Javi Gutiérrez no ha hecho apenas promoción de la que, estoy seguro, va a ser una de las películas que más alegrías le va a dar en su carrera. El motivo lo ha repetido su compañero Raúl Arévalo, que coprotagoniza La isla mínima, en las distintas entrevistas. Gutiérrez se encuentra inmerso en la gira de Los Mácbez y rueda a la vez una película, El desconocido, como nos avanzó en exclusiva en una interesante entrevista que nos concedió justo después de una representación de la obra de Shakespeare.
El primer premio para La isla mínima ha venido de la mano del público. El pasado viernes llegó a las salas siendo número 2 en taquilla, siendo superada sólo por un blockbuster americano. Anoche, mientras Javier Gutiérrez mostraba su faceta más oscura con las manos manchadas de sangre en el Teatro Arriaga de Bilbao, el Kursaal de San Sebastián aplaudía con entusiasmo el reconocimiento al intérprete. Así vivió su gran noche desde las tablas del Arriaga uno de los actores más queridos por el gran público: «Nos lo comunicó antes de empezar la función y imagínate el griterío, dijo que lo que más le gustaba era que lo recogiera Raúl Arévalo, cualquier otro se hubiera quejado de no recogerlo el por tener función, pero Javi no. Eso es lo grande. Durante la función todo fue como siempre, tranquilo, concentrado y pura energía. Grande Javi. Gran compañero y profesional» comenta Rulo Pardo, uno de sus compañeros en Los Mácbez. Mientras Raúl Arévalo recogía el premio en su nombre el actor de Águila Roja recibía el aplauso del siempre exigente público bilbaíno. A la salida de ese teatro que tantas noches de gloria le ha dado salía con una sonrisa luminosa. Era su gran noche, uno de los días más especiales de su vida.

Cuando uno ve trabajar a Javier Gutiérrez sólo puedo pensar en una carrera de largo recorrido, con espacio para todo tipo de personajes. Cuando uno ve trabajar a Javier Gutiérrez en La isla mínima y Los Mácbez– donde nos demuestra que los personajes más reales tienen que estar llenos de requiebros, de aristas, de luces y sombras- uno piensa en los grandes. Y sí, en ese instante me viene a la cabeza uno de sus referentes. Así rezaba el titular de la entrevista que le hice hace un tiempo: «Solo aspiro a acabar mis días como José Luis López Vázquez». Gran maestro y mejor alumno.