que cada noche hace el teatro que le gusta con una compañía con la que es capaz de tirarse a la piscina cada vez que se levente el telón.

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¿Cómo es el Alcestes que ha creado Miguel del Arco?

Hemos intentado crear un Alcestes lo más humano posible. Si Moliére lo vio como un personaje cómico, Miguel ha sabido ver en él un dolor que está dentro de este tipo de personas. Hemos querido que el público empatice con él. Rechaza a todos los humanos, pero se ha intentado que sea lo más humano posible a pesar de todo.

¿Te has vuelto más misántropo haciendo este personaje?

Siempre algo del personaje que queda en ti, pero cuando es algo tan peligroso como la misantropía de este hombre, es mejor alejarse de ello. Su viaje es muy trágico, pero yo creo que en el fondo yo ya traía un poco de este personaje en mi propia personalidad.

Y ahora después de hacer la función, ¿Cómo te sientes Tras la emoción compartida?

Este personaje supone un viaje doble. Es un personaje muy negativo, provoca mucho dolor, pero a la vez disfruto de la maquina teatral que ha creado Miguel. Tras la emoción compartida me siento aún con el dolor de este personaje corriendo por mis venas, pero con la satisfacción de ser parte de un espectáculo en el que creo tanto.

¿Cómo fueron los ensayos?

La verdad es que quedaría muy bien decir lo que de fue un difícil trabajo de búsqueda del personaje, pero encontramos la forma de contar esta historia muy fácilmente. Nos hemos arriesgado, pero en el viaje que hemos hecho para crear este montaje lo que hemos encontrado ha sido mucha felicidad. Llevamos cinco años trabajando juntos y eso favorece que el clima de trabajo sea más abierto. Cuando te pierdes, tienes la certeza de que juntos encontraremos algo bueno al final del camino y eso es muy satisfactorio.

Y al mando de esta compañía, Miguel del Arco, con el que tu camino se cruzó hace muchos años…

Conozco a Miguel desde hace 18 años cuando hice mi primera obra, El anzuelo de Fenisa, que dirigió Pilar Miró con la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Yo me acuerdo que el primer día me senté en la mesa justo al lado de Miguel, que hacía del protagonista. Desde entonces, nos hicimos muy amigos y colaboré en sus cortos y en la primera obra que dirigió y que produje yo. Se intentó montar La función por hacer anteriormente con otro reparto, pero no cuajó y cuatro años después conseguimos reunir al elenco soñado.

Y a pesar de las trabas, ivazo mediante, la escena sigue fluyendo, ¿Todo lo puede la vocación?

Con eso cuentan nuestros mandatarios, con la parte vocacional que tiene este oficio que nos hace tener la necesidad de hacerlo a pesar de todo. En todas las artes se están reinventando. Espero que esto sea una situación temporal y que dejemos de ser los bufones de la corte cual siglo XVII. Mientras que eso no ocurra, contaremos las historias en los espacios que nos dejen. Se debería estabilizar la situación, consiguiendo una cierta seguridad en el circuito off que permita vivir dignamente a los creadores y, por supuesto, que sigan las grandes producciones que tanto bien hacen a esta profesión.

Y en esa necesidad de contar historias a pesar de la hecatombe supongo que tiene mucho que ver que montases La fiebre, todo un reto interpretativo…

Tenía la necesidad de contar esa historia, quería reflexionar sobre la posición burguesa en la que a veces me siento instalado. No me planteé inquietudes artísticas, pero para poder desarrollar ese trabajo sí que tuve que enfrentarme de alguna forma a mis límites como actor. Ese sí fue un viaje doloroso, en el que me perdí varias veces, es muy duro hacer un monólogo político para decir cosas que el público no quiere escuchar. A la vez es muy gratificante por, de alguna manera, haber ampliado mi registro actoral. Me ha hecho crecer a nivel personal y artístico. Es un proyecto muy personal en el que he reinvertido el dinero que he ganado como actor. Esta profesión es una forma de ganarme la vida, pero también de ver la vida.

