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Ayer el Teatro Español recibía el que es sin duda uno de los grandes estrenos de la temporada. Alicientes no le faltaban. Reparto de relumbrón con un antológico Juan Diego a la cabeza, Shakespeare y versión de Sanchis Sinisterra, que se lleva sin duda la peor nota de esta puesta en escena sin lugar a dudas. En el templo de la Plaza de Santa Ana se congregaron lo más granado de la vida cultural y social española en un desfile continuo de caras conocidas en el que se mezclaban Juan José Millás, amigo íntimo de Juan Diego, con Jesús Mariñas, Massiel y Hugo Silva. Era difícil encontrar a alguien en el patio de butacas que no fuera del ‘mundillo’ de una u otra manera. Lo más chocante de la noche fue sin duda la errática versión de Sanchis Sinisterra, incomprensible incluso para los más avezados espectadores. Nos sumerge en los sueños del Rey Ricardo III y sólo los que conocen la obra al dedillo entenderán todos y cada uno de los pasajes de la obra. De la aparición de los micrófonos en un templo de la palabra como el Español mejor ni hablamos. Y de que la oscuridad en la que se funde esta puesta en escena, que hace que cueste ver lo que pasa en escena, pues… mejor tampoco hablamos. Sería injusto no saber ver las cosas que hacen disfrutar de este montaje. El propio Juan Diego es un inmenso Ricardo III- una pena que los ‘delirios’ de la adaptación hagan que el público riese anoche en momentos que dudo que tuviesen esa intencionalidad- Disfruté mucho de Doña Asunción Balaguer que con 89 años se marca un monólogo de reclinatorio, que fue aplaudido con fervor por el respetable. Y de Terele Pávez, ¿Qué voy a decir? Pues que como todo lo que hace está inmensa, pero es lo que tienen las GRANDES que siempre logran brillar. Me gustó también el uso de las proyecciones a nivel global. Una pena que con mimbres que rozan la excelencia haya sido precisamente el texto lo que haga cojear a este Ricardo III, que aún así recomiendo ver por el excelso trabajo interpretativo de sus intérpretes.
Los intérpretes, sin duda lo mejor de este «Ricardo III».
Cuando entramos a la Sala Pequeña del Teatro Español comenzamos un viaje. Nuestro protagonista aparece en escena con el gesto instalado en otro tiempo, su mirada está anclada en un tiempo en que el Rag Time «era la música que Dios bailaría si fuese negro». Sobre una caja de dinamita, Novechento, el músico más grande que haya podido existir, le contó su historia a este trompetista con zapatos ajados y mirada melancólica que hoy comparte con el público en la sala. Danny Boodman T. D. Lemon, Novecento, nunca pisó tierra, pero vio el mundo entero. Era capaz de respirar el aroma del mundo en cada palabra, en cada gesto de las personas con las que coincidía a bordo del Virginia. Y el que fue su amigo y un día, inesperadamente, confidente, nos cuenta esta pequeña gran historia. En su mirada evocadora revivimos el último solo que compartió con el virtuoso del piano, justo antes de que el trompetista bajase el último escalón de esa escalerilla que Novecento fue incapaz de bajar. Y así, Miguel Rellán se enfrenta a su primer monólogo tras una larga trayectoria a sus espaldas. Emotivo, melancólico y desgarradoramente humano, recorremos a través de la mirada de Rellán otros tiempos y lugares, asistiendo a un verdadero recital interpretativo que sólo alguien con la solvencia de este veterano actor podría conseguir y cuando sus ojos ven a los personajes que han desfilado por su vida, el espectador viaja con él y ve la verdad en sus ojos. Gracias a Miguel Rellán y, su director, Raúl Fuertes, por querer compartir con el público este poético viaje, gracias por hacernos redescubrir que el teatro solo necesita de un buen texto y un buen intérprete para hacernos soñar. Vayan a disfrutar de esta virtuosa y evocadora partitura llamada Novecento, les emocionará.
*El próximo lunes 4 de agosto se podrá disfrutar en los Jardines de la Biblioteca Menéndez Pelayo dentro de las actividades culturales de la UIMP a las 22h con entrada libre.
Nuestra historia podría comenzar hace más de treinta años cuando un joven ascensorista del Banco de España encontró en su camino a Rosario Calleja, su mitad escénica: «Este premio es tuyo y mío» dijo un Juan Carlos Pérez de la Fuente emocionado ante las palabras de Luis Alberto de Cuencia, que leyó la laudatio en la entrega del Premio La Barraca de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
El director posa para DESDE MI BUTACA unos minutos antes de la entrega del premio.
El flamante nuevo director de los espacios escénicos del Ayuntamiento de Madrid, con el Español como cabeza visible, recordó la importancia de la capital cántabra en su trayectoria: «Siempre que ocurre algo importante en mi vida, Santander está presente». Aquí nacieron algunos de sus grandes éxitos como Fortunata y Jacinta u Orquesta de señoritas entre otras. Ahora, cuando está a punto de emprender un nuevo camino en la gestión, de nuevo Santander aparece en su horizonte.
Junto al Rector de la UIMP, César Nombela.
