Juan Carlos Rubio: «El teatro es el mejor espacio para contar sentimientos inmediatos»

Se abre la puerta y nos indican «Quedan 30 minutos para la representación». Estamos metidos ‘entre cajas’ justo antes de comenzar la representación de Las heridas del viento.  Han tenido una tarde frenética, acaban de grabar la función y Juan Carlos Rubio busca un momento para atender a DESDE MI BUTACA.  La que es sin duda su experiencia teatral más personal seguirá emocionando al público del hall del Lara unos cuantos días más. Han prorrogado, pero no es la única buena noticia para Rubio. El lunes que viene estará presente en los Premios Broadway World Spain donde su obra No estoy para nadie, el musical opta a cuatro categorías.  Este gran transmisor de la emoción humana, ha sido capaz de alternar comedias alocadas como Tres con montajes tan hondos como esta maravillosa Las heridas del viento o Humo con el tristemente desaparecido Juan Luis Galiardo. En un espacio tan querido por él como el Lara ha sabido exprimir el ‘jugo emocional’ de dos actores que pasan por uno de los mejores momentos de su carrera. Insisto, todos lo que amen el teatro, no deben perderse por nada del mundo esta delicatessen emocional.

¿Por qué has querido contar la historia de Las heridas del viento en este momento de tu vida?

Me pedía el cuerpo hablar de sentimientos después de unos años centrado en la comedia. Mi padre está muy mayor y esta función tiene un punto de melancolía al hablar de las deudas pendientes, de la capacidad de perdonar y seguir hacia adelante… Me apetecía hacer un balance de mi vida a través de esta función. Además, en España solo había estado el montaje de Miami, que yo traje como productor. Es la primera vez que se ha montado este texto en España. Lo he querido hacer con una mirada muy particular. Es un ejercicio teatral desnudo, quería que  los actores se desnudasen emocionalmente en escena y yo les sirvo de apoyo en cada función.

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¿Es difícil desligarte de tu faceta de autor cuando diriges tus propios textos?

Como director, corrijo las cosas de mis textos que veo que no me funcionan. Como director me planteaba problemas que por la noche, cuando dormía con el autor, resolvía. Han sido un mínimo de modificaciones, pero las justas para adaptarlo a este traje a medida que he construido para Dani, Kiti y yo mismo.

¿Qué le une a Juan Carlos Rubio a sus dos compañeros en la obra?

A Kiti me unen ocho años de trabajo, de admiración, de cariño y de entrega. He encontrado en ella el mejor vehículo para contar mis historias. Es una actriz capaz de enfrentarse con el mismo atino a la comedia, el drama e incluso es capaz de ponerse a cantar. Con Dani ya trabajé en La monja alférez y pensé que era el actor ideal para este personaje. Estoy muy feliz de que decidiese aceptar este proyecto.

http://www.youtube.com/watch?v=pZJfbTNykOU

¿Cómo fue esa experiencia de La monja alférez en el María Guerrero?

En este país echamos muy pocas miradas atrás a nuestra propia historia. Domingo Miras fijó su mirada en un personaje histórico muy rico. Cuando me ofrecieron dirigir el texto me sentí un privilegiado por poder contar la historia de un ser tan gigantesco como fue esta mujer. Además, Miras es amigo desde hace un montón años y eso le daba un plus de interés a la experiencia. Fue realmente divertido montar este circo escénico.

¿No tuvo miedo de ‘dar el cante’ Juan Carlos Rubio con Esta noche no estoy para nadie, el musical?

La verdad es que no, sobre todo por los actores de los que me he rodeado: David Ordinas, Naim Thomas y Gisela (nominados a los Premios Broadway World), Bruno Squarcia… Solo Kiti no había hecho musicales y ha estado un año recibiendo clases de Ángel Ruiz. Ella se lanza de cabeza en cada proyecto. Canta muy bien la verdad. He querido contar una historia en la que tenemos el plus de las canciones fantásticas que han compuesto Raúl Gama e Isabel Montero. 

¿Qué le evoca a Juan Carlos Rubio un espacio como el hall del Lara?

Me siento como en casa. Es la cuarta función que hago en los últimos dos años y medio. La gente que trabaja aquí ama el teatro. Se trabaja muy bien en este hall que tiene una vida pasada, pero una efervescencia tal que tiene asegurado su futuro.  

¿Por qué el teatro es para ti el mejor lugar para contar historias?

