

Martelache estrena esta desternillante parodia de ambientación shakesperiana que es Clásicas envidiosas con motivo del cuarto centenario de la muerte del bardo inglés (fallecido entre el 23 de abril y el 3 de mayo de 1616 en Stratford-upon-Avon, Warwickshire, Reino Unido). Esta parodia es uno de los textos más divertidos y elaborados de Chema Rodríguez-Calderón hasta la fecha. Se ha cuidado al máximo hasta el más mínimo detalle de la producción. La compañía cuenta en esta ocasión con un equipo artístico y técnico excepcional, de primer nivel. Uno de los grandes valores de esta producción es su director Juanma Cifuentes, un auténtico maestro de la comedia y gran experto tanto en el dibujo de imágenes escénicas como en la construcción del texto. Clásicas envidiosas pretende ser un producto cómico realizado con un exquisito rigor artístico que supo valorar con sus aplausos y sus risas el público de Almagro.


En palabras de Chema Rodríguez- Calderón:
«William Shakespeare es sin duda uno de los grandes genios de la literatura universal, al igual que lo son Lope de Vega, Cervantes, Tirso de Molina, Calderón de la Barca y tantos otros dramaturgos admirables. Durante el 2016 se celebrará el cuarto centenario de la muerte de Shakespeare, y para mí era muy importante como dramaturgo y comediante hacer un homenaje al fabuloso bardo.
Me inclino a pensar que el 2016 estará lleno de representaciones, versiones y adaptaciones de las inolvidables obras de Shakespeare. Pero para mí era importante que mi aportación al centenario fuera una obra divertida y marcadamente distinta. Clásicas envidiosas es una parodia cargada de amor a la obra y personajes de Shakespeare, pero también marcada por una comicidad loca y esperpéntica cargada de crítica y con un toque actual. En la obra los personajes de Shakespeare juegan dentro y fuera de sus historias y personajes construyendo una alocada comedia de situación llena de enredo y sorpresas al más puro estilo de la comedia clásica pero con guiños y matices muy actuales.
Todos los personajes de la obra, tanto masculinos como femeninos serán interpretados por hombres, un recurso cómico que planteo desde el texto como fuente de comedia y homenaje sentido al teatro isabelino, teatro en el que las mujeres no estaban autorizadas a actuar. Para mí este texto tiene una finalidad básica como la mayoría de mi teatro: divertir y entretener al espectador».