De periodistas, romanos y números 1

Se acaban de despedir dos de los éxitos de Antena 3 en las últimas temporadas.  Hispania y El Número 1. Dos éxitos que en otros tiempos, seguro, hubiesen superado ampliamente la temida barrera del 20%, aquel porcentaje que en otros tiempos distinguía a un éxito de un fracaso televisivo.  El otro producto televisivo del que voy a hablar, muy bien, es The Newsroom, que se acaba de estrenar en Estados Unidos.

Anoche se despedía para siempre Hispania con un evocador final, no me refiero al momento «muerte», sino al verdadero cierre de la serie del que no contaré nada por si acaso. El héroe de los hispanos se despidió en una especie de martirio que, por momentos y sin crucifixión de por medio para él, pero si para otros personajes, recordó a la pasión de Cristo. Han sido veinte episodios- la última temporada solo ha contado con tres episodios- que han contado la historia de un hombre que se atrevió a desafiar al poder impuesto, el de los romanos. Aún nos queda mucho que aprender de los americanos, pero el equipo de Bambú con Ramón Campos a la cabeza tiene que estar seguro de que ha conseguido un producto muy digno, con una factura interesante. Cierto es que en algunos momentos se nota la falta de medios, pero eso depende más de los presupuestos de las cadenas que de otra cosa. Ha merecido la pena esta serie por la historia y la factura, pero ante todo por arriesgar. Ni que decir tiene que ver a actores como LLuís Homar, inmenso como Galba al que le da una humanidad inaudita, o Roberto Enríquez es siempre un placer. Manuela Vellés, esa mirada que esconde tantas cosas por dar al mundo de la interpretación, Nathalie Poza, Jesús Olmedo, para mi una revelación como malo malísimo. Hispania se ha acabado, pero es un punto y seguido. Ayer ya vimos lo que nos espera en esa especie de continuación llamada Imperium. Si antes mencionaba que se notaba la falta de medios en ocasiones, creo que en esta serie las cosas van a cambiar notablemente. El avance nos mostró una factura de primera, se nota la grandiosidad de los decorados del mítico Cine Cittá de Roma. Otro aliciente será ver de nuevo junto a Homar a Pepe Sancho, que interpreta a un corrupto personaje que puede tener similitudes salvando las distancias con su inmenso personaje de Crematorio. Otra incorporación al reparto será Elvira Mínguez, una de las mejores actrices españolas del momento. Parece que la serie tendrá buenos argumentos para enganchar, pero ahora es difícil soñar con un buen resultado, ¿Conseguirá dar Imperium la campanada? En otoño, lo sabremos…

Otra despedida en Antena 3 es la de El Número 1, algo así como un reciclado Operación Triunfo.  La tercera cadena ha apostado por este formato de talentos musicales en el que cada concursante ha mostrado su personalidad artística. El balance en términos de audiencia ha sido notable- Telecinco ha intentado hundir el programa con su GH y no lo ha conseguido. A día de hoy no se ha renovado, oficialmente, el programa. Apoyados en las redes sociales, especialmente en Twitter, los concursantes han conseguido tener un batallón de fans que, seguramente, comprarían sus trabajos discográficos. El veterano, Alberto Pestaña, ya tiene disco en la calle y la mayoría han presentado singles y proyectos en la red. Volviendo al programa, decir que ha sido un buen programa de entretenimiento sería lo justo. Ha enganchado y eso ya es bastante. Admito que llevaba desde OT1 sin engancharme tan intensamente a un programa de televisión. Sus concursantes tienen personalidades musicales acusados y no son meros «productos» destinados a vender. Ha sido un placer escuchar cada semana a Laia Vehí que no me cabe la menor duda de que tendrá una larga carrera. El jurado también ha sido un aliciente, aunque a veces sus comentarios, favoritismos y votaciones no me pareciesen acertadas. Es posible que se haya producido un reinicio en los concursos musicales y volvamos al esplendor de aquel OT 1 que ganó Rosa López, que precisamente acaba de publicar nuevo disco que ya se ha colocado número 1 de ventas en Itunes gracias a temas como la celebrada versión de Yo no soy esa de Mari Trini. Ya no serán ventas millonarias como las de hace ahora diez años, pero seguro que unos cuantos consiguen labrarse una carrera estable en la música.

