Tras la resaca electoral, nada mejor que el teatro para ‘desconectar’ un par de horas y disfrutar con un puñado de propuestas de lo más variadas, incluida Hombres que escriben en habitaciones pequeñas que se convirtió sin previo aviso en la propuesta ideal para disfrutar en la noche electoral.
Comenzamos hablando de dos propuestas de teatro musical. En el Teatro Cofidis Alcázar los fines de semana hasta el 8 de diciembre se puede disfrutar de Alicia y el país de las Maravillas. Se trata de un musical familiar especialmente apto para «niños de 3 a 99 años» o más quién sabe. La clave está en un libreto que sabe conectar tanto con los niños como con los adultos que, sin duda, sacan su niño interior para disfrutar de este país de las Maravillas que cuenta con unas cuantas canciones que seguro saldrán tarareando. La cuidada puesta en escena de Javier Curtido es la constatación de que cada vez se hace mejores musicales para toda la familia. El reparto, encabezado por Ariel Lois y Rocío Villar se deja la piel para llevar a grandes y pequeños a un lugar ideal… El país de las Maravillas. Vayan a verla o la Reina de Corazones, con un aire musical que les sorprenderá, les cortará la cabeza. Sábados y domingos y viernes 6-12 a las 12:30h. Entre el público pudimos ver en el estreno a muchos niños que acudían por primera vez al teatro y descubrían la magia de esta historia gracias a la invitación que la compañía hizo al Centro Socieducativo de Familia e Infancia Aula Cunas, La Merienda y Apoyo Escolar de Mensajeros por la Paz. Sin duda, un día que no olvidarán estos pequeños que habitualmente no tienen la fortuna de poder experimentar el teatro desde sus butacas. En el plano del teatro musical también vimos hace unos días Ghost en el Teatro EDP Gran Vía, cuya baza son los efectos mágicos que permiten que veamos cómo un fantasma atraviesa a la médium y que hacen levitar al protagonista. En el reparto destaca Esteban Oliver en la parte cómica y ¿Cómo no? Sus dos protagonistas: Cristina Llorente y Roger Berruezo en un musical con una partitura no especialmente memorable y un libreto que interesará a los fanáticos del original cinematográfico.

Mi tercera vez con Madre Coraje y sus Hijos. Aún recuerdo el hormigueo que sentí cuando vi por primera vez esta obra. Era en la tristemente desaparecida sala La Puerta Estrecha que nos hacía ser parte de la historia por la cercanía al público con la que ocurría todo. Aquella ‘inmersiva’ experiencia allá por 2012 reaparece en mi memoria cada vez que vuelvo a esta historia que sigue sobrecogiéndome. Así, cuando vi la puesta en escena de Atalaya Teatro en las Naves del Matadero de este texto que- comparaciones aparte- me encantó como todo el trabajo de esta compañía, no pude evitar acordarme de aquel primer acercamiento a la obra. Y sí, lo mismo me ha ocurrido al acercarme al María Guerrero hace unos días. Esta vez me gustaría detenerme un momento en cómo se integra la música en el libreto sin que resulte forzado en la obra de Brecht. Y me resulta curioso ver a los que se rasgan las vestiduras cuando hablan de teatro musical y no reparan en que Brecht o nuestros autores del Siglo de Oro utilizaron los recursos que nos da la música para contar una historia. En este nuevo acercamiento en la que es una de las obras que mejor ha resumido las miserias de la guerra, sólo puedo aplaudir de nuevo a un actor al que hace ya unos cuantos años sigo la pista que es Jorge Usón. Tanto en los diálogos como en la parte cantada nos regala un estupendo trabajo que mira de igual a igual a la siempre impecable Blanca Portillo. Al acabar, gran aplauso y esa sensación de que pronto de nuevo alguna puesta en escena de esta obra llegará a nuestros escenarios y seré arrastrado por su poesía hacia la sala que la programe. Brecht, siempre necesario, siempre «actual» y llegando a todos como en la función accesible a la que acudí que contó con el aplauso silente manos en alto de un público muy especial, al que La Portillo respondió con cariño.

Simplemente Tribueñe, simplemente amor por el ARTE en todas sus facetas. Hace ya muchos años que descubrí la MAGIA que se escondía tras las paredes de esta sala que para mí y para muchos espectadores es sinónimo de calidad. Un espacio, ubicado en la Calle Sancho Dávila 31 de Madrid, que nos ofrece desde lo mejor de nuestro patrimonio cultural – De Raquel Meller a Lorca o Valle Inclán- a los referentes culturales rusos. Ahora es el momento de reivindicar la historia de dos poetisas rusas en Amiga. He preferido no contar mucho o más bien nada de esta función. Sólo les digo que si se quieren dejar llevar por una gran historia llena de poesía no pueden faltar a la cita con esta función que ha dirigido Irina Kouberskaya como solo ella sabe, con el buen uso de los recursos que permite el teatro para recrear en escena una historia real que les emocionará y les llegará al alma. Sólo hay que ver cómo se puso en pie el público en su estreno para aplaudir a Rocío Osuna y Catarina de Azcárate el día 8 y las preguntas posteriores al equipo para volver a recordar que este es una de las salas referentes en Madrid. Los viernes a las 20h tienen una cita con las emociones, una cita con AMIGA en Tribueñe.

Pepa Rus, que entre sus trabajos recientes cuenta con la experiencia de haber sido vedette cómica en la inolvidable Un chico de revista, acaba de estrenar Me gusta cómo eres, bajo la dirección de ese todoterreno que es Gabriel Olivares, capaz de reivindicar a Jardiel y de adentrarse en proyectos tan difíciles como su TeatroLab. La actriz se mete al público en el bolsillo desde el primer momento con otro estupendo trabajo que solo os podemos recomendar. Olivares vuelve a tomar la comedia ‘por los cuernos’ y dota de un ritmo frenético a esta función que nos vuelve a demostrar lo necesaria que es siempre la risa. La cita es en el Teatro Lara, donde tantos años estuvo en cartel Burundanga -que ahora pueden disfrutar en el Maravillas.

Tras El Jardín de los cerezos, Secun de la Rosa vuelve al CDN con Hombres que escriben en habitaciones pequeñas que se convirtió anoche en la mejor propuesta para vivir la jornada electoral. Sin entrar mucho en el argumento, que es mejor descubrir in situ, podríamos contar que la obra transcurre en el CNI, hay posibles viajes en el tiempo con un Delorean muy particular, un posible asesinato a un líder político e incluso fake news… Y hasta aquí puedo leer… Y de nuevo, Secun nos vuelve a regalar su mirada en un monólogo, pieza central de la obra, en la que capta la atención del espectador con suma maestría y es que una carrera teatral que supera el cuarto de siglo dan para mucho. En el estupendo reparto otra debilidad: Esperanza Elipe, que vuelve a brillar tras un trabajazo como el de La velocidad del otoño que vimos en el Lara. Dirige este texto de Antonio Rojano el autor de Venus, Víctor Conde. Pueden disfrutarla hasta el 17 de noviembre en la Sala de la Princesa del Centro Dramático Nacional.