El teatro es el mejor espacio para contar sentimientos inmediatos. Me encanta la comunicación con el público y más en una función como Las heridas del viento, en la que se les habla directamente. Es un espacio de reunión en vivo. Cuando ríen y lloran lo hacen al unísono. Es algo mágico que hace que cada noche sea una experiencia irrepetible.

Dani Muriel: «Hay que reinventarse continuamente»

 Se tiende a etiquetar mucho a los actores. ‘Actor cómico’ o ‘ Ese actor que hizo una serie de éxito y que no logra pasar de eso’. Dani Muriel consiguió ‘colarse’ en millones de hogares con su trabajo en Escenas de matrimonio y, durante un tiempo, tuvo que enfrentarse a ello. Un día, llegó un proyecto como La mecedora y, a partir de ahí, su carrera teatral comenzó a subir como la espuma. Su gran reto llegaría encarnando al archiconocido Steve Jobs en un monólogo en el que interpretaba decenas de personajes. Solo ante el público. Ahora se enfrenta de nuevo a los espectadores junto a una actriz que inauguro nuestro Tras la emoción compartida, Kiti Mánver. Unos minutos antes de empezar la función de Las heridas del viento pillamos a Dani ‘entre cajas’ para charlar sobre este gran momento de su carrera DESDE MI BUTACA.

¿Qué le evoca a Dani Muriel un espacio como el hall del Lara?

El hall del Lara tiene un punto muy teatral. Es el mejor decorado que podríamos tener. Ha pasado tanta gente por aquí con este maravilloso espejo, esa escalera… Todo ello me hace embarcarme en un viaje muy acorde con nuestra función.

Habéis tenido unos ensayos abiertos al público, ¿Cómo ha sido la experiencia?

Hablamos continuamente con el público y nos vino muy bien. Ya no hay ese salto al vacío que suele suponer un ensayo general con público. Las miradas te hacen cambiar tu trabajo. Además, te hacen medirte como actor constantemente. Queremos hacer delicatessen del teatro, que haga un viaje de verdad con nosotros. Soy un afortunado por poder contar esta historia con una compañera de viaje tan generosa como Kiti. Cuando acaba la función, el público se encuentra ‘tocado’ y te agradece de verdad que hayan puesto en escena esta obra que les hace reflexionar sobre ellos mismos.

Has encadenado proyectos teatrales sin parar durante el último año, ¿Cómo has vivido estos frenesí teatral?

Me siento muy afortunado por poder trabajar en tantos proyectos. Hay que reinventarse en cada trabajo. Jobs fue eso, me tuve que lanzar a la piscina con un monólogo. Acomodarse es lo peor que puede hacer un artista. He llegado a ensayar cuatro obras en el mismo día. Te pone en un punto como actor que te ves capaz de enfrentarte a registros dramáticos muy diferentes. Te convierte en un actor muy activo. Entro mucho en cada espectáculo. Espero tener muchas temporadas así.

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Además, este año ha venido acompañado de críticas muy buenas…

Si las críticas son buenas, me siento muy halagado. Si hablan mal, también me interesa que me lo digan. Descubrí hace ya tiempo que es imposible gustar a todo el mundo. Me gusta mucho mostrar diferentes versiones de mi mismo como actor. Disfruto mucho de experiencias como Las heridas del viento. Además, creo que ha servido para quitarme esa etiqueta que me pusieron durante mucho tiempo de ser únicamente el chico de Escenas de matrimonio. No lo menosprecio, pero es cierto que era difícil que la gente me viese en otros registros. Creo que hacer tantos personajes en tan poco tiempo hace que me redescubran continuamente en cada obra.

¿Es Jobs el punto de inflexión en tu carrera?

La mecedora no tuvo la visibilidad suficiente, pero yo creo que es el punto de inflexión total en mi carrera, que rompía con todo lo que había hecho hasta entonces. Ahora bien, es cierto que el trabajo de Jobs sorprendió incluso a algunos que me habían contratado en el pasado. Es maravilloso conseguir que te vean con otros ojos.

¿Qué le une a Dani Muriel con dos creadores como Kiti Mánver y Juan Carlos Rubio?

Los dos somos del 11 de mayo, es cuanto menos curioso. Estar en un trabajo tan bonito y tan personal con alguien con quien compartes cumpleaños es muy especial. Juan Carlos me vió en La mecedora y confió en mí en La monja alférez. Que me haya vuelto a llamar para trabajar con él me da una energía renovada para seguir adelante con mi carrera.

