Cuando el Parlamento es un teatro, el teatro debe ser un Parlamento
Juan Diego Botto hace suya la máxima del mayo francés
El espíritu de la línea de programación será un teatro a pie de calle, un teatro que abra las puertas para mostrar y mostrarnos esos rincones de realidad que se escapan a las versiones oficiales. Un teatro que se atreva a develarnos secretos del corazón humano o miradas sobre la crudeza de una crisis que está devorando a una generación entera. Creen que el teatro es ese lugar donde creadores y espectadores podemos acercarnos a pensar y pensarnos de forma colectiva. Y en épocas de crisis esos espacios de pensamiento son más necesarios que nunca. La idea es que el teatro se llene de propuestas, de ideas, que apenas pare la actividad. Tendrá cabida el teatro, pero también la danza, la poesía, fundar ideas, compañías veteranas y nuevas, para adultos y niños, gente de aquí y de fuera, que el Teatro Sala Mirador se convierta, más si cabe, en punto de encuentro, de reflexión colectiva.
Para ello, la temporada contará con nombres como Alberto San Juan o Sergio Peris Mencheta, con puntales de la escena madrileña actual como Pablo Messiez, con el humor irreverente de Mongolia, con indispensables como Juan Margallo o la propia Cristina Rota, que estrenará en breve su próxima producción teatral. La temporada arrancará con éxitos necesarios como El Rey Tuerto o Fuente Ovejuna: Ensayo desde la Violencia, avaladas ya por público y crítica, o con estrenos como el de Perdidos en Nunca Jamás, que ha querido iniciar su andadura en las tablas de la Mirador. Habrá, por supuesto, más Katarsis del Tomatazo, que cumple este otoño 18 años en cartel, en tiempos en los que las funciones apenas logran sobrevivir un par de temporadas. Frente a los aniversarios, habrá caras nuevas, una de las señas de identidad también de la Sala.
La Fundación Centro de Nuevos Creadores, en el marco de su programa de inserción laboral “Promoción de nuevos dramaturgos, directores y actores”, seguirá apoyando el trabajo de los más jóvenes que buscan su primera oportunidad. Habrá danza, como siempre y como nunca, con un ciclo 3D lleno de talento, habrá un espacio estable para la poesía en la voz de los propios poetas, y habrá muchas sorpresas…, en definitiva, arte, mucho arte.