Y si miramos hacia el futuro, ¿Con qué proyectos sueña Israel Elejalde?

Estoy muy contento en esta compañía, son mis amigos y tengo muchos lazos afectivos me gusta el teatro que hacemos y como lo hacemos. Tengo un camino del que sentirme orgulloso por poder hacer un trabajo que me hace realmente feliz. 

Lo mejor de un año DESDE MI BUTACA (III): Los actores

Seguimos repasando un año DESDE MI BUTACA y en esta ocasión serán los actores los protagonistas. En papeles protagonistas o secundarios, los actores también han destacado en un 2013 que ha estado lleno de TEATRO.

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Fernado Guillén Cuervo, el Adán ideal

Poner en marcha un proyecto tan ligado a Blanca Oteyza y Miguel Ángel Solá como Hoy: El Diario de Adán y Eva parecía un reto titánico, pero otra pareja, Ana Milán y Fernando Guillén han conseguido «el milagro». El Adán de Guillén Cuervo se instala entre la melancolía por un tiempo pasado que ya no volverá y la comicidad que desprende en la representación del Adán con peluquín, Fernando Guillén construye el que quizás sea el mejor personaje de su carrera. Ha conseguido una hondura en la construcción de este entrañable personaje que solo los grandes pueden conseguir. En su voz apesadumbrada y dolorida de la senectud se ven en él atisbos de la grandeza de su padre. 

José Pedro Carrión, historia viva de nuestra escena

En Júbilo Terminal nos ofrece un recital interpretativo de primer orden, donde la palabra y el actor pasan a primer término para conseguir emocionarnos. Y vaya si lo consigue este actor que fue rey, bufón y espadachín. Un trabajo en este 2013 al que se suma su paso por Hécuba, que podremos disfrutar en 2014 en el Teatro Español de Madrid. Un lujo verle por partida doble en este año.

Recibimos la llamada de Richard Collins Moore

Así hablamos del trabajo del actor en La llamada: «Él es Dios. Un ser todo poderoso que canta a la Houston. Su primera y sorprendente aparición deja prendado al público. Desconocía que detrás de ese grandísimo actor característico se escondía un chorro de voz de ese calibre,  de ovación el número de I have nothing».

Las mil caras de Dani Muriel.

Este año le hemos visto en Microteatro, en el Hall del Lara, en el Teatro María Guerrero y ¡Hasta inaugurando El Sol de York!  Si sigues la actualidad teatral de Madrid es imposible que no te hayas topado con él en alguno de los montajes que ha protagonizado. El último reto ha sido Las heridas del viento de Juan Carlos Rubio: «Dani Muriel está viviendo una etapa dorada en su carrera y eso es gracias a la variedad de trabajos que ha ido encadenando en los últimos meses.Las heridas del viento es un paso hacia adelante en su carrera. Muriel se enfrenta cara a cara a un texto que exige el 200% de implicación del intérprete y él pasa la prueba con nota».

Carlos Hipólito, un imprescindible.

Pocos actores tan versátiles y comprometidos con el teatro como el protagonista de El crédito. Este año le hemos visto de nuevo dando el do de pecho en Sonrisas y lágrimas en el Coliseum antes de volver a sumergirse en el mundo del dramaturgo Jordi Galcerán. Se convierte en el, aparentamente, inquebrantable director de la sucursal a la que pide un crédito Luis Merlo. Él también entra por méritos propios en esta particular lista por sus dos trabajos sobre las tablas: Deseo y la citada obra del autor de Carnaval.

Antonio Dechent, por fin en Madrid

Llevaba años queriendo ver sobre el escenario a Antonio Dechent. Este año, por fin, lo conseguí. La voz interior, espectáculo concebido para una pequeña sala andaluza, llegó al Teatro Bellas Artes de Madrid. El actor no defrauda en las tablas con ese frágil enamorado que se desgarra ante una desasperada última llamada a su enamorada. Un personaje que se aleja de los ‘malotes’ que este actor de mirada  y voz imponentes ha retratado en el cine.