La única caricia

Empecé a conocer a mi padre el día en que murió…

En Las heridas del viento, David se enfrenta a la muerte de su padre en busca de respuestas, ¿Quién fue realmente ese gran desconocido? Y, de repente, encuentra unas cartas que le descubren una realidad que no sabe si está dispuesto a aceptar. «A mi padre por todo lo que no se de él» reza la emotiva y sencilla dedicatoria que Juan Carlos Rubio hace en esta gran carta de amor teatral. Su David, sumido en la perplejidad, no puede entender al hombre que le dedicó una sola caricia, que hoy parecer estremecerle. El texto de Juan Carlos Rubio, aplaudido en medio mundo, está dotado de un lirismo y una poesía, nada cargantes ni excesivos, que sumergen al espectador en el teatro más puro, el que dota a la palabra de emociones, sin ningún tipo de artificio. Solo las cartas, unas sillas y la música de un smartphone acompañan a nuestros protagonistas en este viaje a la emoción más pura. Para dar voz y carne a los dos protagonistas, Rubio se rodea de dos actores, cuya emoción maneja a la perfección. Dani Muriel está viviendo una etapa dorada en su carrera y eso es gracias a la variedad de trabajos que ha ido encadenando en los últimos meses. Las heridas del viento es un paso hacia adelante en su carrera. Muriel se enfrenta cara a cara a un texto que exige el 200% de implicación del intérprete y él pasa la prueba con nota, muy especialmente cuando se crece ante la emoción compartida de su partenaire en escena, Kiti Mánver. Es el trabajo de esta ACTRIZ un ejercicio de sutileza y buen hacer encima de las tablas. Mánver imprime al personaje un amaneramiento nada forzado, que solo subraya en momentos contados, cual pinceladas de ese gran óleo que es la interpretación de esta gran maga de la escena que llena de emoción y de magia el hall del Lara desde que lo pisa por primera vez. Poco más que añadir, solo invitarles a que no dejen de pasar ‘Los lunes al hall’ con este montaje que, estoy seguro y es justicia divina, tendrá un largo recorrido.

LAS HERIDAS

Esta historia podría acabar aquí, pero en esta nueva etapa os mostraremos el después de la función de algunos intérpretes, ¿Cómo se sienten justo después de que el telón caiga? En ese momento en que aún permanece la emoción compartida en escena. Nadie mejor que Kiti Mánver para abrir esta sección titulada Tras la emoción compartida

«¿De verdad vas a salir a la calle así con el pelo mojado?» le pregunta Juan Carlos Rubio a nuestra protagonista. Está frenética tras compartir con los espectadores a su Juan. Aún así, para un momento para contarnos DESDE MI BUTACA sus impresiones sobre este montaje, el quinto que hace con Rubio, en el mágico hall del Lara. Gracias, Kiti.

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¿Cómo se siente Kiti Mánver Tras la emoción compartida?

Ahora, aún con la emoción por esta katarsis en escena, solo puedo decir que me siento muy afortunada por esta experiencia. Tras más de cuarenta años de carrera me parecía imposible poder hacer un trabajo así. Juan Carlos ha insistido en que no le pusiese una energía parecida a la de mis trabajos anteriores. Me ha puesto en un lugar en el que me siento comenzando de nuevo. La incomodidad es muy buena para algo tan creativo como la interpretación. No hay que instalarse ni quedarse en lo fácil.

La gran cualidad de tu interpretación es la sutileza con la que afrontas el «amaneramiento» del personaje…

Eso estaba en la propuesta de dirección de Juan Carlos, solo le hemos puesto dos toquecitos en momentos concretos . Él quería hacerlo de una forma muy sajona, por así decirlo.

¿Qué le evoca a Kiti Mánver un espacio como el hall del Lara?

Es maravilloso trabajar en un espacio así. Descubres varias cosas. La gente tiene muchas ganas de reír, pero también de llorar un poco.  Son los sentimientos lo principal en esta historia que contamos al público. Esta obra hace que el público se plantee si ha dicho lo suficiente ‘te quiero’. Te pone en lugares de una gran sensibilidad. En un lugar tan mágico como éste me he dado cuenta que el público también necesita sentir ese tipo de emociones. Siempre se vende como lo máximo la comedia, pero una función como ésta demuestra que el público también viene a emocionarse al teatro.

Por último, ¿Qué le une a Kiti Mánver con sus dos compañeros de viaje?