Aún sin fecha ni cadena en España, The Newsroom ha llegado con fuerza el pasado domingo a Estados Unidos. Presentador de noticias «se va de la lengua» y su programa se desmorona. ¿Cómo reaccionar ante la adversidad? El piloto, extraordinario de principio a fin, reivindica la figura del periodista. ¿Podría haber un momento mejor en que el intrusismo es una lacra que nos constriñe a los periodistas? En la redacción de ese informativo hay becarios, veteranos, teletipos… Suena bien la verdad. El día a día en esa hipotética redacción situado en la ciudad de la Casa Blanca estará lleno de noticias, relaciones personales y mucha pasión. Esa pasión que se necesita para dejarte la vida en intentar contar historias con el mayor atino posible. Creo sinceramente que una serie como The Newsroom en estos tiempos en los que se vende la idea de que «puede escribir cualquiera»  es un soplo de aire fresco. La serie habla de periodistas comprometidos, con una vocación innata por ir en busca de aquellas historias que otros no contarían- en el piloto se ve muy bien este aspecto. Bravo por la HBO, seguiré viendo esta serie que protagoniza un superlativo y extraordinario Jeff Daniels.

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Entrevista a Ramón Campos, creador de Gran Hotel

  Hace unos años, Ramón Campos era un completo desconocido en el mundo de la televisión. Procedente de un trabajo previo en las cadenas autonómicas, se lanzó a la piscina sin red con un producto muy recordado: Desaparecida. Una serie que ha tenido el reconocimiento de la audiencia y varios premios internacionales. El reparto y una historia que “tocó” al espectador fueron las bases de este inesperado éxito. En cada proyecto, quiere ir más allá. Gran Reserva, Hispania, Guante Blanco y ahora Gran Hotel, una de las apuestas más decididas de Bambú Producciones que se está rodando en parajes tan inolvidables como el Palacio de la Magdalena de Santander y que se estrenará el próximo martes 4 de octubre a las 22:30h en Antena3.

 Creo sinceramente que hasta ahora Bambú Producciones se ha distinguido por dos señas de identidad claras como son la calidad y lo distinto de vuestros productos… ¿Cuáles son los criterios que seguís a la hora de elegir la siguiente historia a contar en televisión?

Buscamos cosas que no hayamos hecho antes, aunque tenga elementos comunes como el hecho de que todas sean dramas con elementos de thriller. El reto está en hacer con esos mismos mimbres, un producto distinto. Hicimos Desaparecida, Guante Blanco. Había productos de temática similar a Gran Reserva, pero pensamos que podíamos encontrar un ritmo y una narrativa distinta a la que se había visto anteriormente en España. Si sumamos Desaparecida, Gran Reserva, principios de siglo y Agatha Cristhie nos da Gran Hotel.

 Uno de los puntos fuertes de vuestras series son los repartos con gente como Emilio Gutiérrez Caba, Lluis Homar o Concha Velasco entre otros, ¿Cómo conseguís que actores de este nivel se sumen a vuestros proyectos?

 Nosotros mismos cuando vemos el reparto completo, nos vemos totalmente sorprendidos. Partimos de un personaje que tenemos claro que es el centro del reparto y desde ahí comenzamos a construir el reparto. En el caso de Gran Hotel fueron Yon González y Amaia Salamanca. Y desde ahí añadimos a Adriana Ozores y a Concha Velasco, actrices que dan mucho peso al proyecto. Solemos ponernos delante de la foto del actor para imaginarnos si pega en el personaje. Tú ves a Emilio Gutiérrez Caba, Ana Risueño y Francesc Garrido, piensas entonces en que pegan como familia. Es un proceso natural, muy orgánico. En el caso de Hispania pensamos en Lluís Homar desde el principio. Si no le teníamos a él para hacer de Galba, nadie se iba a creer al personaje. A día de hoy, sigo sin imaginarme a otro actor metido en la piel del Pretor. Una vez que tienes un nombre importante en el reparto, el resto van viniendo. Si tú tienes a Amaia Salamanca, Yon González y Adriana Ozores, si llamas a Concha Velasco y ya se suma.

