Tras varios años centrada en el cine, Pilar Castro ha vuelto al teatro por la puerta grande. Fue la llamada de Miguel del Arco con El inspector la que abrió esta nueva etapa. Lo siguiente fue su debut como directora en Microteatro por dinero con Los enamorados. Y ahora la vemos, hasta el 2 de febrero, como la inquietante ama de llaves de Carlota en el María Guerrero.
¿Qué papel ocupa Velda Manning en Carlota?
Es el ama de llaves de Carlota. Es muy importante, ella siempre está a su lado advirtiéndola. Mihura construyó un personaje antipático y nos hace creer desde el principio que ella es la asesina de la protagonista, pero a la vez ella quiere mucho a su señora. Es alguien que tiene dos aristas contrapuestas, lo que le hace un papel muy disfrutable.
¿Cómo habéis trabajado con Mariano de Paco para no hacer que los personajes estén ‘pasados de rosca’?
Siempre se debe trabajar desde la verdad y más en una obra con unos personajes tan excesivos. Es una comedia rara, es difícil trabajarla. Hay que representar muy bien las situaciones de misterio. En ese sentido, Mariano nos ha dejado mucha libertad para trabajar y siempre trabajando con el otro. Es un gran elenco la verdad. Con Carmen había trabajado hace años en una serie.
La anterior experiencia escénica fue El inspector dirigida por Miguel del Arco…
Llevaba mucho tiempo sin hacer teatro, pero a una propuesta tan tentadora como la de Miguel del Arco no se podía decir que no. Tuve que afrontar mis miedos tras tanto tiempo sin subirme a un escenario. Fue un regalo poder trabajar con un capitán de barco tan excepcional del que pude aprender tanto. Es un placer volver a estar encima de un escenario. El teatro es el medio de expresión vivo más importante que existe. En estos momentos, es el único lugar en el que el público y los actores se sienten vivos.
Te has convertido en una actriz habitual en el cine de Daniel Sánchez Arévalo, ¿Qué te atrapa del trabajo de este director?
Es un creador muy especial con un talento excepcional para escribir personajes femeninos, aunque lo haga poco. Es una persona que, teniendo un universo muy particular, consigue llegar a todo el mundo. Eso es realmente complicado y él lo consigue. Lo que me gusta de trabajar con él es que te deja experimentar y solemos tener mucho tiempo para los ensayos.
Debutaste recientemente en la dirección de una función de Microteatro por dinero, ¿Cómo fue la experiencia de Los enamorados?
Hacer una obra de microteatro es más complicado de lo que parece y llega a ser hasta estresante. Gracias a esta experiencia he aprendido a apreciar aún más el trabajo de los directores. Es muy difícil hacer seis pases de la misma microfunción para que no se deteriore.
¿El juego es lo que llevó a Pilar Castro a esta profesión?
Soy actriz por la simple razón de que me encanta disfrazarme. Me gusta el juego que implica este oficio y sentirme otra desde mis vivencias. Mi padre cantaba y nos ponía a actuar y yo estuve en el Conservatoria haciendo Danza cuando era pequeña. Todo hacía presagiar que terminaría metida en este oficio.
Y si miramos hacia el futuro, ¿Con qué proyectos sueña Pilar Castro?
Me gustaría hacer más cine y montar una compañía de teatro con la que hacer un teatro muy vivo que despierte a la gente.