Esta es la historia de cómo un vídeo puede cambiar la historia de un artista. Gerónimo Rauch estaba en Argentina cuando llegó a manos de los responsables de Stage el vídeo de su paso por Jesucristo Superstar. Eso fue clave para que el artista fichara por la producción española de un musical en el que como intérprete «resucitaba» cada noche. Y de ahí personajes tan distintos como la Mary Sunshine de Chicago con la que aprendió a conectar con el juego que lleva implícito el teatro. Después llegaría el papel de su vida. Y es que con Los Miserables tocó el cielo con las manos tanto en España como en el exigente West End de Londres, donde repitió como el inolvidable protagonista de El Fantasma de la Ópera. Pero en el fondo, a pesar del reconocimiento a los artistas en la capital británica, Rauch ha descubierto que su lugar está aquí en España, el mejor lugar para vivir para él que ha creado su familia en Madrid. Desde hace unos meses está feliz por ser el protagonista de El médico que hoy cumple 1 año en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid. Para celebrarlo compartirá personaje con su «hermano pequeño» Dani Diges esta noche, pero esa es una historia que os contaremos en el próximo OPENING NIGHT. Nos acercamos al camerino de Rauch minutos antes de la función para charlar con un intérprete que cree firmemente que «cada uno va escribiendo su destino».
¿Cómo fue incorporarte a un proyecto tan rodado como El médico?
Fue un poco caótico por la rapidez en que tuve que prepararme para el personaje. Maneja el ritmo del show y eso hace que sea una responsabilidad muy grande. Quizás el primer mes traté de seguir el camino de Adrián Salzedo, pero ya cuando estrené oficialmente pude hacer mi propio personaje. Es un musical que aún está evolucionando, para que se termine de escribir la Biblia del espectáculo estamos haciendo cambios constantemente. De hecho, hemos agilizado escenas, cambiado el orden de algunas canciones y se hace más dinámico el cambio de escenografía. Creo que así hemos quitado entre 10 y 15 minutos.
¿Cuáles son las claves de este espectáculo?
La clave es el libreto y la música. Todo lo demás es adorno. Sin una música y un libreto sólidos pierdes en un primer round. Tenemos una música inspiradora. Los productores están muy locos. Han invertido en que la escenografía sea excelente así como el vestuario de Lorenzo Caprille. No se ha escatimado en nada. Además, rompe con esa tendencia que se lleva en Broadway y en el West End de que sea muy acústico y es que nuestro musical es casi como un concierto.

Un musical hecho aquí por fin encuentra su sitio, ¿Está España preparada para que los musicales hechos en nuestras fronteras triunfen tras sonados fracasos?
Este musical está haciendo historia. El gran musical anterior fue HNMPL pero tenía la música del grupo pop español por antonomasia. Este musical es épico, una aventura, se tocan las religiones, el amor prohibido y eso creo que ha enganchado al público.
Dejamos por un momento El médico y vamos a repasar tu carrera empezando por ese Jesucristo Superstar que te trajo a Madrid…
Fue mi renacer. Yo digo que mi personaje moría cada noche, pero yo estaba renaciendo. Venía de una etapa en Argentina muy dura. No conseguía curro tras estar en un reality. De repente tras verme en un vídeo de la producción argentina me llamaron para venirme a Madrid. Tengo mucho que agradecerle a este proyecto que incluso me permitió conocer a mi mujer y crear una familia. Mis mejores amigos españoles los conocí en ese musical de hecho.
Y después llegó un cambio de registro total en Chicago con Mary Sunshine…
Soy muy serio, responsable, no había vivido la experiencia de ser completamente otra persona, no me había transformado, era un puro juego, me abrió un mundo mágico, podía no juzgarme, aprovechaba en los momentos entre funciones para salir a la calle y ver la reacción de la gente. A este personaje le agradezco haberme conectado con el juego, vocalmente era antinatural, por eso buscan siempre a contratenores. Yo soy grandote y a los creativos les llevé una propuesta muy diferente a lo esperado.
Vuestro oficio es un «juego» que os hace regresar a ese niño que jugaba a ser otro, supongo que esa sensación la viviste especialmente la primera vez que te caracterizaste para este personaje…
Tras dos años de una experiencia tan intensa como la de Jesucristo quería un papel completamente diferente. Me veía joven para hacer el Billy Flint de Chicago la verdad. Lo que hice fue llamar a mi amigo Feliciano Sanromán, maquillador y peluquero, y le pedí que me hiciera mujer. Ese día me transformé para saber si me podría creer el personaje. Quería ser ella. Me saqué unas fotos y en el casting puse esas. Antes de ir a una audición tienes que creerte en el personaje. De esa foto se creó la apariencia que luego tuvo el personaje.
Y después llega el papel de tu vida con Los Miserables…
La historia es larga. En 2008 en la época de Jesucristo ya me habían llamado para audicionar en Londres y estaba muy flaco, era muy joven y no me cogieron. Se me quedó la espina entonces. Yo ya me lo estaba creyendo el personaje. Gracias a Mary Sunshine el director musical me recomendó estudiar lírico. Así, sin querer me empecé a apasionar y estaba preparado sin saberlo. Fue mágico cuando me lo dieron aquí en España. Es el personaje de mi vida que siempre me acompañará. Tras grabarme cantando en inglés me llamaron para ir a Londres y fue increíble. Tuve que currármelo mucho sobre todo el acento. Estaba con clases de dicción y se estrenó y fue algo inolvidable.

