Había una vez un país imaginario, pongámosle por nombre España por ejemplo, en el que la gente hacía colas para ir al cine. Un día, la gente dejó de ir. Unos por el precio de la entrada, otros por la incipiente presencia de la piratería y otros simplemente… por algún motivo indescifrable, ¿Quería decir esto que la gente había dejado de ver cine? Pues no, lo veían más que nunca, pero en plataformas que van de la televisión, sí aún emiten pelis por tv, o por internet, ya sea de forma legal o por vías ‘piratiles’. Durante el lunes, sí, un lunes, que no va casi nadie al cine, una imagen llenó las redes sociales y hasta ¡abrió telediarios! Filas descomunales para ir al cine, ¿Un espejismo o son imágenes de archivo? Lamentablemente será un espejismo si no se toman las medidas adecuadas. La Fiesta del Cine ha sido un éxito, la gente ha vuelto al cine por 2,90 euros, pero ahora toca otra vez intentar aunar esfuerzos para que esta imagen se pueda repetir, ¿Quién lo debe hacer? Desde luego que los distribuidores y los gerentes de las salas se tienen que poner de acuerdo y, por supuesto, el dichoso 21% está ahí. También es cierto que es inviable que se mantenga el cine a ese precio, rebajarlo sí, especialmente en las ciudades grandes como Madrid, en donde ir al cine en fin de semana te sale como una entrada de teatro. Y sí ya es en 3D, la gracia se dispara. Estos días me he acercado a ver dos películas de muy diferente corte. El lunes, Zipi y Zape y el club de la canica, con bastante gente en sala, todo sea dicho de paso. De alguna forma, me sentí recobrando la ilusión infantil por el cine, esa que me hizo pisar el cine por primera vez con apenas 5 años. Creo recordar que fue para ver El Rey León, en los desaparecidos Cines Capitol de Santander. Divertida, entretenida y con unos efectos muy vistosos, la película corrobora que el cine español está lleno de talento… en todos los géneros cinematográficos, Además, Javier Gutiérrez, uno de los mejores actores de este país, hace un villano de película de aventuras maravilloso. Un gustazo también disfrutar del buen trabajo de mi paisano Javier Cifrián. Y el miércoles, El Quinto Poder, con dos actores de infarto, Benedict Cumberbatch y Daniel Brühl, este último de origen español y con una de las carreras más meteóricas en la Meca del Cine en los últimos años. En la línea de La Red Social, se indaga en la controvertida figura del creador de Wikileaks con sus luces y, especialmente, sus sombras, para ahondar en la relación del «Cuarto Poder» (los medios tradicionales) con el rebautizado como «Quinto Poder» (aquel de los nuevos medios) y su tensa relación con los gobiernos. Entretenido e interesante retrato de uno de los rostros que ha abierto más telediarios y ocupado más portadas en los últimos años. Una película reflejo de la realidad de nuestros días.
La gente ha vuelto al cine, sí, había gente que llevaba meses e incluso años sin pisar una sala de cine, alarmante cuanto menos, esperemos que no sea un espejismo y que pronto podamos gritar a los cuatro vientos que el Séptimo Arte vuelve a apasionar al gran público. Por la magia del cine, queremos que el cine vuelve a ser ‘de masas’…