Hoy Aquellas Luces de Neón apuntan a un actor que desde pequeño tuvo claro que su vida iba a transcurrir encima de un escenario. Lo vimos dando sus primeros pasos artísticos en el cine donde compartió escenas y juegos con algunos de los nombres más destacados del panorama nacional e internacional. Con los años entró en el primer O.T del que guarda algunos buenos recuerdos, pero admite que es una experiencia que no recomendaría a nadie. Todo lo pudo el trabajo y la perseverancia y desde hace unos años se ha convertido en un rostro habitual de nuestro teatro musical. Ahora combina el mágico Aladín, un musical genial con Esta noche no estoy para nadie, el musical, que ayer se llevó el premio a mejor musical en gira, aunque Naim también estaba nominado como mejor actor, categoría que ganó Rubén Yuste.
¿Cuáles son los puntos fuertes de un musical como Aladín?
Creo que los puntos fuertes de Aladín son: las canciones, el ritmo teatral y el mimo con el que está cuidado cada detalle en escena.
Supongo que estar en un musical como Aladín te hace recordar más que nunca el sentido último de esta profesión, el «to play» de los ingleses, ¿No?
Estar encima de un escenario debe basarse siempre en el «to play», pero en este caso, como bien dices, es especialmente divertida. Yo, como persona, como actor, me lo paso muy bien en cada función y creo que es algo que el personaje lo pide, vivir el ahora.
Durante años hemos tirado ‘piedras contra nuestro propio tejado’ diciendo que en España el teatro musical no estaba » a la altura» de los países anglosajones, una percepción que parece haber cambiado con éxitos autóctonos como Pegados o los musicales de Jana Producciones, ¿Qué diagnóstico harías de nuestro teatro musical?
Pues creo que el día que los musicales de grandes presupuestos no se hagan basándose en canciones conocidas, algo que funciona muy bien, empezaremos a estar a la altura de países como Inglaterra o EEUU. Considero que los actores cada vez son mejores y tienen una mejor formación específica para el teatro musical.
Una carrera la tuya que comenzó muy jovencito y rodeado de grandes de la interpretación, ¿Con qué soñaba entonces Naim Thomas?, ¿Quería ser actor- cantante o era un simple juego?
Siempre estuve rodeado de este mundillo, desde muy pequeño, por mi padre. Ser cantante en mi familia era la consecuencia lógica. El tema de la actuación empezó como una casualidad, pero rápidamente se convirtió en mi profesión, desde los 7 años. Este trabajo es un juego, pero para nada es simple, más bien al contrario.
Momento clave en tu carrera fue tu paso por O.T, concurso del que te he oído decir en alguna entrevista que no recomendarías participar a nadie, ¿Cuál fue el lado positivo de aquella experiencia?
Tiene muchísimas partes positivas entrar en el concurso a nivel vivencial. Creo que me dejó recuerdos maravillosos, que con el tiempo aprendes a apreciarlos. En cuanto a recomendar a nadie, digamos que lo que pienso es que no volvería a entrar, no soy amigo de las recomendaciones.
¿Has tenido la tentación de tirar la toalla después de aquella experiencia ‘mediática’ o pudo más la pasión?
Pues no, no la he tenido. Soy muy fuerte mentalmente. Entré conociendo la profesión, y he vivido sus altibajos desde pequeño, no era una cuestión de pasión, era de paciencia y hacer bien tu trabajo. El trabajo acaba llegando y, sinceramente, no me puedo quejar.
No te conformas con Aladín y lo combinas con Esta noche no estoy para nadie el musical de Juan Carlos Rubio, ¿Cómo está resultando esta experiencia junto a una actriz de las tablas de Kiti Mánver?
Con Kiti ya había trabajado en Juntas pero no revueltas que también estaban Mónica Randall y Amparo Baró (Serie TVE1) en el año 96, tenía 16 añitos, pero no fui capaz de apreciar, por mi edad, el talento tan enorme que tiene. Es un huracán, lo absorbe todo a su paso, y no sólo eso, contagia, probablemente sea de los mejores profesionales con los que me he cruzado en mi vida. Y si a eso le añades trabajar un texto de Juan Carlos Rubio, uno de los mejores autores y directores contemporáneos en este país, pues ¿Qué te voy a contar? Ha sido una auténtica Master Class, sin duda.
Y de propina, nominación a los Premios BROADWAY WORLD, ¿Cómo te sentiste en la noche de ayer en el Lope de Vega?
Pues bien, con ilusión que, de tres ediciones de los premios, me hayan nominado en 2 y tenga la posibilidad de disputar el premio con talentazos como Gerónimo Rauch, Carlos Hipólito, o Rubén Yuste. Es un honor. Creo que significa que, de caras a la gente, algo debo de estar haciendo bien. Hay que seguir trabajando y mejorando. Aunque espero no quedarme siendo el eterno finalista.
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