«Cuénteme una buena historia» dice un enérgico Pepe Oneto cuando se cuestiona el papel que debe desentrañar un periodista. Y Juan Cruz se la cuenta. Cuando tuvo delante a una importante personalidad su interés estaba en descubrir ¿Qué llevaba en el bolso? La respuesta de su equipo fue tajante: ¡Nada! Parece que en esas y en otras pequeñas grandes historias puede estar el futuro del periodismo, que tan en duda se pone constantemente con la irrupción de supuestos opinadores profesionales, supuestos sabedores de todo y que en realidad son conocedores de nada y que poblan los esperpénticos debates de las grandes cadenas comerciales: «Los debates políticos de las televisiones, en los que se ponen los de derechas a la derecha y los de izquierdas a la izquierda, y se gritan, son una verdadera vergüenza» comenta un Juan Cruz que añade: «Tendría que darnos un poco de vergüenza verlos, es como cuando te pillan viendo porno».
Parece además que algunos ven la la especialización, ese ámbito que se reivindicará en unos días también en la Menéndez Pelayo con el curso de periodismo cultural, como una mera utopía. Parece que los periodistas tenemos que escribir (y saber) sobre todos los temas. Craso error. Eso redunda en la calidad de unas informaciones, con cada vez menos interés para los lectores. Una buena conclusión que se pudo sacar de el interesante encuentro Conversaciones sobre democracia y medios de comunicación es que la clave de la supervivencia del periodismo no está en el medio, sino en la calidad de los contenidos. Interesantes fueron las reflexiones sobre la relación prensa-poder que se establece en el famosos off the record de las comidas entre políticos y periodistas. Y en mitad del debate, se colaron un par de referencias cinematográficas: Viva la libertá por parte de Oneto, con la que de alguna forma intentó explicar el deblaque del PSOE de Rubalcaba en beneficio de Podemos, y Juan Cruz, más clásico, se refirió a Bienvenido Mr Chance, en la que el personaje protagonista dice unas obviedades que han llevado en los comicios europeos al éxito de cierto partido político. Esta historia por ahora toca a su fin o no… Por esas cosas que pasan en los pasillos del Palacio de la Magdalena, cuando me dirijo al citado curso escucho: «¿Va a ser ahí el ‘canutazo’, ¿Verdad?». Para los que no lo sepan, el ‘canutazo’ es el momento en que los periodistas abordan al político de turno para preguntarle por la actualidad. La que lo preguntaba era una entusiasta Esperanza Aguirre que participaba en uno de los cursos: «Ten cuidado, no te enredes con los cables» le dice a una de las periodistas. Ahora sí, esta historia se ha acabado, pero os prometemos unas cuantas Notas desde la Menéndez Pelayo. Palabrita… De contador de historias.