La cultura de la gratuidad: ¿Puede ser todo gratis?

La famosa «Ley Sinde» abrió el debate de si era posible una cultura en la que no se pagase por la cultura. Parece contradictorio desde cualquiera de los puntos desde el que nos encontremos.

Como «usuarios» de internet, este posible final de una red libre ha sido tachada como una actitud contra la libertad de expresión y cosas así. No solo el cine y la música están sufriendo, por si nadie se había parado a pensarlo la prensa también podría desaparecer como la entendíamos hasta ahora.

¿Qué le interesa más a El País tener unos pocos lectores de papel o millones en la edición digital? De momento, poco rendimiento se saca a las ediciones digitales de los periódicos, de eso no hay duda. Nos hemos acostrumbrado a no pagar y que nos digan que tendremos que pagar por algo que podemos conseguir gratis nos suena a chiste de mal gusto. Ahora bien, creo que mucha gente no se para a reflexionar todo lo que hay detrás de todo esto.Si yo quiero leer la crítica de x en el periódico y, tiene que haber lectores de papel. De otra forma, el negocio «no tira». Si a la baja de muchos adeptos del papel le añadimos una crisis publicitaria , el cocktel se traduce en multitud de despidos de profesionales que ponen sus esfuerzos para estar «al pie de la noticia».

Tres cuartos de lo mismo pasa con el cine y la música. Si, señores … Esto no es un «supermercado libre» como dijo ayer la ministra Sinde en la comprensiblemente almibarada entrevista que le hizo el genio llamado Andreu Buenafuente.  Me parece hipócrita la actitud de algunos que se las dan de «no tengo ni idea de eso de pelis yonkis y  emule». No se lo cree ni él. ¿Justifico la piratería? Desde luego que no, es un pequeño atentado contra la cultura. Da rabia y mucha ver como una película como ISPANSI que no ha tenido el éxito merecido, estaría en la red poco después de su estreno. Muchos profesionales se han dejado «los cuartos» para sacar adelante películas como esa u otras muchas. Creo que teniéndolo gratis es muy grande la tentación y yo, desde luego, he caído en muchas ocasiones. Ahora bien, eso no justifica la actitud. El primero que va a sufrir estas restricciones vamos a ser los fans de las series norteamericanas que vemos a la par que los de allí, en mi caso me refiero a Glee, de la que hablaré en otra ocasión por estos lares de internet.

Si queremos seguir disfrutando del cine y de la música- el teatro tiene la bendita suerte de no poder piratearse y vivir una época dorada- tendremos que pagar algo, por mucho o poco que sea. Está claro que pagar el mismo precio que «en la vida real» sería injusto, de eso no me cabe la menor duda. De esperar a que se apagen las luces y comience a la sesión a ver la película en tu salón hay un abismo. Perdemos «la experiencia social», de eso no hay duda. Tampoco es lo mismo tener entre tus manos un dvd o cd con su libreto fantástico que disfrutarlo en la red.

Llamadme romántico, pero sigo comprando productos originales y creo que esa «magia» no se consigue con el ratón de por medio.

 Está claro que nos hemos acostumbrado a «lo bueno», pero como todo lo bueno – y más si tiene una parte ilícita en ello- se acaba…

5 comentarios sobre “La cultura de la gratuidad: ¿Puede ser todo gratis?

      1. Me explico: Es comprensible que BF no se haya mojado más. Como él mismo dijo, le iban a tachar de blando hicera lo que hiciese. Las enemistades ya les tenía ganadas de antemano y buscar la enemistad también de la ministra, pue como que no creo que entrase en sus planes. Para meter caña, ya están otros medios y/o ¿profesionales de la comunicación?.

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