Sobre el proyecto de gestión que ha defendido con uñas y dientes destacó el papel que tendrán nuestros autores: «Tenemos un teatro del que tenemos que sentirnos orgullosos, ¿Cómo es posible que no se conozca a Valle en Londres o Buenos Aires?». En este sentido ahondó en la idea de ‘internacionalizar’ a nuestros autores, conseguir que se conozca la grandeza de autores como Buero Vallejo, sobre el que se preguntó extrañado: «¿Cómo es posible que un autor de su calibre no se haya programado en el Español en los últimos 35 años?» Va a luchar por conseguir que esos turistas que vienen a ver el Prado, hagan parada en el Español, que se convierta en la referencia que debe ser un espacio que cumplirá 400 años en 2015. Para esa efemérides tan especial ya tiene algunas ideas en mente: «Quiero hacer un homenaje a los textos de ayer con dramaturgos de hoy y que salga el teatro a las calles». Por último, insistió en la necesidad que desde el Español se apostase por un teatro que hable sobre los conflictos de hoy, a los que es necesario dar voz desde un espacio como el que él dirigirá a partir de septiembre.
El director en un momento de su emocionante discurso.
A pesar de las trabas que se han puesto esta temporada a las artes escénicos, el sector ha seguido luchado por sobrevivir con un puñado de propuestas que han hecho las delicias del público. Antes de continuar haciendo un «Avances del teatro que viene», os presento DESDE MI BUTACA un repaso por algunos de los mejores trabajos de la temporada 2013-2o14.
Misántropo: “En todas partes, la injusticia es la ley”. Miguel del Arco versionando a Moliére. A pesar del pesimismo imperante en el texto- o más bien podríamos decir el realismo- el espectador sale feliz del Español. Sale feliz por ver un montaje que le ha ‘movido’, que le ha hecho plantearse muchas cosas. Nuestro protagonista, en voz y carne de un sobrenaturalmente emocional Israel Elejalde, proclama que “El amor no atiende a razones” y su pasión por la bella Celimena, en la duda entre lo que es y lo que le gustaría que fuese su amada, nos atrapa y nos lleva a lugares de nuestro ser que no nos podríamos imaginar. Todos los kamikazes cumplen con nota. En definitiva, Misántropo es una fiesta, una celebración del teatro en su pura esencia: La palabra. Esa particular compañía de cómicos de la lengua, está arrasando en el Español, ¡Qué siga el éxito!»
La venus de las pieles: «Clara Lago se mete al público en el bolsillo nada más pisar las tablas con su frescura y terminamos hipnotizados por el influjo de su mirada al instante, con esa pizca de perversidad y de sadismo que se revela, cosas del personaje, unas escenas después. Diego del Pino, el protagonista masculino de esta verdadera joya de la cartelera, quiere que el público se pregunte quién es realmente Vanda y de alguna forma recibe respuesta en voz y carne de la protagonista de Ocho apellidos vascos. Simplemente, es un actriz jovencísima, que gracias al cuidado trabajo de David Serrano, ha sabido exprimir su talento interpretativo de una forma increíble y da la sensación cuando la ves de que te encuentras ante toda una señora de la escena y, ojo al dato, ¡Con sólo 24 años! Diego del Pino, en la piel de un imponente Diego Martín, sólo puede caer rendido a sus pies y firmar este perverso contrato de sumisión, en el que perdido entre su realidad y la ficción de su obra, se establece este particular juego de seducción. Lo interesante de la apuesta de Serrano son los guiños metateatrales que ha incluido en su versión como guiño cómplice al público. Y así, navegando entre la realidad y la ficción, el espectador cae rendido a los pies de Vanda y firma, cual Diego del Pino, un perverso contrato de sumisión que podréis firmar hasta el 15 de junio en las Naves del Matadero».
El cojo de Inishmaan: «Si hay un adjetivo con el que calificar esta función es simplemente como ‘mágica’. Es asombroso ver la capacidad de un reparto de edades y procedencias tan distintas creando unas sinergias comunes que llegan al público de una forma muy especial. Cuando salen a escena Terele Pávez y Marisa Paredes las creemos hermanas. Esa risa cómplice y chismosa con la que acompaña Terele Pávez a su personaje nos hace quedarnos prendados de su energía, de su vitalidad y de su talento. Esa complicidad entre ambas queda patente en un gesto que puede parecer nimio a una mirada poco ducha, pero que me llamó especialmente la atención. Me refiero a como atusa el pelo a Paredes, ahí en su mirada y en sus gestos se nota una energía especial. Todo el reparto va en el mismo barco como me decía Terele en la entrevista. Y eso se nota y de qué manera. No voy a descubrir nada si digo que Enric Benavent da a cada personaje una seguridad y entrega que solo la gente que ama mucho este oficio puede conseguir. Ni que decir tiene tampoco que la dedicación y el amor por el teatro llevan a Irene Escolar a firmar otro gran trabajo con esa chulería a la que dota a ese ‘chicazo’ que la toca interpretar».
Novecento: «Emotivo, melancólico y desgarradoramente humano, recorremos a través de la mirada de Rellán otros tiempos y lugares, asistiendo a un verdadero recital interpretativo que sólo alguien con la solvencia de este veterano actor podría conseguir y cuando sus ojos ven a los personajes que han desfilado por su vida, el espectador viaja con él y ve la verdad en sus ojos. Gracias a Miguel Rellán y, su director, Raúl Fuertes, por querer compartir con el público este poético viaje, gracias por hacernos redescubrir que el teatro solo necesita de un buen texto y un buen intérprete para hacernos soñar. Vayan a disfrutar de esta virtuosa y evocadora partitura llamada Novecento, les emocionará».