Jorge Usón nos hizo «sentirnos bien»

En unos días pude ver a Jorge Usón por partida doble. Primero en Feelgood y después en Cabaré de caricia y puntapié. Resultado: Un verdadero descubrimiento del que os dijimos a su paso por el Matadero: «Es un camaleónico actor con una vis cómica innegable. Con cada palabra, el público se ríe a pierna suelta».

Asier Etxeandia por «su año»

No podía faltar en este ranking el actor, el cantante, el intérprete Asier Etxeandía que no solo ha «cantado» su vida en su unipersonal, sino que se instaló en el Sagrado Corazón 45 y se sumergió en el universo de Vargas Llosa con La chunga. Ha sido su  gran año, sin ninguna duda.

Sergi  López, ponga un poco de absurdo en su vida

El actor, que acaba de estrenar en cines Ismael, sorprendió al respetable en 30/40 Livingstone, «un espectáculo de humor, tenis y antropología» que pudimos ver en el Teatro de la Abadía. Un ejercicio interpretativo colosal a la altura de uno de nuestros actores más internacionales.

El cuarteto de Israel Elejalde

Y cerramos este particular repaso a los actores de 2013 con Israel Elejalde que demostró su talento para la comedia con Maridos y mujeres y se tiró a la piscina con La Fiebre: «Un tour de force interpretativo que en manos de un actor de superlativo talento como Elejalde coge mucha altura. Un recital in crescendo que acaba con un Elejalde que se desgarra emocionalmente antes de entrar en caída libre». Volvió además con La función por hacer y ya ha estrenado Misántropo, que estamos deseando ver.

Un Madrid sin teatros. Un Madrid sin alma: "De fiebres, bodas, actores y otros bichos raros"

Nos sumergimos DESDE MI BUTACA en cuatro espectáculos de la cartelera madrileña tan distintos… como los espacios en los que se representa. Esta temporada seguiremos reivindicando todo tipo de espacios escénicos en la capital. De los teatros comerciales a las salas más alternativas tendrán cabida en este «Un Madrid sin teatros. Un Madrid sin alma» que nació como un grito en voz alta para reivindicar nuestro teatro que, hoy más que nunca, merece ser CELEBRADO.

Comenzamos esta nueva etapa haciéndonos devotos… del Santo Membrillo. Cerda ha abierto la temporada de ese ‘milagro escénico’ llamado La Casa de la Portera. Un espectáculo en lo que uno lo único que puede hacer es… dejarse sorprender. Una comedia transexual místico-musical con aroma psicalíptico, ¿Suena raro de cojones verdad? Pues sí, lo es, pero también es muy divertida. Las carcajadas empiezan a resonar en las paredes de esta portería desde el momento en el que conocemos a las habitantes de este particular universo místico. Y en ese pintoresco microcosmos solo podemos rendirnos al influjo de la palabra en la voz de Inma Cuevas, una monja inductora y practicante que  consigue dar verdad a un texto que en otras manos podría haber resultado, con todos los respetos, bochornoso. Hace creíble lo inverosímil. Eso es una ACTRIZ. Y encima la disfrutaremos por partida doble en los próximos meses. En La nieta del dictador y en True West. Estaremos atentos.

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Y damos un salto al vacío y nos sumergimos en el mundo… del vodevil. En el Teatro Marquina, Una boda feliz ya puso su primer ‘No hay localidades’ hace unos días. La culpa la deben tener las carcajadas que provocan este matrimonio de convivencia entre los ‘machotes’ Agustín Jiménez y Antonio Molero. Una historia de enredos en el que las puertas se abren, se cierran… y se mueven a discreción. Y siempre es un placer disfrutar del trabajo de un actor como Francesc Albiol, convincente en todos los registros y que cuando se ‘desmadra’ como en este caso, consigue brillar con luz propia. Las risas más necesarias que nunca harán de estas nupcias -que les advierto que no se ven nunca en escena- uno de los ÉXITOS de la temporada.