Es mi quinto montaje con Juan Carlos, estoy a fuego con él. Me lleva de éxito en éxito y está sacando cosas maravillosas de mi como actriz. Es mi ángel de la guarda particular.  De Dani destacaría que he descubierto a un actor joven de estos que tienen una preparación de lo más óptima. Es un compañero de viaje estupendo. Para llevar a buen término este texto se necesita de un compañero con una sensibilidad parecida y que sea capaz de meterse contigo en esta particular burbuja emocional. Los trabajos con una química como la que tenemos nosotros dos son simplemente la bomba.

Como este no es un montaje cualquiera, DESDE MI BUTACA le vamos a dar una cobertura especial. Esta historia continuará con las entrevistas a Juan Carlos Rubio y Dani Muriel. Estad atentos.

Un Madrid sin teatros, un Madrid sin alma

En un mismo día me entero del cierre de ¡3 salas! Me imagino un Madrid con un puñado de teatros solamente. Y veo una ciudad cualquiera, sin alma. Gracias a los musicales, Madrid se ha convertido en nuestro particular Broadway, en nuestra particular meca teatral. Esos espacios para los grandes espectáculos han sido el punto de partida a un tejido teatral que, ahora, parece que algunos, quieren tirar abajo. Sí, me refiero una vez más al asqueroso 21%. Puede que no hayan subido mucho las entradas de teatro, pero para los productores y compañías es una salvajada que les quiten ese porcentaje de sus emolumentos. Hoy más que nunca hacer teatro es toda una aventura, una odisea por conseguir llevar los sueños a escena.

Un tejido teatral que se ha hecho más fuerte gracias a los espacios ‘alternativos’ que llevan la magia del teatro hasta el último rincón de la capital. Uno de esos espacios, Garaje Lumiére, ha sido la última víctima de las nuevas «políticas locales» del ayuntamiento. Sí, no era suficiente con ‘matar’ la cultura con el puñetero 21% que también ahora se dedican a inspeccionar mal y tarde los espacios escénicos. Hoy domingo acudo seguramente por última vez a Garaje Lumiére. El protocolo se despedía de los escenarios hace unas horas. Será una de las últimas funciones que pasarán por el Garaje de la Calle Ciudad Real. El director del montaje, Rodrigo Claro, está haciendo unos ejercicios de calentamiento antes de la función. Comienza para «meterse en situación» leyendo unos versículos de La Biblia cual ritual iniciático en el mundo eclesiástico. Y, a continuación, los actores se convierten en animales y, desde esa emoción, deben convertirse en su personaje, jugar el roll que durante estas semanas les ha tocado llevar a cabo en la sala en la que vimos hace poco El perro del hortelano. Es el momento de las despedidas, de los agradecimientos por este viaje escénico en el que se embarcaron hace unos meses. Y salen de escena. El público entra y, por última vez, se volverá a sentir el veneno del teatro cuando las luces se apaguen y la función comience. Es un capítulo más de esta historia en la que esperemos sea solo el pen(último) capítulo de este Garaje tan teatral que llegó a la escena madrileña como un huracán alternativo con visos de quedarse una buena temporada.

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Otro espacio que he pisado por primera vez el viernes es La Casa de la Portera. He tardado demasiado, pero al final he conseguido ver Ivan- Off. Llamamos al timbre y nos abre el actor José Martret, alma máter de este espacio escénico de insólitas características. Recorremos un pasillo lleno de objetos de decoración de lo más… inclasificables. Sí, eso es un cuadro de un pato gigante con senos y al ladito está un cuadro de la Duquesa de Alba. Entramos en el salón de la casa de Iván, ese personaje atormentado por su propia existencia, muy de Chéjov. Le da la réplica el íntegro médico que no hace más que repetir que su honradez es su gran cualidad. Y en el medio, una mujer enferma, Ana, que agoniza quizá debido a la mala vida que le ha dado su pareja. Todo lo que toca Iván termina desmoronándose en una espiral sin retorno. Para dar vida, alma y carne a este personaje José Martret contó con Raúl Tejón, un actor que va ganando a medida que la intensidad de su personaje llega a grados insospechados. Cuando se queda solo ante el público, su desgarro emocional se siente, sentimos su respiración agitada. El médico que le hace sombra está interpretado por  Roberto Correcher, un actor muy conocido por sus trabajos televisivos, pero que siempre he tenido la intuición de que detrás de esa máscara con personajes como el de Yo soy Bea  se escondía un actor con poso, con presencia, ¿Qué mejor reto que trabajar en un espacio escénico así? No es que apruebe con nota, sino que tiene una presencia escénica tal que nos resulta delicioso verle sobre las tablas. Otra delicia son ese trío de ases que conocemos en el cumpleaños de Sara, la otra enamorada de Iván. Nos recibe con amplia sonrisa la ‘usurera’ Silvia Leyva, con unas sandwichitos que el público degusta atónito al sentirse parte de la función. Otra clave del éxito es sentirse parte de la compañía, sin ninguna duda. Maribel Luis es una anfitriona deliciosa a la que acompaña con un sobresaliente trabajo Rocío Calvo. Y dejo para el final el arrollador trabajo de Germán Torres, un actor que consigue la complicidad del público desde que entra en escena. Tiene una arrolladora personalidad, mirada penetrantemente cálida y una contagiosa risa. La Casa de la Portera te abre la mente, ¿Quién dijo que no se podía teatro en cualquier parte? Larga vida a proyectos de esta grandeza artística.