El viaje a ninguna parte: «¿Quién no recuerda el mítico ademán del actor diciendo aquello de “señorito”? Aquí, ese roll cayó en los manos de Miguel Rellán, uno de esos actores que llena de humanidad cada personaje. Entrañable y sumido en un mundo que parece caer ante la llegada del cinematógrafo, ve pasar ante sus ojos una vida de nómada, de vagabundo sin patria, cuyo único refugio son los miserables tablaos que instalan en cada pueblo. Como contrapunto a este entrañable abuelo ya hastiado de la vida de cómico de la legua, un Tamar Novas lleno de matices, adorable, divertido, que sólo se envenena por el teatro cuando va detrás de unas faldas. Como siempre Antonio Gil con el gesto y la emoción medidas nos vuelve a regalar otro trabajo interpretativo sobresaliente. Y sólo de eso, de sobresaliente, o ¡mejor! de cum laude se puede calificar esta puesta en escena respetuosa con el referente cinematográfico, pero que sabe exprimir a la perfección la imagen, que aún tengo guardada en la retina, de esos cómicos apocados a un viaje a ninguna parte ad eternum«.
El baile: «Para contar esta historia, para contar este canto al amor imposible con una inusitada ternura, eran necesarios unos actores capaces de transitar con igual fortuna entre el drama y la comedia y en el caso de los hombres con ese puntito de ternura que despiertan los personajes especialmente en el tercer acto, en el ocaso de sus vidas. Si Pepe Viyuela tiene una cualidad es que sabe dotar de humanidad a los personajes. Sólido en drama y comedia, es un actor versátil, capaz de, como solo los grandes cómicos saben hacer, dotar a cada personaje del gesto justo. No es El baile una comedia de gags, sino de seres humanos que en un momento entre la risa y el llanto, son capaces de reírse de su propio destino, ¿Estaba predestinado Julián a ser el eterno enamorado cuando fue a Filipinas y a la vuelta se encontró a su amigo con el amor de su vida? Carles Moreu y Susana Hernández cumplen a la perfección como este particular matrimonio ideal (con invitado) que rezuman amor por los cuatro costados en este montaje que ha dirigido con acierto Luis Olmos.Esperemos que no sea la única que veamos un Neville en nuestros escenarios en los próximos años».
En 2012, Amparo Baró volvió a subirse un escenario y advirtió que Agosto sería la última vez que se subiría a un escenario seguramente. Los dos meses, con el cartel de «No hay localidades», parecieron quedarse escasos para un público que demandaba más fechas. Casualidad o no, en mitad de tanto desgarro emocional, las dos protagonistas se pusieron malas y hubo que suspender alguna que otra representación. Desde entonces, se había intentado poner en pie de nuevo el montaje en varias ocasiones como comentó el presidente de Smedia, Enrique Salaberría, en un reciente encuentro sobre artes escénica. Será por tanto una esperada reposición, aunque aún tendremos que esperar un poquito. Será en 2015 cuando Baró vuelva a subirse a un escenario y, sí, lo hará de nuevo con la obra que prometió que sería su despedida y será Gerardo Vera quien la dirija de nuevo. Sin duda es el punto fuerte de una temporada en el Teatro Español de la que hoy se han presentado las primeras propuestas. Como avanzó José Sacristán en exclusiva a DESDE MI BUTACA, abrirá la programación del Español la obra El loco de los Balcones de Mario Vargas Llosa, que estará en el teatro de la Plaza de Santa Ana del 17 de septiembre al 29 de octubre. Ricardo III de William Shakespeare con dramaturgia de José Sanchis Sinisterra tendrá un cartel con nombres tan atractivos como Juan Diego, Julieta Serrano y Asunción Balaguer. Otra de las propuestas más destacadas será Desde Berlín con Pablo Derqui y Nathalie Poza bajo la dirección de Andrés Lima. Ya en 2015 se podrá ver una adaptación de El discurso del rey dirigida por Magüi Mira. Se sube el telón así de la última temporada comandada por el polémico Natalio Grueso, que dará paso al primer director que saldrá de un concurso público en la historia del emblemático teatro madrileño.
Dos clásicos de Shakespare han coincidido en la cartelera con dos de los creadores escénicos más reputados de nuestra escena: Miguel del Arco y Alfredo Sanzol. Un menú en cuatro platos que degustamos DESDE MI BUTACA en esta nueva entrega de Un Madrid sin teatros, un Madrid sin alma, que demuestra la efervescencia de nuestra escena gracias a los autores de ayer y a los que escriben las páginas de sus obras a pie de escenario en los teatros de toda España.
