La verdad es que he sentido un tremendo dolor cuando he sabido que alguien a quien admiro y aprecio está pasando un mal momento, pero lo cierto es que al rato me he repuesto pensando en cómo ha sorteado los envites que la vida le ha ido planteando. Y me he prometido repetir el abrazo que me dio la última vez que charlamos en el Teatro Arriaga. Además, el cáncer salió en la conversación, curiosamente, ya que como comenté en un artículo era una gran amiga del alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, tristemente desaparecido hace unos meses. Creo que nunca lo he contado en este espacio, pero sí a algunos amigos y es que mi primera pseudo crítica teatral se la dediqué a Concha Velasco hace más de una década. Se la quise mandar y de hecho pude conocerla cuando hizo Hello, Dolly! Me dio su número de fax y prometí mandársela y- ¡Desastre de mí!- perdí la tarjeta. Han pasado muchos años de aquello, muchas entrevistas y personajes, pero yo sigo teniendo en mi memoria aquel momento grabado y sobre todo guardo su imagen en mi retina. Ya entonces para mi era la ARTISTA por antonomasia de nuestra escena y hoy más que nunca me sobran los adjetivos para calificarla. Que este abrazo en forma de artículo se haga extensible a sus familiares y allegados, que sabéis que toda España está con Concha. Queremos verte de nuevo encima de un escenario sonriente y llena de energía como siempre, Querida Concha.