La profesión de cómico, de músico, de artista
¡Actuación, entre otras actividades, de una pareja musical-bailarina en las fiestas del pueblo! Pero, ¿esto qué es? ¿Dónde hemos venido a parar? ¡Tanta trayectoria, tantos buenos deseos, tantas ilusiones, y mira, en qué nos hemos convertido!
Así podrían hablar Santi y Noelia (Joan Negrié y Anna Moliner) una pareja sentimental y artística que después de más de una década siguen buscando su identidad.
Se compenetran, pero tienen sus diferentes puntos de vista. Uno, él, pesimista, ella optimista, aunque después puedan cambiar las tornas. Se han exiliado de la música. Y viven por ella. Quieren y necesitan rescatarse, sentir los aplausos, conceder entrevistas, alcanzar sus sueños. Que no son otros que los aplausos, el reconocimiento, la liberación del deseo reprimido, el éxito que otros consiguen con menos méritos.

No, esto de vivir en medio de un camino pedregoso no es para débiles. Pero también se cansa uno. Y salen a relucir las debilidades, los oscuros pensamientos, los amenazantes delirios de grandeza, la pasión por lo que se hace y la poca recompensa.
Joan Yago escribe un texto redondo, sin flecos, emocionalmente perfecto aunque esté cargado de humor, porque también tiene una gran dosis de sentimientos. Lanza un grito tímido, pero contundente, sobre la profesión de cómico, de músico, de artista. ¡Cuántos bolos, cuántas penurias, cuántos pilones en los que nos estrellamos cuando acudimos a plazas en las que ni siquiera sabemos si tendremos público! Miles de preponderantes, que si se cobra poco, tarde y mal, que si nos ceden un espacio sin unos mínimos, que si no está anunciado, que si tal, que si pascual.
Y todo eso hace cuestionarse las relaciones personales. Hacer retrospectiva y ver si ha merecido la pena y, sobre todo, las alegrías. Hay veces que no solo se trata de abandonar la zona de confort, sino de plantearse si ese confort era auténtico. El dilema, no del ser o no ser, sino si lo estamos haciendo bien.
Joan Maria Segura Bernadas lo dirige con todo el cariño del mundo porque conoce el oficio. Porque quiere sacarle brillo a una superficie mate y le saca oro a una veta profunda. Y los dos intérpretes, Joan Negrié y Anna Moliner, inmensos, compenetrados, necesitados uno de la otra y viceversa, fuertes en su debilidad, incomprendidos en la comprensión que se tienen entre ellos.
Supervivientes en este You say Tomato, “tú dices tomate”, canción de Ella Fitzgerald y que marcará el hilo conductor de estos desvelos, de estos artistas, de estos esfuerzos, que merecen su recompensa. ¡De verdad, no dejen de verlo! Aunque no sean las fiestas del pueblo.
Alberto Morate tiene el teatro como modus vivendi. Durante más de 40 años ha sido profesor de dramatización, ha dirigido grupos de teatro, ha escrito obras y ha interpretado ocasionalmente como actor. Desde el año 2014 también reseña funciones y espectáculos. Realiza sus crónicas con un estilo peculiarmente poético, haciendo hincapié en el tema, y comentando las representaciones desde un punto de vista emocional, social y humano.

Excelente representación por parte de estos dos grandes actores, donde se ve expuesto uno de los grandes dilemas de la vida, el darlo todo por un sueño sin saber como acabará y con todos los riesgos que comporta, o dedicarte a otros menesteres más seguros, pero poco complacientes e intensos.