¿Y qué tal si recuperamos la magia del Teatro Eslava? Los más jóvenes no sabrán que la mítica Joy Eslava fue un teatro de renombre en otra época. Nunca había pisado este local y asisto atónito a ver como el local sigue conservando la estructura del teatro. Maravilloso. Subo las escaleras y me topo con un cartel de El amante que ese hombre de teatro que fue Luis Escobar estrenó en 1967. Una obra de Pinter en plena dictadura, así como lo oyen. También fue templo de la desaparecida revista con títulos como La corte del Faraón y Ven y Ven. El sábado siento que de alguna forma volvió a ser el Teatro Eslava. Se estrenó El lamento de las divas, un maravilloso espectáculo que bebe del musical de pequeño formato creado para tres ‘monstruas’- como diría Rosario en el concurso en el que participó una de ellas- del musical, ¿Cual es la diferencia entre una diva de musical y una de ópera? se plantea una divertida voz en off. A la del musical se la entiende y a la de la ópera no, cierto, si yo les contara… En un tono socarrón, Eva María Cortés, Julia Moller y Dulcinea Juárez se pelean sobre el escenario para intentar ser la estrella que más brille en el firmamento. Tres momentos ‘mágicos’: Los dedicados a Rocío Jurado, Barbra Streissand y Whitney Huston. Un libreto divertidísimo redondea esta noche ‘divina’. Esperamos verlas hacer muchos ‘bolos’, se lo merecen, ¿Quién dijo que había que irse a Londres o Nueva York para ver a grandes profesionales del musical? Vayan a verlas y me cuentan si llevo razón…

maxresdefaultY hablando de musicales recibo hace unos días la noticia de que Stage, la productora de musicales como Cabaret o El Rey León, va a colaborar con Microteatro por dinero. Se van a hacer micromusicales, gran idea la de crear vasos comunicantes entre el pequeño y el gran formato. Gracias a buenas ideas también se sale de esta. Como la que tuvieron unos cuantos amantes de los musicales creando Fila Séptima, ellos se han encargado de comunicar El lamento de las divas y, ¡De que manera! Tres palabras les definen: Creatividad, ilusión y compromiso. Se embarcan en proyectos de teatro musical de pequeño formato, pero también serán parte del musical Karol Wojtyla, una superproducción internacional. Sí, montar una productora en mitad de la crisis puede ser una locura, pero la pasión que están poniendo en este proyecto puede con todo.

Otro espacio donde se crea la magia es el hall del Teatro Lara. Acudí a ver Cena con amigos, la ¿dramedia? romántica que ha dirigido Veronese. Es cierto que es incómodo tener que ‘esquivar’ las dichosas columnas para ver y sentir el espectáculo, pero es una experiencia tan especial ser parte de la obra que no hay impedimentos que hagan que la velada no sea perfecta. En este tipo de espacios se ve a los actores en su esencia, sin ‘adornos’. Siento que los actores se sienten desnudos, abiertos en canal y cualquier cosa, malditos móviles, les podría alterar. Esa Cena con amigos saca a la luz la separación de uno de los matrimonios alrededor de una rica tarta. Es el momento de las confesiones. Y sí, el otro matrimonio también tiene sus secretos inconfesables. Una historia con amores fingidos: «Ya no podía soportar recoger la mierda del perro e ir a  buscar a  la niña al tenis». Para Tomás, su falso amor implicaba esas tareas absurdas para él. Y entonces con la risa entrecortada, nos preguntamos, rastreamos en nosotros mismos cuestionándonos ¿En qué consiste ese amor para nosotros?, ¿En qué nos ha ‘tocado’ esta obra? Y nos damos cuenta de que asistimos a un soberbio ejercicio de teatro, sin adjetivos. Simplemente un teatro como reflejo de nosotros mismos, ¿Maravilloso verdad?