El eterno Shakespeare. Dos obras del autor bardo de muy distinto calado han coincidido en la cartelera del Centro Dramático Nacional: Los Mácbez y Como gustéis, dos apuestas escénicas tan distantes como igualmente interesantes. En este particular menú escénico hemos preparado como entrante un musical mágico con la firma de Shakespeare. Como gustéis es un espectáculo total, un musical- ¡Qué gusto da ver un gran espectáculo de nuevo en un teatro público- Es sin duda una de las obras menores dentro de la abultada producción dramática del dramaturgo, pero esta puesta en escena tiene una capacidad innegable de crear unas imágenes poderosísimas que atrapan al espectador, pura magia esa primera escena en el bosque de Arden. En el reparto hay ciertas desigualdades. En el verso todos los intérpretes cumplen, pero cuando toca dar el do de pecho sólo cumplen con nota unos pocos. Deliciosa pareja cómica, cual señores Thenardier, la que forman Carmen Barrantes y Alberto Castrillo-Ferrer. Pedro G. De las Heras, Pedro Miguel Martínez, Víctor Ullate y Edu Soto son otros de los actores que también cumplen con nota su papel en esta coralísima propuesta escénica que ha dirigido el italiano Marco Carniti con final reivindicativo: «Sí a la cultura, no al 21%» rezan los telares que han representado de una forma ‘mágica’ los espacios del bosque. Esa capacidad de crear poderosas imágenes también está en el otro Shakespeare que ha producido LOS MÁCBEZ UTE, una suerte de cooperativa- unión de empresas de algunos de los integrantes del equipo de Los Mácbez. Sin duda, Andrés Lima sabe muy bien cómo escenificar las brutales escenas del Shakespeare más vengativo. Poderoso, enérgico y desgarrador Javier Gutiérrez que con las manos manchadas de sangre y empachado de espanto, lleva tatuada la atrocidad en sus carnes. Le acompaña una imponente y segura Carmen Machi en uno de los momentos más fértiles en su carrera sobre las tablas. Una pareja protagonista obscenamente sibilina con la que, sin duda, construyen estos actores dos de las grandes creaciones de personaje de su carrera. Y en el baile de la obscenidad que han creado el tándem Andrés Lima-Juan Cavestany nos rebelamos como adictos a la pasión de los poderosos en esta particular Xunta corrupta en que las Meigas marcan el destino de nuestros protagonistas.
Podréis leer muy pronto entrevistas exclusivas a Víctor Ullate Roche y Javier Gutiérrez DESDE MI BUTACA.
Sanzol y Del Arco, nuestra escena sigue en ebullición. «En todas partes, la injusticia es la ley». Miguel del Arco versionando a Moliére. A pesar del pesimismo imperante en el texto- o más bien podríamos decir el realismo- el espectador sale feliz del Español. Sale feliz por ver un montaje que le ha ‘movido’, que le ha hecho plantearse muchas cosas. Nuestro protagonista, en voz y carne de un sobrenaturalmente emocional Israel Elejalde, proclama que «El amor no atiende a razones» y su pasión por la bella Celimena, en la duda entre lo que es y lo que le gustaría que fuese su amada, nos atrapa y nos lleva a lugares de nuestro ser que no nos podríamos imaginar. Todos los kamikazes cumplen con nota. En definitiva, Misántropo es una fiesta, una celebración del teatro en su pura esencia: La palabra. Esa particular compañía de cómicos de la lengua, está arrasando en el Español, ¡Qué siga el éxito! Alfredo Sanzol ha puesto en escena en los Teatros del Canal Aventura! En esta ocasión, el autor ha apostado por una obra de teatro estructurada de una forma más o menos lineal. No se trata de los sketches con los que sorprendió a propios y extraños en montajes como En la luna. Se vende, Razón: Sandra. Su precio depende de la crisis. La sombra del gigante asiático asola a una empresa española que tiene que tomar una importante decisión: ¿Venderíamos a una de nuestras compañeras por un puñado de euros? Y así, el autor nos enfrenta al «absurdo» de la crisis actual con una comedia más efectiva en la segunda parte de la obra, cuando entra en escena el magnate asiático que revolucionará sus vidas. Un montaje efectivo con un puñado de buenos actores, en el que el espacio sonoro, con esa música de Fernando Velázquez efectivísima vuelve a corroborar que nuestra dramaturgia está en una ebullición constante.
Podéis leer la entrevista que le hicimos a Israel Elejalde con motivo del paso de Misántropo por Santander.
Ya sean clásicos de siempre como el autor bardo o clásicos de hoy como los citados Sanzol y Del Arco, el teatro hoy más que nunca seguirá poniéndonos delante del espejo de la realidad inmediata, llevándonos a indagar en lugares de nosotros mismos que no podríamos imaginar.
Este escenario universal representa escenas más tristes que las que nosotros representamos
David Serrano, al que tendremos muy pronto DESDE MI BUTACA, ha juntado a una pareja de ensueño para «La venus de las pieles». En mitad de la vorágine por el éxito de «Ocho apellidos vascos», Clara Lago compone una Vanda magnética, de la que sólo puede caer perdidamente rendido el Diego del Pino de Diego Martín. Los protagonistas de uno de los fenómenos teatrales de la temporada atendieron en exclusiva a DESDE MI BUTACA. Muy pronto, la crítica del montaje que se puede ver en las Naves del Matadero de Madrid…
DIEGO MARTÍN
– Vuelves a trabajar con David Serrano, ¿Qué tiene de especial como director?
David es alguien que tiene mucha importancia en mi trayectoria tanto profesional como personal. Es alguien con quien me es muy fácil comunicarme, y ahora he podido disfrutar del comienzo de una madurez como director (porque lo de antes era mera precocidad) que se adivina fantástica. Espero seguir siendo merecedor de su confianza, de la libertad total con la que se trabaja con él, y de su talento.
– Es la segunda experiencia de Clara Lago sobre las tablas, ¿Qué has descubierto de ella como actriz en esta Vanda?
La Vanda de Clara está llena de matices, de capas que se suceden y aumentan la fascinación del público por ella, fascinación que comparto como compañero suyo. Su libertad, precisión, sensualidad, madurez, frescura y desvergüenza y un poso de dama veterana del escenario, inundan la función y nos lleva a todos por delante.