 «Traemos con nosotros al perro guía». El sábado La fiebre tuvo unos espectadores muy especiales. El poder evocador de la palabra permitió que un grupo de invidentes disfrutasen de la magia del teatro. En escena, Israel Elejalde, que se ha convertido en uno de los actores que más ha sobresalido en las tablas en los últimos años con sus trabajos a las órdenes de Miguel del Arco o en esa delicia llamada Maridos y mujeres. Y nos sumergimos en esa asfixiante habitación de hotel de un país del Tercer Mundo de ahí viajamos con él a los diversos espacios que habitan en su conciencia. Un ser en tierra de nadie que pasea por las calles mientras corre la sangre de inocentes. Él fue un niño bien ‘envuelto’ en su infancia y ahora decide reflexionar sobre lo que es lo mejor para él en este mundo podrido. Un texto que reflexiona, pero sobre todo y lo más importante un tour de force interpretativo que en manos de un actor de superlativo talento como Elejalde coge mucha altura. Un recital in crescendo que acaba con un Elejalde que se desgarra emocionalmente antes de entrar en caída libre. En La Cuarta Pared hasta el 15 de septiembre y con la colaboración en escena de la chelista y actriz Alba Celma.

Desde una butaca sucia y vacía que en otro tiempo fue una simple silla desde la que se enamoró del teatro de variedades cuando era pequeño, una vieja gloria del teatro reflexiona sobre lo que para él ha sido su oficio y su forma de entender la vida. Júbilo Terminal es el autohomenaje de un divo del teatro que deambula por el escenario siendo Hamlet, Cyrano y Puck. Y nos hace cómplices de esa pasión que le ha llevado a estar 40 años entre tinieblas. Medita y se pregunta emocionado ¿Dónde están los aplausos y la mujer que se enamoró de mi forma de actuar? Pero no crean que Júbilo Terminal es un espectáculo condescendiente con los actores y con el mundo del teatro, nada más lejos de la realidad. Al otrora divo de la escena le sale y, permítanme la expresión, una ‘mosca cojonera’ que pone sobre las tablas una visión muy distinta del teatro. Ella es aún una joven promesa, cuando pienso en ese término inevitablemente me acuerdo de Juan Luis Galiardo que se definía a si mismo como «La eterna joven promesa», vaya por delante mi recuerdo para él. Volviendo al júbilo, la actriz se enfrenta al maestro al que una vez mandó una misiva de admiración. Fue la noche que le vio hacer Hamlet. Y desde ese día, el veneno del teatro se la quedó dentro. Hoy, esa carta parece un dardo envenenado y fustiga al actor reprochándole la vanidad que ha derrochado en infinidad de actos ‘de cara a la galería’. Y con esta romántica del teatro se cuelan en escena los gritos del 15M y la eterna pregunta de sí debe ser el teatro un acto de contestación a la realidad social que nos toca vivir. Un enfrentamiento entre 2 concepciones de entender el teatro, pero que en el fondo confluyen en una pasión común por vivir la ficción más verdadera, la que cada noche crea la magia del teatro. Y en eso tienen mucha culpa dos actores que cada noche, independientemente del número de espectadores que haya en la sala, se dejan la piel sobre el escenario dotando de emoción y de VERDAD las tablas. José Pedro Carrión, historia viva de nuestra escena, nos ofrece un recital interpretativo de primer orden, donde la palabra y el actor pasan a primer término para conseguir emocionarnos. Y vaya si lo consigue este actor que fue rey, bufón y espadachín. Y le da la réplica una actriz soberbia, toda una revelación, Valery Tellechea. Sería una pena que esta bellísima apuesta, que enamorará a todos los amantes del TEATRO, pasase desapercibida en la cartelera. Aunque ahora que lo pienso, más bien sería una… vergüenza. Son apuestas como estas las que dan sentido y vida a espacios como El Sol de York. Yo que ustedes no me lo perdería, desde luego. Estarán hasta el 22 de septiembre de jueves a sábado a las 20:30h y los domingos a las 19h.