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Y si las cosas no cambian, seguirán cayendo salas y Madrid se quedará desierta. Desierta de pensamiento, desierta de emoción, desierta de pasión por conseguir que cada noche el veneno del teatro llegue al público hoy más necesitado que nunca de que le cuenten historias que le hagan divertirse, emocionarse y, por supuesto, recapacitar sobre nosotros mismos, ¿Qué es el teatro para mi? Una pasión, una forma de entender el mundo… Todo eso y mucho más. Arriba el telón.

Un éxtasis musical en el hall del Lara

teatro-actores-obra-Los intentos de inventar musicales de creación española han tenido desiguales resultados en el gran formato, con honrosas excepciones como el maravilloso Mar y cielo. Ahora bien, han surgido unos cuantos milagros en el pequeño formato, siguiendo un poco los pasos del homónimo neoyorquino, el Off  Broadway. Pegados, La barraca del Zurdo y Por los ojos de Raquel Meller demuestran que se puede hacer un musical «muy nuestro» sin necesidad de grandes presupuestos ni aparatajes técnicos. No olvidemos que no hay que hacer una diferencia entre el teatro de texto y el musical. La clave de su éxito debe radicar en que cuente algo. Una mera sucesión de números musicales sin sentido es otra cosa. Un espectáculo sí, pero no una obra de teatro en la que debe primar la historia, una buena historia,  ¿Puede tenerla un musical sobre una adolescente que recibe la llamada de Dios que le canta temas de Whitney Houston? Pero, ¿Qué invento es éste?, que diría  nuestra querida Saritísima. Lo mismo podría ser un espanto, lo más probable, o convertirse en una de esas joyitas escénicas en las que se convierten las obras estrenadas en el ya mítico hall del Lara que ha acogido espectáculos como La función por hacer, que se repondrá en el Teatro de La Abadía desde la próxima semana.

La llamada, por de pronto, contaba con un argumento original. Un campamento religioso de verano en decadencia poblado por canis adictas a Juan Magán y compañía. En mitad de ese desolador panorama vemos la luz, recibimos la llamada… de Richard Collins Moore. Él es Dios. Un ser todo poderoso que canta a la Houston. Su primera y sorprendente aparición deja prendado al público. Desconocía que detrás de ese grandísimo actor característico se escondía un chorro de voz de ese calibre,  de ovación el número de I have nothing. María (Macarena García) queda hipnotizada por el influjo de las canciones de «la negra esa que cantaba». Ella sigue un poco a lo suyo. Con su grupo, SUMA, pero él se la vuelva a aparecer y aquello ya es el acabose. García, con su ingenuidad y dulzura nos enamora con su deliciosa poligonera con aspiraciones divinas. Si no se habían enamorado de ella en Blancanieves lo harán con La llamada. Su amiga del alma, Andrea Ros, tiene una voz potente y un magnetismo especial con el público. Para poner orden en ese barullo está la hermana que interpreta Llum Barrera que, junto a Belén Cuesta, forman una pareja cómica deliciosa. Ojo al numerito de Viviremos felices en la fe o a su recurrente lema : «La música hace milagros, Milagros». El libreto corre a cargo del tándem Javier Ambrossi y Javier Calvo. Han creado unos personajes humanos, a los que terminas cogiendo cariño y esa es una de las claves del éxito del espectáculo. El espectador empatiza con unos personajes que no resultan nunca excesivos. Dudo bastante que alguien pueda salir ofendido por motivos religiosos de esta función. Está escrita con estilo y, sobre todo, con clase, sin entrar en estridencias ni estereotipos maliciosos. Divertida, ingeniosa y plagada de buena música en directo. No tengo ninguna duda de que he tenido una revelación divina. La llamada entra, por derecho propio, en la lista de sucesos teatrales de la temporada. Que nadie se la pierda, que las entradas vuelan.