Y después llegaría El Fantasma de la Ópera, ¿Cómo lo recuerdas?
Creo que cada uno va escribiendo su destino y yo le pedí audicionar a Cameron. Él me dejó y fue más mi capacidad de insistirlo lo que creo que les convenció de que podía hacerlo. Fue algo épico lo que viví con el Fantasma. Mi vida en Londres fue una vida prestada. Algo que yo no me imaginaba que iba a vivir. No estaba en mis planes. Hace cuatro años que me fui y pienso en lo increíble que fue.
Y de nuevo de vuelta a España, ¿Encuentras muchas diferencias entre Londres y Madrid?
A nivel profesional está cada vez más parecido, pero allí te valoran mucho más lo que haces. Es una industria muy bien engrasada, está todo muy bien establecido, pero para mí España es el mejor país del mundo para vivir.
De vuelta a España pudiste hacer Sunset Boulevard en una brevísima temporada en las islas…
Fue casi un milagro poder representarla, todo fue muy caótico. Tuvimos solo cuatro semanas de ensayos en una obra que tiene un texto enorme y a nivel técnico era difícil. Siempre que hablo con Paloma nos decimos que tenemos que hacerlo tarde o temprano. Se cayó el teatro que teníamos en Madrid y con ello la gira que íbamos a hacer. Así murió este proyecto.
¿Cuál es tu siguiente paso a nivel discográfico?
Estoy planificando ya mi siguiente etapa. Aún no sé si salir con repertorio original o con versiones, que me encanta apoderarme de otras canciones. Yo soy un intérprete y no un cantautor. Gracias a los discos he conseguido abrir fronteras y eso me encanta.
Sin duda, tu debut en el Teatro de la Zarzuela debió ser mágico…
A partir del No puede ser ya quité los nervios. Aprendí mucho desde ese show. Ahora estoy más relajado haciendo lo que me fluya.

Esta noche compartes escenario con Dani Diges con el que te alternas en el personaje protagonista de El médico…
Es como mi hermano pequeño, tenemos una diferencia de 3 años o así. Tenemos una amistad muy bonita y para nada tenemos una competencia insana. No somos inseguros ninguno de los dos. Nos cuidamos, y no hemos querido vernos el uno al otro para hacer cada uno nuestra versión del personaje. Confiamos ciegamente en el equipo creativo y las directrices que nos dan. Cuando me dijeron que iba a alternarme en el personaje con él pensé que era la persona indicada con las ganas que tenía de volver a España él tras unos años fuera.
Aquí y ahora con un espectáculo como El médico, ¿Por qué el teatro es un gran lugar para contar historias para ti?
Yo necesito subirme al escenario con espectáculos así. El médico te mueve el espíritu y el alma. No creo que me veas nunca en un musical que no tenga contenido salvo en alguna cosa que por tema artístico me interese mucho. Tras cuatro años quería volver a Madrid y de repente me llamaron para El médico. Fue algo increíble que en ese momento me llamaran. Hay una historia muy importante que contar.
Un último mensaje como reclamo para atraer a los espectadores….
Es el musical que está cambiando la historia del género en España.