– Te has incorporado a Velvet, la última producción de Bambú que tiene fama de cuidar mucho las producciones, ¿Ese fue el motor de que aceptases?
Efectivamente el cuidado con el que se aborda la producción, y un amor por el detalle que se veía cada vez menos en televisión, y si añadimos que le dan mucha importancia a los repartos que confeccionan, pues el resultado es que uno está feliz de pertenecer a ese grupo, y que estoy disfrutando cada día de encarnar a un personaje que me divierte mucho hacer, rodeado de gente por la que me siento muy cuidado.
CLARA LAGO
-¿Cómo ha sido el trabajo junto a David Serrano, Diego Martín y el resto del equipo en los ensayos?
Ha sido muy relajado. Extrañamente «fácil». David estableció desde el principio ese clima de tranquilidad y relax a la hora de trabajar. A mi me ha dado mucha confianza, al igual que Diego. Ha sido una experiencia muy bonita, la verdad. Casi que no daba la sensación de ir a «trabajar». Ha sido todo desde el disfrute.
-Aunque con una larga carrera en el panorama audiovisual es tu segunda experiencia sobre las tablas, ¿Ha sentido ya por fin ‘el veneno del teatro’ Clara Lago con esta experiencia teatral?
La verdad es que sí. Creo que también ha tenido mucho que ver en ambos casos la compañía y el texto. Cuando el proyecto es tan apasionante y la gente con la que trabajas se convierten en amigos, es fácil que se convierta en una experiencia que uno quiera repetir.
-Te has enfrentado en plenos ensayos al ‘extra’ de tener puesto el ojo mediático sobre tus pasos, ¿Cómo estás afrontando este fenómeno mediático que ha supuesto Ocho apellidos vascos?
Bueno, el mundo paparazzi es bastante nuevo para mi. Es incómodo a ratos, pero intento no darle demasiada importancia, tomármelo con calma y con humor, porque uno ya sabe que se pasará. Se acabarán cansando. Y también tener en cuenta que esto responde al fenómeno de la película, que es algo por lo que estar muy agradecido.
Algunos de los grandes éxitos de la cartelera echan el telón hoy mismo. Es el caso, por ejemplo, de dos de los montajes de la temporada: El cojo de Inishman (T. Infanta Isabel) y El crédito (T. Maravillas), esta última comenzará ahora una extensa gira que le llevará dentro de dos semanas al Palacio de Festivales de Cantabria. Estas dos funciones tienen ya reemplazo para la temporada primaveral. En el Infanta Isabel se podrán ver Una semana nada más– tras su paso por el Teatro La Strada- y La vida resuelta. Y al Teatro Maravillas llegará El nombre.
Una semana nada máses una obra de Michel Clement, protagonizada por María Castro, Mar del Hoyo, Antonio Hortelano y Jorge Monje. Sofía y Pablo llevan cuatro meses viviendo juntos. Cuatro meses que han sido el cielo para ella y el infierno para él. Pablo quiere romper la relación… La obra compartirá el Teatro Infanta Isabel con la obra La vida resueltaa partir del 23 de abril. Nos encontramos ante un retrato de una generación de treinta y tantos años, un grupo de personas que han llegado a un punto en su vida en la que no terminan de estar satisfechos consigo mismos y mucho menos felices. Aunque de alguna manera todos han buscado el éxito, cada uno en la forma en que creían, queda un halo de frustración bien porque no lo han conseguido bien porque la consecución de lo que buscaban en realidad no es lo que esperaban. Está protagonizada por Carlos Santos, con el que charlamos hace unos meses. Completan el reparto Laura Domínguez , Javier Mora, Adriana Torrebejano y Cristina Alcázar y dirigida por Juan Pedro Campoy.
En El nombre, desde el 26 de abril en el Teatro Maravillas, un grupo de amigos cena para celebrar la próxima llegada del bebe de una de las parejas. Cuando el futuro padre responde a la pregunta del nombre escogido, su respuesta deja a todos boquiabiertos…y no es para menos. A partir de ahí se genera un divertido debate que acabará creando un conflicto detrás de otro, cada cual más hilarante. Esta comedia de Matthieu Delaporte y Alexandre de la Patelliêre dirigida por el omnipresente Gabriel Olivares cuenta con un reparto de lujo: Amparo Larrañaga, Jorge Bosch, Antonio Molero, César Camino y Kira Miró.
Uno de los platos fuertes de esta última parte de la presente temporada teatral es La venus de las pieles, que reunirá sobre las tablas de las Naves del Matadero a Clara Lago y Diego Martín. David Serrano dirige una función que «Vi por casualidad, sin conocer nada de su argumento ni de su autor, David Ives, pero diez minutos después de que subiera el telón casi no podía ni parpadear al ver lo que estaba pasando sobre el escenario y hora y media después, al salir del teatro, había decidido que tenía que dirigir esa obra fuera como fuese». La obra se podrá disfrutar del 7 de mayo al 15 de junio.
Una foto de los ensayos de Roberto Álamo.