Gana 5 entradas dobles para el "Cordón umbilical" de Daniel de Vicente en el Lara este domingo

En la celebración del veinticinco aniversario de Javier y Laura, la hija del matrimonio, Ana, les comunica a sus padres y a su novio David una noticia que nadie esperaba. Esa noticia cambiará el devenir de los acontecimientos de los cuatro, pero también influirá en el transcurrir de Alberto, que pronto conocerá a David en una discoteca; y en el de su compañera de piso Lucía, que se encontrará con Javier en una habitación de hotel. A partir de entonces, los seis formarán un cordón umbilical al que, sin saberlo ni tan siquiera intuirlo, permanecerán unidos, pero también atados. Y que terminará siendo la soga con la que se asfixien.

“Teatro de Ahora´, compañía teatral

Foto_Cordón_Umbilical_foto_Victor_Prieto_002Teatro de Ahora es una compañía formada por un colectivo de profesionales del teatro cuyo propósito es representar sobre los escenarios historias de ahora, sin la necesidad de versionar o adaptar a los clásicos ni traducir o comprar los derechos de obras extranjeras, apostando por una dramaturgia contemporánea y una puesta en escena moderna.

Cordón umbilical supone el debut en la dramaturgia, la producción y la dirección de Daniel de Vicente, que también ha conseguido editar su obra bajo el sello de Ediciones Antígona, con 22 años. Se ha convertido en todo un hombre orquesta de la escena con este proyecto tan largamente soñado. En escena, una serie de personajes que callan más de lo que dicen. Una pareja con niño a la vista, un veterano matrimonio con algún que otro secreto, una homosexualidad latente en el aire y mucho vino, como ‘cordón umbilical’ de las historias. Con una sobria puesta en escena, como toca en las salas alternativas por motivos obvios, Cordón umbilical es solo una pequeña muestra de un talento emergente que se podrá disfrutar los domingos 5 y 12 de mayo en el madrileño Teatro Lara.

DESDE MI BUTACA sorteamos cinco entradas dobles para este domingo 5 de mayo a las 2o:30 horas.

Para participar debes seguirnos en Twitter, @crdesdemibutaca, y mandarnos un mail a periodismoxxiactualidad@hotmail.com con vuestro nombre, apellidos, DNI y nick en Twitter para comprobar que nos sigues antes del viernes 3 de mayo. A los ganadores se les mandará un correo con la forma de recogida a lo largo del viernes. 

Y si no eres uno de los afortunados, puedes aún comprar tus entradas para el 5 y el 12 de mayo. 

"Cordón umbilical" y "Tres segundos", el talento de "La alternativa"

La Sala Triángulo se ha convertido en las últimas semanas en un hervidero teatral del que han salido dos proyectos teatrales que tendrán recorrido después de su paso por «La Alternativa» madrileña. Como si de un workshop artístico se tratase, una especie de ‘campo de pruebas artísticos’ por traducirlo de alguna forma al castellano,  los espectadores de Cordón umbilical y Tres segundos han asistido, sin saberlo seguramente, a una especie de juicios artísticos a proyectos que, estoy seguro, tendrán cierto recorrido. El primero se verá, nada menos, que en el mítico Teatro Lara y el segundo volverá a la Sala Triángulo muy pronto.

Por diversos motivos, estos dos proyectos han centrado el interés DESDE MI BUTACA

Cordón umbilical supone el debut en la dramaturgia, la producción y la dirección de Daniel de Vicente, que también ha conseguido editar su obra bajo el sello de Ediciones Antígona, con 22 años. Se ha convertido en todo un hombre orquesta de la escena con este proyecto tan largamente soñado. En escena, una serie de personajes que callan más de lo que dicen. Una pareja con niño a la vista, un veterano matrimonio con algún que otro secreto, una homosexualidad latente en el aire y mucho vino, como ‘cordón umbilical’ de las historias. Con una sobria puesta en escena, como toca en las salas alternativas por motivos obvios, Cordón umbilical es solo una pequeña muestra de un talento emergente que se podrá volver a disfrutar con el poso previo de las tres funciones en la Sala Triángulo, como el buen vino, en el Teatro Lara los días 8, 10 y 15 de abril.  ¿Quién dijo que no había dramaturgos españoles jóvenes?

