La cartelera madrileña se ‘refresca’ con nuevos estrenos (III)

Última entrega de este avance de los estrenos teatrales que llegarán a la cartelera madrileña antes del verano en el que nos encontraremos con algunas reposiciones de éxitos pasados.

Vuelve una obra que siempre estará ligada a la figura de Emilio Gutiérrez Caba, La mujer de negro. En esta nueva producción de la obra, el veterano intérprete también dirige a un reparto que encabeza junto a Ivan Massagué. Arthur Kipps, abogado de mediana edad, alquila un teatro y contrata los servicios de un actor profesional para que le ayude a recrear un suceso irreal, fantasmagórico, que le sucedió años atrás con resultados trágicos para él y su familia. Desde el destartalado escenario lleno de muebles, papeles y otros objetos, Kipps comienza a leer su historia. Al principio lo hace de forma dubitativa, dolorosa, cohibida… pero,  poco a poco, aconsejado por el actor y con la ayuda de los efectos teatrales, va creciendo en él la confianza y la capacidad de actuación, mientras vemos como va asumiendo diferentes papeles y la obra va pasando de la narración a la actuación teatral. En algún momento de la trama aparece la Mujer de negro, el espectro de la difunta Señora Drablow, que busca venganza por la muerte de su hijo, se le aparece a Kipps varias veces y, por fin, desata una macabra secuencia de sucesos que culmina en un giro de acontecimientos verdaderamente sorprendente. Se podrá ver del 8 de mayo al 1 de junio en la Sala Guirau del Fernán Gómez. En la otra sala del espacio escénico madrileño se contagiarán de la fiebre por revisionar La casa de Bernarda Alba con el montaje Adela. Una propuesta escénica que profundiza en Adela, el personaje más rebelde y temperamental de La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca. Una sorprendente dramaturgia y una puesta en escena simple pero impactante, con la calidad actoral que aseguran las nuevas generaciones de la RESAD. Se podrá ver del 7 de mayo al 1 de junio.

Saltamos a las golfas del Lara con la reposición de uno de los mejores montajes de Sergio Peris Mencheta: Incrementum, que protagonizan María Isasi y Lorena Berdún. Un montaje lleno de ironía e imaginación. Incrementum nos sumerge en el vertiginoso periplo de un empleado en busca de un aumento de sueldo, un objetivo que se dilata a lo largo del tiempo en una circularidad repetitiva y disparatada. La impecable interpretación de las protagonistas es el sello que marca la diferencia. A medida que la escenificación avanza descubrimos la fisura de los personajes, que transitan todos los estados de ánimo al quedar enredados en sus propias especulaciones mentales. Estarán los martes a las 22:00h del 20 de mayo al 24 de junio. Berdún también protagoniza otra de las recién estrenadas propuestas del Lara, Verónica, que se podrá ver el miércoles 7 de mayo. La acompañan en escena Ana Villa, Cecilia Solaguren y Silvia de Pé en este montaje que ha dirigido Gabriel Olivares con Carlos Molinero.  En 1988 Verónica murió con unas tijeras clavadas en las tripas en la fiesta de 3ºE para el viaje de fin de curso. Un suicidio inexplicable para todo el mundo excepto para sus cuatro mejores amigas. Ellas sabían que esa muerte estaba relacionada con una sesión de espiritismo realizada días antes. Pero muertas de miedo no se atrevieron a decir nada y siguieron con su vida como pudieron. 25 años después vuelven a donde ocurrió todo. Pero Verónica no ha vuelto. Ella nunca se fue. 

http://www.youtube.com/watch?v=GHc9Wpe7Yys

Nos vamos al Barrio de Usera para seguir disfrutando de la actriz de la temporada, Inma Cuevas. Fernando Soto la dirige en Constelaciones, en la que comparte protagonismo con Fran Calvo. Constelaciones habla de dos seres humanos. Ella es Marianne, una física cuántica, él es Roland, apicultor, se encuentran en una barbacoa, a partir de ahí las posibilidades en su relación son infinitas. Surgirán situaciones en las que se pondrán en juego el amor, la amistad y el libre albedrío. Se desarrollarán historias en universos paralelos, donde cada decisión tomada nos lleva a un futuro diferente. Se podrá ver en la Kubik Fabrik los días 8, 10, 17, 24 y 31 de mayo

http://www.youtube.com/watch?v=gwhD3tT_eLg

El Teatro de la Guindalera, todo un referente de excelencia artística, presenta La bella de Amherst, una historia de amor con el lenguaje, una celebración de todo lo que es bello y doloroso en la vida. Un apasionante encuentro con la poetisa estadounidense más grande de todos los tiempos, Emily Dickinson, que protagoniza María Pastor con dirección de Juan Pastor. 