La siguiente propuesta «comparte» ayudante de dirección con la obra que protagoniza Clara Lago. El dramaturgo y director Daniel de Vicente vivirá la ‘feliz coincidencia’ de que dos de las obras en las que ha participado como ayudante de dirección estén a la vez en cartel. Además de en La venus de las pieles, el joven de 24 años también ha participado en elMisántropode Miguel del Arco que llegará al Teatro Español el 23 de abril y que permanecerá en el emblemático espacio escénico de la Plaza Santa Ana hasta el 22 de junio. La nueva propuesta de Kamikaze Producciones cuenta la historia deAlcestes, el protagonista de Misántropo, que anhela vivir en la verdad. Quiere ser honesto y sincero y que los demás lo sean con él. Pero sus contradicciones y su incapacidad para encontrar el término medio que le permita vivir le llevan a retirarse al desierto por el que clama desde la primera conversación con su amigo Filinto. Alcestes pone en peligro su integridad por defender la verdad. Porque no se acomoda a la ficción imperante y porque está dispuesto a perderlo todo en defensa de lo que cree. Israel Elejalde, Raúl Prieto, Cristóbal Suárez, Bárbara Lennie, José Luis Martínez, Miriam Montilla, Manuela Paso forman parte de esta compañía kamikaze que pone en escena una actualizada visión del clásico de Moliére.
Charlamos con su protagonista, Israel Elejalde, en una entrevista exclusiva DESDE MI BUTACA.
Y en la Sala Pequeña del Español tendremos al veterano Miguel Rellán con Novecentodesde el 14 de mayo al 29 de junio. Un trompetista de jazz, a través de sus recuerdos, nos narra la extraordinaria historia del que fuera su mejor amigo, Novecento, un pianista excepcional nacido en uno de esos barcos que recorrían las rutas entre Europa y América a principios del siglo XX, en los que se mezclaban ricachones, golfos, emigrantes y turistas. Novecento era un pianista de técnica increíble, capaz de extraer notas mágicas, insólitas, melodías asombrosas que cautivaban cada noche a los viajeros del barco en el que había nacido y del que decían que nunca se había bajado. Nunca había pisado tierra. El mejor pianista de todos los tiempos, y no existía para el mundo. Sin patria, ni familia, ni fecha de nacimiento. Nada. Hasta que un día decidió bajar.
Hablamos con Rellán DESDE MI BUTACA hace unas semanas.
Las propuestas se acumulan en estos meses primaverales, por lo que pronto tendremos DESDE MI BUTACA una segunda parte de este post con títulos como Las dos bandoleras y Los Mácbez entre otras interesantes propuestas.
Podríamos decir que Terele Pávez es una mujer muy libre. Ella va «en su línea» como la solían decir. Espera en el camerino del Español desde hace un buen rato. Ella llega con varias horas de antelación y se toma algún que otro cafecito y se va maquillando poco a poco, a su aire. Está feliz por su nominación a los Goya y poder compartir con el público un trabajo tan honesto, tan de verdad como es El cojo de Inishmaan. Solo entonces se crea la magia del teatro, cuando hay una complicidad clara en el reparto, una sensación de que todos van en el mismo barco. Y ella siente que ahora la vida la mira con una sonrisa. Y disfruta de cada momento encima del escenario con sus compañeros en una profesión «en la que no existe la edad». Lúcida, crítica y cercana, es un torbellino dentro y fuera del escenario difícil de parar. Energía pura. PASIÓN pura por una profesión en la que no se ha planteado metas y en la que siente que se ha encontrado con un puñado de seres mágicos como su adorado Álex de la Iglesia o el equipo de este montaje que después del Español hará temporada en el Infanta Isabel. Y ella hechiza en las distancias cortas, te atrapa y te contagia de un pedacito de esa energía de vivir que la caracteriza. Siéntense en sus butacas y disfruten de ‘La Pávez’, de verdad que no les defraudará.
¿Qué le atrapó a Terele Pávez de una propuesta como El Cojo de Inishman?
La llamada de Gerardo Vera, con el que hacía mucho que no trabajaba. Venir al Español era otro aliciente la verdad. Otra cosa es el texto, cuando me lo mandó, no entendí nada. Hay que saber leer teatro y yo no tengo práctica la verdad. Aparentemente, no pasaba nada. Le pedí que me la contase a Gerardo y en ese momento me di cuenta de que era un texto muy especial, que José Luis Collado ha traducido de una forma muy rigurosa. Es una obra sin apoyos de ningún tipo. No hay un “Anda”, es un idioma de piedra, en el que se repiten las palabras y cada vez tienen un sentido diferente, lo que requiere un estudio muy preciso del sentido de cada vocablo. Entre ellos dos nos han hecho profundizar en un texto nada fácil. Son personajes complejos, llenos de aristas, que tienen drama, soledad, ternura, humor… Como la vida misma… Son personajes que tienen su momento en la función, pero tienen mucha relación con el otro. No actúan de una forma aislada. Gerardo ha pintado una acuarela al milímetro en el que cada personaje encuentra su forma de moverse y estar sobre el escenario con el otro. Todo en esta propuesta es una verdadera golosina, desde la escenografía a la música y la dirección. Estamos siendo muy honestos luchando con una propuesta en la que creemos de verdad.
Comparte buena parte de la función con su hermana en la ficción, Marisa Paredes…
Trabajar con Marisa Paredes es un verdadero lujo. Es una de las experiencias más cómodas y enriquecedoras de mi carrera. Siento que he podido crecer con ella encima de un escenario. Trabajamos con entrega y con algo muy importante: Con una sonrisa y con confianza. Estamos viviendo lo más bonito que tiene el teatro: El respeto del trabajo de cada uno y tener la sensación de que todos navegamos en el mismo barco.
Terele y Marisa, pura complicidad en escena.
“El teatro es catártico y terapeútico”
¿Es esa entrega, ese ir en el mismo barco lo que hechiza a Terele Pávez del teatro?
