«Godspell» aúna el talento creativo de Emilio Aragón y Antonio Banderas con un Adrián Salzedo en estado de gracia (divina)

Un artículo patrocinado por Carlos Rivera Comunicación

Foto Emilio Aragón y Antonio Banderas: EFE. Fotos de escena cedidas por la productora

Ahora que todo el mundo está expectante con el estreno de la adaptación cinematográfica de Wicked, conviene hacer un poco de memoria. Muchos años antes de que Stephen Schwartz se hiciese mundialmente célebre estrenó un musical de juventud basado en el Evangelio de San Mateo y en sus parábolas. Veremos en el mismo a Jesús y a unos particulares apóstoles como protagonistas. Ese espectáculo se llamó Godspell y ha supuesto la unión del talento creativo de Emilio Aragón y Antonio Banderas. Palabras mayores dentro de un espectáculo coral que cuenta con el protagonismo de Adrián Salzedo, una de las voces más hermosas de nuestro teatro musical. Mañana acaban su periplo en el Teatro Poliorama de Barcelona, pero tranquilos que la gira los llevará a Valencia, Palma de Mallorca, Alicante, Bilbao, Zaragoza, Sevilla, Vigo, Gijón y Salamanca.

Godspell es la primera coproducción de un musical que hace Teatro del Soho, nada menos que con el Estudio Caribe de Emilio Aragón. Tras su estreno en el citado teatro del malagueño, el musical se ha renovado con nuevo elenco para salir de gira. No tuve oportunidad de ver al cast que lo estrenó en Málaga, pero sí de escucharlo a través del disco que se lanzó. El renovado elenco coral cuenta con dos figuras ya de nuestro teatro musical como protagonistas: Adrián Salzedo y Erika Bleda. Los dos intérpretes se vuelven a dejar la piel sobre el escenario para sacar adelante un espectáculo complejo. Sus voces nos llevan a un estado celestial con dulzura y una espiritualidad como la que necesita esta historia y esta partitura. Todo ello con un humor que engancha tanto al público como el que la está disfrutando en el Poliorama de Barcelona. No me quiero dejar ningún nombre del estupendo elenco coral que incluye a Alberto Ladrón de Guevara (Juan Bautista y Judas), Andro Crespo (Andro), Iván Amigo (Iván), Juls Sosa (Juls), Lucía Ambrosini (Lucía), Noemi Gallego (Noemí), Nuria Sánchez (Nuria) y Raúl Ortiz (Raúl). Mento también a los swings, figura siempre en la sombra y sin la cual no se podría levantar el telón contra viento y marea: Mónica Solaun y Nicolás Vilallonga

El salto de un género a otro da vida a esta historia. La clave de que este espectáculo funcione está en el salto de género (musical y escénico) continuo en cada parábola. Podemos pasar de un teatrillo digno de una revista a las reconocibles marionetas de Ángel Calvente de El Espejo Negro, compañía malagueña que ha brillado por los escenarios con su adaptación de El verdugo, coproducción del Soho por cierto que pude disfrutar en el Teatro de la Abadía. Todo ello con cierta interacción con el público que le mete dentro de esta historia que de otra forma hubiese sido difícil que conectara.

Un espectáculo desde luego muy bien resuelto por la mano de Emilio Aragón que ha contado con Víctor Ullate Roche (en el elenco original estuvo de intérprete) para pulir un espectáculo lleno de dinamismo donde el humor, la buena música y la complicidad con el público son la marca de la casa. Si estáis en Barcelona este fin de semana no dejéis de pasaros por el Poliorama.

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