Cerramos este post hablando de los dos montajes de la compañía Teatro de Poniente que se podrán ver este mes de mayo en Madrid. Por un lado, podremos disfrutar de la reposición de Secundario que dirige Fran Calvo en un nuevo espacio escénico, El Umbral de la Primavera. Se podrá ver los viernes a las 20:30h. Y en Nave 73 estrenan El último vuelo de Saint- Exupéry el 11 de mayo. El último vuelo de Saint-Exupéry presenta el último viaje (vuelo) en la vida de Antoine de Saint-Exupéry, después de que su avión sea derribado en un misterioso desierto. Durante esas horas el piloto y escritor pasa revista a toda su vida, así como a sus relaciones más importantes con las personas a las que amó. Antonio Velasco y Ana Parra protagonizan esta propuesta los días 11,18 y 25 de mayo con dirección de Iria Márquez. 

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La princesita bajo el sauce llorón

En escena, un dictador, un tirador sin nombre, llámese Franco, Videla o Pinochet, agoniza en una habitación cargada de ecos del pasado. El olor es nauseabundo. No se pueden abrir las ventanas, no hay conexión con una realidad que a él y a su familia no les interesa escuchar. Y llega la visita de su nieta, una mujer metida en su propia burbuja y que no ha sido capaz de aceptar lo que las madres de «los comunistas» dicen de su frágil abuelito. No soporta el olor y necesita abrir las ventanas al mundo y se cuelan entonces los gritos que exasperan a su grandpa: «Asesino, dictador» corean desde fuera. La nietísima se ha propuesto demostrar que esas mujeres no tienen razón. Según sus pesquisas sus hijos están escondidos en países comunistas, seguro, desde luego que no están desaparecidos… El humor negro se cuela por primera vez en este brillante texto de David Desola que reflexiona sobre el olvido cuando nos cuenta esta nieta su teoría sobre los bigotitos. Comienzan así las carcajadas amargas que poblan este montaje. Han pasado diez años desde que su abuelo se reuniese con ella bajo el sauce llorón, pero en la mente del padre de la patria ella sigue siendo la princesita a la que cada cumpleaños regalaba una muñeca y mandaba una escueta carta de felicitación. Ella recrea para él otros tiempos en los que las novelitas del oeste eran su gran distracción. Y de esos ecos de la realidad exterior, la aparentemente mujer de una pieza comienza un cambio emocional que la hará ver a su queridísimo, hasta ahora, abuelo como algo muy distinto. Y en ese cambio de emoción van surgiendo las lágrimas o, mejor dicho, las gotas de lluvia que sirven para limpiar todas las mentiras.  Ella ha sido capaz de ver más allá de la idílica visión que tenía de él hasta ahora. Y en ese momento me viene claramente a la cabeza un dantesco momento televisivo. Un programa de crónica rosa entrevistó a la nietísima con el ‘dardo envenenado’ de una imitación de su abuelo. La reacción de la estrella del papel cuché, sabe Dios por qué narices se ha encumbrado a esa señora, demostró que ella no quiere ver lo que significó su abuelito del alma, se lo tomó como una ofensa al honor de su familia. Habla muy mal de nosotros mismos que aplaudan algunos, yo no desde luego, a esa señora que vive de la herencia recibida de un tiempo tan oscuro.

la nieta del dictador

La nieta del dictador es un texto necesario para no olvidar y no volver a repetir los errores del pasado. Sobre las tablas de la Kubik Fabrik Inma Cuevas, una actriz de capacidad emocional superlativa. En el tránsito entre la risa y la emoción volvemos a reivindicar a esta actriz como uno de los grandes talentos de nuestra escena. No era fácil encarnar a esta ‘excesiva’ nieta sin resultar precisamente… excesiva. Con el gesto justo y la emoción contenida, Inma Cuevas nos regala generosamente un trocito de su talento interpretativo en este (no) monólogo que explota por los aires con una sobrecogedora última escena. La nietísima habla a su abuelo, que solo en contadas ocasiones responde ante los estímulos. Para ese complejo papel, el director Roberto Cerdá ha utilizado a  un actor, Ramón Pons, que encarna la fragilidad humana como nadie. Ya en Fin de partida demostró su talento para encarnar personajes ‘impedidos’ cuando nos regaló a Nagg, que no podía salir de su caja bajo la atenta mirada de un aterrador José Luis Gómez. Siento rabia por saber que cuando lean estas palabras ya no tendrán oportunidad, salvo que quede alguna entrada para hoy o mañana, de disfrutar de este montaje. Un texto y un trabajo interpretativo tan colosales merecerían hacer temporada en una de las maravillosas «Salas 2» de espacios públicos como el Matadero, ¿Por qué no? La dramaturgia de David Desola debería ser una constante en nuestra cartelera, ahí lo dejo para que los programadores con ojo lo tengan en cuenta…