Raúl Gómez: El discreto Número 1

Estamos acostumbrados a que los programas televisivos fabriquen hipotéticos ídolos de masas que en un futuro podrían vender discos, sueño quimérico en estos tiempos inciertos para una industria discográfica en que vender 20.000 copias se convierte en un éxito. No quedan tan lejos los tiempos en que el artista del año rebasaba el 1.000.000 de copias. Sin ir más lejos, algunos concursantes de O.T consiguieron superar sin problemas las 500.000 copias en su primer trabajo. Eso, ya digo, eran otros tiempos y otros formatos.

RAÚL GÓMEZAhora se estilan los concursos musicales de toda la vida, pero que buscan «la diferencia», el artista con un rasgo distintivo. No he seguido mucho La Voz, esa es la verdad, pero sí le di una oportunidad a la segunda edición de El número 1, formato a mi juicio más entretenido que el de Telecinco, pero que sin embargo no contó con una audiencia tan contundente. Cuando vi aparecer a Raúl Gómez, violín en mano, me di cuenta de que ya tenía un motivo para seguir el espacio televisivo que presentó…. Ha pasado un año desde aquella primera vez ante las cámaras y el joven artista sigue apareciendo con esas gafas de pasta tan características. Ya tiene entre manos su primer disco, 1, y lo está presentando en formato acústico por toda España. Ayer lo hizo en Bilbao. Entra en escena con la misma discreción con que entró en el concurso televisivo para dar unas pequeñas indicaciones en el ensayo previo: «Súbeme un poco los agudos» indica con un hilillo de voz que torna en emoción cuando suenan las primeras notas de la canción con la que calienta. Solo unos minutos después, ya está todo preparado para empezar en el abarrotado Fórum del Fnac de la capital bizkaina. Empieza con el single, Under your skin, al que seguirán temas como In another life que espera que sea su segundo single, Te importa, una deliciosa versión del I wonder de Rodríguez y con Another live consigue fuerzas renovadas para seguir corriendo. Y quizás podría ser extensible a esa carrera de fondo que es la de la música. Esperemos que sepan pulir a este diamante en bruto que hace su particular oración a la música con Let Me Go y le pide «Que nunca me deje marchar». Ese sentimiento tan arraigado, esa espiritualidad que imprime a sus canciones tiene mucho que ver con su participación activa en la comunidad religiosa de su Coria natal y que imprime caracter a una personalidad musical de mil aristas. Ha nacido un verdadero número 1, no un producto musical de consumo rápida cual fast food, sino un artista con una carrera que auguro y espero que sea larga. Un cantante con una sensibilidad  musical inusitada que nos deja Temblando– esa quizás fue una de sus mejores interpretaciones en tv y por eso está en el disco- cada vez que sale de su voz una nueva nota.

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Por fin, un verdadero "Número 1"

Antena 3 volvió a apostar inesperadamente en este final de temporada por El número 1, un talent que el año pasado le dio irregulares datos de audiencia, con algunos picos notables eso sí en días decisivos como la final. Esta vez lo ha hecho en viernes, ¿Quién programa en Antena 3? Creo que algún enemigo… de Telecinco. He seguido esta edición, que ha tenido desastrosos índices de audiencia, con tanto interés como la primera, pero me he tenido que perder algún que otro programa en directo, benditos ‘a la carta’ de las cadenas en sus webs. Les habla alguien que no ha seguido La voz, no me enganchó, vaya usted a saber por qué y eso que tenía a dos ARTISTAS  a los que admiro desde hace años, Paco Arrojo y Lola Dorado. Quizás, precisamente por ya conocerlos de antes. Me explico: A mi no me han descubierto nada en  el concurso de talentos de Telecinco, en el de Antena 3 sí.

Y ha merecido la pena seguir el concurso por el que, finalmente, ha sido el verdadero Número 1. Creo que en el concurso se juega con la baza de buscar artistas con personalidades muy dispares y marcadas. Aún me acuerdo de la primera edición con Laia, ¡Cómo me gustaría verla sobre los escenarios con Raúl! Desde la primera gala se ganó el aplauso de un jurado entregado- ¡Y de qué manera!- a este artista de sensibilidad artística superlativa. Gafas grandotas, violín en mano, aparece un chico tirando a retraído. Sube al escenario y comienza a brotar la emoción. Dice Mónica Naranjo que admira su seguridad sobre el escenario, desde luego. Todos hemos quedado prendados de esa voz de registros imposibles y de esa personalidad tan ‘especial’. Hay por supuesto otros artistas que en esta edición han brillado como Telva, que debería haber sido la segunda en el concurso, pero el público no siempre acierta desde luego. Lo importante es que por primera vez he sentido que se ha hecho justicia en un talent. No recordaba una decisión con la que comulgase tanto desde… Rosa en O.T 1- y hablamos de febrero de 2002- Va a grabar un disco con Sony y algunos ya estamos deseando verle sobre los escenarios. Esta vez sí, ha salido de la tele un verdadero «Número 1».