Tres segundos es un proyecto con un aroma a otro tiempo no tan lejano, se recupera, nada menos, que el radioteatro. No hace falta escenografía alguna, unas simples radios antiguas son el único recurso reseñable. Por el poder de la palabra  y, ¿por qué no?, por el poder de la imaginación que con iniciativas así dan «frescura» a la escena Tres segundos, que supone el debut del locutor Jesús Ortega en la dirección y en la dramaturgia, es un proyecto realmente interesante. Las historias, muy bien hiladas por las dramaturgia de Ortega con una voz en off de Agustín Jiménez deliciosa, están escritas por Juan Carlos Rubio, Carles Harillo, Carlos Be, Emilio Williams y el propio Jesús Ortega. En el reparto cumplen todos los intérpretes, pero es inevitable fijarse en la lucidez, en la frescura y en el saber hacer de la debutante Josi Cortés, que incluso en el día del estreno logró salir airosa de esta nueva experiencia. El público rió intensamente en El síndrome Spears con el que Cortés abrió el espectáculo. Vuelven a la Triángulo en mayo.

En la foto, el reparto y el director de «Cordón umbilical» y el cartel de «Tres segundos»

De Machi a Flotats con parada en Salzburgo: 15 citas de puro teatro en Madrid (III)

EVIL DEAD EL MUSICAL LLEVA LA SANGRE A LOS KINÉPOLIS

Se trata de la primera vez que este musical se traduce al castellano y se estrena en España. Fresco, juvenil, Evil Dead, El Musical va poco a poco enganchando al espectador y haciéndole partícipe de la función para lograr una experiencia plenamente satisfactoria al abandonar la sala. Antes del primer estreno de Evil Dead, se habían hecho musicales basados en películas, pero nunca en sagas completas. Viendo las películas, parecía impensable que pudieran llegar a convertirse en un musical, pero eso no frenó a un grupo de jóvenes ambiciosos en Toronto que quisieron intentarlo. Se podrá ver en la Sala 18 de los Cines Kinépolis desde el 31 de octubre con un reparto en el que destacan Pablo Puyol y David Ordinas.

GEMMA CUERVO POR FIN EN MADRID CON LA CELESTINA

El reparto lo encabeza la actriz Gemma Cuervo galardonada con el Premio Ercilla 2011 a la mejor  trayectoria artística, ocasión en la que pudo hablar EL NUEVO DILUVIO MAGAZINE con ella . La actriz barcelonesa, que cuenta con más de 50 años sobre los escenarios y platós de cine y televisión, ha esperado hasta ahora para meterse en la piel de una Celestina que, según sus palabras es “brillante y risueña, pero también avariciosa y oscura de alma, aunque no de comportamiento ni habla”. En palabras de Gemma Cuervo “El mayor elogio hasta la fecha, un lujo para mí como profesional, ha sido escuchar que se trata de «una Celestina muy completa”. La Celestina producida por Secuencia 3 con dirección de Mariano de Paco Serrano y adaptación de Eduardo Galán, tras recorrer los festivales de teatro clásico y los teatros más prestigiosos de nuestro país, se podrá disfrutar a partir del 28 de septiembre en el Teatro Fernán Gómez durante 4 únicas semanas.

PERIS-MENCHETA DIRIGE A JUAN DIEGO BOTTO

Cinco personajes en una pieza que aborda con ironía, humor y drama dos temas que se tocan, que se confunden y rozan: el exilio y la inmigración. Sin paternalismos, sin condescendencia y sin tópicos, esta obra trata de poner nombre y apellidos a aquellas personas que a menudo solo conocemos a través de las cifras y estadísticas de los titulares de prensa.  Sergio Peris-Mencheta dirige a Juan Diego Botto y Astrid Jones en este montaje que se podrá ver en las Naves del Español  del 2 de octubre al 4 de noviembre.  

 

CUATRO ESTACIONES Y UN DÍA, UN ÉXITO DEL OFF

A lo largo de un año, en una habitación de hotel, Marta, Pilar y Manuel intentarán resolver lo que les une y lo que les separa. Si la vida en pareja ya es complicada, ¿qué pasa cuando el amor de tu vida son dos personas? Últimas funciones en el Teatro Lara de este montaje protagonizado por Sergio Mur.

MÁS DE CIEN MENTIRAS, CINCO HORAS CON MARIO, EL REY LEÓN, TÍTULOS QUE VUELVEN

Entre las vueltas más esperadas a la Gran Vía están el musical con las canciones de Sabina, Más de Cien Mentiras (Teatro Rialto), El Rey León (Teatro Lope de Vega) y Cinco Horas con Mario, que vuelve a Madrid por temporada limitada al Teatro Arlequín. En 2013 volverán Juicio a una Zorra y La Función por Hacer, dos de los mejores montajes de las últimas temporadas.