 ¿Qué nos espera en las nuevas temporadas de Gran Reserva e Hispania?

 Gran Reserva. Terminamos con Vicente Cortazar marchándose de la casa y con Rosalía haciéndose con el poder. En esta temporada veremos como intenta recuperar la empresa, pero sobre todo a su familia que es lo que realmente le mueve. En la familia Reverte, nos apetecía que Sofía (Ángela Molina) empezase a trabajar en la bodega por las dificultades de su familia con Lucía en la cárcel por culpa de Raúl. Pablo, personaje que me encanta como interpreta Francesc Garrido, va a tener un affaire. Gustavo va a intentar disfrutar, por fin, del poder en las bodegas, algo que tanto ansiaba. Creo que los espectadores no se van a sentir defraudados. Vamos a tener tres o cuatro nuevos personajes.

 Hispania. Esta temporada vamos a contar la muerte de Viriato. A partir de ahí, vamos a intentar contar la historia de los hispanos. Esperamos darle un final por todo lo alto a Viriato.

 ¿Qué significa Desaparecida en vuestra trayectoria?

 Desaparecida fue nuestra primera experiencia en Madrid. Veníamos de trabajar en autonómicas y llegamos a Madrid con un proyecto muy distinto a lo que se había visto en televisión en España. Llegamos en un momento en que Televisión Española las había pasado “canutas” con el fracaso de Como Perros y Gatos y Con 2 Tacones. Fuimos un poco inconscientes y no nos preocupamos de las audiencias. Fuimos muy respetuosos con la historia de la serie. No era entretenimiento puro y duro como Hispania. Nos implicamos muchísimo con la serie contando la historia de muchas familias que han pasado por ese drama. Quisimos mostrar dos campos diferenciados: la familia y la policía. Además, jugamos con la narrativa. Fue una experiencia muy grata, que nos sirvió para aprender mucho. Aprendimos aún más de Guante Blanco.

 ¿Por qué fracasó de esa forma Guante Blanco?

 No tenía un gancho tan grande como Desaparecida, la historia no tocó al espectador. Creo que desde la producción ejecutiva tomamos unas decisiones erróneas. Cuando hicimos nuestra particular “autopsia del cadáver”, nos dimos cuenta de que no teníamos un gran malo. Una serie tiene que tener un gancho muy fuerte, para que los espectadores vengan a ver tu serie. Teníamos un reparto muy sobrio, muy elegante, pero le faltaba un gancho en el reparto.

 ¿Estuvo desde el principio en mente localizar la serie en el Palacio de la Magdalena?

 Cuando empecé a escribir la serie, me metí en Google y busqué “palacio”. Vi la foto del Palacio de la Magdalena y , al instante, me di cuenta de que era lo que buscaba. Mandé a mi localizador a patear toda España, pero no encontró otro sitio como el Palacio. Finalmente, nos pusimos en contacto con el Gobierno de Cantabria y las facilidades fueron muchas. Estamos muy felices por poder rodar aquí. No hay ningún lugar así en toda España.

Fotografía de J.M PLAZA para DESDE MI BUTACA

Mix televisivo: Unos piratas naúfragos en HISPANIA con PALOMITAS

Telecinco ha estrenado dos de sus apuestas más importantes para esta recta final del curso televisivo. Una serie muy ambiciosa, Piratas y un programa de parodias comandado por el camaleónico José Corbarcho, Palomitas. En términos de audiencia, Piratas ha ido más o menos bien, pero Palomitas se ha pegado un consistente tortazo. En términos de calidad, ambos productos creo que están casi igualados.

