Inma Cuevas está viviendo un año frenético. Sus domingos no son precisamente para descansar. A las 13:00h actúa en la Pensión de las Pulgas y de camino al Teatro Alfil, donde representa por las tardes No son maneras de tratar a una dama, se come un sandwich del chino: “La verdad es que es duro, pero merece la pena. Me encuentro con salud y hay que aprovechar las oportunidades que van viniendo”. Y tiene tiempo para más: True West, hoy última función del año en el hall del Lara, La nieta del dictador, Cerda y algo de televisión. Vamos, la vocación hecha carne en esta actriz de gran abanico dramático a la que vemos igual de suelta en comedia, drama y sí, también afinando en un par de musicales.

“True West es un proyecto que nace del amor por el trabajo y por mis compañeros”. La actriz decidió con sus compañeros de Los últimos días de Judas Escariote que necesitaban un espacio para crear, sin tener que esperar la llamada de un teatro. En ese espacio nació True West, que ha dirigido nada menos que José Carlos Plaza: “Me encanta que sea uno más del equipo y que nos regale su sabiduría” comenta con una amplia sonrisa Cuevas. Le ha tocado un personaje mucho mayor que ella, pero admite que “como es un personaje que no se sabe si es real o una ensoñación de los hijos cuadraba que pudiese hacerlo una actriz más joven como yo”.
Cerda, punto y aparte en este frenético año. Una de las ofertas más diferentes, por no decir ‘raras’ que recibió Inma en los últimos meses fue este texto que se representa en La Casa de la Portera: “No tenía ni idea de lo que estaba leyendo, pero en la primera lectura se demostró que cada palabra tenía su sentido dentro de la historia”. Aceptó por el texto y por la naturalidad con que se acercó a ella su autor, Juan Mairena: “Además, me ha servido para que muchos espectadores me descubran y para que José Martret me llamase para trabajar en el MBIG”.
“La obra ha ido creciendo a la vez que el espacio”. La pensión de las pulgas es un nuevo espacio escénico en Madrid que nace como prolongación de La casa de la portera. Inma se encontró con un espacio ‘desnudo’ cuando comenzaron los ensayos de MBIG: “Ha sido muy emocionante ver cómo se iba creando la sala, nuestra escenografía real. Un día descubrías una pared y otro la casa de la protagonista y eso ayudaba mucho a nuestros personajes”.

Cantando copla en Londres. No muchos saben que Inma Cuevas debutó en el teatro musical en los escenarios londinenses y ¡Cantando copla en inglés! The Copla Musical le llegó cuando estaba pasando un mes en Londres para desconectar. Empezó ayudando con los castings y se terminó haciendo con el personaje de la madre, para lo que tuvo que regresar unos meses después a la capital británica. Una experiencia inolvidable que la ha servido para hacer contactos en Inglaterra: “Ya me han llamado para hacer una lectura del Siglo de Oro en inglés de hecho” comenta agradecida por haber podido ser parte de un espectáculo así.
“Gracias a la experiencia en Londres me he atrevido con No son maneras de tratar a una dama”. Cuando Pablo Muñoz- Chápuli la preguntó si tenía algo para demostrar sus dotes musicales, Inma le enseñó la grabación del espectáculo y por eso está ahora trabajando con él: “Está viniendo todo rodado. Una experiencia me ayuda a conseguir la siguiente. Soy una afortunada, la verdad” dice esta actriz todoterreno que aprecia «Poder estar aprendiendo tanto sobre el teatro musical con un compañero en escena del calibre de David Ordinas».
El sello Bambú. En los últimos años, Inma se ha convertido en un rosto habitual de las series de Bambú Producciones. Para ella, hay varias claves de su éxito: 1- Juegan con la intriga: “Nosotros no sabíamos quién era el asesino en Desaparecida” 2- Un gran mimo en la realización y en el trabajo con los actores. Ahora trabaja con ellos en Galerías Velvet: “El personaje es pequeño y no sabemos aún qué pasará con él, pero todo es posible”.
“Hay que destapar cosas del pasado, aunque respeto que haya gente que no quiera removerlo”. La nieta del dictador, uno de los mejores montajes de la temporada, agitó las conciencias en la Sala Kubik Fabrik. Un texto de David Desola que “fue duro por hablar de cosas que nos tocan como seres humanos”. Aunque en principio ideado como monólogo, Roberto Cerdá lo convirtió en un diálogo en donde la clave está “en mostrar al personaje con el gesto justo, sin pecar de hieratismo ni mucho menos de sobreactuación”.
“Las salas alternativas son la oportunidad idónea para dar voz a creadores que tienen cerradas las puertas del circuito comercial y de los teatros públicos”. Para la actriz, las salas off de Madrid, en las que se ha convertida en la reina indiscutible en los últimos meses, dan voz a artistas que no tendrían cabida en los espacios convencionales. Y algo de razón tiene, ¿Sería concebible Cerda en un teatro comercial? Den por seguro que no. Sea en una sala pequeñita o en una grande, estamos seguros que el teatro seguirá siendo su prioridad en el futuro. Y es que no nada más satisfactorio para ella que «sentir al público delante tuyo, casi como si le pudieses leer los pensamientos». Un espacio para la reflexión y también para reirnos y emocionarnos, ¿Por qué no? Nada más palpable que el llanto contenido de un espectador en el Mcbig: «Me dijo que se había sentido ‘tocado’ por una frase del texto».
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