De periodistas, romanos y números 1

Se acaban de despedir dos de los éxitos de Antena 3 en las últimas temporadas.  Hispania y El Número 1. Dos éxitos que en otros tiempos, seguro, hubiesen superado ampliamente la temida barrera del 20%, aquel porcentaje que en otros tiempos distinguía a un éxito de un fracaso televisivo.  El otro producto televisivo del que voy a hablar, muy bien, es The Newsroom, que se acaba de estrenar en Estados Unidos.

Anoche se despedía para siempre Hispania con un evocador final, no me refiero al momento «muerte», sino al verdadero cierre de la serie del que no contaré nada por si acaso. El héroe de los hispanos se despidió en una especie de martirio que, por momentos y sin crucifixión de por medio para él, pero si para otros personajes, recordó a la pasión de Cristo. Han sido veinte episodios- la última temporada solo ha contado con tres episodios- que han contado la historia de un hombre que se atrevió a desafiar al poder impuesto, el de los romanos. Aún nos queda mucho que aprender de los americanos, pero el equipo de Bambú con Ramón Campos a la cabeza tiene que estar seguro de que ha conseguido un producto muy digno, con una factura interesante. Cierto es que en algunos momentos se nota la falta de medios, pero eso depende más de los presupuestos de las cadenas que de otra cosa. Ha merecido la pena esta serie por la historia y la factura, pero ante todo por arriesgar. Ni que decir tiene que ver a actores como LLuís Homar, inmenso como Galba al que le da una humanidad inaudita, o Roberto Enríquez es siempre un placer. Manuela Vellés, esa mirada que esconde tantas cosas por dar al mundo de la interpretación, Nathalie Poza, Jesús Olmedo, para mi una revelación como malo malísimo. Hispania se ha acabado, pero es un punto y seguido. Ayer ya vimos lo que nos espera en esa especie de continuación llamada Imperium. Si antes mencionaba que se notaba la falta de medios en ocasiones, creo que en esta serie las cosas van a cambiar notablemente. El avance nos mostró una factura de primera, se nota la grandiosidad de los decorados del mítico Cine Cittá de Roma. Otro aliciente será ver de nuevo junto a Homar a Pepe Sancho, que interpreta a un corrupto personaje que puede tener similitudes salvando las distancias con su inmenso personaje de Crematorio. Otra incorporación al reparto será Elvira Mínguez, una de las mejores actrices españolas del momento. Parece que la serie tendrá buenos argumentos para enganchar, pero ahora es difícil soñar con un buen resultado, ¿Conseguirá dar Imperium la campanada? En otoño, lo sabremos…

Otra despedida en Antena 3 es la de El Número 1, algo así como un reciclado Operación Triunfo.  La tercera cadena ha apostado por este formato de talentos musicales en el que cada concursante ha mostrado su personalidad artística. El balance en términos de audiencia ha sido notable- Telecinco ha intentado hundir el programa con su GH y no lo ha conseguido. A día de hoy no se ha renovado, oficialmente, el programa. Apoyados en las redes sociales, especialmente en Twitter, los concursantes han conseguido tener un batallón de fans que, seguramente, comprarían sus trabajos discográficos. El veterano, Alberto Pestaña, ya tiene disco en la calle y la mayoría han presentado singles y proyectos en la red. Volviendo al programa, decir que ha sido un buen programa de entretenimiento sería lo justo. Ha enganchado y eso ya es bastante. Admito que llevaba desde OT1 sin engancharme tan intensamente a un programa de televisión. Sus concursantes tienen personalidades musicales acusados y no son meros «productos» destinados a vender. Ha sido un placer escuchar cada semana a Laia Vehí que no me cabe la menor duda de que tendrá una larga carrera. El jurado también ha sido un aliciente, aunque a veces sus comentarios, favoritismos y votaciones no me pareciesen acertadas. Es posible que se haya producido un reinicio en los concursos musicales y volvamos al esplendor de aquel OT 1 que ganó Rosa López, que precisamente acaba de publicar nuevo disco que ya se ha colocado número 1 de ventas en Itunes gracias a temas como la celebrada versión de Yo no soy esa de Mari Trini. Ya no serán ventas millonarias como las de hace ahora diez años, pero seguro que unos cuantos consiguen labrarse una carrera estable en la música.