Piratas no existiría sin el precedente de HISPANIA, como la  serie de romanos no existiría sin el precedente de Águila Roja, la peor serie de TVE de las de la última hornada. Y todavía habría que remontarse más años, 10, para entender que se hagan productos de » época». Me refiero, por supuesto, a Cuéntame Cómo Pasó. Dejando los preliminares, me pongo a analizar los dos productos de corte «de época» que triunfan en la televisión esta semana: Hispania Piratas y todo ello acompañado con unas Palomitas.

Fui el primero en tener mis dudas en un principio de la solvencia de un producto tan complejo como Hispania. Contaba con algo que es, en algunos casos, una seña de calidad propiamente dicha: el reparto. Juntar a dos bestias pardas de la interpretación como LLuís Homar y Roberto Enriquez da nivel a la serie, de eso no me queda la menor duda. Hispania cuenta, además, con un nutrido elenco de reparto muy solvente ( Jesús Olmedo y Nathalie Poza , fantásticos) salvo un par de nombres que omito mencionar por respeto.  Hispania, desde el principio, ha hecho una apuesta firme por el entretenimiento (espectacular batalla en el comienzo de la serie, teniendo en cuenta la limitación económica de una serie así en España), pero no por ello toma al espectador «por tonto». Por supuesto, los historiadores sabrán que tal o cual situación resultaría inverosímil para la época, pero «el común de los mortales» disfrutamos con las tramas de la serie. Digo que no nos toman por tontos por una sencilla razón: lo que vemos, en términos generales, resulta cuanto menos  poco creíble. Vemos tantas cosas en tv que no ofrecen ni un poquito de credibilidad que da gusto ver una serie así. Creo que «la gallina de los huevos de oro» no se puede estirar eternamente, pero el producto tiene vida para rato. El reparto, los ambiciosos personajes, las venganzas, los parajes y una cuidada ambientación con multitud de recreaciones digitales son creíbles para un espectador que disfruta de las disputas de Galba y Viriato. El comienzo de temporada no ha sido espectacular, pero la tensión se percibe en el ambiente con la inminente vuelta de uno de los protagonistas.

Un día antes, el lunes en competencia directa con las interesantes Los Quien y Los Misterios de Laura, se estrenó la esperada Piratas en T5. Piratas con Pilar Rubio, rezaban insistentes promos en Tele Sálvame. ¿ Es un aliciente para una serie tener a una que no es exactamente actriz? Parece que sí, para gustos los colores. No voy a discutir las innegables nulas cualidades para la interpretación de la presentadora, ex reportera y lo que le dé la gana. No tengo nada en contra de ella, de hecho como presentadora me parece bastante «potable». Ahora bien, que «la coloquen» en una serie de protagonista me saca de mis casillas. Su actuación, muy comentada en Twitter, es realmente penosa. Con todas las letras: p-e-n-o-s-a. Esto desluce, desde luego, la serie. Vale que Óscar Jaenada no pega ni con cola de pirata, pero por lo menos es un buen actor. Suben el nivel Aitor Mazo y Luis Zahera, pero lo cierto es que en términos generales cumplen todos. Otra cosa es que la historia me interese o que me lo crea. Como digo esa es la base para que me enganche a una serie. Las situaciones, algunas inverosímiles hasta la extenuación como la peleita entre Jaenada y la ex presentadora de O.T, no me enganchan, será que soy demasiado exigente o algo así, pero el lunes que viene volveré a mi cita con María Pujalte and co( ya sea en La 1 o Antena3).

Palomitas, producto destinado creo recordar en un principio para Cuatro. Para una fanático de ese programón recordado, Homo Zapping, era sin duda una oportunidad para volver a poner Telecinco. Curiosamente, después del programa pasaron una serie también «diseñada» para Cuatro: Ángel o Demonio, de la que me desenganché hace ya tiempo. Series de televisión y cine, esas son las parodias que incluye este nuevo programa comandado por José Corbacho. Siente decir que me ha parecido horroroso. No tiene gracia, ni una pizca. Chistes gruesos, de barra de bar con un dudoso gusto para las parodias. El Barco con los alumnos despelotándose, los doctores televisivos sacando vísceras … Algo huele a podrido en Dinamarca, digo en Palomitas