Desde luego. Si no es así, yo no quiero hacer teatro. Es un sufrimiento absoluto y una estafa para el espectador. Hay que hacer teatro en comunión con tus compañeros y con el público. Creo que se refleja encima del escenario. Me dicen algunos amigos que la han visto que cuando nos aplauden tienen ganas de que la función no se acabe, no quieren desprenderse de la energía que irradiamos en escena. Es el secreto de que salga así la función. Estamos como hermanas dentro y fuera del escenario. Además, en el teatro tenemos la suerte de poder contar historias que se alejan de ti, pero en las que en el fondo te sientes identificado. Es un espejo interior donde mirarse. En el fondo, lo más especial del teatro es que es una ceremonia, en la que debemos entregarnos, desnudarnos de nuestro propio alma para vestirnos del personaje con todas las consecuencias. Es muy katártico y terapéutico. En definitiva, el teatro es enloquecedoramente hermoso.
¿Cómo se ha sentido Terele Pávez ante ese particular regalo de Reyes que recibió la semana pasada con la nominación al Goya por Las Brujas de Zugarramurdi?
Ha sido muy bonito, lo he disfrutado mucho con mis compañeros, pero me da rabia que no estén nominados el resto de mis compañeros como Macarena Gómez, Carmen, Carolina… Álex de la Iglesia me dijo que no le importaba no estar nominado, que lo que le hacía feliz es que yo estuviese nominada.
¿Qué le une a ese creador que la ‘redescubrió’ para el público joven en El día de la bestia?
He podido sobrevivir en esta profesión gracias a Álex. Él ha hecho que la gente joven se interese por mi trabajo. Me encanta cuando me dice algún chaval que las películas de Álex les han hecho interesarse por mi trabajo y que vean películas tan distintas como Los santos inocentes. Me ha llevado de la mano al mundo del cine, que para mi ha sido un descubrimiento… Aprendo mucho en cada rodaje, es un señor que te hace unos planos imposibles… Siempre me pregunto qué hará con mis escenas. Encima, tengo un feeling impresionante con él. Es un verdadero genio y hay que tratarlo como tal. Es sencillo y divertido.
Su última experiencia con él ha sido Las brujas de Zugarramurdi, ¿Cómo ha llevado eso de transformarse en una bruja?
Yo añadiría que era una bruja fea y asquerosa -Risa muy sonora- ¿Cómo me podía soportar el equipo con esa pinta? Y ellos me decían que en el fondo soy una mujer llena de ternurita… Es un equipo maravilloso. Tengo la suerte de trabajar con gente mágica, no sé cómo me la encuentro, pero lo hago. Es difícil de encontrar gente así, pero cuando la encuentro parece hecha para mí.
Dándole un mordisquito a Mario Casas en la última de Álex de la Iglesia.
“Triunfar es poder trabajar en esta profesión”
Hablábamos de un ‘renacer’ de la carrera artística de Terele Pávez a raíz de sus películas con Álex de la Iglesia, pero supongo que habría momentos en que quiso tirar la toalla cuando veía que no sonaba el teléfono…
Pues no, la verdad es que no me he marcado la necesidad de seguir una carrera hasta cierto punto. Una vez que eres actor, no hay que regresar. Ser actor es empezar y hasta donde llegues. Cuando no trabajas, te conformas, es lo que hay. Cuando pasaban años sin sonar el teléfono, pensaba que ya habría algún proyecto más adelante… No he tenido un plan de triunfar. Para mi el triunfo es existir y poder trabajar en lo que me gusta. Nunca me he sentido que esto se había acabado. De hecho, la gente me dice por la calle que yo trabajaba en el cine y yo les contesto que sigo trabajando, aunque ahora no haga nada. Además, yo no siento eso del peso de la edad en esta profesión. Cuando trabajo por ejemplo con Irene Escolar, tengo la sensación de que estoy trabajando de igual a igual. Yo no me siento una señora mayor. Es curioso que los que somos actores no tenemos edad pero sí un cierto respeto que se añade con los años.
Y si en ese trato de igual a igual, un actor que está empezando en esta profesión le pide un consejo, ¿Qué le diría?
Consejos no doy, pero sí cuento mis experiencias. No me voy a poner a hablar de sellos y de geografía, me parece natural hablar con ellos sobre la profesión. Expongo algo que creo que es bueno para esa persona y se lo dejo para que lo administre como quiera. No voy de veterana sabelotodo la verdad. A veces, me contradicen y si tienen razón, por supuesto que se la doy. Me gusta participar, pero nunca me meto en el trabajo de nadie. Creo que es un obligación ayudar a tu compañero exponiendo lo que tú has vivido.
En esta profesión, a la que parece rodear un cierto ‘falso oropel’, se ha distinguido por ser una actriz distinta, muy libre y muy lejos de todo ese mundillo de la fama, ¿Ha sido algo premeditado?
Yo creo que no me he tenido ni que alejarme de todo eso. Yo soy como soy y el que no me ha buscado no me ha encontrado, simplemente he ido en mi línea como me decían antes. No me he esforzado en ser de otra forma y la verdad es que tengo muy buen rollo con la profesión. Si no me han llamado, pues no me importa, va por rachas.
Al principio de la entrevista, le pedimos a Terele que se dejase una autopregunta para cerrar la entrevista…
Después de tantos años en los escenarios, ¿Qué preguntaría le gustaría que le hiciesen a Terele Pávez?