Aún sin fecha ni cadena en España, The Newsroom ha llegado con fuerza el pasado domingo a Estados Unidos. Presentador de noticias «se va de la lengua» y su programa se desmorona. ¿Cómo reaccionar ante la adversidad? El piloto, extraordinario de principio a fin, reivindica la figura del periodista. ¿Podría haber un momento mejor en que el intrusismo es una lacra que nos constriñe a los periodistas? En la redacción de ese informativo hay becarios, veteranos, teletipos… Suena bien la verdad. El día a día en esa hipotética redacción situado en la ciudad de la Casa Blanca estará lleno de noticias, relaciones personales y mucha pasión. Esa pasión que se necesita para dejarte la vida en intentar contar historias con el mayor atino posible. Creo sinceramente que una serie como The Newsroom en estos tiempos en los que se vende la idea de que «puede escribir cualquiera»  es un soplo de aire fresco. La serie habla de periodistas comprometidos, con una vocación innata por ir en busca de aquellas historias que otros no contarían- en el piloto se ve muy bien este aspecto. Bravo por la HBO, seguiré viendo esta serie que protagoniza un superlativo y extraordinario Jeff Daniels.

De números uno, misterios y recortes

Hoy toca hablar de televisión. Empecemos por los dos exitosos estrenos de Antena 3: El Número 1 y Luna, el misterio de Calenda. Uno me ha sorprendido para bien y el otro, sinceramente, para mal.

Por orden de aparición en la parrilla, hablaré de El Número 1. El nuevo programas de talentos me gusta y mucho, por una simple razón: hay varios talentos en el concurso. Creo que nos encontramos ante futuros artistas con personalidades marcadas, distintas, que se alejan del prototipo de artista comercial de las últimas etapas de O.T en T5. Hay buena materia prima que por supuesto tiene que ser pulida, pero tiene un aroma a la primera edición de O.T y eso me gusta. Prima el espectáculo, pero en el sentido morboso de la cadena de Sálvame. En el sentido más bien de «espectáculo artístico», donde jóvenes y veteranos ponen la carne en el asador para demostrar su valía. Hay espacio para los veteranos y los jovencitos, para los showman y las cantantes líricas. Dicen que en la variedad está el gusto y en El Número 1 hay de todo y bienvenido sea. Otro acierto, el jurado. Te pueden gustar más o menos, pero es mucho más razonable que ellos que saben lo que es estar ahí poniendo todas sus ilusiones valoren el trabajo de otros. El criterio de un publicista con mala leche y un hijo de una tonadillera no me parece un criterio de lo más reseñable. Tras Tu Cara Me Suena, Antena 3 ha encontrado un relevo natural muy digno, muy familiar, muy entretenido y con un sentido del espectáculo remarcable.

Con respecto al último estreno de ficción, solo puedo decir que me ha entristecido el resultado del primer capítulo. Tras productos tan dignos ultimamente en nuestra ficción como Con el culo al aire y La Fuga, creo que esta serie no me va a enganchar. Solo la mirada del hombre lobo del comienzo ya me pareció tan de «cartón piedra» que mis peores temores se empezaron a cumplir. La trama misteriosa que mezcla algo de la fantástica Punta Escarlata con toques «internadescos» y «crepusculares» no me convence, diría que me chirría mucho y me da mucha pena. Belén Rueda cada vez me gusta más, se notan las horas de ensayos en el teatro. En el escenario se siente, cada vez más, «como pez en el agua». El resultado de audiencia fue muy positivo, pero veremos a ver si se mantiene. El trabajo interpretativo en general del elenco es muy correcto y, por eso, reitero que me da pena que el resto de elementos desluzcan su trabajo.

Mientras Antena 3 no para de estrenar nuevos productos, TVE sigue paralizada y con ello las productores se llevan las manos a la cabeza. Estoy esperando con ansias Gran Reserva, me apetece seguir disfrutando todas las semanas del trabajo de Emilio Gutiérrez Caba y Ángela Molina entre otros. Dicen los que mandan que «el ocio no es una prioridad en el gasto», se ve que no entienden a sus ciudadanos que necesitan distraerse con productos de calidad como los que ha ofrecido la pública hasta ahora. Es tiempo de recortes, de dedicar el horario de máxima audiencia a clásicos, ¿Para que están cadenas tan fantásticas como La Sexta 3, Paramount o La 2? y el séptimo día seguro se le dedicarán a la vuelta al ruedo mediático de Ramontxu. Sorprende eso sí que contraten a Julia Otero, la única alegría en el gris futuro de nuestra televisión pública. Por cierto, no caen en la cuenta que el sector audiovisual necesita de lo público para sobrevivir y, con ello, los puestos de trabajo de cientos de personas (técnicos, productoras, actores…)

Cierro esta reflexión con dos interesantes regresos que ocuparán la noche dominical de Antena 3. Sardá y Buenafuente. Primero llegará este domingo Buenafuente y después el ex marciano. Sinceramente, espero que funcionen y con ello vuelva el entretenimiento alejado del colorín, esa lacra que trajo a España un programa tan copiado como Tómbola. Bienvenidos de nuevo al circo televisivo, buenas noches y buenafuente.