Eso me pasaba de joven, que te autoentrevistabas… En ese momento no te das cuenta que es poco importante lo que tengas que contar. Con los años te das cuenta de que nada de lo que puedas hablar tiene importancia alguna… He tenido que hablar de tantas cosas y hay tantas otras de las que no me apetece hablar… Ahora la vida me mira con una sonrisa y pienso que ya me han hecho todas las preguntas posibles. No tengo nada bonito que contarles.
Seguimos repasando los estrenos que llegarán en los primeros meses de 2014, en los que Sergio Peris Mencheta, Juan Mayorga y Concha Velasco reinarán en la cartelera.
Cita imprescindible en el Teatro Bellas Artesdel 22 de enero al 2 de marzo con Shakespeare. El Julio César que ha dirigido Paco Azorín es uno de los platos fuertes que llegarán a la cartelera madrileña en este 2014.
Azorín destacaba en DESDE MI BUTACA que: «Resumiendo muy someramente la obra, va de unos que quieren matar a Julio con sus razones y que, después de matarlo, nos dan los argumentos de por qué lo han hecho». En el reparto destacan actores como Sergio Peris Mencheta, Agus Ruíz, Tristán Ulloa que interpreta a Bruto: «Un personaje que se plantea el dilema de si es un magnicidio o un tiranicidio matar a César» y Mario Gas que cree que la grande del autor bardo reside en que «Crea personajes de carne y hueso, muy poliédricos».
La siguiente propuesta también corre a cargo de Pentación. La extraordinaria Hécubaque dirige José Carlos Plaza estará del 6 al 23 de febrero en el Teatro Español. Lideran el reparto Concha Velasco, José Pedro Carrión, Juan Gea y María Isasi. Para ‘La Velasco’: «José Carlos Plaza sabe tanto, conoce tanto a los actores, que saca lo mejor de nosotros». Para Carrión: «En Hécuba el pueblo encuentra en el teatro un parlamento, en el que expresa sus emociones ante lo que está escuchando».
Juan Mayorga llevará su nueva obra, El arte de la entrevista, al Teatro María Guerrero del 21 de febrero al 13 de abril. En escena hay cinco personajes: tres mujeres, un hombre y una cámara de vídeo. La jovencita de la familia, que interpreta la actriz Elena Rivera, tiene que hacer una práctica para clase, tiene que grabar una entrevista. Tras darle muchas vueltas, decide darle al rec y que la entrevistada sea su abuela, papel que caerá en las manos de Alicia Hermida. Y entonces, en esa mente a medio camino entre el presente y el pasado, descubriremos un secreto que desestabilizará el orden de la familia. Completan el reparto Luisa Martín y Ramón Esquinas. Mayorga será protagonista también por el reestreno de la espléndida puesta en escena de El chico de la última filaque se podrá volver al disfrutar en el Teatro Galileo del 15 de enero al 9 de marzo de 2014.
Sergio Peris Mencheta también será protagonista de la cartelera como director con Continuidad de los parques, una coproducción del Teatro Español y Barco Pirata, la compañía teatral que dirige. Un parque, de por sí, ya es un escenario. Citas concertadas, encuentros casuales, conversaciones fútiles que en ocasiones devienen en reflexiones profundas de dos o más individuos, hogar de indigentes, lugar de contemplación, de paseo, de juego, de seducción… En el reparto Roberto Álvarez, Fele Martínez, Gorka Otxoa y Luis Zahera. Estarán del 20 de marzo al 27 de abril en las Naves del Matadero.
Este 2014 nos quedaremos Atrapados en el Teatro Alfil del 31 de enero al 21 de marzo. Rosa (Eva Isanta), Eduardo (Mauricio Bautista) y Adolfo (Víctor Palmero) trabajan en un banco. Sus vidas rutinarias van a cambiar para siempre cuando una mañana entra en la sucursal un hombre armado. La trampa mortal de un banco es sin duda su cámara acorazada, y es el escenario perfecto para narrar la progresiva angustia de tres personas que se quedan atrapadas en ella durante un atraco. Lo que en principio parece un contratiempo sin trascendencia, se convierte poco a poco en una situación tan inquietante e inusual que provoca en ellos una revelación personal a la que nunca antes se habían. Dirige esta propuesta el autor del texto, Alejandro Melero.
Cerramos a este avance de los primeros meses del año con Breve ejercicio para sobrevivir que comenzará su andadura en La Pensión de las Pulgas el próximo 12 de enero tras el éxito en 2013 en la hermana mayor de este espacio, La casa de la portera. Dos actores solos a los que trabajar ya les es imposible. Animarse a cruzar esa delicada línea que divide la realidad de las fantasías, de los miedos… Quizás para conocerlos, mirarlos a la cara y perderles el respeto. De eso trata esta obra. Un breve ejercicio que permita ahuyentar fantasmas e iluminar esos pequeños recovecos donde hay oscuridad. Barbara Lennie y Santi Marín dan voz y carne a esta obra escrita y dirigida por Lautaro Perotti (basada en No puedo imaginar el mañana y Función para dos personajes de Tennessee Williams).
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Un profesor que utiliza las canciones de los Beatles para enseñar inglés en la España de 1966, se entera de que John Lennon está en Almería rodando una película. Decidido a conocerle, emprende el camino y en su ruta recoge a un chico de 16 años que se ha fugado de casa y a una joven de 21 que aparenta estar también escapando de algo. Entre los tres nacerá una amistad inolvidable.